2.2.08

¡HONOR A CARLOS MARX!

Empecemos rindiendo homenaje a este hombre, de quien Martí, a propósito de su fallecimiento, dijo: “Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles merece honor.”
Y a quien Engels, su compañero entrañable, lo recordaba diciendo:

“Marx era, ante todo, un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quién él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación (…) Por eso, Marx era el hombre más odiado y más calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los republicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían a lanzar difamaciones contra él”.
En la Revolución Bolivariana los últimos días se habla de Marx. Dirigentes proclaman que no son marxistas, abriendo así cauce a una discusión que es vital para toda Revolución, en ella se evidenciará la teoría de este proceso, y sabemos que de la teoría justa depende el éxito de la Revolución.
La teoría es guía y se entrelaza con la práctica. La práctica, que siempre es histórica, nos indica que:
Más allá del acuerdo o desacuerdo con Cristo, siempre una Revolución, si es verdadera, deberá tener en su fundamento el “amaos los unos a los otros”.
Independientemente de si se comulga con Newton o se adversa, siempre la manzana caerá atraída por la gravedad.
Por más que se queme a los Galileos, siempre la tierra se moverá.
Se puede ser partidario o contrario de Albert Einstein, pero siempre la Energía será la masa por la velocidad de la luz al cuadrado E=mc2.
Se puede ser marxista o antimarxista, pero siempre el Capitalismo será un sistema perverso que nos coloca al borde del infierno, los capitalistas siempre se apropiaran del trabajo y la riqueza ajena, serán enemigos acérrimos e irreconciliables del Socialismo.
No importa si se es marxista o no, siempre el Socialismo se basará en la HEGEMONÍA de la Propiedad Social de los medios de producción y en la Conciencia del Deber Social. Siempre el Socialismo será enemigo acérrimo del capitalismo.
Siempre, más allá de si se es marxista o partidario de cualquier otra cosa, el capitalismo y el Socialismo estarán estratégicamente enfrentados de forma irreconciliable.
Resumimos diciendo que la calidad de una Revolución se mide por la calidad de su relación con la teoría y la práctica, que siempre son históricas. La teoría, la discusión que ignore la práctica, es un ejercicio vocal inútil, y la práctica sin la guía de la teoría es energía disipada.
Siendo así, por encima de resguardos tácticos, toda Revolución debe aproximarse a Marx con el respeto de quien se aproxima a un maestro que cometió los errores propios de quien construyó una de las obras teóricas más importantes de la humanidad.
¡Honor a Carlos Marx!
¡Chávez es Socialismo!

1.2.08

EL AVESTRUZ INGENUO

De todos los errores que pueda cometer una revolución, el más dañino es dar la espalda a la realidad, ignorarla, porque esa actitud es generadora de más equivocaciones, y las soluciones se escurren igual que se escapa el éxito en los juegos de azar.
La realidad nuestra es que la pequeña burguesía, que hegemoniza la revolución desde el golpe de abril, ha fracasado. El proyecto del híbrido capitalsocialismo que impulsa, no funciona. Es imposible que los lobos (capitalistas) tengan la barriga llena, y simultáneamente las ovejas (trabajadores y pueblo) estén contentas.

Los lobos se quieren comer todo, aumentan las mercancías, quieren los dólares petroleros sin ningún control, con sus medios de deformación crean miedos y mentiras. Y, lo que es peor, obstaculizan la formación de la Conciencia del Deber Social, y sin esa conciencia la Revolución no puede hacer frente ni a la construcción del Socialismo ni a los fuertes embates de la oligarquía globalizada.
Que la pequeña burguesía haya fracasado no debe alarmarnos. En las revoluciones, producto de la lucha de clases que en ella necesariamente se escenifica, se producen estas situaciones. Basta recordar la sustitución de miquelena, que representaba a una derecha clásica capitalista dentro de la Revolución.
Las revoluciones tienen capacidad de rectificar, y en esa rectificación avanzan. Nosotros debemos convertir el fracaso de la pequeña burguesía en profundo período de rectificación. Veamos.
La pequeña burguesía fracasó, pero insiste en su proyecto, y en esa insistencia amenaza con llevar al abismo a toda la Revolución.

