4.5.07

EN MEDIO DE LA BATALLA… PENSAR

La Revolución Bolivariana atraviesa una hermosa etapa de su desarrollo, vivimos una efervescencia en la que avanzan y se mezclan aspectos políticos, sociales y económicos. Veamos.

Motores, fundación de partido, partidos disueltos, otros diluidos, algunos resucitados y vueltos a enterrar, autoexcluidos, permisados, consejos comunales, impulso de proyectos económicos, renacionalizaciones petroleras, fábricas recuperadas, cogestión buena, cogestión mala, cumbres energéticas, el ALBA creciendo, inauguraciones a montón, y paremos de contar.

No hay dudas, la caravana revolucionaria se mueve, se agita, levanta polvo, son días turbulentos, no queda tiempo más que para la acción. Las revoluciones son torbellinos.

Esta característica agitada que es propia de los desarrollos revolucionarios impone la necesidad de la reflexión, del alto en el camino, del balance crítico que permite ajustar el rumbo, corregir entuertos, afirmar éxitos. Podemos decir que una Revolución depende en gran medida de la capacidad de reflexión en la tormenta que ella es.

El Che detenía el huracán revolucionario, y con humildad hacía reuniones bimestrales en el Ministerio de Industrias para analizar el camino, estudiar el rumbo, chequear resultados, producir teoría. Gran parte del vigor teórico del Che proviene de estas reuniones pensantes, muchas dudas surgieron allí, también muchas respuestas tienen allí su origen.

En la Revolución Bolivariana se imponen jornadas de análisis teóricos. Es necesaria la reflexión en medio de la campaña, no olvidemos que son las ideas las que determinan el rumbo. Son muchas las preguntas que merecen discusión:

¿Qué tipo de conciencia estamos estimulando? ¿Tiene relación con la economía que estamos desarrollando? ¿Qué valores estamos sembrando en la sociedad? ¿Hasta dónde la compensación material, hasta dónde la compensación moral? ¿Las formas capitalistas que hoy amparamos, son las herramientas melladas que mañana generarán conciencia capitalista y se enfrentarán al Socialismo? ¿Estamos utilizando nuestro tiempo de energía fósil para cambiar el modelo social de consumir y producir energía? ¿Estamos cambiando las necesidades artificiales creadas por el capitalismo? ¿Qué tipo de relación con el trabajo estamos imponiendo? ¿Somos anticapitalistas? ¿Cuál debe ser la forma hegemónica de propiedad de los medios de producción? ¿Actuamos en concordancia con el enfrentamiento antiimperialista? ¿Somos un Pueblo preparado para el enfrentamiento antiimperialista? ¿Le hemos dado al Pueblo razones sagradas para luchar hasta las últimas consecuencias? ¿En medio de amenazas reales de magnicidio, se puede dejar al Pueblo al espontaneismo anarcoide, o se debe construir ya un Estado Mayor Político que nos guíe, organice y prepare la reacción popular frente a las eventualidades posibles? ¿La construcción del partido es oportunidad para la formación ideológica, la movilización, la discusión de los asuntos de la Revolución? ¿Cuáles son los datos para medir el avance de la Revolución? ¿Cuáles son las relaciones entre nosotros y con la naturaleza que nos hacen una sociedad diferente?

Estas son algunas de las preguntas que pueden estimular la indispensable reflexión de los revolucionarios.

¡La actividad no debe impedir el pensarnos!

¡Chávez es Socialismo!

CON EL CAPITALISMO NO SE JUEGA

El capitalismo es el sistema de expoliación de humanos y naturaleza más voraz, virulento y dañino que haya existido y que existirá jamás. La perversión de la cual es capaz el humano llegó a su máxima expresión con el capitalismo, estamos en los límites de la agresión que el planeta puede soportar.

Después del capitalismo sólo hay dos posibilidades: o una sociedad socialista, o el silencio de la muerte.

Es así, la humanidad ha creado un monstruo terrible que la amenaza con la destrucción de la vida planetaria.

El capitalismo es como una bacteria, altamente infecciosa, peligrosísima. El trato con él tiene que ser de separación tajante.

Quienes han querido construir un nuevo mundo conviviendo con el capitalismo han sucumbido. Allí está la historia para recordarnos la caída de la Unión Soviética, que pretendió convivir con formas capitalistas. Allí está el triste ejemplo de la gloriosa China de Mao, convertida en refugio de las trasnacionales y rendida a los pies de un capitalismo que la ahoga en diferencias sociales y en contaminación ambiental.

Ya el Che nos advertía del peligro de usar las armas melladas capitalistas en la revolución, y nos decía que al imperialismo no hay que creerle ni tantico así. La permanencia del Socialismo cubano se debe fundamentalmente a la profundización de formas socialistas de conciencia y economía, y al combate decidido a las formas capitalistas.

