10.9.11

EL CAPITALISMO AGAZAPADO (Sábado 10-09-2011)

Las revoluciones, en el fondo y agazapado, llevan el germen de su destrucción. Ese enemigo, por inadvertido, es peligrosísimo. En contraste, la oligarquía es evidente, fácilmente reconocible, y eso le confiere desventaja en la lucha.


Siendo así, es importante entender el "modus operandi" del enemigo agazapado. Veamos.

Toda Revolución, y más si es pacífica, está habitada por el pasado: las costumbres, la lógica, se resisten a morir, y pugnan por derrotar las posibilidades socialistas. La expresión política de este pasado es el reformismo, su soporte de clases es la ideología pequeño burguesa.


El pasado dentro de la Revolución no puede actuar de manera abierta, sería fácilmente detectado y su labor anulada, por eso cubre con discurso Socialista proposiciones que minan el avance.


Los partidarios agazapados de lo viejo son defensores del capitalismo, esa es su mayor debilidad, defienden lo extenuado, lo incapaz de resolver las carencias de la humanidad, los problemas que él mismo creó.

En su accionar político son ecuánimes, ponderados, no cometen excesos, mucha mesura, poco desenfreno, llaman siempre a la reflexión, proponen generalidades que cualquier bando apoyaría, por ejemplo ¿quién puede estar en desacuerdo con acabar la pobreza o mejorar la educación? Nunca dicen cómo harán para concretar sus propuestas, al hacerlo quedaría en evidencia su carácter capitalista, la imposibilidad de resolver algo.


Esperan las crisis, reales o ficticias, es allí que despliegan su estrategia, en época de dificultades gritan que debemos hacer alianza con el capitalismo y deslizarnos hacia el centro político, construir un híbrido. En nombre de una supuesta productividad justifican la alianza.

Cuando la Revolución se corre al centro pierde sus límites económicos y políticos, abre camino al beso de Judas, ya no hay límites con el enemigo. Construyen puentes, la batalla entre dos sistemas cede lugar a la convivencia entre expoliados y apropiadores: "ahora todos somos uno", "a trabajar por el bien común”. Las generalidades justifican la unión, la pregunta de cómo concretar las promesas la consideran impertinencia, propia de extremistas, la magia infame que transformó al capitalista en aliado, es modernidad.


Los reformistas tienen cómplices en los renegados, a estos los conocemos, ahora hablan con el mismo furor con que ayer defendieron lo contrario. Los renegados son contrabando descubierto, ese es el destino de los reformistas cuando la Revolución es triunfante, a cada avance se deslindan.

La lucha contra el reformismo no es fácil, se trata de un enemigo experto que consiguió derrotar el Socialismo en países como China, Chile y la URSS. Sólo se le podrá derrotar desde fuertes trincheras de ideas, el rigor teórico es la mejor arma de la Revolución. Es indispensable entender la esencia del Socialismo, deslastrarnos de la pirotecnia ideológica que califica de Socialismo desde el café hasta el paseo que inauguraron ayer. Es imprescindible dotar al Socialismo de una sólida definición, precisar las características que lo determinan y diferencian de las falsificaciones. Sólo así derrotaremos al enemigo interno. Cabe parafrasear al Libertador: "Moral y Luces Socialistas, son nuestras primeras necesidades".


¡Con Chávez resteaos!

9.9.11

¿CUÁNTO CABE EN UNA TRANSICIÓN? (Viernes 09-09-2011)

Hay conceptos que por el mal uso se transforman en una especie de comodín, útil para salir airosos de cualquier dificultad teórica o práctica. Uno de esos conceptos es "inventamos o erramos", otro es "en construcción". Con esos "comodines" se han deslizado muchas fábulas y se ha evitado el rigor del estudio y del pensamiento.


Sin embargo, hay un comodín que les gana a todos: "la transición". Este comodín tiene el aroma de la profundidad teórica, se lanza y atrás viene la cita de Gramsci, de esta manera está decorada la escena para sostener cualquier barbaridad.

Así, la alianza con el capitalismo se justifica con la "transición". Estimular las empresas capitalistas es la "transición". No se hacen los cambios, "transición". Mejor comodín imposible, se usa y, como varita mágica, todo se explica. En la "transición" cabe todo. El uso perverso del concepto trae un problema y una exigencia.

La transición existe, es necesaria, la impone la realidad. La dificultad es diferenciar la verdadera transición de la transición que evade, de qué manera la identificamos, cómo nos movemos en ella. Veamos.