Esa actitud es comprensible, ninguna clase dirigente se suicida, es necesaria la fuerza para quitarle el timón. Y esa fuerza, tal como lo fue con miquelena, es el Comandante dirigiendo a la masa en el proceso de rectificación.
La pequeña burguesía insiste en su proyecto del hibrido capitalsocialismo, que hace agua por los cuatros costados. Debemos analizar dónde está el origen del fracaso, para allí rectificar. Analicemos.
El fracaso reside, al contrario de la visión más común, no en que caminamos muy rápido hacia el Socialismo, sino en que avanzamos muy lento y por vías extraviadas, allí es que debemos hacer la rectificación. Aún hay tiempo.
No hemos entendido con claridad que la batalla por el Socialismo se escenifica en la conciencia. Es necesario derrotar la conciencia capitalista del egoísmo y sustituirla por la conciencia amorosa del Socialismo: la Conciencia del Deber Social. Hacia ese objetivo deben ir todos los esfuerzos, todas las soluciones, con ella debemos entrelazar la economía, es necesaria la HEGEMONÍA DE LA PROPIEDAD SOCIAL, nadie habla de un absoluto, SÓLO DE HEGEMONÍA DE LA PROPIEDAD FORMADORA DE CONCIENCIA SOCIAL!
Es necesaria una Campaña Admirable, que tenga como objetivo la formación de la Conciencia Social, soporte de toda la arquitectura socialista, sin ella nada es posible.
En esa campaña la vanguardia deben ser la Cultura y la Información, se debe reformular el Motor Moral y Luces, y ponerlo realmente a impulsar la teoría revolucionaria.
!Con Chávez siempre!
!Chávez es Socialismo!

31.1.08

¿CÓMO SE GANA UNA ELECCIÓN?

Para la Revolución Bolivariana esta pregunta es vital: el gran reto de una Revolución por vía pacífica está aquí, en la solución del problema de la consulta popular por el método de elecciones oligarcas. Veamos.

Previamente digamos que la pregunta ¿cómo se gana? viene condicionada por la pregunta ¿para qué se gana? Para el oligarca lo importante es mantenerse en el poder, para el revolucionario lo fundamental es mantenerse y simultáneamente construir las condiciones para avanzar hacia el Socialismo.
Traerá asombró, pero la historia nos demuestra que no es lo mismo ganar con los métodos oligarcas, ganar para la dominación, que ganar con los métodos revolucionarios, ganar para la liberación, ganar como reflejo de los avances en la construcción de la conciencia revolucionaria. Veamos.

Los oligarcas crearon sus elecciones como método para la dominación de la sociedad, ellas son reflejo de las relaciones capitalistas: los candidatos y las propuestas son mercancías que se mercadean, y las elecciones son un torneo de publicidad del que la población sale más dominada.
Los oligarcas usan los métodos fraudulentos de manipulación de la voluntad de las mayorías, que van desde excluir a los humildes de la oportunidad de votar, recurso que aplican tanto en Florida como en Petare (recordemos los millones sin cédula), hasta la muy importante manipulación psíquica: crean necesidades, falsifican las causas de las carencias, generan angustias, para después presentar la esperanza de solución encarnada en un candidato que construyen con métodos de mercadeo.
Las elecciones oligarcas son un método que evita que los individuos relacionen los problemas de su entorno con los problemas universales, de esa manera su visión del mundo es confinada a lo pequeño, estimula al egoísmo e impide la integración de la sociedad, así contribuye a la permanencia del sistema capitalista.
Por el contrario, los revolucionarios en el poder, pero obligados a usar por algún tiempo las elecciones oligarcas cómo método de consulta de la voluntad de la sociedad, deben enfrentarlas con otro criterio. Veamos.
Para los revolucionarios la tarea principal es transformar la conciencia egoísta capitalista en conciencia solidaria revolucionaria. De aquí se desprende que la Revolución debe ganar la voluntad popular, no sólo para y en el mero acto electoral, lo que se podría hacer usando métodos de mercadeo, sino que gana la voluntad popular para la construcción de una nueva sociedad, para la construcción del Socialismo.
Por eso es una trampa intentar ganar la voluntad popular con el criterio oligarca: el criterio publicitario que da respuestas inmediatistas y superficiales a los problemas manipulados por los medios oligarcas.
Cada problema social es una inmejorable oportunidad de ataque a los oligarcas, y un apoyo para avanzar.
Más allá de los operativos, debemos dar respuestas de fondo a los problemas cotidianos, explicar su origen y proponer soluciones estructurales, demostrar que son originados en el capitalismo, y que la solución verdadera es el Socialismo. De esta manera ganaremos conciencia, haremos Revolución, y los barreremos en las elecciones.
¡Revolución que no crea conciencia revolucionaria pierde elecciones!
¡Chávez es Socialismo!

30.1.08

EL INEVITABLE ENFRENTAMIENTO

Una Revolución es un brutal enfrentamiento entre dos sistemas. En este enfrentamiento inevitable, el sistema hasta ese momento hegemónico se defiende con la obstinación de quien en la batalla le va la vida, y el sistema emergente debe atacar con el ímpetu de quién no tiene más oportunidades.

