25.5.06

LA CONFUSIÓN

En la Revolución bolivariana existe una confusión, comprensible si consideramos que venimos de medio siglo de pacto de punto fijo, cincuenta años de manipulación ideológica, de engaños, haciéndonos creer que La Democracia requiere la existencia de una oposición. Veamos.

Previamente revisemos algunos conocimientos. Las manifestaciones políticas son expresiones de proyectos económicos, no es posible una expresión política, un partido, que consciente o inconscientemente no esté ensamblado con una postura económica. En la lucha política revolucionaria se enfrentan proyectos económicos antagónicos, que representan intereses de clases sociales también antagónicas. Explicamos.
En Venezuela, durante el pacto de punto fijo, los partidos AD, COPEI, MAS, etc., etc., representaban el mismo proyecto económico, es decir, al Capitalismo dependiente del imperio, su esencia era la misma y, por lo tanto, sus escaramuzas políticas eran superficiales, retóricas, artificiales, eran caimanes del mismo charco, el mismo musiú con diferente cachimba, aunque simularan discrepancias profundas. A esa situación, de un solo proyecto económico con varios matices políticos, se llegó porque en la década de los 60 el proyecto del Socialismo fue derrotado y quedó sin expresión política, o su expresión era muy débil.
El pacto de punto fijo mantenía su hegemonía y perseguía con crueldad a los embriones políticos que representaban al proyecto socialista auténtico. Allí están los muertos, los presos, los perseguidos, para atestiguar la cacería de los que no participaban de la farsa. A lo sumo, en esos años podía actuar lo que se llamaba la Revolución permitida, que eran las posturas pseudo cuestionadoras que no ponían en peligro al sistema económico y político del Capitalismo. Podemos resumir diciendo que no existía oposición, lo que existía era un simulacro.
Hoy, influenciados por aquella ficción, se pretende reeditar un pacto castrador, aupando el fortalecimiento de opciones contrarias al Socialismo, por tanto a la redención de estos pueblos, y se intenta hacernos creer que estas facilidades al enemigo, que fortalecer al enemigo, son signos de democracia. Equivale esta postura a que El Libertador, en aras de una democracia boba, hubiese, después de triunfar en Carabobo, llamado a Torres o a Morillo para que formaran un partido monárquico y participaran en la Convención de Ocaña.
Hoy, cuando el imperio nos acecha, cabe más que nunca la consigna “dentro del Socialismo todo, fuera del Socialismo nada”. Permitir en la pugna a los enemigos del Socialismo puede ser un asunto de táctica, de correlación de fuerzas, pero, verlo como una necesidad para establecer una democracia es, además de una candidez, una postura contrarrevolucionaria.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!

