1.3.08

LA RESURRECIÓN ANARCOIDE

Los anarcoides son la versión tropical de los anarquistas, resumen todos los errores y extravíos de aquel movimiento y no asimilan ninguna de sus virtudes. Aquí en Venezuela los encontramos en su manifestación más grotesca.

Los anarcoides han retoñado con fuerza en estos días, no podía ser de otra manera, estamos cosechando los vacíos y extravíos teóricos de la Revolución. Veamos.
Se cometen errores en la apreciación que se tiene del 27 de febrero: lo prestigiamos como ejemplo, lo calificamos de insurrección contra el neoliberalismo, como nacimiento de la Revolución Bolivariana, y elogiamos el comportamiento del Pueblo en aquellos sucesos. Eso es un extravío que perjudica la marcha de la Revolución. Expliquemos.
El 27 de febrero, en realidad, fue el entierro de dos corrientes políticas:
Una de derecha, el pacto de punto fijo que tenía como base el populismo. Esta corriente fracasó ante las exigencias del capital internacional que succionaba toda la riqueza dejando al populismo sin capital para repartir.
Así el pacto de punto fijo se agotó, no pudo mantener su hegemonía sobre una masa que había acostumbrado al clientelismo, a la que le había prometido volver a la época del "ta barato dame dos", y no pudo evitar el motín.
La otra corriente, la anarcoide que surge después de la derrota definitiva de la lucha armada, cuando una parte importante de aquella dirigencia, desconcertada, se desliza hacia posiciones anarcoides, como respuesta instintiva al capitalismo que no acertaba a enfrentar con mayor densidad teórica, aturdida por el vacío dejado por la caída del Socialismo Soviético.
Esta corriente, que renunció a la dirección y organización de las masas, que postulaba que ellas sabrían qué hacer cuando llegara el momento, no pudo darle organicidad a aquel descontento, dotarlo de dirección y metas políticas, no pudo evitar que fuera sólo un motín, sin contenido político, sin objetivos políticos.
Toda aquella energía social disipada inútilmente significó el fracaso de las teorías anarcoides como instrumentos de Revolución. Allí se demostró que sin dirección política, en la orfandad, sólo se pueden producir motines, que son absorbidos por el sistema.
Pero, el anarcoide tropical sufre su revés definitivo el 4 de febrero, ese sí fue el inicio de la Revolución, un movimiento lleno de política, con dirección, con organización, con objetivos claros, que elevó la conciencia hacia objetivos superiores.
Producto de nuestros errores y extravíos, de analizar erróneamente los sucesos del veintisiete, del cuatro y los de abril, dimos base material y teórica a corrientes anarcoides que sabotearon la organización, la dirección política, la disciplina.
Con la visión corta de lo local y lo inmediato, que lamentablemente la Revolución cometió el error de predicar, ellos sacrifican la política general del Estado revolucionario, son desleales al Comandante.
Esa es causa principal de que hoy aparezcan alarmantes síntomas de trayectorias erráticas de los anarcoides.
Ahora presenciamos la confusión de movimientos violentos que se dicen Chavistas pero accionan a favor de la oligarquía.

¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!
¡Contra los anarcoides, teoría y organización revolucionaria!

29.2.08

LA PEQUEÑA BURGUESÍA

Es una clase intermedia, una franja de amortiguación entre la clase capitalista y las clases depauperadas.

