28.2.09

EL MILAGRO HUMANO

La especie humana es milagrosa: capaz de crear dioses, de ser Dios, de hacer milagros, ella es un milagro. Es la única especie capaz de hacer Revolución.
La Revolución es el fenómeno cumbre de la vida, el escalón más elevado en la evolución, es la capacidad de liberarse de las leyes naturales, y a partir de esta liberación crear cultura y perfeccionarse a sí misma, es una selección natural fuera del ámbito de la Biología.
Es un camino peligroso éste de liberarse de las leyes de la naturaleza. Conquistamos el libre albedrío, y podemos, tenemos la capacidad, de elevar la vida a niveles de armonía nunca conocidos, o de tomar el camino del suicidio, de la extinción.
La Revolución, es un milagro único: Dios se perfecciona a sí mismo, la humanidad se perfecciona a sí misma. Es un proceso que asombra.
¿Cómo de una sociedad vieja, caduca, brota lo nuevo, se rejuvenece? El fenómeno vale un poco de estudio y atención, entendiéndolo seremos humildes y seremos grandes.
¿Dónde está la clave que hace posible el milagro?
La clave está en la capacidad de imaginar, de soñar: El hombre es la única especie capaz de imaginar y concretar lo soñado. Podemos decir que el hombre comenzó la hermosa aventura humana cuando imaginó y construyó lo imaginado.
La imaginación es un arma de alta potencialidad, es capaz de crearlo todo, desde la simple rueda que mueve al mundo, hasta la contaminación que lo destruye, de crear conventos y batallones nazis.
Grandes han sido los avances de la imaginación en el mundo material: hemos creado pirámides y alfileres, construido puentes y desviado ríos, volado, navegado, superado la atmósfera. Descubrimos la penicilina y los transplantes de corazón, manipulamos los genes y operamos riñones.
Grande han sido también los avances culturales, atrapamos la música, pintamos y esculpimos, hicimos poesía y escribimos historias, creamos religiones. Danzamos, y en el teatro lloramos y reímos con ficciones que duran una hora.
Todo es asombroso, pero lo más excepcional es el invento de la explotación: unos pocos se adueñaron de muchos, y esos explotados justifican su condición. Este es un hecho único en la historia de la vida, marca el inicio de un camino de evolución que lleva milenios y que llega a nuestros días. Este camino, esta evolución, lleva en su seno la extinción, pero también la elevación de la humanidad a niveles excelsos.
Hoy vivimos los últimos días de esta época que algunos llaman prehistoria, vivimos tiempos de definición: la humanidad puede extinguirse, y con ella toda la vida planetaria, o puede elevarse a niveles excelsos. Del humano depende el rumbo.
Nosotros en Venezuela tenemos la oportunidad de imaginar y concretar un mundo que trunque la evolución suicida, que supere la explotación, inaugure un nuevo camino de redención. Así funciona la evolución humana: un grupo imagina, convence a las mayorías de la posibilidad de lo imaginado, emociona a la sociedad, y juntos emprenden la construcción de ese nuevo mundo.
¡Imaginemos!
¡Chávez es Socialismo!

