24.10.09

CREER

En el fondo de todo yacen las ideas. Ellas dan existencia a los procesos, dirigen el choque de metales y el encuentro de las carnes ansiosas.
Es allí en esas simas insondables que ocurre lo definitivo.
Nadie sabe que sucede en el mundo de las ideas, allá en lo hondo nadie atisba, sólo sentimos su efecto cuando ya es tarde. Y ellas concurren a nosotros sólo para justificar los vientos y los caracoles.
No siempre fue así. Hubo un tiempo, al principio, mucho antes de surgir las ciudades, cuando los ríos corrían sobre metales preciosos y las aves se posaban en los versos abundantes en labios de poetas tranquilos. Hubo un tiempo, cuando el sol brillaba con luz tibia y la luna era destellos de sinfonía suave.
En ese tiempo las ideas moraban en la superficie y parecían de cristal, no chocaban, se alimentaban de una misma armonía y crecían como el rocío, al cuidado del nácar marino.
Todos vivían bajo un mismo cielo, respiraban perfumes deliciosos y se alimentaban del néctar que manaba profundo.
En esos días todos eran uno que se prolongaba al infinito, sin principio ni fin. El uno era el todo.
Y las ideas no tenían miedo: eran inocentes y se dejaban ver flotando en el aire como pompas de jabón.
Dicen que un día alguien deseó tener. Y la idea fundida al deseo ya no fue transparente, ahora reptó, se escondió tras las piedras oscuras, perdió la tibieza de la luz.
Desde ese día, que fue noche, todo cambió. El sol perdió su brillo inocente, la luna silenció su música y…
El mundo de las ideas se enturbió: lo cubrió la bruma del tener, y comenzó el peregrinaje a las cavernas profundas de la mente.
Allí moran hasta el día de hoy.
Y el que fue feliz, quedó huérfano, solitario, vacío sin saberlo, viviendo la angustia de buscar algo, sintiendo que perdió un mundo que confunde con un sueño.
Ahora no puede sentir a sus semejantes convertidos también en islas, sólo percibe las cosas que lo cubren, los oropeles que lo envuelven, las convenciones que se crean en la superficie.
Sólo percibe lejanas luces mortecinas que anuncian el pasado.
Hay algunos que hablan de ese mundo de armonía, pero pocos les creen. Piensan que un mundo donde todos fueron hermanos, es ficción de poetas afiebrados.
Otros luchan por volver a ese mundo que llaman Edén. Dicen que existe un camino, pero pocos les creen, piensan que el cielo es inalcanzable.
A los que hablan y a los que luchan por volver, los llaman Socialistas. Alguna vez los llamaron Cristianos, Espartacos, o Bolivarianos.
Hay quien dice que la puerta está aquí entre nosotros, dentro de nosotros. Nadie le cree.
Algunos predican que el mundo de las cosas, del deseo de tener, sucumbirá víctima de si mismo y que después del desierto emergerán de nuevo las ideas armoniosas. A estos evangelistas nadie les cree y los persiguen con las burlas de Galilea.
¡Chávez es ideas Socialistas!