La Revolución Bolivariana tiene una gran responsabilidad, la historia nos exige que construyamos el ejemplo, que demostremos que el camino de la humanidad hacia mundos felices, hacia mundos socialistas, es posible, que el “hombre no es una pasión inútil”, que hay esperanzas.

La Revolución Bolivariana no puede cometer los mismos errores de los intentos revolucionarios que nos antecedieron, no podemos caer en las tentaciones de los cantos de sirena, no podemos sucumbir en el facilismo de pretender avanzar sin fracturar las estructuras económicas y espirituales capitalistas.

Debemos desechar la idea desatinada de construir, con la renta petrolera, formas capitalistas bajo eufemismos como el de propiedad colectiva privada, y pretender que los intereses de estas formas no se enfrentarán a los intereses de la sociedad toda, que no impedirán la construcción del Socialismo.

Al contrario, las formas capitalistas que hoy creamos, mañana serán heraldos negros que nos anunciarán que hemos fracasado, que la humanidad sigue sin rumbo, que la enfermedad sigue su loca carrera al abismo.

No podemos fallar, no hay otra forma de crear Socialismo que construyendo, clara, determinantemente, Zonas Económicas Socialistas, de propiedad social de los medios de producción administrada por el Estado, creadoras y difusoras de conciencia socialista.

Al capitalismo no se le puede dar tregua: cada compañía capitalista que formemos será un germen maligno de conciencia capitalista, cada conciencia capitalista que reforcemos será un enemigo del Socialismo y un agente difusor del egoísmo capitalista, cada agente difusor del egoísmo capitalista será un enemigo político nuestro y un aliado natural de la oligarquía y del imperio.

¡El Socialismo se construye con Socialismo!

¡Chávez es Socialismo!

INFLUENCIA ANARQUISTA EN LA FORMACIÓN DE PARTIDO ÚNICO

La discusión del partido único se ha abordado desde dos ángulos:

Uno, los que no acuden al llamado del Comandante, es el nivel de la mezquindad invocadora de mil excusas, unas ridículas, otras un poco más serias, todas simples justificaciones de los que desde la soberbia piensan que estarán protegidos de las vicisitudes de una Revolución si permanecen tras unas siglas.

En el fondo no tienen confianza, ni en el Socialismo, ni en el Comandante, buscan nuevos respiraderos para seguir flotando en el mar del oportunismo.

El otro nivel, es el más necesario, el de la discusión seria. Discusión que debe comenzar desde ahora y ser el alma de la nueva organización. A ese nivel van destinadas estas reflexiones. Veamos un poco de historia.

Las respuestas que la pequeña burguesía dio a la derrota de las décadas del sesenta, setenta y ochenta, osciló entre el escepticismo, el olvido de sus viejas prédicas, y los más tenaces fueron a parar a una especie de anarquismo tropical que les permitió renunciar a su obligación de liderazgo.

La esencia del anarquismo tropical que nos emponzoña es negar a la masa su vanguardia, no consideran a la vanguardia parte del Pueblo, sólo consideran Pueblo a los que no han adquirido conciencia revolucionaria. De esta manera blindan al sistema, ya sabemos que Pueblo sin vanguardia sólo es capaz de jacquerie, pero nunca de Comunas, es capaz de motines tipo 27 de febrero, pero nunca de acciones políticas tipo 4 febrero.

Cuando surge la Revolución Bolivariana, la ideología de la pequeña burguesía anarcoide impregna al proceso y comienza a hacer su labor de desviación y distracción del rumbo.

¿Cómo se expresa el anarquismo en la presente etapa?

El Comandante ha dado un paso muy importante con la convocatoria a la formación del partido.

La necesidad del partido surge de la convicción de que los niveles de conciencia revolucionaria en la masa son desiguales: unos alcanzan altos niveles de conciencia de forma rápida, a otros les cuesta más. De aquí que la principal característica del partido es agrupar a los de mayor conciencia para ayudar al resto de la población a avanzar.

Siendo así, se desprende que la formación del partido donde la meta sean millones de inscritos en el menor tiempo posible, donde el único requisito es pasar la captahuella, es una contradicción con el concepto que da origen a la necesidad de un partido revolucionario, y es señal de una fuerte tendencia anarquista que debe ser sometida.

El Partido Único Socialista tiene que agrupar a los mejores, a los que el Pueblo reconozca como los mejores, a los que por su comportamiento y trayectoria prefiguren a la sociedad que queremos construir, a los que garanticen que por sobre todas las dificultades seguirán el camino del Socialismo.

¡Pertenecer al partido es un honor que debe ser conquistado con el comportamiento diario. Esa es la meta!

¡Chávez es Socialismo!