La transición es esa zona donde, como dijo Gramsci: "Lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer", y añade que son momentos de claroscuro donde pueden renacer monstruos. Deducimos que la transición no es una zona de tranquilidad, donde lo que hagamos calza bien, ¡No!, al contrario, es un territorio de feroz lucha de clases, de profunda lucha ideológica.

Siendo así, la preparación teórica, el estudio de la realidad, son indispensables para el éxito revolucionario en la transición. En otras palabras, en la transición la Revolución puede salir derrotada.

De todo esto surgen unas preguntas que nos guían ¿Cómo saber si en la transición vamos bien? ¿Cuál es la meta? ¿Hacia dónde vamos?

Lo primero, es entender que la transición es una violenta pugna de tendencias. La contrarrevolución, en todas sus versiones, lucha por imponer su lógica, sus valores, sus principios políticos y económicos, y la Revolución batalla por superar la cultura del capitalismo, de la contrarrevolución.

Allí está la medida de lo acertado del camino de la Revolución. Si las medidas que tomamos benefician, estimulan los valores de lo viejo, vamos mal, por el contrario, si benefician la ética, la cultura del Socialismo vamos bien.

De allí que para navegar con éxito en la transición es indispensable conocer hacia dónde vamos, cuál es el objetivo de la Revolución. La tarea no es fácil, las diversas respuestas evidenciarán la feroz lucha interna.

Los reformistas no tienen respuestas claras a estas preguntas, prefieren refugiarse en comodines, imputar la imprecisión a la "transición", morderse la cola, diluirse en generalidades.

La confusión de metas ayuda a la oligarquía, el espontaneísmo termina siempre reproduciendo lo viejo. Los revolucionarios debemos establecer claramente el objetivo, sólo así el camino adquirirá sentido, podrá ser evaluado, corregido, y sólo así podremos pensar en el triunfo sobre la tendencia contrarrevolucionaria.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, Sin Socialismo no hay Chávez!

8.9.11

LO PUTREFACTO (Jueves 08-09-2011)

La parte podrida de la política venezolana la dirige la embajada gringa. Los cables de la diplomacia yanqui así lo confirman. Ya no es sólo maría corina machado zuloaga, evidente agente, salieron otros y debemos pensar que la mesa está cundida de este tipo de apátridas. La putrefacción llega a los linderos nuestros: ayer no más, los acusados de hoy ocuparon altos puestos en el campo revolucionario.


El hecho alerta en dos direcciones. Una, debemos estar conscientes del trabajo de los servicios de inteligencia extranjeros, no sólo gringos, sino también de otros países, sobre todo España que, por los lazos culturales, tiene más oportunidades de camuflaje. Es de suponer que tienen una política de reclutamiento que les da resultados, recordemos el fino trabajo de inteligencia para asesinar al Che.

La otra alerta, es que no podemos caer en cacería de brujas, no podemos iniciar una suerte de desconfianza de todos y de todo. Esa actitud trabajaría en favor del enemigo, y sería aupada por esos servicios de inteligencia.

La pregunta que surge es ¿cómo combatir la infiltración enemiga?

La respuesta tiene dos aristas: una, el trabajo de los cuerpos de inteligencia, debemos tener confianza en que están haciendo bien su labor, y tienen la capacidad de mejorar.

La otra arista, mucho más importante, es la definición ideológica, indispensable, aunque algunos la califiquen de sectarismo.

La ideología es extraordinaria barrera contra los infiltrados, porque es una contención contra el oportunismo, frente a ella se evidencian. No es infalible, pero es un indicio, enciende las alarmas. Pensemos que antes de cruzar las puertas de la embajada, el lacayo cruzó los umbrales de la ideología pragmática capitalista, eso le permite asesinar la Patria.

Si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta que los visitantes furtivos a la embajada tienen en común una ideología: son oportunistas, y siempre dan señales de eso, recordemos los gritos a favor de carlos andrés que dio ismael en aquel acto chavista.

Otros que visitan a la embajada son defensores de la propiedad capitalista, o renegados a la disposición de la inteligencia extranjera, como teodoro, que ahora se hace pasar como el izquierdista de la mud, lo usan para darle un toque rosa a las candidaturas, ya sabemos por qué llamó “gorila impresentable” a la senadora gringa, pero no se atreve con el sistema que la empolló.

