2.8.08

LAS OPCIONES AGAZAPADAS

Sumergidos en los mares electorales, no divisamos, o subestimamos otras opciones que se proponen como solución a las tensiones sociales. Es que las elecciones tienen, entre otras, esa función de “opio de los pueblos”. Narcotizan.
Las opciones para resolver las tensiones sociales son variadas, nos referiremos a la alternativa violenta que se asoma claramente, ésta parece no tener fuerza pero aún así merece nuestra atención.
raul isaias baduel es su vocero, es una ingenuidad pensar que es un actor aislado, es importante estudiar el planteamiento de esta posición política. Veamos.
Camina agarrado de la mano de heinz dieterich, que funge de tutor intelectual. Su primera aparición la hacen en el Teatro Teresa Carreño donde un entusiasmado baduel presenta el libro de dieterich sobre la “economía de equivalencia” un pensamiento reaccionario de fragmentación de la sociedad y exacerbación del egoísmo a su máxima posibilidad.
Luego el General, en el acto de entrega del Ministerio de la Defensa , desenrolla desde el campo capitalista una crítica a la Revolución Bolivariana , y presenta un proyecto de sociedad que lo ubica en el bando enemigo.
Finalmente en la rueda de prensa que ofrece en el Hotel Savoy ya se coloca en franca oposición al Gobierno Revolucionario.
Hasta aquí baduel se ha mantenido en los linderos de la Constitución , hasta ha publicado un libro con su propuesta al país, algunos pensaban que podía ser candidato a gobernador y todo quedaría allí.
Pero hace unos días, el condecorado en Miami, siguiendo instrucciones del imperio, ha profundizado su posición y se ha deslindado de los factores electorales, los del gobierno y los de la oposición y ha propuesto con poco disimulo un golpe de Estado, ha dicho que hay que salir del Gobierno Revolucionario inmediatamente, que día que se retrace es perder tiempo, además amenaza que no se realizarán las elecciones de noviembre.
La opción esta allí, no es producto de una reacción de rabia momentánea, ni producto de un despecho, viene desarrollándose, dando pasos bien pensados, con asesoría, detrás hay un pensamiento, una reflexión y no sabemos qué capacidad de acción.
¿Qué hacemos los revolucionarios frente a este peligro? Nosotros olímpicamente lo subestimamos, lo ignoramos, no nos preparamos para la eventualidad, seguimos enceguecidos en lo electoral.
Es necesario preparar al pueblo para esta y otras opciones agazapadas. Debemos evitar que los vapores electorales nos ilusionen con la idea de que las tensiones sociales se disiparán en noviembre, al contrario, después de noviembre el paisaje político cambiará, y las tensiones aflorarán con toda su fuerza.
Debemos informar al pueblo, organizarlo, concientizarlo de su papel en cada etapa que nos plantee la lucha por la construcción de un mundo mejor, del Socialismo. En noviembre vamos a una batalla electoral, pero no se acaba allí la pelea. Debemos triunfar y salir fortalecidos para otras batallas.
Es necesario que juguemos cuadro cerrado con el Comandante, pilar fundamental de este intento Socialista, lo fortalezcamos. No son circunstancias para mezquindades, se avecinan batallas. La unidad plena, total, sin artificios es indispensable.
Criticar es Amar
José Martí