Las armas del sistema hegemónico son extremadamente fuertes, de su lado está la fuerza de la costumbre, la cultura, y una extraordinaria fuerza material mundial, la economía que se opone al cambio. Por eso, el pensar en sustituirlo, el pensar en una Revolución, no es tarea de timoratos, los pusilánimes sólo proponen reformismos ineficaces.
Las revoluciones son, sin duda, un milagro impulsado por una idea correcta, y la necesidad y la posibilidad vital de sustituir al sistema hegemónico. No es concebible una Revolución sin este fuego impulsor, no es pensable una Revolución que no esté alimentada por el sentimiento volcánico de la imperiosa sustitución.
Revolución que plantee convivencias estratégicas, medias tintas justificadas en teorías añejas y artificiosas, que rompa la regla sagrada del enfrentamiento cruento con el pasado, no será más que un sarcasmo doloroso para la sociedad que se desea liberar, y se irá diluyendo en la querencia popular hasta quedar como un impreciso recuerdo.
La Revolución Bolivariana debe retomar el camino del enfrentamiento con el capitalismo, dejar claro en lo declarativo y lo operativo que es una opción al capitalismo, que el sistema capitalista es incapaz de resolver los problemas que el mismo ha creado, y que sólo el Socialismo es capaz de reconstruir el mundo de manera que sea viable y centro de felicidad.
A cada problema que surja, ya sea desabastecimiento, inseguridad, etc., debemos dar una respuesta Socialista, más eficaz, más allá de las apariencias.
Debemos decretar una ofensiva para explicar el origen profundo de los problemas, por ejemplo: el consumismo derrochador produce altos niveles de basura, inmanejables sin la participación social, sin modificaciones en los hábitos de vida impuestos por el capitalismo, explicar que la basura es reflejo de la contaminación mundial producida por el sistema capitalista, que hace al mundo inviable y que produce el calentamiento global que nos aniquilará sino se detiene.
Por tanto, una sociedad debe recoger la basura y también, más importante aún, debe luchar contra el sistema capitalista, convicto y confeso de convertir al planeta en un basurero.
El mismo tratamiento debe darse al asunto de la inseguridad.
Para dar esta batalla revolucionaria debemos apoyarnos en los pensadores revolucionarios, que constituyen un río sin discontinuidad. No debemos desechar a ninguno, descalificar a ninguno, porque sería romper el hilo histórico y correríamos riesgo de caer en la contrarrevolución. Hoy no se puede ser revolucionario sin ser Cristiano, sin ser Bolivariano, Martiano, Zamorano, sin ser Marxista, y principalmente sin ser Guevarista.
Todos los pensadores deben estudiarse en su tiempo, tomar de ellos su mejor aporte revolucionario y adaptarlo a nuestro momento y a nuestro espacio, lo que significa tomar de ellos la fuerza para dar el salto, nunca la justificación para la parsimonia.
¡ La Revolución , si es verdadera, se enfrenta al capitalismo!
¡Chávez es Socialismo!

29.1.08

LA ÚNICA RESPUESTA AL ASEDIO ES LA DIGNIDAD

Todos los analistas revolucionarios serios coinciden en que la nación está sometida a un brutal asedio por las oligarquías capitalistas internacionales.

En lo interno, la oligarquía capitalista, aprovechando nuestras dudas y debilidades, nos ataca con desabastecimiento, que es manipulado por los medios de deformación creando necesidades falsas y exagerando las naturales.
Los revolucionarios caemos en la trampa y cometemos el error de atender sólo una parte del problema: el desabastecimiento real. Salimos desesperados a buscar los productos que faltan, eso está bien, demuestra la preocupación de los gobernantes, pero en ese empeño descuidamos lo más importante: la respuesta digna, política. No aclaramos al Pueblo que el desabastecimiento es parte del plan de ataque capitalista, que nos cobran querer construir una sociedad para los humildes.
Esa agresión debe ser respondida con dignidad: un Pueblo no se rinde porque le desaparecen la leche, o el azúcar, o el trigo, al contrario, sobre esa agresión se crece y contraataca, se une, se hace fuerte ¡resiste! El Pueblo de Bolívar no puede ser vencido tan fácilmente.
En lo externo, usan a Colombia como ariete de la agresión, nos amenazan con una intervención, con la guerra, con conflicto, y nos muestran al Comandante como el culpable.
El cuadro está claro: suponen al Pueblo débil, incapaz de resistir un desabastecimiento parcial y una amenaza de guerra. Piensan que el Pueblo aguerrido de Bolívar, el del Paso de Los Andes, de Zamora, el de Santa Inés, de Chávez, el de abril y el que derrotó a la meritocracia petrolera en diciembre, se rendirá ante la amenaza, negociará a Chávez y volverá al pasado de exclusión, de miseria, de inseguridad, de desesperanza. Piensan que entregaremos la patria sin luchar. Se equivocan, encontrarán a un Pueblo que se crece ante las dificultades.
Frente a la agresión de que somos víctimas, derrotemos a los agresores y también a los que frente al ataque proponen debilidades.