La definición ideológica es la más importante defensa contra infiltrados: le da profundidad al trabajo de los servicios de inteligencia. La definición ideológica tiene la virtud de ser una barrera para estos infiltrados, ellos actúan en los territorios de la ambigüedad, y se estrellan contra las definiciones. Una revolución clara en sus principios disminuye su capacidad de maniobra, los amarra.

Esta aparición de los traidores en la embajada gringa debe servir para concientizar que estamos en medio de una guerra contra el imperio, que no es cuento o maniobra electoral, se trata de la defensa de la Patria: la defendemos o se la dejamos a estos antipátridas comprobados.

¡Sólo con Chávez y el Socialismo hay Patria!

7.9.11

IDEOLOGÍA DE VANGUARDIA (Miércoles 07-09-2011)

Recordemos que las formas de propiedad, la conciencia, las ideas, no son independientes, forman un conjunto donde se influyen mutuamente. Sabemos que, en disensión con los postulados de los clásicos, las revoluciones han sucedido en países de poco desarrollo de las fuerzas productivas, de poco proletariado. De aquí surge una reflexión: ¿cómo fue posible que países con poco desarrollo hicieran Revolución, cuál es la enseñanza, cómo aplicarla? Veamos.


Al darse la posibilidad revolucionaria en un país con poco desarrollo de las fuerzas productivas, con poco proletariado, inmediatamente se evidencia una contradicción entre las ideologías que surgen de esa situación y los avances ideológicos de la Revolución mundial.

Si la Revolución es capturada por las ideologías propias de ese nivel precario de desarrollo de las fuerzas productivas, entonces se diluirá en formas políticas conservadoras, atrasadas, a lo sumo burguesas, no podrá dar el salto histórico. Tal fue el caso después de la caída de pérez jiménez: en esa oportunidad la ideología aldeana que nos guió, no pudo romper la lógica de la dominación.

Ahora bien, si la Revolución es dirigida por la ideología de vanguardia, por lo más avanzado en ese momento, entonces podrá romper la lógica de la dominación. Tal fue el caso de la Revolución de la Independencia: los libertadores asimilaron la teoría de la Revolución Francesa, de la Revolución Burguesa, a pesar de que aquí no había burguesía desarrollada. Así pudieron derrotar las ideologías que giraban alrededor de la dominación monárquica, como la que propuso la Junta Protectora de los Derechos de Fernando VII.

La Revolución Cubana es un ejemplo extraordinario: allá supieron hacer una revolución desde el campo, pero dirigida por la ideología más avanzada de la época. Así consiguieron elevarse sobre sus circunstancias.

La enseñanza es clara para nosotros: es necesario elevarse sobre las ideologías que emanan de nuestras carencias de desarrollo material, superar las ideologías que se alimentan en nuestra condición de país rentista, y apoyarnos en lo más avanzado del pensamiento revolucionario universal, en el pensamiento de la Revolución Cubana, del Che, de Fidel.

Es indispensable la Propiedad Social de los medios de producción, administrados por el Estado, única manera de que sea social. Y es impostergable elevar la Conciencia del Deber Social, llevar las formas económicas y la Conciencia del Deber Social hasta el exceso. Sólo así con exceso se fundan mundos.

Si caemos presa de las ideologías propias de nuestra condición de país rentista, si nos rendimos a la lógica instalada por siglos de política clientelar, y si buscamos la respuesta revolucionaria en salidas "egoístas colectivas", nosociales, estaremos, en el mejor de los casos, distribuyendo la renta de manera más equitativa, pero no fundando nueva sociedad. Y así, al menor viento adverso, todo se nos derrumbará. Las formas egoístas (nosociales) colectivas se pondrán, necesariamente, en contra del Gobierno Revolucionario, y al final nos daremos cuenta que caminamos en círculo, y dejamos escurrir la oportunidad de concretar el milagro.

¡Con Chávez resteaos!

6.9.11

IDEAS Y PROPIEDAD (Martes 06-09-2011)

El capitalismo todo lo desintegra, lo fragmenta, de esta manera impide que lo derrote su gran enemigo: el Socialismo integrador. Se podría resumir la lucha actual como la batalla por la integración social contra la desintegración.


Los clásicos postulaban como tesis central: "Los hombres, al establecer las relaciones sociales con arreglo al desarrollo de su producción material, crean también los principios, las ideas y las categorías conforme a sus relaciones sociales."

Se establece así un vínculo entre las formas económicas y la producción de las ideas, de la conciencia. De allí que las formas de propiedad de los medios de producción que adopte la Revolución, tendrán relación con la conciencia y con las ideas que en ellas se soporten.

