11.10.06

EL HURACÁN ELECTORAL

LAS REVOLUCIONES SE PARECEN MÁS A UN HURACÁN que a un cristal de cuarzo, en ellas hay pocas líneas estáticas. Por eso, los agrupamientos en tiempos de Revolución, son vaporosos en lo táctico y firmes en lo estratégico. Si alguien ignora esta realidad, corre riesgo de ser batuqueado por las borrascas de la historia.
Bolívar peleaba contra los españoles junto a Santander y Páez. En lo táctico coincidían, estaban del mismo lado de la tenue línea táctica, sin embargo, en lo estratégico, en la construcción del nuevo mundo, eran adversarios, y Bolívar terminó proscrito por sus antiguos aliados y subordinados.
A Sucre tuvieron que matarlo para romper la conexión estratégica con Bolívar. Situación similar sucedió con Zamora, hacía temblar a los oligarcas, y a pesar de eso la bala asesina salió de su mismo bando.
En los tiempos huracanados que hoy vivimos, tiempos de definición de rumbos, los agrupamientos tácticos se debilitan tensados por las exigencias estratégicas. El cosmos estratégico nunca había dependido tanto de lo táctico como ahora. Hoy el destino estratégico de la Revolución se decide en lo táctico, en lo electoral, y esa realidad se expresa en nuestra conducta política. Veamos.
Los que ya llegaron a su aspiración estratégica, los que piensan que el camino es hasta aquí, que la Revolución es esto, que más allá lo que hay es perfeccionarla y cuidarla, que debemos parar, que es necesario un pacto con la oposición, los que postulen la imposibilidad de ir más allá de un capitalismo tierno, esos, le darán un contenido anodino a la campaña electoral. Su objetivo es ganar, y no ganar creando la conciencia que nos permita avanzar. No plantearán propuestas nuevas, no tendrán respuestas a las interrogantes del futuro, se limitarán a distracciones, efectismos publicitarios y giros en el mismo lugar. Son el pasado intentando detener al mar embravecido.
Los que tienen su horizonte estratégico en el Socialismo, los que crean que hay que avanzar hacía el Socialismo, los que saben que sólo en el Socialismo podremos solucionar los grandes problemas creados por el capitalismo, que sólo en el Socialismo podremos resolver el problema de la vivienda, la alimentación, la salud, la recreación, el trabajo, esos, los que acompañan al Comandante Chávez en sus sueños, le dan otro contenido a la campaña.
Para ellos la campaña debe estar impregnada de lo estratégico socialista, porque es lo socialista la única posibilidad de desarrollo de esta Revolución. Esta Revolución o es socialista o perece. Además, la campaña electoral debe estar sustentada en la fortaleza que le da a la Revolución la alianza amorosa entre el pueblo humilde y el líder, el Comandante Chávez. La alianza amorosa entre líder y pueblo precede a toda Revolución.
La campaña electoral es mucho más que una simple lucha por votos. Su contenido, su forma, es hoy territorio de enfrentamiento ideológico, de pugna donde se decidirá el destino del continente.
¡Chávez nos ama!
¡Chávez es Socialismo!
¡Chávez es Chávez… lo demás es gamelote!

10.10.06

BALANCE Y AJUSTES

MEDIADOS DE OCTUBRE, A CUARENTA Y CINCO días escasos de las elecciones, es un buen momento para un balance, y para los ajustes que de ese análisis se desprendan. Veamos.
Si queremos hacer una evaluación de la campaña, lo primero a destacar es que los contendientes no buscan lo mismo. Eso parece absurdo, pero es así: el candidato opositor no busca sacar más votos, como ocurre en cualquier elección democrática, el candidato del imperio tiene como objetivo desestabilizar.
La oposición busca, en pocas palabras, acumular fuerzas para repetir abril en noviembre. Desestabilizar y dar un zarpazo para apoderarse del gobierno, o por lo menos forzar la conformación de un pacto.
Los bolivarianos buscamos la construcción del Socialismo, por tanto, las elecciones son una estación en este camino. De allí la consigna diez millones de votos y diez millones de conciencias, esta expresión resume nuestra necesidad de ganar, y la urgencia de acumular conciencia para seguir rumbo al Socialismo.
De lo anterior se desprende que cada campaña, la opositora y la nuestra, tienen contenidos, formas, objetivos diferentes. Por lo tanto, las evaluaciones de cada una deben ser diferentes.
Rosalito, con su demagogia de siete suelas, puede prometer lo que sea: si nosotros decimos un Metro, el responde con un Kilómetro, si mostramos Misiones, el anuncia plata directa. La demagogia no tiene pasado, ni tiene futuro, puede decir lo que sea: un avión, un médico, oro para cada uno, al final no va a cumplir, después que llegue al gobierno, todo lo arreglará con represión fascista. De aquí que, si la ficción mediática le construye una fuerza, para él es suficiente. Y si esa fuerza, que es ficticia, no se materializa en las urnas, no le importa, puesto que con la fuerza mediática pueden lograr su objetivo de desestabilizar.
Nosotros, al contrario, debemos difundir nuestros logros, que son muchos, nuestras conquistas, que son bastantes, pero también debemos fortalecer la conexión amorosa del pueblo con el Comandante, que es nuestra principal fortaleza, que es un valor auténtico. El Comandante lo arriesga todo por amor al pueblo, así lo demostró el 4 de febrero, en abril y en diciembre, y lo hace cada momento que se enfrenta a un imperio terrorista que prepara golpes y magnicidios. En contraste, rosalito el embustero, no ama al pueblo, por los humildes no arriesga nada. Recordemos que no se atrevió ni a dejar la gobernación: quiere el chivo y no arriesga el mecate. A rosalito todo le sale falso, como promoción de carro usado.
Además, la campaña debe mostrar también cuál sería el futuro con cada uno de los candidatos:
Con Chávez, la construcción de una sociedad de iguales, la máxima felicidad posible. Con rosalito, reeditaríamos el Capitalismo salvaje, creador de miseria espiritual y material.
El balance es muy positivo para nosotros, hagamos los ajustes.
¡Chávez nos ama!
¡Amor con amor se paga!
¡Chávez es Socialismo!