3.5.07

¡CONTRA EL MAGNICIDIO, AVANZAR YA!

Nuevamente el Comandante advierte la intención de un magnicidio, denuncia las pretensiones asesinas del imperio. La posibilidad debe suscitar una profunda reflexión en el campo revolucionario, y angustiar a los hombres de buena voluntad.

Los oligarcas desestiman el atentado, ninguno de ellos lo condena, mostrando así su verdadero talante: por encima de sus privilegios no hay ninguna humanidad, ni siquiera el respeto a la vida.

Pensar que el imperio tiene intenciones magnicidas no es descabellado, así como constituye una ingenuidad pensar que es un hecho aislado.

Estamos frente a un plan del imperio para truncar la Revolución Bolivariana, que para ellos ya constituye un problema de Estado, y así lo están abordando. Su objetivo es derrotar a la Revolución Bolivariana, arrancarla de raíz de forma tal que se olvide el ejemplo, que a nadie le queden ganas de liberarse.

El plan tiene varias aristas:

En lo internacional afinan un bloque contra nosotros, agrupan a los gobiernos francamente lacayos, tipo Uribe, Calderón, y a los oportunistas, como el inefable Lula. Nos enfrentan para romper la ola de independencia que recorre el continente. Chávez es el líder de este nuevo polo que comienza a surgir con el ALBA, el Comandante es el objetivo.

En lo nacional el plan criminal tiene dos fases: desestabilización y estabilización. Expliquemos.

En la fase de desestabilización se inscribe el Magnicidio, que es una manera de crear una turbulencia que desequilibre el cuadro político y social, y les permita pasar a la fase de estabilización, con la opción que ya tienen preparada.

¿Cómo defendernos del Magnicidio?

La defensa tiene dos frentes: el policial, que compete a los cuerpos del Estado.

Y el otro frente, el más importante, el decisivo, el político, es decir, disuadir a los promotores imperialistas del magnicidio. Demostrar en la práctica que aquí no hay más opción que el Socialismo, que si desestabilizan avanzaremos, pero nunca retrocederemos.

Debemos activar desde ahora la Operación Disuasión:

El centro de la disuasión es avanzar ya, no hay que esperar. El avance es el mejor escudo antimagnicidio. Un Pueblo consolidado en el Socialismo es capaz de tal respuesta en caso de agresión, que la hace inviable.

El imperio retrocede frente a Pueblos capaces de reacciones valientes, y sólo arremete frente a la debilidad.

Avancemos ya en la organización del Pueblo, redoblemos la marcha en la formación del Partido, hagamos de él una vanguardia capaz de guiarnos en la construcción y defensa del Socialismo.

Avancemos ya en la concientización del Pueblo, en la elevación de la conciencia del deber social, y en la construcción de su base material: la Propiedad Social.

Avancemos ya en la formación política, en el estudio, en la cultura. Un Pueblo culto es un Pueblo fuerte.

Si se atreven desatarán un huracán continental, que no se detendrá hasta ver enterrados los últimos vestigios del capitalismo en la tierra de Bolívar, y construidos los pilares fundamentales del Socialismo en el Sur.

¡Avancemos ya!

¡Chávez es Socialismo!

2.5.07

PROPIEDAD, PARTIDO, CONCIENCIA, ESTADO, ACCIÓN…

Todas las manifestaciones sociales están íntimamente ligadas, todas dependen, se influyen, se condicionan mutuamente, formando un sistema social, que gira fundamentalmente y en última instancia alrededor de las relaciones de propiedad. En este conjunto nada está aislado.

La oligarquía trata de presentarnos los componentes sociales como aislados, de esta manera, la relación de propiedad no tendría nada que ver con la formación del partido, o con el mensaje que difunden las telenovelas, ni con lo que se consume o se produce en la sociedad. Esta fragmentación favorece a la oligarquía, porque impide la comprensión del funcionamiento social y encubre dónde y cómo se deben dar los cambios revolucionarios.

Así, podemos caer en la ficción de pensar, por ejemplo, que podemos tener conciencia socialista, con una economía capitalista, que es posible construir un partido socialista auténtico, en un ambiente de egoísmo capitalista, que la ética está aislada de la economía.

¿Cómo abordar el conjunto?

Lo que en última instancia va a determinar al conjunto social son las relaciones de propiedad. Podemos decir, parafraseando a los clásicos, que la historia de la humanidad, es la lucha de las clases por cambiar las relaciones de propiedad.

La Revolución Bolivariana ha llegado a un punto en que la pugna por la hegemonía de las formas de propiedad se elevó a un plano cardinal, y de la forma como se resuelva, así será la sociedad que construyamos. Ampliemos.

Para consolidar el Socialismo que recorre el espíritu de la Patria, es imprescindible establecer la Propiedad Social como forma hegemónica de propiedad de los medios de producción. Expliquemos.