23.10.09

ESE ES EL CAMINO

La reunión del Consejo de Ministros el miércoles 21 en la noche, donde se abordó el problema eléctrico, fue una cátedra de método socialista, de soluciones socialistas. Veamos.
Primera lección, la información: la reunión la conocimos por la costumbre del Comandante de informar al pueblo de las discusiones en el alto gobierno.
Se anunció que el problema tiene dos componentes principales. Uno, el desajuste climático producto de la depredación capitalista. Otro, el alto consumo desordenado, el derroche propio de la cultura capitalista.
En la exposición del Comandante quedó evidente que no es posible solucionar las dificultades dentro de la cultura capitalista. Podremos paliar la situación, correr la arruga, pero siempre la naturaleza herida nos alcanzará para pedirnos cuentas de nuestra inconsciencia.
Segunda lección, la autocrítica, el ejemplo: se reconoció el problema eléctrico, las deficiencias del gobierno y la necesidad de empezar las soluciones con medidas que tienen como objetivo la conducta del mismo gobierno. Así, el plan de ahorro comienza por la reducción de su consumo eléctrico.
Tercera lección, el convencimiento de la dimensión social del problema: ya superamos la etapa del paternalismo del Estado, ahora entendemos que los problemas son de la sociedad, y que sin la participación de ella no hay solución.
Esa cátedra de teoría y práctica Socialista del día miércoles 21 de octubre sugiere varias reflexiones.
Primera reflexión: se puede convocar a la sociedad a la participación en la solución del problema, al ahorro, a la contraloría, a la vigilancia, se puede planificar la respuesta a la emergencia, porque es social la propiedad de la electricidad.
Es la sociedad dando respuesta a las dificultades, con sus recursos, con su esfuerzo.
Segunda reflexión: es necesario una sociedad organizada: así como es indispensable una economía organizada, de Propiedad Social. Es indispensable también una sociedad organizada, un tejido social.
El Comandante convocó a la tarea de enfrentar las dificultades eléctricas a todas las organizaciones, desde las Mesas técnicas hasta el partido, y concluyó que sin esa participación no habría solución posible.
Se deduce que el Socialismo es organización social: nuestra fuerza estará en relación directa con la fuerza de nuestra organización.
En resumen, la reunión del 21 demuestra que vamos por buen camino. A un problema social le damos una respuesta social, esa es la vía: el Socialismo resolviendo los problemas con Socialismo. No caímos en la tentación nefasta de retroceder, de buscar las soluciones en el capitalismo.
La reacción de la canalla oligarca, burlándose de la reunión, es prueba magna del buen camino que transitamos.
El precedente en la solución eléctrica, el método allí usado, debe extenderse a otras áreas de la economía y de la sociedad. Debemos entender y tener fe en el Socialismo, que con él es la única manera de resolver los problemas, lo demás es ilusión que los profundiza.
Si usamos las armas melladas del capitalismo para superar los problemas, en realidad estamos cavando la sepultura de la esperanza socialista, y condenando la vida a la extinción.
¡Chávez es Socialismo!

22.10.09

BATALLAS QUE CRECEN

Los pueblos siempre están en batalla, unas disipan su energía hacia la nada, otras los hacen crecer, trascender, fundar.
Los dominantes siempre intentan que los pueblos libren batallas pequeñas, mezquinas, esas que no ponen en peligro su dominación. Temen la conciencia social que sustenta las grandes confrontaciones. Éstas cuestionan el sistema, y los oligarcas saben que pueblo conciente de la dominación y de la vía para liberarse, tiene las condiciones para hacer Revolución.
Para eso combinan distracciones y somníferos. Los romanos usaban el Pan y Circo, hoy los dominantes usan los medios de nocomunicación, que les permiten conducir la sociedad a mundos ficticios que manejan a su antojo. De esa manera decretan alegría o tristeza, miedo, odio, pugnacidad y, lo que es más importante, nos confinan a batalla frívolas. Ese es el circo de hoy.
El Pan es la pugna cotidiana de los obreros por “dorar” las cadenas que lo oprimen, por tomar un poco del tesoro mal habido que los oligarcas dejan caer del banquete, sin poner en peligro el sistema explotador, al contrario, navegando en sus aguas.
La Revolución Bolivariana debe romper el cerco de lo pequeño y adentrarse en las Batallas que Crecen. Ya es hora de tomar el cielo por asalto, cruzar Los Andes, las condiciones están dadas.
Tenemos la teoría necesaria, que surge de la tradición libertaria nuestra, de Bolívar, de Zamora, de Robinson, Fabricio, Guaicaipuro, unida al rico caudal universal de reflexión y experiencia revolucionaria.
Hoy sabemos que vamos para el Socialismo, y también qué es el Socialismo, cómo se construye. Sabemos detectar las falsificaciones y las tentaciones del Cáliz.
Tenemos un Comandante dispuesto a la lucha por las reivindicaciones grandes, a guiarnos a las Batallas que cambian el mundo, conciente que la confrontación de hoy es decisiva para el destino de la humanidad. Así lo manifiesta en las reuniones internacionales y en todos los rincones de la patria. Y un pueblo tallado en la espiritualidad socialista, solidario, fraterno, como lo demostró en Abril y Diciembre.
Existe una fuerte conexión amorosa que une al Comandante con el alma popular, esa conexión resiste los embates mediáticos de la oligarquía, las mentiras, manipulaciones, las traiciones.
Esta Revolución debe dar las Batallas que Crecen, las que cambian mundo. Ir a ellas, con el mismo espíritu del grito Libertador: “¡Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca!” El mismo altruismo y la valentía del “por ahora” del 4 de febrero. Con la audacia del Asalto al Cuartel Moncada.
Sería inexcusable que frente a las dificultades creadas por el capitalismo, esta Revolución dé pasos que le hagan perder coherencia en el discurso, que nos pongan a criar cuervos, a estimular capitalistas incapaces de producir un tornillo sin medrar de la renta petrolera.
Aquí el mayor sector productivo es la Revolución, que resuelve los problemas con Socialismo, entre todos, con la comprensión del pueblo. La producción capitalista es un fraude que mata la esperanza socialista. Sale muy cara.
¡Chávez es Socialismo!