1.8.08

LA LUCHA INTERNA

A medida que las revoluciones avanzan, que consolidan la posibilidad de cambios, en esa misma medida se elevan las tensiones de la lucha interna. Ya el enemigo externo, que era principal en los primeros días de la Revolución, pasa a segundo orden y la batalla entre los adeversarios que ocupan la misma trinchera se hace vital.
Así pasó en la Revolución de Independencia. Después de Ayacucho, derrotados los españoles, la lucha interna recrudece, lo que ya despuntaba se hizo evidente, santander hinca sus garras en la espalda del Libertador, páez comete traición con el mismo ímpetu que antes ganó batallas.
Bolívar termina en San Pedro Alejandrino asesinado, no por lo españoles a los que derrotó en mil batallas, sino por los próceres que le debían toda su gloria.
El 23 de enero de 1958 la posibilidad revolucionaria es truncada, no por los perezjimenistas, la esperanza es yugulada por los "demócratas" que llegaban del exilio. El pacto de punto fijo retoñó de las entrañas de la posibilidad revolucionaria.
En la Unión Soviética, Stalin, Bujarin, comenzaron la desviación que culminaría con Gorbachov, no fueron los estados unidos quienes llevaron al patíbulo a la Revolución de Octubre, fue la derrota en la lucha interna.
Fidel lanza una alerta a la Revolución Cubana en un discurso en el Aula Magna de La Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005. Dirigiéndose a los estudiantes les dice:
Esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.
De todas estas experiencias históricas brota una pregunta:
¿Cómo la Revolución Bolivariana puede derrotar las desviaciones que llevan a la restauración?
Lo primero es reconocer que en la Revolución Bolivariana hay lucha interna, y que ésta corresponde a diferentes ideologías que se enfrentan, entender la importancia de la lucha interna, no subestimarla y mucho menos ignorarla.
Después es vital abrir la discusión, respetar la batalla de ideas, guiarse por el principio de que la peor crítica es la que no se hace, evitar por todos los medios caer en la tentación de aplastar la discusión con medidas físicas.
Por último, la Revolución es un proceso histórico, hay que estudiar a profundidad las experiencias revolucionarias universales, desechar las consejas de la improvisación teórica, la humanidad a través de siglos de lucha ha construido un pensamiento revolucionario indispensable para avanzar.
No es posible elevarse en la Revolución si no es apoyados en los hombros de los precursores. Hay que estudiar a Bolívar y a Martí, pero también a Marx, a Trostky y al Che, a Mariátegui y a Mella, a Maceo y a Zamora, a Fabricio.
Convencernos de que la calidad de la lucha interna será la calidad de la Revolución. De allí que la garantía de éxito está dada por la participación de las grandes masas en la discusión interna, la discusión debe llegar al pueblo, de manera libre, sin deformaciones. Se deben tomar medidas para elevar el nivel de comprensión del pueblo.
Criticar es Amar
José Martí

31.7.08

FECHAS PARA LA REFLEXIÓN

La historia tiene fechas que compendian procesos, los marcan, son su inicio o su culminación, del análisis certero de estas fechas depende la comprensión del momento que se vive.
Son muchas, por ejemplo, sin comprender el 1810 como una insurrección mantuana, no se puede entender las vicisitudes de la Revolución de la Independencia , la caída de la primera república, los decretos de liberación de los esclavos.
Hay dos fechas que es importantísimo revisar si queremos entender la batalla que hoy se libra en la Revolución Bolivariana : el 26 de julio cubano y el 23 de Enero venezolano.
26 de julio de 1953: unos jóvenes asaltan uno de los principales cuarteles de la Isla de Cuba, estaban guiados por Fidel Castro y seguían las enseñanzas de Martí. El Asalto al Cuartel Moncada tenía como objetivo usar un motor pequeño: la acción, para activar un motor grande: la conciencia del pueblo de Cuba, incorporarlo en la lucha por derrocar la dictadura de Batista, y emprender la construcción del Socialismo. El asalto fue un éxito, las revoluciones tiene extraños caminos.
Los móviles del asalto se resumen en la defensa que Fidel hace en el juicio que le siguen a él y a sus compañeros, que termina con la frase “Condenadme, no importa, la Historia me Absolverá”.
El 23 de Enero de 1958: una insurrección civil-militar derribó la dictadura de Marcos Evangelista Pérez Jiménez, el pueblo fue guiado en esa gesta por la Junta Patriótica presidida por Fabricio Ojeda, oriundo de Boconó.
Una Junta Provisional de Gobierno presidida por Wolfgang Larrazabal da inicio a un período de amplias posibilidades revolucionarias.
Mientras el 26 de julio de 1953 dio origen al desembarco del Granma, a la gesta heroica de la Sierra Maestra , a la entrada triunfante en La Habana del Ejército Rebelde el 1 de Enero de 1959, que fue el inicio de la experiencia revolucionaria y Socialista más importante de la humanidad.
La energía popular del 23 de Enero, la posibilidad revolucionaria de aquellos días fue torcida por el dogmatismo y el reformismo, y el país desembocó en medio siglo de un lúgubre pacto de punto fijo que conduce a la sociedad a los bordes de la desintegración.
Una fecha, el 26 de julio, marca el camino hacia la esperanza Socialista redención de la humanidad.
La otra, el 23 de Enero, fue la puerta de un fraude “democrático” que nos llevó a medio siglo de oscuridad.
Reflexionando estas fechas aprendemos que no basta la acción popular desatada, el pueblo triunfante es aquel que produce líderes extraordinarios, concientes del momento histórico, que sepan adaptar a sus circunstancias el pensamiento revolucionario universal, que eviten los zarpazos del reformismo y el dogmatismo que en las entrañas de la Revolución siempre se incuban.
Se precisó medio siglo para arribar al 4 de febrero del 1992, para que la patria de Bolívar retomara el rumbo perdido el 23 de Enero.
Ahora tenemos un líder, Chávez, un pueblo digno heredero de los Libertadores, y tenemos la experiencia de los extravíos, de los errores.
¡Las condiciones están dadas para triunfar!
Criticar es Amar
José Martí