9.10.06

MISCELANEAS 25

1. Los partidos, como hoy los conocemos, son estructuras políticas adaptadas a la institucionalidad mantuana oligarca. Maquinarias electorales, más o menos especializadas en la búsqueda de votos, en elecciones oligarcas, que reclaman conductas oligarcas, metas y métodos oligarcas, para elegir representantes a instituciones oligarcas que, por definición, por su esencia, están separadas del pueblo. De esta manera, son fuentes del clientelismo y de cuotas de poder.

2. Con el avance de la Revolución, con la declaración de ir hacia el Socialismo, de dar poder al pueblo, la situación ha mudado radicalmente. Ahora es necesario cambiar la organización social, cambiar la manera de elegir a los representantes populares, y cambiar, por supuesto, a las instituciones que agruparán a esos representantes populares. El parlamento, sede del cretinismo oligarca, debe ser sustituido por una institución incrustada en el alma popular. Es necesario construir un tejido social en lo político y en lo administrativo, que restituya la salud social. La sociedad fragmentada por el Capitalismo, debe ser de nuevo integrada por el Socialismo, esa es una de sus principales metas.

3. La agresión del imperio tiene varias formas de presentarse, pero, siempre necesitarán que una gran parte de nuestra población y la del resto del mundo esté bajo engaño: una, para que se movilice, la otra, para que acepte. Por eso manipulan la candidatura de rosalito, le construyen un apoyo que sólo existe en los medios, hacen manifestaciones de pantalla o de papel, le inventan emboscadas, se escurren en nuestras debilidades, y nuestras ambigüedades, crean una ficción de dictadura, engañan de mil maneras. Después, cuando se acerquen las elecciones, cuando maduren las condiciones, podrán hacer acciones cruentas.

4. Si en el afán de conseguir la meta de los votos sacrificamos la meta espiritual, si apuntalamos la ideología, la conciencia y los métodos de la oligarquía, entonces, ganaremos la batalla de las elecciones y perderemos la guerra de la Revolución.

5. ¿Cuándo se pierde una Revolución? Una Revolución no se pierde como se pierde en un juego de cartas, todo o nada. Lo que se pierde es la capacidad de avanzar. La correlación de fuerzas cambia de favorable a desfavorable, y el anhelo revolucionario de los pueblos se va desvaneciendo. Entonces, otras opciones de vida toman fuerza, las vías revolucionarias no son entendidas, son sustituidas por soluciones inmediatistas, reaccionarias, y el sueño queda relegado al olvido, o mejor, al fondo del alma popular, desde donde florecerá, años más tarde, en forma de líder, para transitar una nueva oportunidad. Es así que la Revolución de independencia, después de la derrota del Libertador, emerge robustecida, regresa con Zamora, con Fabricio, con Chávez.