27.2.09

EL REFUGIO ANARCOIDE

En el trópico no se expresan las ideologías con nitidez, al contrario, se mezclan sin pudor. Aquí se ejerce el sincretismo ideológico, por tanto, es necesaria una labor de detective ducho en desechar lo evidente engañoso, para llegar a la verdadera ideología, al motor de las conductas.
Un ejemplo de lo que decimos es la forma como se presenta en Venezuela el anarquismo, que en los últimos años ha servido de celosía a la pequeña burguesía siempre irresoluta. Repasemos.
El 23 de Enero, ya lo sabemos, aquella dirigencia pequeño burguesa, como corresponde a su carácter, no avanzó, al contrario, develó la posibilidad socialista. Después siguieron décadas de tormento por aquel pecado original. Y finalmente la Revolución Bolivariana posibilitó saldar cuentas con la traición del 23 de Enero, retomar el camino socialista.
Aquí cabe una pregunta: ¿Cómo ha sido la expresión de la ideología de la pequeña burguesía en esta etapa?
Previamente determinemos las corrientes de la pequeña burguesía que confluyen en el proceso bolivariano:
Una, la que se enfrentó al pacto de punto fijo, que una vez fue guerrillera y devino en anarcoide.
Otra, que por ser joven no participó en la lucha contra el pacto de punto fijo desde trincheras marxistas, se nutrió de Eurocomunismo, del derrumbe de la Unión Soviética, se formó en el anarquismo tropical llevada de la mano por los anteriores.
Otra, que viene de las filas del pacto de punto fijo, necesita mostrar arrestos revolucionarios, pero sin pasar a mayores, el anarquismo le calza cómodo.
Otra, las corrientes que se forman en el lumpen marginal, con nostalgia de la lucha armada, la imitan, se arrogan grados militares, y realizan acciones disparatadas que mimetizan combates heroicos. De esa forma dan salida a la violencia marginal y acomodan su espíritu de banda al ambiente revolucionario. Su conducta los inscribe en el anarquismo.
Estas corrientes forman el cuerpo anarquista de la Revolución, se potencian entre sí, todas tienen en común los rasgos principales de la ideología anarquista que tanto daño ha hecho a las revoluciones. Expliquemos.
Lo primero es que son ideologías enemigas del Estado, de todo Estado, inclusive del Estado Revolucionario, y enemigas de la integración social, en resumen, enemigas del Socialismo.
Sólo proponen cambios superficiales y retóricos, así calman sus angustias revolucionarias.
Unos lo demuestran construyendo ejércitos de papelillo y zonas liberadas de fantasía. Son evidentes.
Pero otros, más peligrosos, desvían las acciones del gobierno hacia el debilitamiento del Estado, contraponen al pueblo con su Estado Revolucionario.
De esa manera el pueblo desposeído no se organiza en Estado Revolucionario, no se integra, sino que se enfrenta a él, lo niega.
Al no tener noción de Estado, fragmentan la sociedad en parcelas, que pueden ser consejos comunales aislados, comunas incomunicadas, fábricas cogestionadas. No hay planificación social en ningún ámbito, entonces no puede haber Socialismo.
La ideología anarcoide es inmenso obstáculo para el Socialismo: no permite la Conciencia del Deber Social, ni la Propiedad Social, debilita a la Revolución.
¡El Socialismo integra la sociedad!
¡Chávez es Socialismo!