Es una clase que aspira y teme: aspira al ascenso individual, y tiene terror al empobrecimiento que la amenaza todos los días. De allí surgen sus principales características:
Es una clase individualista, muy egoísta, que aunque físicamente permanece en esa franja intermedia, entre empresario y pobreza, su alma, su corazón, se eleva a la situación que aspira: a la clase alta capitalista. Su realidad es, de aplastada por la losa capitalista, pero su espíritu es de magnate.
El fundamental componente de su ideología, es la creencia en la solución de los problemas sociales de manera individual. Envidia el llamado “sueño americano”, y de esa ilusión apaciguadora impregna a toda las capas expropiadas.
Difunden por todos sus medios de deformación, la falsa idea de que en el sistema capitalista quien no asciende es porque no se esforzó, que es posible mediante “la magia” del trabajo individual salir de una situación de miseria y llegar a ser hasta gerente exitoso de una transnacional. Prestigian esa vía de ascenso de muy poquísimos individuos, como una solución a los problemas sociales.
Viven la contradicción de no tener para pagar el condominio y la obligación de pagar un carro para aparentar éxito ejecutivo. Entre la creencia en el ascenso social y la realidad de estar encadenado a un puesto, sometidos a los sadismos de un jefe incapaz, tan frustrado como ellos. Todos angustiados, todos simulando un éxito huidizo.
La pequeña burguesía es la principal clase defensora del sistema capitalista:
Desvanece la necesidad Socialista, porque si se puede ascender individualmente, entonces el sistema capitalista no es malo, malo son los individuos que no luchan.
Al propugnar la lucha individual, siembra dispersión y egoísmo en las clases motoras del cambio revolucionario, impidiendo la necesaria unión para el salto revolucionario.
Pero el mayor daño que hace esta clase a la posibilidad revolucionaria lo hace por vía de sus intelectuales. Éstos producen teorías de apariencia revolucionaria, con lenguaje y aroma de cambio, pero que esconden una profunda deformación de la teoría revolucionaria y, por tanto, un inmenso obstáculo a la Revolución.
Las teorías pseudos revolucionarias de la pequeña burguesía son expresión de su realidad contradictoria:
Por un lado, sus teorías plantean la superación del capitalismo, esta faceta emana de la realidad que los oprime.
Pero, por otro lado, sus teorías plantean formas y vías impracticables. Este componente de su teoría emana del profundo terror que sienten a superar el campo capitalista donde mora su corazón.

En resumen, son capitalistas de corazón pretendiendo hacer Revolución.
En lo político, plantean la desorganización anarcoide, por eso no van más allá de una maquinaria electoral, o de un motín.
En lo económico, plantean formas nosociales de propiedad teñidas de populismo, por eso combaten la Propiedad Social administrada por el Estado.
En lo social, una fragmentación de la sociedad en egoístas, en grupos aislados.
Su acción va preñada de deslealtad.
¡Con Chávez, con lo que Chávez decida!

28.2.08

LAS IDEOLOGÍAS

Es complicado el mundo de las ideologías, son vivas, se resisten a una definición simple. Podríamos decir que ideología es “la visión, las ideas que del mundo tenga un grupo humano, una clase social”, y estaríamos en lo cierto, pero esta definición sería mecánica, en la vida las ideologías se presentan de manera más dinámica. Veamos.

La ideología tiene estrecha relación con la existencia: la existencia determina la conciencia. Ahora bien, nos dice el psicólogo Wilhelm Reich que:
…“el hombre está sometido a sus condiciones de existencia por vía doble, directamente por el influjo inmediato de su condición económica y social, e indirectamente por la estructura ideológica de la sociedad”.
De esta manera, las clases dominadas viven una contradicción entre la ideología que emana de su existencia y la ideología de los dominantes, que las coloniza mentalmente, que es hegemónica, que conduce a la sociedad.
Así se explica que el alma de los dominados sea el principal soporte de la dominación, que los pobres de la tierra sostengan a sus verdugos, se mantengan sumisos frente a la dominación, se explica que sean los humildes los que libren las grandes guerras de las clases dominadas, y que los depauperados hayan votado durante medio siglo por el pacto de punto fijo.
La Revolución es la liberación de la ideología que emana de la existencia de los trabajadores, de los humildes, que pasa entonces a ser hegemónica, a ser dominante, a conducir a la sociedad.
La gran virtud de la Revolución Bolivariana, del Comandante Chávez, fue hacer que entrara en la batalla social, con altas posibilidades de éxito, la ideología proletaria, el Socialismo, la única que puede liberar a la humanidad del camino infernal del capitalismo. Expliquemos.
El capitalismo se sustenta en la propiedad nosocial de los medios de producción, que hace posible la condición de que unos trabajen y otros se apropien de ese trabajo. De allí emana la ideología dominante, la ideología capitalista, y también emana la ideología dominada, la de los trabajadores.
La contradicción que se expresa en la economía, se presenta también en el mundo de las ideologías.
Esta contradicción sólo es posible resolverla, sólo es posible liberar a la ideología dominada, si la sociedad trabaja para ella misma, si el trabajo deja de ser apropiado por los nosociales y pasa a ser propiedad de toda la sociedad, de cada uno de los individuos que la constituyen, haciendo posible el precepto cristiano: “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”.
La liberación del trabajo sólo pueden hacerla los que trabajan, los trabajadores.

