5.12.09

EN QUÉ CREEMOS

Son tiempos de definiciones claras, es hora de fijar posiciones sin ambigüedades, llegó el momento de reafirmar en qué creemos:
Creemos en el Comandante Chávez: las revoluciones, los pueblos en Revolución se resumen en un hombre. Así ocurrió con la Revolución de Independencia, la Soviética, la China, la Cubana, la Revolución del Congo. Impensable una Revolución sin un líder.
La necesidad del líder nace de la dinámica de la dominación que fragmenta y se ejerce, a todos los niveles, encarnada en una figura individual.
Los líderes surgen de las entrañas del pueblo, por múltiples causas y circunstancias: su arrojo a la hora de las decisiones es una de ellas, el pueblo lo percibe, otra, la transparencia en su accionar, otra, su sintonía con el alma del pueblo.
Estos líderes establecen conexión amorosa con el pueblo, se transforman en pueblo, y así se establecen las condiciones para impulsar grandes tareas de cambio, para hacer la Revolución.
Ese líder es Chávez, y creemos que dirige el camino hacia el Socialismo. Es nuestro deber apoyarlo sin mezquindades.
Sin Chávez todos volveríamos a la inercia de un pueblo sin líderes, a la diletancia de la academia, o al negocio pequeño de la política pequeña.
Creemos en el Bolivarianismo como doctrina libertaria, directamente ligada a la más avanzada corriente revolucionaria de hoy, al Socialismo.
Creemos en el pensamiento del Libertador, enriquecido con las ideas de Simón Rodríguez, Martí, Mariátegui, con el ejemplo de Zamora, de las luchas del sesenta, de Fabricio y Américo Silva.
Creemos en el Socialismo, única posibilidad de vida para la humanidad. El auténtico, no el de la socialdemocracia europea o chilena, no en el de anarcoides fantasiosos que no construyen ni ponen al capitalismo en aprietos.
Creemos en el Socialismo que postula la hegemonía de la Propiedad Social de los Medios de Producción y la Conciencia del Deber Social. Es decir, creemos en el único Socialismo viable, el que se apoya en la Ideología de la Clase Obrera.
Creemos en la necesidad de un Estado Revolucionario, al lado de un pueblo organizado desde la base hasta el nivel nacional, no creemos en unidades organizativas aisladas que fragmentan.
Creemos en la Revolución Cubana, ejemplo de resistencia heroica de un pueblo formado en la moral socialista, en la viabilidad del Sistema Socialista, del Hombre Nuevo, ejemplo de un Pueblo socialista, que a pesar de las dificultades, bloqueos, huracanes, limitaciones geográficas, tiene los índices de humanismo más altos de todo el planeta.
Creemos en las ideas y ejemplo del Che y Fidel, que por sobre todo consiguieron legarnos la Esperanza Socialista, que mantuvieron la llama encendida cuando se pensaba que todo estaba perdido.
Creemos en los teóricos que han resumido el pensamiento Revolucionario universal, desde Cristo hasta Marx, pasando por Rosa, Trotsky, Lenin, El Che.
Creemos en la discusión dentro de la Revolución. Irreverentes, pero leales.
Estas son algunas de las cosas en las que creemos, por ellas luchamos, por ellas discutimos, por ellas vivimos y morimos.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción!