VOLVER AL ESPÍRITU DE ABRIL

Ahora, cuando hemos avanzado más que nunca en toda nuestra historia hacia territorios de redención del humano, surgen en el horizonte máculas de restauración. El imperio acecha con todo su poder militar y de manipulación de conciencias, están allí, cerquita, las naves de la muerte amenazando con la crueldad que conocemos, y están aquí adentro sus billetes verdes, comprando conciencias, abriendo brechas, ensanchando heridas, aprovechando debilidades.
La Revolución bolivariana necesita urgente volver al espíritu de abril, es necesario que desde allí comencemos el fortalecimiento del proceso. En momentos en que el imperio nos amenaza, que las debilidades internas nos arriesgan, las imprecisiones nos confunden, es necesario encender el ánimo y jugar cuadro cerrado para poder avanzar. Veamos.
Tres enseñanzas fundamentales nos dejó abril. Una, ya al pueblo no se le engaña, sabe del verdadero carácter de la mafia oligarca, a ellos le bastaron 40 horas para desplegar toda su crueldad fascista. Nosotros nos convencimos que frente a la oligarquía, que se alimenta de odio y desprecio a los humildes, el único lenguaje posible es la fuerza de un pueblo movilizado y conciente. Frente a los oligarcas, la conciliación es traición a la Revolución y al Comandante Chávez. El oligarca quedó en evidencia en toda su crueldad fascista. Se ensañaron con la vida.
La segunda, el Socialismo apareció en toda su hermosa posibilidad. El pueblo se movilizó por objetivos políticos altruistas, el espíritu del deber social prevaleció en aquellos días. El pueblo tomó conciencia del deber social, que es el rasgo más importante del Socialismo, pero también aparecieron los gérmenes de la apropiación por la sociedad de las empresas golpistas. Pasar la propiedad de los medios de producción a manos de la sociedad, es la otra columna del Socialismo. Es así, en abril apareció el Socialismo en germen, el gran protagonista fue el incipiente Socialismo. Este es el origen de la declaración de Chávez convertida tiempo después en la consigna central de este proceso, Socialismo o muerte.
Tercera, esos días nació el líder de nuestra Revolución socialista, y como todo líder revolucionario verdadero, rápidamente se hizo mundial.
Es necesario volver al espíritu de abril. Profundizar la unidad alrededor del avance del Socialismo, luchar contra los intentos de fortalecer el Capitalismo, que lo que consiguen es confundirnos y debilitarnos, rechazar los intentos de conciliación, y cerrar filas alrededor del liderzazo del Comandante Chávez.

¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!

ACOSTA CARLEZ, PRESAGIO DE GLOBALIZACIÓN.

Plantea Acosta, que hay un problema asistencial, y frente a eso acude a las formas capitalistas para resolverlo. Intenta privatizar la salud sosteniendo su decisión en la afirmación, y esto es lo más importante, de que esta Revolución puede resolver sus problemas apoyándose en la empresa privada, ¡privatizando!
La sinceridad de Acosta Carlez, gobernador de Carabobo, tiene la virtud de colocar en cielo abierto una situación que venía desarrollándose en sordina. Veamos.
Acosta intenta privatizar la salud en Carabobo, y con su propósito queda en evidencia la debilidad teórica de la Revolución bolivariana. Esto es, sin duda, uno de los mayores aportes que esta situación hace a la marcha de la Revolución. Los bolivarianos no podemos dejar pasar esta oportunidad de poner sobre la mesa de discusión varios problemas teóricos fundamentales, la Revolución se resiente de la postergación de la discusión, recordemos que una Revolución no puede ir más lejos que la teoría que la sustenta. Y la falla que hoy Acosta y su planteamiento, nos evidencia la imprecisión teórica de nuestra Revolución. La escaramuza planteada por el gobernador de Carabobo alerta la necesidad urgente de ajustar el rumbo de la Revolución.
Lo de Acosta no es un hecho aislado, se trata de una tendencia francamente restauradora dentro de la Revolución bolivariana, que obedece a una ley del Capitalismo actual, según la cual, la forma capitalista menos evolucionada, en este caso Capitalismo Nacional, tiende aceleradamente a la forma más evolucionada, es decir, a la forma globalizada neoliberal. O, dicho en sencillo, el Capitalismo tiende a crecer hasta alcanzar la forma más evolucionada mundialmente. Por eso no puede existir Capitalismo Nacional, todo Capitalismo se globaliza o perece. Y lo de Carabobo, la privatización que asoma, es un paso en esa evolución del capital. Podemos resumir diciendo, si el Socialismo no avanza, lo hace el Capitalismo.
La situación nos alerta, es necesario convocarnos a discutir, la Misión Teoría es un asunto de vida o muerte, estamos en el deber de salvar la revolución. Acosta ha puesto de manifiesto el dilema de hoy: se trata de decidir si está Revolución avanza hacia el Socialismo o, por el contrario, continua el coqueteo con las formas capitalistas. De ser así, a pesar de los buenos deseos, será inevitable la entrada, por la puerta de atrás, a la globalización mundial, al TLC. No hay medias tintas, no existen formas atenuadas de Capitalismo. La decisión para nosotros está muy clara, ya lo dijo el Comandante:
“Socialismo o muerte”
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!

