Los anarcoides son la versión tropical de los anarquistas, resumen todos los errores y extravíos de aquel movimiento y no asimilan ninguna de sus virtudes. Aquí en Venezuela los encontramos en su manifestación más grotesca.
Los anarcoides han retoñado con fuerza en estos días, no podía ser de otra manera, estamos cosechando los vacíos y extravíos teóricos de la Revolución. Veamos.
Se cometen errores en la apreciación que se tiene del 27 de febrero: lo prestigiamos como ejemplo, lo calificamos de insurrección contra el neoliberalismo, como nacimiento de la Revolución Bolivariana, y elogiamos el comportamiento del Pueblo en aquellos sucesos. Eso es un extravío que perjudica la marcha de la Revolución. Expliquemos.
El 27 de febrero, en realidad, fue el entierro de dos corrientes políticas:
Una de derecha, el pacto de punto fijo que tenía como base el populismo. Esta corriente fracasó ante las exigencias del capital internacional que succionaba toda la riqueza dejando al populismo sin capital para repartir.
Así el pacto de punto fijo se agotó, no pudo mantener su hegemonía sobre una masa que había acostumbrado al clientelismo, a la que le había prometido volver a la época del "ta barato dame dos", y no pudo evitar el motín.
La otra corriente, la anarcoide que surge después de la derrota definitiva de la lucha armada, cuando una parte importante de aquella dirigencia, desconcertada, se desliza hacia posiciones anarcoides, como respuesta instintiva al capitalismo que no acertaba a enfrentar con mayor densidad teórica, aturdida por el vacío dejado por la caída del Socialismo Soviético.
Esta corriente, que renunció a la dirección y organización de las masas, que postulaba que ellas sabrían qué hacer cuando llegara el momento, no pudo darle organicidad a aquel descontento, dotarlo de dirección y metas políticas, no pudo evitar que fuera sólo un motín, sin contenido político, sin objetivos políticos.
Toda aquella energía social disipada inútilmente significó el fracaso de las teorías anarcoides como instrumentos de Revolución. Allí se demostró que sin dirección política, en la orfandad, sólo se pueden producir motines, que son absorbidos por el sistema.
Pero, el anarcoide tropical sufre su revés definitivo el 4 de febrero, ese sí fue el inicio de la Revolución, un movimiento lleno de política, con dirección, con organización, con objetivos claros, que elevó la conciencia hacia objetivos superiores.
Producto de nuestros errores y extravíos, de analizar erróneamente los sucesos del veintisiete, del cuatro y los de abril, dimos base material y teórica a corrientes anarcoides que sabotearon la organización, la dirección política, la disciplina.
Con la visión corta de lo local y lo inmediato, que lamentablemente la Revolución cometió el error de predicar, ellos sacrifican la política general del Estado revolucionario, son desleales al Comandante.
Esa es causa principal de que hoy aparezcan alarmantes síntomas de trayectorias erráticas de los anarcoides.
Ahora presenciamos la confusión de movimientos violentos que se dicen Chavistas pero accionan a favor de la oligarquía.
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!
¡Contra los anarcoides, teoría y organización revolucionaria!