4.12.09

EL LÁUDANO INTERNO

Dos objetivos principales tiene la ponzoña oligarca: el líder y la unidad de los revolucionarios. En estos días recrudece el ataque que viene de afuera y también de adentro.
Los ataques externos son de fácil detección: tratan de ligar a Chávez con la guerra, con el terrorismo mundial. Intentan romper la conexión amorosa con el pueblo, lo acusan de falta de atención a los problemas nacionales. Y un largo etc.
Nos bombardean con sus mentiras constantemente, sueltan rumores, crean ficciones, les dan tribuna a nuestros enemigos, prestigian a los renegados, andan pescando descontentos tácticos, circunstanciales, para transformarlos en ataques estratégicos.
Los atacantes internos son más sutiles y escurridizos, confunden, nunca presentan batalla frontal: cuando el ambiente les es adverso se espantan a sus conchas, cuando las circunstancias son difíciles, vuelan a exponer sus tesis restauradoras, tienen claro su papel, lo cumplen con eficacia.
Su principal tarea es difundir cualquier teoría que debilite al líder, que lo cuestione.
Es así que vuelven a hablar de “hiperliderazgo” y de “cesarismo”, propician un ultrademocratismo que disuelve el apoyo popular en mil retazos de pugnas intestinas, nos distraen de las tareas estratégicas y tácticas.
Otros acusan a un “dedo que elige”, pero no se atreven a decir de quién es, sólo dejan la duda. De esa manera intentan enfrentar al Comandante con el pueblo, debilitan la conexión. Propagan la idea de que Chávez tiene intereses distintos a los intereses del pueblo humilde.
Algunos dicen apoyar a la Constituyente, piden análisis críticos, pero terminan regateando el apoyo al Comandante.
No nos engañemos, todo es parte de la misma operación oligarca para horadar la autoridad del Comandante, del líder, o dicho en otras palabras, para debilitar el centro de la Revolución, el alma del proceso.
La otra vertiente importante del ataque interno son los ataques a la unidad, son más complejos: no tienen, como los ataques al Comandante, un centro más o menos definido. Esta vertiente se despliega en mil apetencias personales, desde arriba hasta la última patrulla se enraíza en la cultura y la conciencia egoísta.
A esta desviación sólo hay una manera de contrarrestarla: acabando con la posibilidad de privilegios en los diferentes niveles del proceso. De esa manera se corren a los oportunistas, y además se estrechan los lazos con la masa bolivariana, que verá en sus líderes, no a buscadores de privilegios sino militantes del sacrificio en aras del bien de la sociedad, o, dicho en otras palabras, verdaderos revolucionarios.
El revolucionario a todos los niveles debe ser ejemplo de vida modesta, alejado de todo lujo. Debemos educar al Pueblo y a sus dirigentes de tal manera que la ostentación sea rechazada como un atentado a la sociedad y al Socialismo, que sea mal vista.
Por eso proponemos, para empezar, que los parlamentarios no tengan privilegios, al contrario, sean ejemplo de modesta vida revolucionaria.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción !

3.12.09

LA OFENSIVA Y LA CONTRAOFENSIVA

La oligarquía ha lanzado una feroz ofensiva en contra de la Revolución, de su dirección: los tratan de dibujar iguales a la cuarta, con la misma moral, guiados por las mismas apetencias, con los mismos vicios. Es urgente diferenciarse. Veamos.
Se han apoyado en la polvareda de los bancos para crear una imagen corrupta de nuestros dirigentes, para hacer sinónimo a Bolivariano con burguesía y corrupción. La andanada es intensa, reclama respuesta fuerte de nuestra parte.
No es suficiente explicar que el Gobierno actuó en contra de los delincuentes de cuello blanco, no es suficiente aunque si necesario, explicar que en el capitalismo, cuya esencia es la estafa, siempre se verán estos episodios delictivos, por tanto, son fenómenos propios no del avance al Socialismo, sino propios del capitalismo que aún nos habita.
No es suficiente explicar que las acusaciones de la oposición son interesadas y son hechas a la ligera, sin ninguna base. Y que el Gobierno demuestra que perseguirá a los corruptos.
No es suficiente decir que es una ironía, un sarcasmo, que Ramos Allup y Ledezma, dirigentes y beneficiarios adecos, el partido que inventó la corrupción que aún padecemos, estén queriendo dar cátedra de sanidad administrativa.
Debemos reconocer que la ofensiva enemiga ha calado en la masa. Y debemos reconocer con valentía que muchas veces nuestra ostentación da pie a la duda. Y que por sobre todo no hemos sabido defender la imagen de la Revolución.
¿Qué hacer?
Es necesario preservar la imagen de la Revolución y de los dirigentes, enturbiarla es el objetivo de la oligarquía, saben que de esa manera nos debilitan y pueden dar su zarpazo infame.
Para proteger la imagen de la Revolución es necesario volver a los orígenes, cuando esta Revolución consiguió estremecer al continente con el desprendimiento y la sinceridad, la honestidad incuestionable del 4 de febrero.
Es necesario volver al espíritu de Abril, de Diciembre, de Santa Inés, cuando la grandeza guió las batallas, el desprendimiento, el altruismo iluminaron el cielo, y este pueblo y sus dirigentes demostraron que somos herederos de los próceres, que el altruismo de Bolívar, la entrega del Libertador a la causa de la Patria, es la guía de la Revolución.
Es necesario hacer lo que sólo la Revolución y los Revolucionarios pueden hacer: volvamos a sorprender al continente, vayamos a lo profundo de los cambios, dejemos atrás la lógica oligarca.
¡Inventemos! Invoquemos la audacia de la Comuna de París, el coraje de la Junta Patriótica.
Que el PSUV se empine y alcance la altura que el momento requiere, que junto al Gobierno y al parlamento den muestras claras de acompañar al Comandante en la batalla que exprese que somos diferentes, que para nosotros la única gloria es servir a la patria, a la sociedad, fundar una nación donde todos vivamos con la mayor suma de felicidad posible.
Sólo así, en la práctica, con el ejemplo, derrotaremos las ofensivas oligarcas.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Fidel y los Cinco!
¡¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción !!