22.5.06

¡LOS ESTADOS UNIDOS NO VENDEN NI MORAL NI CONCIENCIA!

Los Estados Unidos prohíben la venta de armas a nuestro país. Esta resolución del imperio se convirtió en el centro de la discusión, los patriotas y los imperiales revolotean la medida.
Lo primero que debemos decir es que la resolución no es aislada, forma parte de un estructurado plan para yugular a la Revolución Bolivariana, se trata de una fina jugada dentro de la guerra asimétrica. Veamos.
Hoy más que nunca es necesario recodar las palabras del Libertador: los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar a la América de miseria y oprobio
El imperio nos aplica la táctica de la tenaza. Así capturaron a Nicaragua, expliquemos. La tenaza tiene dos brazos : uno, es satanizar la revolución, en Nicaragua la asociaron a la guerra, aquí en Venezuela hacen lo mismo; el otro brazo, es santificar la opción opositora, allá lo hicieron con Violeta Chamorro, aquí lo hacen estimulando la conciliación. Los brazos de la tenaza se cerrarán cuando nos coloquen frente a la necesidad de escoger entre estas dos opciones: o el desastre o la convivencia. En Nicaragua les dio resultado, aquí debemos luchar duro para desenmascarar la tenaza imperial. Debemos conocer el plan para poder derrotarlo. Así funciona.
Aupan a la tendencia conciliadora que propugna la colaboración entre oligarcas y revolucionarios. Ven con buenos ojos a la Comisión Nacional para el Estudio de la Delincuencia, la forma como se está queriendo resolver la problemática de la vivienda, en junta con los bancos y la industria privada de la construcción, aplauden las invitaciones al Canal Ocho de los personeros golpistas como Quiroz. Así, aprovechando nuestras debilidades, construyen el brazo blando del plan imperial, una engañosa imagen de armonía que confunde a la gente. Junto a este ambiente de falsa armonía se edifica el brazo duro, que es la amenaza de guerra. Se hace creer que el problema de la paz es un asunto de bajar el tono del discurso, dejar de buscar pleito, de tranquilizarse, en pocas palabras, que es el Comandante el que construye la hostilidad, y se desliza el cuento de que el imperio nos perdonará si Chávez sale del juego. Transforman la lucha en una alternativa entre el Comandante o la paz. El Comandante es el miedo, arrodillarse frente a Estados Unidos es la paz. ¡Mentiras! ¡Trapacería barata! La conciliación y la guerra son dos caras de la misma infamia.
Lo que realmente nos ofrece el imperio es la disolución de la nacionalidad, la condena del pueblo a la miseria material y espiritual. Lo que nos ofrece los Estados Unidos es la paz de los sepulcros, la paz de los arrodillados, la paz que exige que traicionemos la herencia de los libertadores y al Comandante Chávez.
Hoy, más que nunca, con Chávez todo, sin Chávez nada.
Sólo el Socialismo salva al pueblo.