La pequeña burguesía, que es una clase que existe guindando entre la capitalista y la trabajadora, tiene también una ideología oscilante: está contra el capitalismo, pero tiene terror al Socialismo, por eso inventa diez mil fórmulas para mantener el fundamento capitalista: la propiedad nosocial. De allí el fracaso para conducirnos al Socialismo, de la cogestión, de las eps, etc.
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!

27.2.08

CONCIENCIA DEL DEBER SOCIAL

En el capitalismo, y también en todos los sistemas que lo antecedieron, la característica principal es la propiedad nosocial de los medios de producción, y la conciencia egoísta que allí se entrelaza. El individuo intenta resolver los problemas sociales de manera individual, de esa manera se entabla una guerra de todos contra todos.

En el Socialismo, en contraste, la característica principal es la Propiedad Social de los medios de producción, y la Conciencia del Deber Social que con ella se relaciona.
Conciencia del Deber Social es la conciencia de la pertenencia a la sociedad, el convencimiento de que la suerte de la sociedad depende del esfuerzo de cada uno de sus hijos, y que la suerte de cada uno de los individuos depende de la suerte de la sociedad toda, la certeza de la imposibilidad de las salidas individuales a los grandes problemas sociales. Se establece así la sociedad del amor.
El Socialismo consiste en la sustitución de la conciencia egoísta por la Conciencia del Deber Social, no es una tarea fácil, se trata del salto más importante de la humanidad, es, como dirían los clásicos, saltar de la prehistoria a la historia, del reino de la necesidad al reino de la libertad.
Podemos decir que el avance del Socialismo se mide por el avance de la Conciencia del Deber Social, por la comprensión de las masas de su pertenencia a la sociedad. Allí reside la importancia de las formas de Propiedad Social, son indispensables para construir la hegemonía de esta conciencia.
La más poderosa de las armas capitalistas para perpetuar su expoliación de la humanidad, es la conducta sustentada en siglos de adiestramiento para lo egoísta, para lo inmediato, en esas conductas basan lo principal de la lucha contra la Revolución. Preguntémonos: ¿Cuántas iniciativas de organización sucumben en el egoísmo? ¿Cuántos liderazgos se pierden en la falta de comprensión, o en la mezquindad? ¿Cuántas importancias hemos cambiado por un “plato de lentejas”? ¿Cuántas decisiones hemos tomado guiados por lo egoísta y el beneficio inmediato?

Durante mucho tiempo los revolucionarios, por una mala lectura de los clásicos, pensaron que la Conciencia del Deber Social brotaba espontáneamente del cambio de las condiciones materiales.
Así, bastaba socializar los medios de producción, y la conciencia vendría por añadidura. Aquella fue una equivocación que costó, y aún cuesta, muchas derrotas al movimiento revolucionario.
El gran instrumento educativo para conquistar la Conciencia del Deber Social es el Trabajo Voluntario.
A la par de la Socialización de los medios de producción, es necesaria una gran campaña de concientización y divulgación del Trabajo Voluntario. Una emoción por el Trabajo Voluntario debe recorrer a toda la sociedad.
Invitaciones y oportunidades de Trabajo Voluntario deben cruzar a todo el aparato del Estado, el país debe poblarse de obras construidas con Trabajo Voluntario, orgullo para la sociedad, indicadoras de que una nueva sociedad es posible.
Al revolucionario debe darle vergüenza no hacer Trabajo Voluntario, a ese estado de conciencia, de entrega al Deber Social, hay que llegar.
¡Chávez es Socialismo!

26.2.08

TRABAJO VOLUNTARIO Y PARTIDO

Venezuela desde hace cien años sustenta su economía en la renta petrolera, esta condición nos hizo un Pueblo con una relación muy especial con el trabajo. Aquí es más importante la lucha por una gota de petróleo, que la lucha contra la explotación, es más importante disputar la renta, que evitar la plusvalía.

