La Revolución está en pleno combate por la aprobación de los ajustes que el Comandante propuso a la Constitución del 99 para adecuarla a la aceleración de la marcha al Socialismo.
Inmediatamente que el Comandante asomó estos ajustes, y aún sin conocerlos, la gavilla oligarca brincó y se opuso: salieron a la calle con el mismo odio de abril, del paro petrolero, de la pataleta con el asunto de radio caracas. Queda evidenciado que, detrás de las excusas, se esconde un motivo mayor que genera las protestas oligarcas. Veamos.
La razón es sencilla: con el Comandante renació la esperanza de concluir la labor que el Libertador dejó inconclusa, recordemos que Bolívar consiguió la liberación de medio continente, pero sucumbió ante la perfidia de los oligarcas, que veían en peligro sus privilegios groseros basados en la explotación de esclavos. Fue así que los Páez y los santanderes, comprados por esas oligarquías, asimilados a ella, postergaron el sueño Bolivariano.
Este sueño renació en Venezuela con Zamora, con la generación del veintiocho, con Fabricio, pero sólo fue ahora con la Revolución Bolivariana que tomó rumbos de concreción, se enraizó en el corazón del Pueblo humilde, y se regó por todo el continente.
El imperio gringo no puede tolerar que en su “patio trasero” surja de nuevo la esperanza, entonces, tal como lo hizo ayer contra El Libertador y Petión, hoy se confabula con la oligarquía lacaya para enfrentar el renacer de las ideas bolivarianas personificadas en el Comandante Chávez.
He allí el contra quién nos enfrentamos y el por qué nos enfrentamos.
La lucha nuestra es contra el mismo imperio que llamaba loco a Bolívar, que saboteó el Congreso Anfictiónico, y al cual El Libertador llamó destinado por la providencia para plagar a la América de miseria y oprobio.
Los maría corina, escarrá, los sifrinos, los rosales, los baduel, primero justicia, son sólo instrumentos de la política imperial. Estos siguen al pie de la letra un plan que viene del norte y que aquí jefatura Duddi, un experto en revoluciones de colores, traído de Ucrania para aplicar una variante de ese plan a la Revolución Bolivariana.
Queda claro que lo que se juega en cada combate de la Revolución Bolivariana no es un detalle local, lo que aquí se decide es la suerte del Continente.
Por eso es necesario que en esta batalla por aprobar los ajustes que el Comandante ha propuesto a la Constitución del 99, nos mantengamos unidos. Por sobre las diferencias ¡unidad¡ Por sobre los desagrados momentáneos, la marcha sagrada de la Revolución. Por sobre las dudas, la certeza de que este camino es el camino.
Nada en este momento puede estar por sobre la aprobación de la reforma con una gran cantidad de votos. De esta batalla debe salir una Revolución fortalecida, capaz de rectificar lo que haya que rectificar, corregir lo que haya que corregir, y siempre seguir avanzando en la construcción de un mundo mejor.
¡Defenderemos a Chávez y al Socialismo!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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