26.2.09

LA EVOLUCIÓN DE LAS IDEOLOGÍAS

Las formas de expresarse la ideología evolucionan, acompañan a los cambios de la realidad.
Un buen caso para estudiar estas mudanzas en la expresión de las ideologías, es el de la pequeña burguesía venezolana. Veamos.
Allá por los años cincuenta, la pequeña burguesía era una clase en formación, y sus aspiraciones de cambio pendulaban entre la Revolución de Liberación y la reforma socialdemócrata, entre los dogmatismos venidos de la internacional y los aires reformistas del APRA de Haya de la Torre.
Eran los días en que las dictaduras que padecía el continente se agotaban y los países entraban en turbulencias. Aquí en Venezuela el desenlace vino en 1958, ese año cae la dictadura de Pérez Jiménez y la pugna se decide a favor de la socialdemocracia, desembocando la turbulencia en cincuenta años de pacto de punto fijo.
La pequeña burguesía, con su ideología sumisa a la internacional, pero más importante, por su incapacidad y temor profundo a cambiar las estructuras, de hacer Revolución, no pudo, no supo, no quiso dar el giro revolucionario a la turbulencia.
Un año después en situaciones similares, Cuba, en un proceso dirigido por la ideología del proletariado, la de la Revolución verdadera, consigue enrumbarse, en contra de todo pronóstico, hacia el Socialismo.
Entonces los barbudos encienden la imaginación de la pequeña burguesía venezolana y esta se hace guerrillera, se viste de verde olivo.
Es tentador pensar que hubiese pasado si la Revolución Cubana se da antes que la caída de Pérez Jiménez. Quizá el ejemplo nos hubiese llevado por otra historia.
La lucha guerrillera no fue exitosa y la ideología pequeño burguesa que no admite adversidad, que no es consecuente, se inclinaron, unos, por reincorporarse a la legalidad, participar desde adentro, “combatir” al monstruo desde sus entrañas y por ese atajo disfrazaron su incorporación al sistema y arriaron con descaro las banderas del Socialismo.
Otros, persistieron en la búsqueda de una victoria que no era posible, que se evadía. Estos con más pudor derivaron hacia la expresión que les permitía volver a tomar el sol de la legalidad sin perder la vergüenza: Así se hicieron anarquistas tropicales.
En las cómodas aguas del Anarquismo Tropical flotaron y desde allí hicieron mucho daño a la posibilidad revolucionaria futura, impregnaron a las nuevas generaciones de su morbo paralizante. Veamos.
El anarquista tropical venezolano, como buen pequeño burgués, teme a la Revolución verdadera, la que va al fondo del asunto, a la sustitución de la propiedad nosocial de los medios de producción y la creación de Conciencia del Deber Social, es enemigo del Estado Revolucionario.
Pero también teme a parecer contrarrevolucionario, por eso se refugia en formas tremendistas inoperantes, que se prestan para la retórica revolucionaria.
No pueden hacer Revolución porque no entienden lo social, lo confunden, lo sustituyen con la suma de egoísmos, no ya individuales sino colectivos, impulsan formas nosociales de fragmentación, que niegan la noción de sociedad.
¡Socialismo es Sociedad!
¡Chávez es Socialismo!

25.2.09

REFORMISMO: PATÍBULO DE LA REVOLUCIÓN

Decía un clásico, que “si no existiera el reformismo ya la Revolución se habría hecho en todo el mundo”. Daba así una imagen del peligro de este virus ideológico que padecen todas las revoluciones del mundo.
El reformismo tiene diversas formas de presentarse, sin embargo, todas tienen como fundamento común evitar el avance de las revoluciones, sustituyendo el camino transformador revolucionario por cambios inocuos acompañados por una retórica revolucionaria fraudulenta. Veamos:
Su esencia es el egoísmo, el aislamiento capitalista, la salida individual, por eso son incapaces de organizar tejidos sociales, todo lo que proponen está teñido de fracción.
En la economía proponen formas que no lesionan la propiedad capitalista, son formas nosociales con un ligero barniz de cambio. Estas formas de propiedad son inoperantes y terminan siendo arrolladas por la dinámica de la evolución capitalista.
No atacan a la propiedad capitalista, al contrario, justifican su existencia y a la primera señal de adversidad corren despavoridos a escampar en el manto del capital.
En lo social proponen Consejos Comunales aislados, que sólo tienen su conciencia en lo local, y a esto lo llaman “empoderamiento”.
Estos Consejos fragmentan al pueblo, lo debilitan, educan para lo mezquino, sólo se importan de su entorno, así son pequeños instrumentos para diseminar la ética y la filosofía capitalista: “si yo estoy bien todos estamos bien”, “si es lucrativo, es lícito”.
Evitan construir un poderoso tejido organizativo nacional, que agrupe a los Consejos Comunales, que les de dimensión y conciencia nacional y universal a sus miembros.
Impiden el verdadero empoderamiento del pueblo: construir un Estado que sea su instrumento de gobernar, de planificar, que sus organizaciones locales se ensamblen con la organización de ese Estado.
En la formación del partido tienen la misma actitud, aquí sabotean a la organización, la disciplina, prestigian el asambleísmo.
En lo político, en tono con todo lo anterior, cuando ven la posibilidad del Socialismo se horripilan, inventan cualquier excusa para plantear pacto con los capitalistas, estos pactos en realidad son claudicación, llevan la Revolución a su patíbulo.
Hoy en Venezuela, cuando hay inmejorables condiciones revolucionarias, ganamos en las elecciones para avanzar hacia el Socialismo, inmediatamente, no esperaron ni un día, los voceros del pacto salieron a vociferar su necesidad urgente. Ahora dicen “o pacto o barbarie”, todos los medios de deformación están al servicio de esta propuesta.
La Revolución Bolivariana atraviesa momentos estelares y cruciales. Si caemos en la trampa reformista, si nos apoyamos en los capitalistas, si construimos pactos políticos con sus representantes, la Revolución está firmando su condena.
Por el contrario, si nos afirmamos en el pueblo desposeído, si construimos organización social y política que verdaderamente empodere, si construimos economía de Propiedad Social, estaremos construyendo Conciencia del Deber Social, conciencia revolucionaria, y seremos invencibles.
Ya el Comandante ha dicho que esta Revolución ante la crisis mundial se colocará al lado del pueblo humilde, eso es garantía de Revolución, debemos apoyarlo.
¡Con Chávez hacia el Socialismo!