2.12.09

LA DEMOCRACIA QUE CERTIFICA EL CAPITALISMO

En el mundo existen dos tipos de democracias: las que certifican el capitalismo, y las democracias que no son certificadas por el imperio capitalista mundial.
En Honduras se develó la verdadera esencia de la democracia capitalista: no es tal democracia, en realidad es una forma nosutil de dictadura capitalista: todo lo que esté con el sistema es ético y todo lo que intente superarlo es aplastado.
Así, pinochet fue para ellos una democracia, miembro de la OEA , pero Chávez es “democracia de origen y dictadura de ejercicio”. Para ellos, Zelaya no sufrió un golpe, las elecciones de Honduras fueron legítimas, y aquel gobierno entrará, tarde o temprano, a la OEA.
Lo de Honduras nos obliga a repensar lo internacional, a la democracia. Ya los viejos esquemas de gobiernos progresistas, de izquierdistas, de batallas en organismos regionales no sirven para interpretar al continente. Veamos.
La OEA, fue incompetente, o mejor, no quiso ser competente a la hora de resolver lo de Honduras, no pudo, o no quiso hacer algo más allá de declaraciones vacuas.
Pero estará atenta a la menor intención del Gobierno Bolivariano de “violar la carta democrática”, o los “derechos humanos”, ya tienen las comisiones interventoras. Demostrará que es una agencia del imperio capitalista.
La OEA es un organismo guardián del capitalismo, por tanto, enemigo del Socialismo.
Nosotros deberíamos considerar seriamente salirnos de la OEA , allí cada vez son más los gobiernos de derecha, y cada vez más ese organismo actúa y actuará como disuasivo de las intenciones socialistas del continente. En otras palabras, no podremos avanzar hacia el Socialismo y simultáneamente permanecer en la OEA , para ese rompimiento debemos prepararnos.
Con más razón si recordamos a Fidel en una de sus reflexiones, nos decía que se vislumbra un giro del continente hacia la derecha.
Algunos ejemplos: Pepe Mujica, uruguayo, exguerrillero, se inclina por el subcapitalismo brasilero, rechaza el rumbo al Socialismo del ALBA, lo ataca con furor de renegado, así se define, se alinea, se humilla al bando capitalista.
En Chile, las próximas elecciones son entre derecha y más de derecha, y los renegados de la Revolución. Allí no hay esperanzas, por ahora.
El Socialismo debe curarse en salud, aprender de Honduras:
Primero. Las elecciones capitalistas son una farsa que intenta sustituir la masa actuante, la que construye, por una fracción siempre minoritaria de masa votante, cuya legitimidad le viene de la aprobación del imperio. Allá los meses de inmensa movilización no cuentan más que una mañana de votación manipulada.
Segundo. Es necesario construir otra manera de valorar la voluntad popular. Otra manera de funcionar las elecciones y lo que se elija.
Tercero. Los organismos internacionales de países capitalistas son, por supuesto, para defender el capitalismo, subordinados a los intereses de los grandes países capitalistas.
Cuarto. País en Revolución debe prepararse, porque tarde o temprano su avance lo obligará a separarse de los organismos internacionales del capitalismo.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión , Lealtad en la Acción !