A su vez, las formas de propiedad que adopte la Revolución son determinadas por la ideología. Se desprende que es necesario establecer las influencias ideológicas en el proceso bolivariano, de las formas económicas y la conciencia que de ellas emanen.

Somos un país capitalista rentista con una inmensa franja excluida, un proletariado pequeño, una clase media importante, una burguesía parasitaría de la renta, heredera de la oligarquía antibolivariana enriquecida con el sudor y la sangre de la esclavitud. Tenemos una fuerte influencia cultural de la metrópolis gringa.

Pero además, somos una sociedad con historia de rebeldía: se puede establecer un hilo de continuidad entre las batallas de liberación contra el imperio español, la lucha contra las oligarquías y la Revolución actual.

Esta sociedad no ha estado aislada del movimiento revolucionario mundial. El sentimiento revolucionario internacionalista siempre nos acompaña. Carlos Aponte participó junto a Guiteras en las batallas contra la tiranía en Cuba y en la Nicaragua de Sandino, Gustavo Machado fue oficial del ejército Sandinista que se enfrentó al imperio en Centroamérica, fue también junto a su hermano Eduardo fundador del Partido Comunista de Cuba.

Siempre se recordará el secuestro del Coronel del ejército gringo Smolen, para pedir la libertad de Nguyễn Văn Trỗi, finalmente fusilado por la invasión gringa en Vietnam.

La ebullición intelectual del mundo revolucionario siempre ha llegado hasta nosotros: libros, películas, charlas y militantes de las revoluciones mundiales han tocado estas tierras.

Este es el caldo de cultivo en el que crece la Revolución Bolivariana, es fácil deducir la feroz lucha ideológica que sucede en torno a las formas económicas. Variadas ideologías encuentran asidero y soporte en nuestra heterogénea realidad. Veamos.

Muchos hablan a favor de la propiedad capitalista, pero de forma avergonzada o engañadora. La mayoría de las propuestas son formas de propiedad "colectivas" que, al no ser sociales, siempre terminarán enfrentadas al Estado y al Gobierno Revolucionario.

Al lado de esto existen formas de propiedad social, y emerge una nueva forma de propiedad que va más allá de lo social, la Propiedad Patria integradora, ésta abarca en su concepto al sentimiento profundo de las luchas que vienen desde nuestros Libertadores. Así la Propiedad Patria pertenece a todos nosotros, pero también a la historia y al futuro de las generaciones.

¡Con Chávez Resteaos!

5.9.11

¿CONSTRUIR EL SOCIALISMO SIN DESPRECIAR AL CAPITALISMO? (Lunes 05-09-2011)

Una respuesta afirmativa a la interrogante del título, calmaría el desasosiego de muchos que no duermen tratando de pasar el camello por el ojo de la aguja. Los que así piensan seguirán con insomnio y le harán un gran daño al camino revolucionario, los que intenten esta mezcla pueden terminar en dos laberintos patéticos:

Uno, falsificar al Socialismo, despojarlo de su fuerza liberadora y constructora, convertirlo en un adjetivo que lleva por dentro al capitalismo salvaje, infaliblemente lo llevará a estallar en un mar de contradicciones sociales que la farsa no podrá resolver.

El otro, construir a duras penas un híbrido, una mezcla de dos sistemas antagónicos, inexorablemente terminará por ser devorado por el sistema más antiguo, el más arraigado en el inconciente colectivo, el capitalismo.

¿Por qué no es posible construir el Socialismo en convivencia con el capitalismo?

Un sistema social es en esencia una conciencia sustentada en una relación económica. De aquí se desprende que la lucha política, la lucha revolucionaria, es una lucha por la conciencia de las mayorías, el territorio de la confrontación es la conciencia, lo demás está subordinado a este objetivo.

Ahora bien, la conciencia y las relaciones de propiedad están entrelazadas, se existen mutuamente, lo que significa, por ejemplo, que no podía existir conciencia esclavista sin relación de propiedad esclavista.


Así mismo pasa con el capitalismo, genera una conciencia del egoísmo, del consumismo que lo sustenta, una conciencia instalada, arraigada con una fuerza única en la historia de la humanidad.

Por lo tanto, pensar en la convivencia del Socialismo con el capitalismo, en un híbrido como un sistema social viable, es un disparate, una trampa reformista y el suicidio de la Revolución.