22.2.09

SOCIALISMO ARMÓNICO

El Socialismo es en esencia la restauración de la armonía social perdida, el rescate de la integración social extraviada en las miasmas del capitalismo individualista y egoísta.
El capitalismo es en esencia fragmentación social, desintegración social, individualismo egoísta.
Los dos sistemas son antagónicos, contrarios, enemigos, no pueden convivir, si lo hacen es en período de transición, y allí más que una convivencia siempre es un combate, aunque a veces tenga sordina.
En cualquier actividad se muestra el carácter de los campos en pugna: en las elecciones, en la organización popular, en la economía, deporte, cultura. Veamos.
Las elecciones del capitalismo son disociadoras, no organizan, prestigian al individualismo y el divorcio entre Estado y sociedad. A la elección del capitalismo la conocemos bien, es un acto fugaz que se resume a pulsar un botón, el elector no queda con ningún nexo con el elegido ni con los demás electores.
La campaña de las elecciones del capitalismo, necesita altas sumas de dinero, son una suerte de marketing que requiere el auxilio de agencias publicitarias y especialistas en imagen, todo para promocionar a un candidato que se transformó en producto, en mercancía.
Al contrario, las elecciones del Socialismo son integradoras, organizan, prestigian a la sociedad, integran al individuo con su entorno y con el Estado. La elección del Socialismo se hace en grupos pequeños de electores que eligen delegados a instancias superiores, se va así desde los capilares sociales, desde la comunidad, hasta la instancia nacional, hasta la Asamblea Nacional. De esta manera se forma un tejido social que contribuye a la integración de toda la sociedad.
Las campañas de las elecciones socialistas son cortas, no exigen gastos, son un ejercicio de comunicación comunitaria. Dejan organización: cuando el elector sale del recinto queda con nexos con el elegido y el resto de los electores.
En la organización social el contraste es igual.
El capitalismo lo más lejos que llega es a unidades organizativas aisladas tipo sociedad de vecinos, juntas de condominios o Consejos Comunales, todas formas aisladas de organización que contribuyen a fomentar el egoísmo. En esas unidades aisladas sólo se importan por el entorno inmediato, carecen de visión de sociedad, desactivan la fuerza popular.
El Socialismo propone unidades organizativas integradas en instancias regionales y nacionales, que forman un tejido y le dan sentido de sociedad a la organización local. Así las organizaciones locales se constituyen en formidable fuerza revolucionaria. Esta forma de organización estimula y es soporte de la Conciencia del Deber Social.
Este contraste entre los dos sistemas se manifiesta en todas las actividades sociales, desde la economía hasta la religión, pasando por el deporte y la música.
No es algo pequeño, de la correcta comprensión de esta diferencia depende el éxito de la Revolución, porque de esta comprensión depende la conducta de la masa, del pueblo desposeído.
No es casual que en las pasadas elecciones las formas organizativas que dieron respuesta positiva a la Revolución fueran las organizadas como tejido social nacional.
¡Chávez es Socialismo!