Esta característica de la economía ha impactado fuertemente a la sociedad y al comportamiento de las clases sociales que al cubierto del petróleo se han formado.
De esta relación con el trabajo y con la renta surgió una conducta social indisciplinada, inconstante, pero también rebelde, individualista y egoísta, pero también sentimental.
Durante cien años la oligarquía y el imperio estimularon estas características, conspiraron contra la concientización del Pueblo: un Pueblo desunido, egoísta, indisciplinado, es más fácil de dominar.
Se limitaron a repartir las migajas cada vez más exiguas del banquete petrolero, y difundir la cultura de la dominación.
En estas condiciones el primer paso para hacer revolución era tocar la reserva moral del Pueblo, la herencia Bolivariana , y colocarlo en caminos de redención. Ese paso lo dimos, y se hizo el milagro.
El segundo paso, y este es el gran reto de la Revolución Bolivariana , es rescatar la condición humana de la sociedad. Para lograr esto es indispensable restablecer una cultura de trabajo que sustente una nueva relación humana, una ética, una conducta nueva: la Conciencia del Deber Social.
Una relación donde el trabajo no sea una imposición, una explotación, sino un deber que beneficie a la sociedad toda y al individuo que la constituye.
El milagro de conseguir tocar las reservas morales del Pueblo debe abrir paso a la organización de la marcha hacia la redención, hacia el Socialismo. Y los pilares de esta marcha que necesitamos emprender son el Partido Revolucionario y el Trabajo Voluntario. Esos dos pilares, donde se sustentó la Revolución Cubana , son la escuela para construir Revolución en países como el nuestro.
El partido y sus militantes tienen la inmensa tarea de servir de ejemplo, tal como exigía el Che, de la nueva ética y de la conducta revolucionaria.
El partido debe prefigurar las relaciones de la sociedad que queremos construir, agrupar a los más concientes del Deber Social, a los más desprendidos, a los mejores.
Tiene como objetivo llevarle al resto de la sociedad la ideología y la conciencia revolucionaria, fiscalizar y facilitar la construcción del Socialismo.

Sus militantes deben ser los primeros a la hora del sacrificio y los últimos a la hora de los privilegios. Su mayor capital debe ser la satisfacción del deber cumplido.
Por medio del trabajo voluntario el revolucionario dona un esfuerzo extra a toda la sociedad, y en esa acción se educa y educa en la construcción de la Conciencia del Deber Social. Se realiza fuera de las horas normales de trabajo. Y, necesariamente, para tener sentido, necesita de un fuerte estímulo a la Propiedad Social administrada por el Estado, otra forma de propiedad lo transforma en ironía.
¡Chávez es Socialismo!

25.2.08

ANTIIMPERIALISMO CAPITALISTA

El antiimperialismo marca nuestra política revolucionaria, y eso nos emociona y nos reconforta, no es poco ser antiimperialista… pero no es suficiente, eso debemos decirlo aunque produzca fruncimientos de seños.

Se puede ser antiimperialista y ser profundamente reaccionario, o dicho de otra manera, el ser antiimperialista no indica por sí mismo que se es revolucionario. Veamos.
El imperialismo no es independiente del capitalismo, al contrario, esa es su esencia, su consecuencia, su evolución, su manifestación más acabada. Todos los males que se le endilgan al imperialismo obedecen a su esencia capitalista y siempre han acompañado a este sistema perverso.
Entonces, no se puede luchar contra el imperialismo sin ser anticapitalista, porque tarde o temprano todo capitalismo nacional tiene que engranar con el imperialismo capitalista mundial, sentarse en la mesa del grupo de los ocho, pensemos en China o en Brasil.
Ahora bien, si la verdadera forma de ser anticapitalista es ser Socialista auténtico, entonces podemos concluir que el antiimperialismo verdadero, el que no es hipócrita es el antiimperialismo Socialista.
Los antiimperialistas que a su vez no son Socialistas, en realidad lo que hacen es disputar cuotas de poder al imperialismo capitalista, es decir, son batallas intercapitalistas, por tanto, gane el que gane, el sistema imperialista en su totalidad queda igual, y así el rumbo suicida de la humanidad sigue su curso, no cambia nada.
Pero, disfrazar las apetencias y pugnas capitalistas regionales o locales con luchas revolucionarias antiimperialistas suma fuerza a las causas capitalistas nacionales, confunde a los pueblos, distrae las luchas por el Socialismo.
Ahora bien, el capitalismo, esté bajo la bandera que esté, ya sea brasileño, o argentino, es capitalismo y tiene las mismas reglas perversas que el capitalismo francés o gringo. Siempre tendrá que apropiarse del trabajo ajeno, de la riqueza social, producir desempleo, marginalidad, inseguridad, hambre, falta de educación y salud para las grandes mayorías, guerrerismo. Esa es su esencia, no hay forma de que sea diferente, donde exista capitalismo, éste existirá a costa de la miseria de las grandes mayorías del planeta.
Con la Revolución Bolivariana dimos inmensos pasos: la declaración del carácter antiimperialista nos fortaleció, y con la declaración del rumbo al Socialismo se reafirmó nuestra convicción revolucionaria.
Se escogió un camino difícil, inmediatamente comenzó la lucha en el terreno teórico, allí se decide la batalla. Algunos dicen que la teoría no es necesaria, flaco servicio despojar a la Revolución de su alma y su cerebro. Otros menos atrevidos sólo intentan desvirtuarla y proponen tesis que desvían el camino hacia el Socialismo.
Nosotros postulamos que la única manera de ser antiimperialistas auténticos es profundizar el Socialismo. En otras palabras, el antiimperialismo auténtico surge de la condición Socialista. Por el contrario, la debilidad del Socialismo debilita también al antiimperialismo hasta convertirlo, o en una simple escaramuza con el gobierno de bush, o una simulación de capitalistas emergentes.
¡Aquí no cabe ni sucesión ni restauración, sólo Chávez!
¡Aquí no se rinde nadie!

