13.11.07

LA HISTORIA

La historia es un drama que se repite con monotonía, siempre es el mismo argumento: la lucha feroz, encarnizada, entre los que se apropian del trabajo ajeno y los expropiados. Se presenta con diferentes actores, diversos vestuarios, en variados escenarios, pero siempre es la misma. Mucha razón tenía el que advirtió que “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. Veamos.
La batalla de la Cumbre de Chile el 10 de Noviembre de 2007 , tenía a los mismos contendientes del 19 de abril de 18 10, o de La Cosiata valenciana, o de Carabobo, pero también los mismos de la amenaza de bush contra la Revolución Cubana y la Bolivariana.
Siempre es la misma batalla de los justos contra los pillos disfrazados de caballeros, los esclavos en lucha permanente contra los esclavizadores, de los expropiados contra los expropiadores.
En esta lucha el bando de los humildes ha aprendido, ha elaborado teoría, acumulado experiencia, este acervo es su mayor ventaja frente a los infames.
Las oligarquías en su defensa usan dos recursos: uno, la desunión de los desposeídos, otro, negarle la historia a los revolucionarios. Son estos dos pilares fundamentales para perpetuar la dominación.
Por eso siembran la conseja de que toda revolución, para ser inédita, debe desconocer al pasado. Se valen de mil artimañas para instalar esta absurda idea en el alma de los pueblos, pero la realidad terca hace que aparezca la historia a cada paso que dan los pueblos en busca de su emancipación.
La batalla en la Cumbre de Chile enfrentó a los bolivarianos con la dominación española, y nos mostró que la batalla del Libertador continúa, tal como hace dos siglos: los mismos actores, las mismas causas y el mismo vestuario. El rey vestido de arrogancia y de la soberbia de una monarquía que olvidó a la Revolución Francesa. Y enfrente el nuevo mundo Gran Americano que soñó Bolívar, vestido de rebeldía, representado por Chávez, Evo, Lage, Daniel.
Los Comandantes bolivarianos enfrentados nuevamente a Fernando VII: volvió Bolívar y la Junta Patriótica , volvió Sandino, volvió Tupac Amarú, volvió Martí.
Es así, la historia es la misma y será la misma hasta la victoria definitiva de los humildes, es esa la tarea a la que nos convoca la vida, construir un mundo donde la lucha no sea la milenaria de los expropiados contra los apropiadores, sino la batalla por construir el territorio universal de la felicidad de los humanos liberados.
Nosotros en la Revolución Bolivariana tenemos ese compromiso con la humanidad, es por eso que debemos reencontrarnos con el acervo revolucionario de siglos de lucha, adaptarlo a nuestras condiciones, y de esa manera colocar a nuestra revolución en el gran río de la historia de la emancipación.
Al mismo tiempo debemos evitar las divisiones inútiles, porque inútiles son las divisiones de los iguales. Los iguales, los desposeídos, las victimas del capitalismo deben unirse para combatirlo y construir el Socialismo. Sólo se justifica la separación entre los que por sus intereses ya separados están.
¡Ni Chávez ni el Socialismo se negocian!
¡Tal como ayer al imperio colonizador, hoy derrotaremos al imperio capitalista!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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