21.10.09

TENDENCIA

Lo que determina el período de transición al Socialismo es la tendencia, esto es, los pasos, el avance hacia el objetivo socialista. Esa es la medida.
De aquí surge una pregunta ¿Cuál es el objetivo socialista? ¿Hacia dónde nos dirigimos?
De la respuesta dependerá la forma de evaluar el período, la dirección, la tendencia que tome.
Sólo con una idea clara del objetivo socialista, podremos dar a la transición la tendencia correcta. El Socialismo, désele la vuelta que se le dé, se fundamenta en la Conciencia del Deber Social, y en la propiedad que se entrelaza con esa conciencia, es decir, la Propiedad Social de los medios de producción administrada por el Estado. No existe Socialismo que no esté asentado en esos dos pilares.
Hacia su formación y consolidación deben ir dirigidos los pasos de la transición.
De aquí surgen varias preguntas, formularemos las que tienen más urgencia para la Revolución Bolivariana.
¿Qué pasos construyen Socialismo? ¿Hacia dónde nos lleva estimular al capitalismo, o como algunos le dicen eufemísticamente: “sector productivo”?
El capitalismo tiene dos características inevitables, que son importantes para encontrar la respuesta: una, tiene la necesidad vital de crecer, y dos, siempre, forzosamente, genera conciencia egoísta.
De allí que si en el período de transición estimulamos al capitalismo, lo fomentamos, es posible que mejoremos los índices económicos, el PIB, pero sin duda estaremos construyendo una tendencia contraria al Socialismo. El período de transición será, necesariamente, un tobogán formidable hacia la restauración capitalista.
Pensemos que el Che pronosticó que esa tendencia hacia el capitalismo traería el derrumbe de la Unión Soviética, y allá sólo usaban las armas melladas.
Ahora, de qué magnitud será el peligro que nos acecha a nosotros, cuando tenemos Empresarios “Socialistas” influyendo directamente en la construcción de la transición, en las medidas económicas que tomamos, proponiendo el manejo de las divisas, el control de cambio, pidiendo flexibilizar la legislación que protege a los obreros, y un largo etc.
Los oligarcas actúan en el período de transición, se aprovechan de la debilidad de la Revolución en ese período, cuando la Revolución pacífica está lastrada por la legalidad y la costumbre capitalista.
Estimulan los valores egoístas, sus tanques pensantes, los medios de nocomunicacion, están al servicio de la ética capitalista. De esa manera, aprovechando las debilidades de la Revolución, crean las bases espirituales para dirigir el período de transición hacia la restauración.
Y avanzan en lo económico aprovechando la licencia que la Revolución les otorga: crecen hacia todos lados, ya tienen una asociación de empresarios del Alba (los obreros aún no se reúnen con sus hermanos del Alba), y en lo interno ya comienzan a ejercer control sobre los consejos comunales.
Crean así, aceleradamente, las bases materiales para ir a la consolidación del capitalismo.
Es bueno reafirmar que el Socialismo se construye con Socialismo, es urgente tomar medidas, acciones socialistas, que sean freno a la tendencia capitalista. El pueblo está preparado espiritualmente para esas medidas, las espera.
¡Chávez es Socialismo!