EMBOSCADA AL AMOR

En esta guerra asimétrica que nuestra Revolución libra contra el imperio del norte, las batallas son diarias, las escaramuzas son constantes, los desarrollos estratégicos se suceden con precisión napoleónica. Es una guerra que se realiza por medios no convencionales, por eso es imprescindible detectar los nuevos combates, precisar las novedosas armas, destruir las inéditas estrategias, situarse en los insólitos teatros de operaciones.
En los días que corren se está desplegando una campaña militar de esta guerra de cuarta generación, que a todas luces tiene la marca de los estrategas del Pentágono y del Departamento de Estado. Veamos.
Los tanques pensantes del imperio detectaron que la gran fortaleza de la Revolución Bolivariana reside en la conexión amorosa entre el Comandante y el pueblo humilde. Los fracasos del 11 de abril y del sabotaje petrolero, tienen su fundamento en subestimar este elemento. Por eso, ahora lanzan una campaña que pretende como primer eslabón minar esta conexión.
El método no es nuevo, lo usaron contra el Libertador y lo obligaron a abandonar, por la puerta trasera, a Bogotá a los gritos de ¡longaniza!, para ir a morir, sin camisa, a San Pedro Alejandrino. En sus últimos momentos, El Libertador, lamentándose, decía: Colombianos: Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. Al pueblo Gran Colombiano, a través de campañas de desinformación, le hicieron descreer de la grandeza de alma y de estadista del Libertador y lo llevaron a repudiarlo.
Hoy el imperio aplica el mismo método aquí en Venezuela: perpetrando una emboscada contra el amor, tratan de manipular la credulidad del pueblo de Bolívar asociando a Chávez a la guerra, al despilfarro, al regalo de los fondos nacionales y, simultáneamente, proponen una zona de tolerancia, de conciliación, donde todos supuestamente saldremos beneficiados, los pobres y los ricos, todos agarrados de la mano. Al lado de esto, nos dicen desde el norte que Chávez es culpable de la guerra con la que ellos mismos nos amenazan, que salgamos de Chávez, que vayamos a un gobierno de conciliación y a todos nos irá bien.
Este plan fracasará, el imperio fracasará nuevamente, por varias razones: primero, el pueblo sabe que el odió oligarca, que los intereses oligarcas, que la conciliación con los oligarcas, son incompatibles con la felicidad de los humildes, a los que ellos desprecian y consideran un estorbo;segundo, el pueblo venezolano no traiciona a su líder, no cambia a su líder por un plato de lentejas; tercero, los venezolanos sabemos que sobre la traición y el engaño no se construye la redención de los humildes.

Estamos convencidos que sólo el Socialismo salva al pueblo.
Con Chávez todo, sin Chávez nada.

MISCELANEAS 4

1.Toda Revolución implica grandes sacrificios, no es posible pensar en cambios profundos sin enfrentar la adversidad. Los caminos sin obstáculos son propios de cuentos de hadas y no de la realidad de la lucha social. No es descabellado decir que los pueblos preparados para el infortunio son los que tienen derecho a transitar caminos de felicidad.

2. Varios son los contingentes que actúan en este gran campo bélico en que se ha transformado Venezuela: por un lado, tenemos a los que defienden un proyecto capitalista, que van desde los globalizadotes francos, hasta los que aún mantienen la ilusión que los capitalistas nacionales son generosos; frente a este fuerte contingente capitalista, se planta la legión del Comandante Chávez, que enarbola la bandera del cambio profundo, la que lleva inscrita la consigna libertaria de “socialismo o muerte”.

3. La Revolución debe basar la lucha anticorrupción en tres pilares fundamentales: la lucha por nuevos valores, que es la lucha por instaurar el Socialismo; la lucha policial; y, por último, aunque de igual importancia, desenmascarar la actitud hipócrita de los lacayos del imperio en la lucha contra la corrupción.

4. Los flirteos conciliadores lo único que consiguen es diluir la conciencia revolucionaria, porque aceptan en la práctica que entre ellos, oligarcas lacayos del imperio, y nosotros los humildes, hay intereses comunes, que las medidas de los oligarcas y las de la Revolución son iguales. Si eso fuese así, surgiría la duda debilitadora ¿es necesaria una Revolución? y ya sabemos que Revolución que se debilita es derrotada.

5. La esencia de una Revolución es el rescate de la condición social del humano. Dicho de manera más radical, la esencia de una Revolución es el rescate de la condición amorosa del hombre. Y esta condición sólo emerge cuando la sociedad consigue superar las relaciones que suponen el absurdo de que los hombres se vean forzados a vender su vida para poder vivir. La Revolución es un cambio cultural profundo y extenso, es la sustitución del egoísmo como móvil social por el amor como relación fundamental de la humanidad; es la sustitución del núcleo moral que produce crímenes horrendos, por la conducta fraterna que producen obras excelsas.

¡TRECIENTOS AÑOS DE CALMA NO BASTAN!