30.7.08

LOS DIRIGENTES

Es impensable una sociedad sin dirigentes, la vida de las grandes masas supone conducción. Es así que entre pueblo y conductores se establece una relación, una correspondencia, se reflejan mutuamente.
Cuando esta conexión se pierde, cuando el reflejo se nubla, es presagio de dificultades, la sociedad entra en turbulencia, en tiempos de cambio.
Los dirigentes, en la sociedad dividida en clases, y todas lo están, obedecen a los intereses de una clase, reflejan su ideología. La pugna entre estos, la lucha de esas clases, de esos intereses, es lucha de clases.
En el capitalismo, los gobernantes obedecen a los intereses de las clases capitalistas, por medio de ellos estas clases conducen a la sociedad, ejercen su hegemonía.
Los conductores contrarios al capitalismo, partidarios del Socialismo, representan a las clases expropiadas, por medio de ellos estas clases irrumpen en la disputa del poder político, en la pugna por la hegemonía en la sociedad.
Es impensable que una clase dispute la hegemonía de la sociedad, que entre en la lucha por imponer su proyecto, su ideología, sin guías, sin una organización que conduzca esa lucha.
El triunfo de una clase lo determina la calidad de sus líderes que a su vez son reflejo de la calidad de la organización política del pueblo y de la ideología que los impulsa. Podemos decir que una clase no puede ir más allá de sus guías y de sus organizaciones dirigentes.
Los que proponen lucha revolucionaria sin dirigentes, sin organización revolucionaria, están proponiendo derrotas. Es imposible que un pueblo triunfe sin estar organizado, así como es imposible construir el Socialismo, sin socialistas, sin organización dirigente Socialista. Sin ellos los esfuerzos son vanos, se disipan en fantasías sin sentido.
Los líderes, las organizaciones no son pasivos, meros intérpretes o gestores de las masas, son educadores, conductores. A las masas llevan la ideología y guían las acciones políticas, le dan sentido a las luchas.
De allí que la calidad de la lucha por instaurar el Socialismo dependerá de la calidad de sus dirigentes, de las organizaciones, de la ideología y de su capacidad para guiar al pueblo en la construcción Socialista. Si uno de estos pilares falla, el éxito se alejará.
La Revolución Bolivariana, empeñada en transitar el camino hacia el Socialismo, ya cuenta con un líder, debe ahora afinar la formación de dirigentes socialistas, fortalecer la organización, la ideología Socialista y la conexión con el pueblo.
Todas las acciones revolucionarias deben buscar este objetivo, ninguna tarea será exitosa sino cubre esta meta. De toda faena se debe salir con más organización, con la ideología mas clara, con una fuerte relación con el pueblo, con dirigentes que sean ejemplo de revolucionarios, diferenciados en conducta y pensamiento de los agentes del capitalismo.
Y se debe salir con un pueblo más identificado con sus representantes, más identificado con la ideología revolucionaria, más conciente de su papel histórico, decidido en la construcción del Socialismo.
Criticar es Amar
José Martí

29.7.08

¿A QUIÉN FAVORECE LA DISPERSIÓN ?