20.10.09

TRANSICIÓN

El período de transición al Socialismo es motivo de gran discusión en el campo revolucionario. Muchas son las teorías que allí pugnan, que lo interpretan, lo analizan. De ese campo de batalla surgirán las ideas que guiarán el camino de los procesos de cambio.
El período de transición al Socialismo surge de la realidad, de la toma del poder por movimientos revolucionarios en países de poco desarrollo de las fuerzas productivas, poco desarrollo económico. La teoría no había previsto esta circunstancia, fue elaborada pensando una situación en la que las fuerzas productivas chocaban con las relaciones de producción que las constreñían.
En esa situación, surgió la pregunta ¿Qué hacer?
Algunos movimientos revolucionarios que tomaron el poder, esclavizados a una interpretación dogmática de los clásicos, entregaron el poder a la burguesía esperando que ellas crearan las “condiciones” para la Revolución, así desperdiciaron las raras oportunidades revolucionarias.
Ese fue el caso del 23 de Enero de 1958 en Venezuela: después de derrocada la dictadura, los revolucionarios entregaron el poder a la burguesía y a sus representantes, sumiendo al país en casi medio siglo de oscuridad.
En la Rusia de 1917, Lenin guió la toma del poder y desde allí la construcción del Socialismo. Formuló la teoría del eslabón más débil, y así dio respuesta a la pregunta: qué hacer cuando los revolucionarios toman el poder en países de poco desarrollo.
Fidel y los guerrilleros toman el poder en Cuba en 1959 y reafirmaron que “el deber de los Revolucionarios es hacer la Revolución”, y emprenden el camino difícil pero hermoso de tomar el cielo por asalto, de devolver al humano su condición de humano.
Aquí en la Revolución Bolivariana, la discusión sobre el tema es intensa, pero no es explícita, se discute con sordina, pero se actúa con presteza.
Es así, los partidarios de la etapa de transición, dirigida, hegemonizada por el capitalismo, difunden poco su teoría, se limitan a exponer la necesidad de una convivencia entre un capitalismo que estimulan, que crean, y un Socialismo que no dejan prosperar, al contrario, lo combaten bajo cuerda.
Sus ideas restauradoras las enmascaran en una suerte de Socialismo Productivo que lleva explícito, que sugiere, que debe ser dirigido por el capitalismo. Las medidas que proponen llevan ese signo.
Por otra parte, los partidarios de una etapa de transición que debe ser construcción de realidad y espiritualidad socialista, entienden que el Socialismo no surge espontáneamente, se debe y se puede construir en el alma y en lo concreto, en la realidad, y que esa debe ser la prioridad del Gobierno Bolivariano, hacia allá deben ir dirigidas las acciones, las medidas, el mensaje.
La Revolución Bolivariana ha avanzado en la espiritualidad, la conexión amorosa entre el Comandante y el pueblo es un pilar fortísimo de la Revolución. Las jornadas de Abril y Diciembre lo demostraron. Ahora es necesario dotar al Socialismo de base material, esa es la tarea. Al contrario, dotar al capitalismo de base material es un crimen de lesa Revolución.
¡Chávez es Socialismo!

19.10.09

OIR AL CHE

Cualquier Revolución en nuestros días debe partir del pensamiento del Che, el Che se niega a ser confinado en la conmemoración del 8 de octubre, en las franelas de los jóvenes, en su figura de guerrero. El pensamiento del Che tiene mucho que hacer en la Revolución mundial.
Con la caída de la Unión Soviética y del campo socialista, el mundo esperaba que Cuba Socialista se derrumbara en horas, pero no ocurrió así, Cuba resistió y resiste.
Este fenómeno hizo que los ojos de los revolucionarios se voltearan hacia Cuba. ¿Por qué ese país pequeño, desamparado, a noventa millas del imperio, abandonado por los gobiernos de la América, por qué no había caído en las garras del imperio?
La respuesta estaba en el pensamiento de un revolucionario sólo conocido hasta ese momento por sus hazañas de guerrillero, la invasión a Las Villas, la toma de Santa Clara, la entrada a La Habana.
El mundo descubrió entonces, que el guerrillero heroico, el mártir de La Higuera, se había enfrentado, con la misma valentía que se enfrentó a las fuerzas del imperio, con las corrientes dogmáticas, revisionistas y conciliadoras de la Unión Soviética, que ya había tomado el camino de la restauración capitalista.
Él vaticinó esta restauración y además nos dijo las causas: usar las armas melladas del capitalismo para construir el Socialismo, poner los estímulos materiales por encima de los estímulos morales, confundir los pasos tácticos con los pasos estratégicos, despojar al Socialismo de su carga humanista y convertirlo en una mera receta para impulsar la producción.
El Che y la Revolución Cubana entendieron que la Conciencia del Deber Social, es el motor de la Revolución. Ya temprano, con el Asalto al Cuartel Moncada, se ponía en evidencia esta tesis, aquella hazaña tenía como fin impulsar, llamar a la conciencia de la población.
Entendieron que lo material es importante, en tanto es soporte de lo espiritual. Que es en lo espiritual que se decide la suerte de las sociedades.
El Che tiene mucho que decir a nuestra Revolución Bolivariana, que es acechada por reformistas y capitalistas, que atraviesa peligrosos mares de abundancia material.
Esta Revolución tiene que estudiar mucho, reflexionar mucho, para a partir de las enseñanzas de la Revolución mundial, crear la teoría de la Revolución en un país rentista, con súbitas riquezas que no son producto del trabajo social. Vivimos una especie de “período especial”, pero no producido por la escasez sino por la abundancia.
Las tentaciones hacia el facilismo, el derroche, la falta de planificación son muchas.
Hoy el Che tiene mucho que decirnos.
¡Chávez es Socialismo!