Agitan como bandera de conquista la disminución de la polarización. Estudiemos si es justificado el entusiasmo desplegado en torno al tema.
La polarización es una medida de la lucha de clases, es decir, del enfrentamiento milenario entre los desposeídos de todo y los poseedores de todo, entre los libertarios y los esclavistas. Si revisamos la historia de la humanidad, veremos claramente las fluctuaciones de esta polarización.
Mientras exista desigualdad social habrá lucha de clases, y la polarización siempre estará presente, unas veces en baja intensidad, lo que indica que las clases dominantes tienen control de la situación, están seguras. En estas condiciones, la lucha de clases se muestra en los brotes de rebelión individual de los oprimidos, el desagrado que se evidencia en las calles, en las tensiones producidas por los alardes de la riqueza.
Ahora bien, cuando los pueblos toman conciencia de la situación de despojo de una sociedad, la lucha se hace política, la pugna, la polarización se incrementa, alcanza características más peligrosas para las clases oligarcas, y estas añoran la situación de pasividad anterior.Pero es cuando los oprimidos entran en Revolución que cunde el desespero en las oligarquías, y todas sus acciones conducen a recuperar la situación de pasividad, disminuir lo que ellos llaman polarización, que es lo mismo que decir, disminuir el peligro para su sistema de privilegios, que el pueblo vuelva a su situación de sumisión, que no luche.
Esos eran los llamados a la calma y a la disminución de la polarización que hacían los oligarcas cuando comenzaba la guerra de independencia, llamados que el Libertador respondió con su celebre frase: ¡es que trescientos años de calma no bastan! Sabía Bolívar que la única paz es la paz con justicia. Por eso emprendió con fuerza el camino de la independencia y desechó los engaños oligarcas.
Hoy, con la Revolución bolivariana, los humildes, los desposeídos, tomaron conciencia y entraron en Revolución. Ahora conocen su fuerza, saben de su derecho a una vida digna, y transitan el camino para conseguirla. Hoy, otra vez aparecen los llamados a la calma a disminuir la polarización. Hoy, como ayer El Libertador, debemos desechar el engaño y la manipulación. Nos quieren hacer creer que la paz se puede conseguir sin justicia, que es un problema de voluntad, ocultan que la polarización nace de las entrañas de la desigualdad social y esta viene del Capitalismo.
La colaboración entre desposeídos y oligarcas es un fraude. El único camino a la paz, a la reconciliación, es el Socialismo. Reconciliación sin Socialismo es felonía. Sólo el Socialismo salva al pueblo.

MATEMÁTICA SIN FECUNDIDAD, ES UN AZOTE

La matemática electoral, que esteriliza el pensamiento y la capacidad de análisis, es un azote. Veamos.
Hay dos maneras de enfrentar la conquista del voto: una, como si de una mercancía se tratara; la otra, como si un acto de conciencia fuese. Las dos son contrapuestas y conducen a consecuencias diferentes.
Si se enfrenta el acto electoral como un acto maquinal, y al voto como una cifra inerte, como si de kilos de papas se tratara, en este caso la infecunda matemática tiene cabida en el análisis, sería un simple ejercicio de contabilidad: cuánto tengo en el haber, cuánto en el debe, y de allí se sacarían las estrategias electorales. Es comprensible que en este mundo capitalista exista la tendencia a reducir las elecciones a esta álgebra política. En el Capitalismo todo se transforma en mercancía, no obstante, cuando de Revolución se trata, esta infértil matemática, que no fecunda conciencia, es camino expedito para castrar la Revolución y, lo que es más lamentable, el resultado calculado por estos atletas de las matemáticas será, sin duda, desmentido por la realidad. Revisemos algunos de los errores que se comenten con esta visión mercantil de las elecciones.
Primer error: contabilizar los votos chavistas del referéndum del 15 de agosto como votos pasivos, que están depositados en un almacén para usarlos cuando queramos. Segundo error: tratar de conquistar votos antichavistas haciendo concesiones, pensando que esas concesiones no influirán en la intención de votos bolivarianos e inducirán a la confusión, al desencanto, a la abstención. Tercer error: intentar conseguir votos a cualquier costo, por encima de las secuelas que pueda dejar.
Ronda por allí la tentación, comprensible en este mundo capitalista, de reducir la batalla electoral a un problema de suma de votos. Se vacía la meta de los diez millones de cualquier contenido espiritual, de conciencia, de compromiso con el proceso. Se “usan las herramientas melladas del Capitalismo para construir el Socialismo”, el resultado de esto ya lo conocemos. Por el contrario, los revolucionarios debemos focalizar las elecciones como una oportunidad de crear conciencia del deber social, de elevar el nivel político del pueblo, de remarcar que nuestra meta es el Socialismo, crear conciencia de la importancia histórica que tiene la victoria del Comandante para el destino de la humanidad, desenmascarar a los lacayos del imperio que momentáneamente se disfrazan de demócratas, partir las aguas entre patriotas e imperiales. En definitiva, sembrar en los humildes la idea de que sólo el Socialismo salva al pueblo.
Desperdiciar la oportunidad de concientización electoral reduciéndola a unas matemáticas infecundas, es un crimen de leso Socialismo, o lo que es lo mismo de lesa esperanza.