La dispersión de los revolucionarios es fundamentalmente ideológica, la falta de cohesión en las ideas trae consigo laxitud organizativa y flojedad en la acción.
La Revolución es un milagro, es como si las aguas de un río cambiaran su curso y ahora corrieran ascendiendo las montañas, como si el sol saliera de noche. Es un cambio profundo, no espontáneo. Necesita de la mayor atención y esfuerzo del humano.
Podemos decir que la Revolución es la obra más excelsa que puede realizar la humanidad, es un milagro que la eleva a condiciones de beatitud, es algo pocas veces visto en la historia. Las probabilidades de Revolución son mínimas, las causas de frustración son abundantísimas, contra ella conspiran milenios de costumbres.
Las sociedades en Revolución emprenden un camino muy cuesta arriba, y en esa aventura requieren un líder, un núcleo dirigente, de una organización y de un sólido cuerpo ideológico, de un pueblo dispuesto a la hazaña, y por qué no decirlo, de una ración de “buena suerte”. Solo así estarán en condiciones de dar los pasos correctos en ese camino, y de corregir los errores.
La contrarrevolución, el capitalismo, tiene con su ideología, su espiritualidad, colonizada el alma de la sociedad. El capitalismo no es un camino cuesta arriba, no es un milagro, es una miasma, es la costumbre, todo lo impregna, esta allí presto a defenderse y a perpetuarse, al menor descuido retoña.
Tiene sus centros y métodos de manipulación ideológica formados y actuando a nivel mundial: la educación, las propagandas, universidades, centros de investigación, televisión, libros, religiones, ídolos mediáticos, los ejemplos, la ciencia, la cultura, todo, ¡todo! está al servicio de la expansión del capitalismo.
El capitalismo no necesita preocuparse por la cohesión ideológica ¡ya la tiene!
En conclusión, la dispersión ideológica perjudica al Socialismo, a la Revolución y favorece al capitalismo.
Ahora bien, si es la discusión la condición previa para adquirir la coherencia ideológica revolucionaria, es lógico pensar que la mentalidad capitalista bombardea la discusión dentro de nosotros, no necesita discutir nada, afinar nada, lo que le interesa es avanzar en la práctica.
No discute, ya sabe lo que hay que hacer, por eso evita la discusión, la deforma, la desprecia, la desvirtúa, la trivializa.
La formación ideológica es fundamental para los revolucionarios, la crítica, la discusión, deben ser pilares sagrados del campo revolucionario.
Razón la del Che cuando dijo que el imperialismo tenía mejor olfato que los revolucionarios para detectar sus peligros. Eso es verdad para los revolucionarios y más aún para las ideas revolucionarias.
Los oligarcas persiguen con mayor saña a las ideas revolucionarias que a los revolucionarios. Basta que aparezca una idea revolucionaria para que los oligarcas de todos los pelajes se confabulen contra ella.
Las oligarquías buscan la monotonía, las ideas inocuas, los pensamientos vacíos, los diletantes. Soportan los dogmatismos que no hacen peligrar al sistema, pero les aterran las innovaciones, las ideas que guían la acción.
Los revolucionarios debemos construir el ideario que nos una.
Criticar es Amar
José Martí

28.7.08

LA PASIÓN

La pasión es indispensable e insustituible en la Revolución. Cuando un Pueblo adquiere la pasión revolucionaria, es decir, cuando la Revolución se transforma en un asunto vital, entonces se pueden superar todas las carencias. Por el contrario, cuando un Pueblo pierde la pasión revolucionaria, cuando el fervor popular es ahogado por otros sentimientos, valores y pasiones, entonces, la Revolución se pierde, se extingue.
La pasión de la gente tiene que ver con la actividad de los dirigentes revolucionarios, o mejor, la actividad de los dirigentes revolucionarios, su responsabilidad, es estimular la pasión revolucionaria en la población. Y de allí depende el éxito de la Revolución.
¿Cómo saber por donde anda la pasión del Pueblo?
Una buena medida de la pasión popular es oír de qué habla el Pueblo, qué lo preocupa, qué lo llena. Y sobre todo qué lo moviliza. Veamos.
Nosotros no vamos a decir lo que hemos oído en la conversación del Pueblo, siempre sería parcial. Nos limitaremos a plantear lo que creemos sería la pasión revolucionaria, de lo que debería hablar el Pueblo revolucionario, de las cosas por las que estuviera dispuesto a dar su esfuerzo diario y hasta su vida si fuese necesario. Por lo tanto, es deber del gobierno revolucionario, de sus motores y de todos los revolucionarios, estimular esa pasión.
Recomponer la sociedad como una sociedad del amor.
Sustentar esa sociedad del amor en una economía de Propiedad Social.
Luchar contra el capitalismo como el mayor obstáculo a las dos pasiones primeras.
Luchar por la construcción del Socialismo como única manera de conquistar las dos pasiones primeras.
El internacionalismo: entender que si no ayudamos a la humanidad donde quiera que esté, no podremos construir una sociedad amorosa, por el contrario, seremos una sociedad comida por el egoísmo.
El antiimperialismo: la pasión de la lucha antiimperialista como la lucha internacional contra el capitalismo.
Defender la Patria como el territorio grande que Bolívar nos enseñó a amar, con su ejemplo de guerrero mundial, territorio que alcanza cualquier territorio donde el hombre aún sea lobo del hombre. Repetir con Bolívar, Martí y el Che: La Patria es América, Patria es Humanidad, Patria es Revolución, y repetir junto al Comandante Chávez: Patria Socialismo o Muerte.
Defender al Comandante Chávez como el símbolo de las mejores luchas de este Pueblo, y de las posibilidades reales de ir hacia el Socialismo.
Si el Pueblo es capaz de vibrar por estas pasiones la Revolución está garantizada, pero en la medida que estas pasiones son sustituidas por valores egoístas, capitalistas, la Revolución se nos escapará de las manos.
Criticar es Amar
José Martí