24.2.08

LÍDER Y PUEBLO

Una vez existió un Pueblo que era considerado lugar de divertimiento de los oligarcas y mafiosos del poderoso país vecino. Garito, ese parecía ser su destino.
Una vez existió un Pueblo con inmensas riquezas materiales y glorias lejanas. Las riquezas iban a las arcas del poderoso vecino, y los habitantes vivían, unos en la más espantosa exclusión, y otros distraídos con las migajas del banquete.
Una vez existió un hombre que aún creía en las posibilidades de redención de su Pueblo, y con la autoría intelectual del apóstol, asaltó poderoso cuartel, pensaba que así florecería la conciencia que yacía en el corazón noble y rebelde de los mambises de ayer.
Una vez existió un hombre que aun creía en las posibilidades de redención de su Pueblo, y emergió del desierto espiritual que producen las derrotas, y con la autoría intelectual del que desafió la naturaleza, una madrugada se rebeló al vil gobierno. Buscaba el afloramiento de la conciencia que habitaba en lo profundo del corazón noble y rebelde, heredado de los que cruzaron los Andes para llevar libertad.
Una vez Pueblo y hombre se fusionaron en un solo amor, y fue imposible diferenciarlos, Pueblo y Líder vibran en un solo espíritu.
De allí surgió el milagro que transformó burdeles en escuelas, garitos en hospitales, sumisión en rebeldía invencible, esperanza en concreción, el desaliento en ejemplo para la humanidad, recogió las banderas olvidadas, y devolvió a aquel Pueblo la dignidad de los que luchan unidos.
Una vez un Pueblo y un hombre se fusionaron en una sola pasión, y ya fue imposible diferenciarlos, Pueblo y Líder vibran en un solo espíritu, y se hicieron invencibles.
Y de allí surgió el milagro de emprender el camino de la redención, juntos batallaron contra las bestias que vienen del norte, y contra los demonios que nos habitan.
Pueblo y líder saben que su fuerza está en mantenerse unidos.
Saben que sólo juntos, a pesar de las intrigas, juntos, por encima de la manipulación mediática, juntos, enfrentando a los mezquinos, fraternos, contra toda adversidad, juntos, sólo unidos se podrá reconstruir la sociedad que nos quitaron.
Hoy, cuando el hombre aquél que un día, siendo un niño, lo arriesgó todo por la redención de su Pueblo, hoy cuando Fidel pasa a retiro, queremos rendir homenaje al Pueblo de Cuba, que con su entrega incondicional hizo posible que este hombre se transformara en uno de los líderes más importantes de la historia humana. Y rendimos homenaje a ese líder que supo conducir a su Pueblo a niveles de humanismo que hoy son ejemplo y asombro para el mundo.
Hoy, con el cielo encapotado, es propicia la ocasión para reafirmar la voluntad de seguir luchando al lado del Comandante Chávez y del Pueblo humilde de Venezuela para fortalecer la conexión amorosa Líder-Pueblo, única manera de continuar el camino hacia la redención de todos, hacia el Socialismo.
¡Fidel y Chávez son Pueblo constructor de futuro!