1.12.09

LOS MODOS ESPIRITUALES DE LA DOMINACIÓN

Las reflexiones revolucionarias siempre se han asombrado frente a la paradoja de pueblos eligiendo a sus verdugos, persiguiendo a sus libertadores, sumidos en la esclavitud, y frustrando los intentos de redención.
¿Cómo consiguió la neoligarquía sacar al Libertador sin que el pueblo humilde reaccionara? ¿Cuál mecanismo se usó para neutralizar a los Generales que le eran fieles? ¿Por qué ese hecho se repite en la historia nuestra con espeluznante regularidad? ¿Por qué son muchos los intentos y poquísimos los éxitos?
Nosotros debemos estudiar este asunto con atención suprema, sólo de esta manera podremos defender el milagro. Veamos.
Son variados los modos que usa la oligarquía para dominarnos, sin embargo, los más poderosos son los espirituales, los que tienen que ver con el alma del dominado. Ya decía El Libertador, él, que era un guerrero: “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza. "
A la oligarquía le interesa un pueblo ignorante, así será “instrumento de su propia destrucción”. Es decir, los intentos de redención perecen, y esto puede sonar duro y triste, en manos de los pueblos esclavos.
Variados son los modos que usa la oligarquía para dominarnos, pero uno destaca sobre todos y se repite con regularidad.
Las revoluciones siempre se resumen en un líder, es el alma de la Revolución, la suerte de éste está entrelazada con la Revolución, lo que a él le pase influye multiplicado en el proceso, lo que le pase al proceso se refleja en él multiplicado.
¡Si él faltare, la Revolución se frustra, de eso no cabe duda!
La oligarquía, taimada en su accionar, sabe a quién proteger y a quién atacar: No son por azar los atentados contra Bolívar, los seiscientos y tanto contra Fidel, el asesinato de Allende, de Torrijos, Lumunba, los atentados contra Chávez, contra Evo. No fue azar que dejaran escapar a Pompeyo y a Teodoro del San Carlos, mientras asesinaron a Fabricio y a Lovera.
Es así, el principal objetivo de las oligarquías es el líder.
Cuando la Revolución avanza, cuando el líder se consolida en el apoyo popular, y también en la madurez revolucionaria, entonces activan todas sus fuerzas, entre ellas y con más bríos a sus plumíferos y filosofastros internos, es lo que se llama la quinta columna, la encargada de preparar el terreno para quitar fuerza al líder.
Eso están haciendo aquí en nuestra Revolución, recordemos los ataques a Bolívar, lo acusaban de querer ser dictador, monarca, y de mil infamias más, al punto que en su lecho de muerte nos dijo: "Colombianos (…) Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos han abusado de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad".
Consiguieron que el pueblo de Bolívar desconfiara de su desprendimiento, esto nos da medida de la fuerza manipuladora de las oligarquías, contra ese monstruo nos enfrentamos. Los venceremos.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Los Cinco!
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!

30.11.09

LA ESTRATEGIA SALVA

La grandeza de un pueblo está en relación directa con la grandeza de su estrategia, de su sueño, de su visión larga. Sólo un pueblo grande es capaz de acciones trascendentes, de fundar mundos, de construir el Socialismo.
Esto lo saben los oligarcas, y basan su dominación en la vista corta del pueblo sometido: lo confinan al inmediatismo individual, a la recompensa rápida, a la migaja, a la solución egoísta. Intentan que la lucha por la sobrevivencia, por subsistir en la terrible situación de miseria, sea el centro de la vida, la castran de todo vuelo alto, de todo sueño, así lo condenan a la esclavitud perpetua.
Prestigian el estómago, desprecian al corazón. Sólo aprecian la táctica, olvidan la estrategia.
En situación de Revolución, la superación de la visión corta, del “tacticismo” es vital. El enemigo oligarca intenta que el pueblo no levante la mirada, que no tenga corazón, que no construya estrategia.
Así, la oligarquía intenta que los instrumentos con los que el pueblo analiza a la realidad sólo capten lo inmediato, su entorno, el día a día. Únicamente se importe por la superficie de los problemas, no los relacione con el sistema. De esta manera, la seguridad no tiene relación con la economía, con la moral que ésta genera, la basura es un problema del alcalde, nunca del sistema derrochador y consumista, si la electricidad falla, la culpa es del gobierno, no del despilfarro absurdo. Nunca el análisis alcanza al sistema, que permanece protegido en la ausencia de estrategia, de visión profunda.
Luchando sólo en la táctica, el alma se empequeñece, se arruga, se conforma con lo mezquino: un asfaltado oportuno la puede hacer cambiar de opinión, un plato de lentejas puede ser el precio para entregar a un prócer.
Los revolucionarios no pueden caer en esta trampa, confinar al pueblo a lo pequeño, podrá dar resultados inmediatos, pero lo está preparando para que sea su propio verdugo, para que entregue la Revolución en una subasta.
El deber de los revolucionarios, es movilizar al pueblo por objetivos de grandeza, que entienda la magnitud de la tarea, que se sienta heredero de los libertadores. Convocarlo para la salvación de la especie, hoy en peligro real de extinción, mostrar las consecuencias del calentamiento planetario.
Convocarlo para la hermosa tarea de fundar mundo, de ser ejemplo para el resto de la humanidad, pare revivir el asombro de la Independencia, cuando el mundo conoció el genio del Libertador (El Paso de Los Andes aún se estudia en las academias militares del mundo). Pero se asombró sobre todo por la grandeza de la ideología bolivariana, que desde los confines de la civilización dictó cátedra de libertad al mundo.
Explicarle y explicarnos qué pasaría si dejamos este camino de transición hacia el Socialismo, si perdemos la esperanza, cómo los problemas se agudizarían, en qué miasma nos sumergiremos.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Los Cinco!