El Socialismo, es y tiene como fin esencial, recomponer la sociedad que el capitalismo ha fragmentado en egoísmos. La desintegración social surge de la economía capitalista, que consiguió transformar a todos los aspectos de la vida en una mercancía, en el capitalismo todo se puede vender y comprar, inclusive, y principalmente, el trabajo humano, el humano se puede comprar y vender. Al transformarnos en mercancías actuamos como enemigos competidores, he allí el origen de la sociedad fragmentada.

En esta lucha feroz por recomponer a la sociedad, una de nuestras principales armas es tener los conceptos firmes, sobre todo el concepto de propiedad. En este campo la oligarquía siembra sus extravíos. Aclaremos.

La Propiedad Social sobre los medios de producción, es la propiedad de toda la sociedad, ejercida por medio del Estado, sobre un medio de producción.

Cuando esta forma de propiedad es hegemónica, entonces la sociedad trabaja para si misma. Y como la sociedad se relacione con el trabajo, así se relacionarán sus miembros.

De esta manera las relaciones amorosas consiguen su fundamento, ya nadie se puede apropiar del trabajo de nadie, ahora la meta no es aumentar el capital, sino aumentar el bienestar de la sociedad, que es aumentar el bienestar de cada uno de sus miembros.

Allí se construirá el hombre nuevo. Todo: el partido, el Estado, la conciencia, girará alrededor de esa relación económica y surgirá la nueva relación espiritual amorosa.

¡Chávez es Socialismo!

30.4.07

RECETA DE REVOLUCIÓN

Los ataques a una Revolución son variados, el enemigo usa numerosas armas unas sutiles y otras más ramplonas. A veces se disfraza de Teodoro, a veces de cabeza de motor, todos son útiles, todos tienen su momento. Así como da el golpe, prepara el magnicidio, o va al revocatorio, nada le da escrúpulo.

Cuando una Revolución se está consolidando, la oligarquía la enfrenta con su mejor arma, la que tiene más filo, la que mejor resultado le ha dado en su lucha mundial contra la Revolución. Veamos.

Se trata de la deformación teórica. La oligarquía sabe que la fortaleza de una Revolución es su ideología, una ideología débil, confusa, significa inevitablemente una Revolución derrotada. Hacia la ideología enfila su ponzoña.

En época de Revolución siempre aparecen los falsificadores teóricos, son como un batallón de zapadores, vienen de todas partes para construir sus humos distraccionistas.

Mal utilizan palabras aisladas de los próceres para apoyar sus campañas venenosas. Por ejemplo, la frase del Maestro Simón Rodríguez: “o inventamos o erramos”, que encierra una profunda enseñanza, ellos la presentan como una invitación a la improvisación teórica, como una licencia a negar todo el acervo de conocimiento del pasado, a ignorar a los grandes pensadores revolucionarios.

La complementan con otra de extraño origen: “no hay receta”. Esta patraña equivale a aquella del fin de la historia de Fukuyama. Porque negar “la receta” es negar la experiencia histórica, ignorar todo el pensamiento y toda la acción revolucionaria acumulada desde Espartaco, conceptualizada por Marx, enriquecida por Bolívar, Martí, el Che, Fabricio, Argimiro... Y al negar la historia, condenamos a los revolucionarios a comenzar siempre de cero, a ser huérfanos infinitos.

¡Sí hay receta! Veamos:

Primer ingrediente: sentir que este mundo capitalista es el camino del infierno.

Segundo ingrediente: sentir que se puede construir un mundo que lo sustituya.

Tercer ingrediente: sentir que el camino es restituir las relaciones amorosas perdidas.

Cuarto ingrediente: saber que las relaciones amorosas, tienen su soporte material en la propiedad social de los medios de producción.

Quinto ingrediente: agrúpese en una organización de vanguardia a los más concientes, a los más desprendidos, y désele la tarea de evangelizar al resto de la población, de ser vanguardia apostólica.

Sexto ingrediente: El internacionalismo. Hoy más que nunca cobra vigencia el mandato de Cristo: amaos los unos a los otros”, o la gran consigna de Marx: “proletarios del mundo uníos”.

Séptimo ingrediente: Sépase que la Revolución en sus primeras etapas es, necesariamente un “vanguardismo”: Fidel y los sobrevivientes de Alegría del Pío, los Ángeles del 4 de febrero.

La receta puede llevar otros ingredientes, pero lo que si es seguro es que ninguno de estos puede fallar, so pena de extraviar el camino.

Por supuesto, debe adecuarse a los días y lugares de su preparación. Hoy, a nadie se le ocurre salir a cazar un dinosaurio para hacerse un bistec, pero la esencia de su cocina es la misma.

¡Chávez es Socialismo!