EL INSTINTO FASCISTA DE LA OPOSICIÓN

UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS FASCISTAS, es su instinto asesino, su atracción por la muerte, su odio a la inteligencia, a la vida, a lo hermoso. Para ellos lo diferente, lo disidente, está automáticamente condenado a muerte.
Dos noticias que provienen de los Estados Unidos nos ilustran este instinto de muerte. Allá acaban de aprobar una ley que legaliza la tortura, el mundo se escandaliza frente a este oprobio, y los humanistas de aquel país se avergüenzan. La otra noticia, es la compra de cientos de humanos por parte del gobierno norteamericano a los caza recompensa de Pakistán y de otros países del Asia. Estos seres humanos, desprovistos de todos sus derechos, sin juicio de ninguna naturaleza, sin pruebas ninguna, son llevados a las cárceles secretas que los norteamericanos mantienen regadas por el mundo, o llevados a Guantánamo. Esto es una pequeña muestra de la ferocidad, del instinto asesino del imperio fascista. A esto nos estamos enfrentando.
Aquí en Venezuela, el imperio fascista tiene una eficaz franquicia: la oposición. Los oligarcas nacionales son aventajados discípulos, y a veces hasta profesores expertos. Ahora están agazapados, se disfrazan de corderitos electorales, se hacen los “yo no fui”, pero el diablo no puede esconder el rabo, a la primera tentación muestran el aguijón fascista, el instinto asesino, el odio a lo humilde.
El Comandante Chávez nos alerta en Barinas de planes de magnicidio, allí no hay exageración. La historia del imperio, su largo prontuario de asesinatos por todo el mundo, hacen de esa alerta una posibilidad que debe ser tomada en cuenta. Pero, los fascistas criollos, la gente que hoy se agrupa atrás de rosalito el firmante, se salen de su disfraz de demócratas y muestran sus genes fascistas. Ninguno de ellos rechaza el magnicidio, su conciencia no se los permite, al contrario, lo subestiman, lo ridiculizan, lo ignoran, pero ninguno tiene la valentía de rechazarlo. Quedan en evidencia en toda su mezquindad y su condición de militantes de la muerte. No rechazan al magnicidio porque sería renegar de la condición de hijos del imperio.
Esta actitud de los fascistas, es una muestra de que no estamos frente a unas elecciones normales. Los oligarcas no son demócratas, no pueden serlo, su condición humana no se los permite. Van a las elecciones a acumular fuerza para intentar un zarpazo que borre de la historia a la Revolución Bolivariana, eso lo declaran abiertamente.
Los revolucionarios frente al alerta del Comandante debemos redoblar la defensa. Una Revolución fuerte, marchando decididamente hacia la construcción del Socialismo, un pueblo organizado, conciente, una economía de propiedad social, esas son las mejores defensas del Comandante.
¡Si se meten con Chávez, enfrentarán la rabia popular!
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez es Chávez!

El CAMINO DEL SANTO

Cuando un hombre intenta tomar su cielo por asalto, DESPIERTA. Cuando ese hombre entiende que tomar al cielo por asalto es labor colectiva, SE YERGUE. Al comprender que el cielo es “amaos los unos a los otros”, AVANZA. Descubriendo que existencia y espíritu se entrelazan, SE ILUMINA. Sin embargo, es en el instante que se desprende de todo y dedica su vida al bien social, que SE HACE SANTO, un buen hombre, un verdadero revolucionario.
El Che es un buen hombre, un Santo.
El camino del Che es el camino de un santo, el camino de un verdadero revolucionario.
El primer paso, lo dio en Córdoba. Llevado por su madre, entró en el mundo de la lectura, que es una puerta a universos enriquecedores. Cultivó su espíritu abonándolo con la sabiduría de milenios. Fue sensible a la poesía, una pintura lo conmueve, una injusticia lo hace temblar de indignación.
Alcanzó su cielo.
En aquel instante, lo atrapó el desasosiego de los que despiertan.
Más tarde, comprendió que no hay cielos individuales, los cielos de cada uno, es el cielo de todos: si un miserable habita la tierra, si ese no conoce su cielo, todos somos miserables. La única manera de conquistar el cielo es en colectivo, en sociedad.
Entonces se encumbra, se yergue.
Luego, supo que vivimos en un mundo de guerra de todos contra todos, y soñó con un mundo de amor, donde todos se amen. Y salió a buscar molinos y gigantes, cabalgando a un rocinante con costillar de metal, y olió miseria, injusticia, se arrulló con el amor, curó y fue curado, amó y fue amado, sintió el rechazo de los privilegiados, y la solidaridad de los indios, palpó el corazón de los humildes.
Avanzó.
Después, sentado frente al mar de los leprosos, reflexionó cuarenta días y cuarenta noches, y reveló que existencia y espíritu se entrelazan: buscar el amor sin cambiar la existencia, es tan inútil como cambiar la existencia sin buscar el amor.
Se iluminó.
A partir de ese momento, se hizo revolucionario, y comenzó su Gólgota. Guatemala fue su primera plegaria práctica. Allí fue quemado por las ascuas del infierno, se le reveló que la lucha por tomar el cielo por asalto, es la lucha de los desprendidos, de los que no tienen otra estrella que el bien social.
Se hizo santo.
Y viajo a México, a encontrarse con otros Santos que lo convocaban a tomar el cielo por asalto. Y lo tomaron, y triunfaron, y señalaron para el resto de la humanidad el camino del santo.
¡Viva el Che y todo el que transita el camino del Santo!
¡Viva el Comandante Chávez!