18.10.09

SERÉIS LO QUE HOY HAGÁIS

Mañana seremos lo que hoy hagamos, esta afirmación parece no necesitar mayores argumentaciones. Es verdad para los individuos, los gobiernos y para los pueblos.
La Revolución Bolivariana, que se encuentra en una encrucijada definitoria, debe considerar la anterior afirmación. Veamos.
Lo que hoy hagamos repercutirá en la conciencia de la sociedad desde dos vertientes. Una, definirá nuestra coherencia entre el discurso y la práctica. Y dos, construirá una existencia, establecerá unas relaciones entre nosotros que determinarán una conciencia.
Y seremos mañana la conciencia que hoy fragüemos. El pueblo reaccionará de acuerdo a esa conciencia. Estudiemos el asunto.
Si al discurso socialista no lo diferenciamos del discurso capitalista, si en la práctica estimulamos el capitalismo, entonces la sociedad percibirá una incoherencia entre discurso y realidad, y esa incoherencia rápidamente dará paso a pérdida de apoyo y credibilidad de la Revolución.
Además, al construir una existencia capitalista, esto es, basada en el egoísmo, en la competencia, en la guerra de todos contra todos, estaremos consolidando una sociedad que perderá el sentimiento altruista necesario para asimilar el mensaje socialista. En ese caso, será fácil presa del mensaje oligarca, se moverá por lo inmediato, lo mezquino, en resumen, perderá la grandeza que transforma.
Los desposeídos se convertirán en apoyo de sus verdugos, el hombre nuevo será execrado, crucificado.
Lo anterior no son lucubraciones, es una simple lectura de la historia. Veamos.
El campo socialista cometió la torpeza de usar las armas melladas del capitalismo para ir al Socialismo y construyó una sociedad con un alto contenido de capitalismo, de egoísmo, y la conducta que de allí surgió derrumbó el hermoso ensayo de construir lo nuevo.
Cuba, guiada por el Che y Fidel, supo intentar una nueva relación, experimentó el Sistema Presupuestario de Financiamiento: una organización económica heredera directa del espíritu del Cuartel Moncada y de la Sierra Maestra, que prestigia la Conciencia del Deber Social, la formación del hombre nuevo.
Y esa audacia teórica, ese inventar montado en los hombros de los grandes pensadores, les permitió seguir a pesar de la caída del campo socialista. Así Cuba pudo salvar al Socialismo Sanador para la humanidad, construirse faro.
La Revolución Bolivariana, en esta encrucijada, debe construir su economía, basarla en el altruismo del 4 de febrero y Abril, darle base material al amor que ese día se derramó sobre la sociedad, y que aún hoy es temblor que guía.
Debemos tomar las enseñanzas de Cuba, adaptarlas a nuestra realidad, impedir que la economía nuestra sea copada por el capitalismo, o por falsas formas socialistas que usan las armas melladas del capitalismo.
Es necesario construir una economía, una Zona Socialista donde las relaciones económicas y humanas sean fraternas. Y desde allí expandir la buena nueva socialista, la práctica socialista. Sólo así seremos capaces de derrotar las proposiciones de retorno al pasado, capaces de construir el Socialismo.
La Revolución está en peligro, el capitalismo se impone sobre el Socialismo que duda.
¡Chávez es Socialismo!