29.11.09

¿POR QUÉ LUCHAMOS, QUÉ DEFENDEMOS?

Desde que la historia es historia, siempre los soldados revolucionarios se han hecho estas preguntas. Ellas retumbaron en el alma de los soldados la noche antes de la Batalla de Carabobo. Se fueron con los soldados de Bolívar hasta el fin del continente. Cabalgaron junto a los llaneros de Zamora. Rugieron en Iracara, los Humocaros, en el Bachiller. Salieron una madrugada desde Maracay, venían a Caracas a saldar las cuentas que quedaron pendientes en San Pedro Alejandrino.
Las respuestas son muy importantes, de ellas depende la emoción de la Batalla. Ensayemos unas.
¿Por qué luchamos hoy, qué defendemos hoy?
La respuesta debe colocarnos en el río de la historia. Entonces, debemos decir: luchamos por lo mismo que luchó Bolívar cuando se encumbró sobre su tiempo y pidió la liberación de los esclavos, luchamos por la liberación del humano.
La batalla es siempre la misma, es la batalla de los opresores contra los oprimidos. La primera tarea del soldado revolucionario es conocer los bandos en pugna, y colocarse al lado, enrolarse en el ejército de los pobres de la tierra, no importa su tamaño, las dificultades, ese ejército será la continuidad de las mejores luchas de la especie, y ese es el lugar de los militantes de la vida.
Hoy en Venezuela somos afortunados, la historia nos ha dado la oportunidad de ser vanguardia en la lucha por la sobrevivencia del humano y de la vida. Somos llamados a construir el ejemplo, a dar la señal de que un mundo viable es posible, de que la humanidad no está perdida, el capitalismo se puede superar.
Vivimos una Revolución Socialista, hay razones para estar orgullosos: Las Misiones enseñaron a leer al pueblo, lo rescataron de la prehistoria, son muestra evidente de la intención redentora de esta Revolución, le devolvieron al pueblo su identidad, su dignidad. Las Misiones de Sanación indicaron que el hombre es el centro de los afanes de lo que hoy construimos.
Muchos cambios, muchos avances se podrían mostrar, también errores, carencias, pero no hay dudas, estamos en el camino que nos dijo Argimiro, difícil, lleno de contradicciones, pero estamos en el camino.
Por sobre todos los logros hay uno que justifica la batalla decisiva, en el que debemos pensar en la hora postrera:
Esta Revolución, el Comandante, han despertado al pueblo, lo han regresado a su condición de revolucionario, de los que luchan por la vida, lo han elevado sobre lo mezquino, le han dado objetivos hermosos, sagrados por los cuales luchar, lo han rescatado de la parsimonia de los pueblos sometidos, el aburrimientos de los rebaños manipulados, lo han regresado a su condición de pueblo y Ejército Libertador, solidario con la humanidad, en pocas palabras, han rescatado su condición de humano.
En las batallas que se avecinan, cualquiera sea la forma que adopten, electoral o militar, sepamos que estamos librando la batalla milenaria contra los inhumanos, los opresores, y esa es una razón sagrada para luchar.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para Los Cinco!