Sabemos que dentro de la oposición operan varias tendencias, sólo unidas por la obsesión de salir de Chávez. Estas corrientes trabajan separadas hasta que alguna de ellas descuella sobre las otras, en ese momento se unen y enfilan contra el gran objetivo, después regresan a sus peleas mezquinas.
Pues bien, en este cuadro político aparece el general baduel, más allá del impacto inicial de la deserción, de los epítetos y drenajes que ocasionó, debemos ir al análisis profundo. Preguntémonos.
¿En qué tendencia se ubica baduel, qué busca, cuál es su proyecto?
La respuesta la encontramos en un artículo aparecido en Rebelión titulado: La ruptura Chávez-Baduel: impedir el colapso del proyecto popular, calzado por Heinz Dieterich, reconocido agente, mentor intelectual de baduel.
Es el artículo de marras muy hábil, milita en el bando de baduel, expone su plan, pero al mismo tiempo simula seguir con Chávez y la Revolución. Veamos.
Lo primero que dice es que la posición de baduel: “ha sacudido un orden nacional que parecía estable. Al mismo tiempo, ha abierto una fase de incertidumbre que podría tener graves consecuencias para el proyecto popular venezolano y la integración bolivariana de América Latina”.
Crea la imagen de que la Revolución está en peligro por el misil que baduel le lanzó, así le otorga una gran influencia en la situación política.
Después nos dice que: “Contrariamente a lo que dice la propaganda oficial y el sectarismo, [baduel] no es un hombre de la extrema derecha que, por definición, es extra-constitucional, sino un hombre de leyes. Su pronunciamiento a favor de la Constitución de 1999, contra la aglomeración excesiva del poder ejecutivo, es el discurso para ocupar el centro político del país”.
Ya vamos aclarando, baduel y sus mentores buscan ocupar el centro político del país. Pero veamos lo que piensan hacer desde ese centro político:
“La intervención del General equivale a una batalla decisiva, porque si el Presidente no gana el referendo o si no lo gana al menos con el 60 por ciento de los votos, estaría obligado a convocar nuevas elecciones. Es decir, la convocatoria al “no” es mucho más que una simple cuestión electoral o un debate sobre prerrogativas constitucionales del Estado.”
Dieterich, después de amenazar con que la derecha puede sacar partido de una victoria débil del gobierno en las elecciones, remata con la proposición a que todo su razonamiento conduce:
“Para evitar ese futuro incierto e impedir que la derecha y el imperialismo puedan hacerse con el poder en Venezuela, será necesario que Chávez y Baduel lleguen a un acuerdo negociado que se base en una alianza estratégica entre el Centro político del país y el Bolivarianismo.”
Más claro no puede estar: la tendencia de baduel-dieterich, insurge contra Chávez con una propuesta de capitulación.
¡Aquí no hay capitulación, ni Chávez ni el Socialismo se negocian!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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