LA ARENA

Había una vez una institución que necesitaba saber cuantos granos de arena contenía una playa. La información se usaría en la propaganda turística. Las altas autoridades encomendaron la misión a cuatro funcionarios.
El primero, muy hacendoso, se trasladó de inmediato a la playa, se tiró al suelo y comenzó, con la ayuda de una lupa, a contar granito, por granito. En ese menester anda. Esta es la actitud del pragmático.
El segundo, se fue para su oficina y desde allí imaginó la playa, elaboró poemas, escribió tesis sobre la relación anfibológica del sexo de los ángeles y el sexo de los granitos, dictó conferencias, participó en congresos, fue jurado en eventos, todo relacionado con la arena, se convirtió en arenólogo. Ahora está tan ocupado con estas actividades que le queda poco tiempo para contar los granitos. Este es el modo del intelectual idealista.
El tercero, nombró una comisión encargada de elaborar un proyecto para contar los granos con la mayor eficiencia posible. Esta comisión pidió oficinas para desplegar sus planos y diseñar equipos de medición de granos, solicitó las consabidas Lap top y los infaltables teléfonos celulares. Después luchó para que a la comisión la pasaran a Dirección, luego a Gerencia, lo último que se supo es que plantean su pase a Ministerio. Estamos esperando que tengan tiempo para contar los granitos, ellos dicen que no pueden arrancar hasta que se defina en el alto gobierno a cuál ministerio estarán adscritos. Este es el esplendor burocrático.
El cuarto, fue a la playa, contó los granos que caben en un milímetro cúbico, calculó con ayuda de la matemática el volumen total de la playa, multiplicó una cosa por la otra, y obtuvo, con un tolerable error, el número de granitos. Hizo un informe de una página y pidió otra tarea. Este es el camino revolucionario-científico.
La historia es útil. Viéndonos reflejados en estos ejemplos, comprenderemos mejor nuestra labor y diagnosticaremos las desviaciones en el trabajo. Repasemos las posturas.
Pragmáticos, son los que piensan que el conocimiento sólo se adquiere en la práctica, no son capaces de resolver estrategias, sólo tareas muy simples. Desprecian la teoría, esa es su desgracia.
Los idealistas, desechan la realidad y ven como única fuente de conocimiento al intelecto. No resuelven problemas reales, son fatuos.
Los burócratas, les interesa sólo la forma, nunca el contenido, el trámite es lo fundamental, las consecuencias no importan. El científico revolucionario, busca el conocimiento en una sabia combinación de la práctica con la teoría. Sabe que el conocimiento práctico sin el complemento de la teoría es inútil, por eso, prestigia la lectura y el pensamiento tanto como ir a la realidad.