27.7.08

IRREVERENCIA Y LEALTAD

En una Revolución hay momentos de irreverencia, son los propicios para la discusión. La irreverencia es fundamental para que la discusión florezca y de frutos. No es posible avanzar sin irreverencia, la Revolución es un gran acto de irreverencia.
Lo anterior es verdad, pero también es verdad que toda irreverencia en la discusión debe hacerse con absoluta lealtad.
Sin lealtad en la acción, todo se pierde, se fragmenta la Revolución , se lesionan los instrumentos organizativos, se desvirtúa la acción, se sientan precedentes de restauración, se le infringen golpes tan fuertes a la revolución que la ponen en peligro. Veamos.
Con motivo de las elecciones regionales, estamos asistiendo a una muestra de profunda deslealtad y falta de comprensión revolucionaria.
Los partidos de la Revolución , ¡todos!, no han entendido el momento histórico, ni el papel grande que deben cumplir. Y esto lo decimos con responsabilidad, a riesgo de que mañana nos acusen de cualquier disparate, nos tomen de pretexto para no verse a ellos mismos, para evitar la necesaria rectificación.
Se ha reducido las elecciones a un problema de contabilidad: apoyan en unos estados a los candidatos del PSUV, y en otros a los disidentes o a los enemigos del PSUV.
¿Cómo se explica esta incoherencia con el objetivo estratégico de preservar a la Revolución , cómo se justifica estas matemáticas utilitarias, este cálculo egoísta, este sumar y simultáneamente restar?
¿Qué intereses motivan el no llegar a la unidad, darle ese duro golpe a la imagen diferente que la Revolución debe reflejar en la sociedad?
Nos estamos comportando de manera idéntica a la oposición oligarca, ellos también discuten por estado, de acuerdo a sus apetencias burocráticas.
Los votos, la voluntad popular, se conquista por lo local, por lo táctico, y también, principalmente, por lo estratégico.
Es necesario que la gente vaya con emoción a votar, motivada por razones sagradas, altruistas, que nos perciban como algo diferente, como una ruta hacia otra sociedad, hacia la búsqueda de la felicidad.
Lo peor que nos puede pasar es ser percibidos como más de lo mismo, entonces la apatía y el escepticismo cundirán y aumentará la abstención.
Es necesario, a toda costa conseguir la unidad completa, absoluta, fuerte, que nos sirva para presentarnos al país como partidos revolucionarios serios, que están por encima de cualquier cálculo que perjudique la Esperanza Revolucionaria.
Que renuncien los que tienen que renunciar, que se ceda donde se tenga que ceder para conseguir la unidad. Aún hay tiempo.
Vayan a la unidad bajo protesta, produzcan un documento discutiendo con irreverencia, y sean leales en la práctica ¡únanse! Eso los engrandecerá ante el corazón popular.
Desgraciadamente esta no parece ser la tendencia.
Ahora bien, en caso de que no se concrete la unidad, hay que votar con decisión por los candidatos de Chávez, que son los candidatos del PSUV, bajo protesta, discutiendo, pero con lealtad con el Comandante, que hoy más que nunca es imprescindible para mantener al pueblo en las anchas alamedas.
Criticar es Amar
José Martí