Aquí no hay otra salida que enfrentar esta embestida con fuerza Socialista. Es necesario defender la dignidad de la patria y nuestro derecho a escoger nuestro futuro.
En esta hora, cuando la patria es asaltada por el imperio y los traidores lacayos, se deben tomar medidas. Algunas serían:
Absoluta fidelidad con el Comandante ¡Con Chávez todo sin Chávez nada! Esa debe ser la consigna.
Formar un Estado Mayor Político que apoye al Comandante en la coyuntura que vivimos.

Suspender los motivos de discordias y divisiones electorales: en la emergencia, que sea el Comandante quien decida las candidaturas.
Iniciar una ofensiva de preparación de la sociedad, que explique la agresión, que la devele.
Iniciar una ofensiva mediática que de respuestas a la agresión capitalista, que demuestre que los problemas que hoy confrontamos son causados por el capitalismo y que sólo se pueden resolver con el Socialismo verdadero: el de la HEGEMONÍA , LÉASE BIEN ¡HEGEMONIA! de la Propiedad Social de los medios de producción y el de la Conciencia Social.
¡Siempre con Chávez!
¡Aquí no se rinde nadie!

28.1.08

LA ARENA

Había una vez una institución que necesitaba saber cuantos granos de arena contenía una playa. La información se usaría en la propaganda turística. Las altas autoridades encomendaron la misión a cuatro funcionarios.

El primero, muy hacendoso, se trasladó de inmediato a la playa, se tiró al suelo y comenzó, con la ayuda de una lupa, a contar granito, por granito. En ese menester anda. Esta es la actitud del pragmático.
El segundo, se fue para su oficina y desde allí imaginó la playa, elaboró poemas, escribió tesis sobre la relación anfibológica del sexo de los ángeles y el sexo de los granitos, dictó conferencias, participó en congresos, fue jurado en eventos, todo relacionado con la arena, se convirtió en arenólogo. Ahora está tan ocupado con estas actividades que le queda poco tiempo para contar los granitos. Este es el modo del intelectual idealista.
El tercero, nombró una comisión encargada de elaborar un proyecto para contar los granos con la mayor eficiencia posible. Esta comisión pidió oficinas para desplegar sus planos y diseñar equipos de medición de granos, solicitó las consabidas lap top y los infaltables teléfonos celulares. Después luchó para que a la comisión la pasaran a Dirección, luego a Gerencia, lo último que se supo es que plantean su pase a Ministerio. Estamos esperando que tengan tiempo para contar los granitos, ellos dicen que no pueden arrancar hasta que se defina en el alto gobierno a cuál ministerio estarán adscritos. Este es el esplendor burocrático.
El cuarto, fue a la playa, contó los granos que caben en un milímetro cúbico, calculó con ayuda de la matemática el volumen total de la playa, multiplicó una cosa por la otra, y obtuvo, con un tolerable error, el número de granitos. Hizo un informe de una página y pidió otra tarea. Este es el camino revolucionario-científico.
La historia es útil. Viéndonos reflejados en estos ejemplos, comprenderemos mejor nuestra labor y diagnosticaremos las desviaciones en el trabajo. Repasemos las posturas.
Pragmáticos, son los que piensan que el conocimiento sólo se adquiere en la práctica, no son capaces de resolver estrategias, sólo tareas muy simples. Desprecian la teoría, esa es su desgracia.
Los idealistas, desechan la realidad y ven como única fuente de conocimiento al intelecto. No resuelven problemas reales, son fatuos.
Los burócratas, les interesa sólo la forma, nunca el contenido, el trámite es lo fundamental, las consecuencias no importan.
El científico revolucionario, busca el conocimiento en una sabia combinación de la práctica con la teoría. Sabe que el conocimiento práctico sin el complemento de la teoría es inútil, por eso, prestigia la lectura y el pensamiento tanto como ir a la realidad.

¡Solo el Socialismo salva a la humanidad, Chávez es Socialismo!
¡Aquí no se rinde nadie!