No se puede pretender superar un sistema sin atacarlo, sin descalificarlo, por dañino, material y moralmente, sin evidenciarlo como inaceptable. Esto nos lo enseña El Libertador en la presentación de la Constitución de Bolivia, cuando al calificar la esclavitud, dice:

“La infracción de todas las leyes es la esclavitud. La ley que la conservara sería la más sacrílega. ¿Qué derecho se alegaría para su conservación? Mírese este delito por todos los aspectos, y no me persuado que haya un solo boliviano tan depravado que pretenda legitimar la más insigne violación de la dignidad humana. ¡Un hombre poseído por otro! ¡Un hombre propiedad! ¡Una imagen de Dios puesta al yugo como el bruto!”.


Podríamos, sin pecar, sustituir en las palabras de Bolívar, esclavitud por capitalismo, porque qué es el capitalismo si no la más insigne violación de la dignidad humana, donde unos hombres, los capitalistas, son propietarios del tiempo, de la vida de otros hombres, los trabajadores. ¡El capitalismo es una esclavitud más refinada!

Fácilmente se comprende que no se puede construir el Socialismo sin atacar, sin despreciar al capitalismo, pretender ese absurdo es truncar a la Revolución, porque una Revolución frente al monstruo capitalista si se detiene inexorablemente fracasa.

¡Con Chávez profundizaremos!

¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!

4.9.11

¿QUÉ MOVILIZA? (Domingo 04-09-2011)

Uno de los principales peligros para una Revolución es el aburrimiento. Como una nube pastosa, brota de la costumbre, de lo previsible. En esos momentos de adormecimiento se abre la puerta a un zarpazo.


Cuando la política se hace rutina, los partidos de oposición cuestionan todo movimiento del gobierno, desde el censo, hasta el ahorro de energía, los dirigentes obreros economicistas desempolvan reivindicaciones de temporada, los periódicos escriben las mismas mentiras que nadie cree, los columnistas escuálidos inventan situaciones, las movilizaciones son misérrimas, las peleas en el congreso son iguales a las de antaño, los dirigentes se acusan mutuamente de robo. Cuando ya todo esto se hace costumbre y la política no emociona, es hora de encender las alarmas, el país está entrando en el sopor que preludia torbellinos. Es urgente buscar la emoción que moviliza, romper el marasmo, blindar el alma.


Las masas que fundan mundos, las que hacen Revolución, se fraguan tras objetivos políticos altruistas, son movilizadas por la emoción. En contraste, lo material sólo puede coagular a una suma de egoísmos que no construye, fragmenta y favorece a los dominantes de siempre, a las oligarquías. Es imposible movilización revolucionaria tras beneficios materiales.

Es necesario hurgar en la historia para encontrar los móviles de los móviles, cuáles son los detonantes de las grandes movilizaciones revolucionarias. Veamos.

Si analizamos nuestra historia reciente encontraremos que las movilizaciones revolucionarias se motorizaron por estímulos morales, recordemos las hazañas de abril, allí no se habló de nada material, el sentimiento se hizo lágrima y el coraje derrotó a los gringo-lacayos. En diciembre fue lo mismo, aún los meritócratas, ignorantes de la fuerza de las ideas del amor, están estupefactos ante esa derrota que creían imposible.

Está claro, el Comandante Chávez resume un torrente de sentimientos de amor que moviliza a la masa. él es, se ha construido fuerza que une al pueblo con la sangre noble de los mejores sentimientos, los mismos que acompañaron a Bolívar hasta los confines del Continente.

Esa fuerza debe ser preservada, apuntalada con cambios materiales que la potencien, y desechar las acciones que la debiliten. A esa fuerza la vigoriza las relaciones fraternas en la economía, en lo social y en lo político, y la debilitan las relaciones egoístas.

Le hace daño a la movilización de esa fuerza los coqueteos con los capitalistas y con las formas de propiedad nosocial. Cada vez que vemos con simpatía la alianza con capitalistas, la masa se confunde y, lo que es peor, se potencia en ella el sentimiento egoísta, el “sálvese quién pueda”, el "si yo estoy bien todo está bien."

No hemos sabido movilizar al pueblo ni emocionarlo con las tareas de la Revolución. Por ejemplo, hacer del Trabajo Voluntario un ejercicio para la relación fraterna, preludio de la relación socialista, que se desborde de entusiasmo en las grandes Misiones que hoy tenemos planteadas, que el ahorro eléctrico sea un logro y tarea de todos, ejercicio de sentimiento patriótico en movimiento.

¡Con Chávez, unidos y en la calle somos invencibles!