13.10.12

¿CÓMO GANAR A LA CLASE MEDIA ? (Sábado 13-10-2012)


A la Revolución se le plantea un problema: ¿cómo captar a la clase media?
 La preocupación es comprensible, emana directamente de la lógica de las elecciones burguesas, en ellas no importan las clases, incumbe sólo el voto que cada individuo aislado representa. Siendo así, no se considera a la clase social, su papel en la sociedad, en la Revolución , sino que  la valoramos como un grupo de individuos a los cuales debemos dar prebendas con la ilusión de que, contentos, voten por la Revolución.
Planteado así, el problema de la clase media es insoluble: la Revolución , que es una sustitución de la relación social capitalista, no puede complacer las necesidades creadas por esa relación. En otras palabras: ser Revolución y simultáneamente ser proveedora capitalista, querer cambiar manteniendo la ética y la visión del mundo capitalista, es ¡imposible!
La clase media debe verse más allá de las elecciones burguesas, debe ubicarse en el contexto humano, allí la Revolución tiene mucho que ofrecer, no a la clase media, que es una clase eminentemente capitalista, hija del capitalismo, sino a los miembros de esa clase que son eminentemente humanos. Es a ellos a quienes la Revolución debe hablar. Las clases dominantes han producido grandes revolucionarios: Bolívar, Fidel, el Che, Trotsky, Gustavo Machado. Una cosa es la clase y otra los humanos que la componen.
¿Cómo hacerlo?
La clase media es en realidad una relación social. 
El afán de captar a la clase media es indicativo de que la Revolución no avanza y, lo que es peor, no piensa avanzar, siempre permanecerán las relaciones económicas sociales que originan a la clase media, es decir, el capitalismo. Sólo superándolo con el Socialismo resolveremos el problema de las relaciones económicas que dan origen a las clases dominantes, incluida la clase media como clase auxiliar, amortiguadora. Sólo así será posible la incorporación de esos individuos a la hermosa causa del bien común, de la vida en sociedad. Esa es la solución definitiva al problema.
En lo inmediato ¿qué hacer? Ya comprobamos que a la clase media no se le puede captar con prebendas materiales. Por sus características, es necesario ganarla para la causa del Socialismo por la vía del espíritu, del convencimiento, hacerle comprender las bondades del cambio en la relación humana: de la vileza de la guerra de todos contra todos a la relación del deber social, armoniosa, amorosa. Que entiendan que de ese cambio depende la vida del planeta, de la humanidad, que no es posible huir en avión de esa realidad porque es planetaria.
Hay que des-satanizar al Socialismo y la batalla no es fácil. Luchamos contra el mayor arsenal mediático que ha conocido la humanidad pero no hay otra forma de captarlos, pretender hacerlo con prebendas, manteniéndole su falso status, es construir, armar, a nuestros verdugos.
Así, fortaleciendo al Socialismo ganaremos a los mejores hombres de esa clase.
¡Con Chávez y con lo mejor de la Clase Media!

12.10.12

HACE FALTA ERNESTO (Viernes 12-10-2012)


Son días aciagos para la humanidad, la peste del capitalismo campea por el planeta impregnándolo todo con el hedor de la agonía de la especie.
El "homo sapiens," menos sapiente que soberbio, está atrapado en su creación funesta: el capitalismo. Hasta ahora no ha conseguido zafarse de la peste, el mundo sigue el camino del abismo y sólo alcanza a inventar maquillajes que engañan, variaciones de la misma melodía que acaba con el ser humano.
Somos una de las pocas esperanzas, quizá la única, de que la especie retome el camino de la armonía con ella misma y con la naturaleza, que se rescate el humanismo y el naturalismo, es decir, la esperanza de construir un Socialismo sin retorno, de superar definitivamente el capitalismo. Si somos atrapados por los capitalistas de adentro y de afuera, si fallamos, la humanidad, sin dudas, seguirá su camino a la extinción, al suicidio.
El reto es inmenso. Para tener éxito se necesita que la masa y los dirigentes se superen a sí mismos, que se transformen en gigantes de la acción y del pensamiento. La Revolución debe asombrar al mundo con su nueva visión del universo. Luchamos contra un enemigo poderoso, que somos nosotros mismos, capaces de derrotarnos, pero también de dar el salto hacia el nuevo mundo.
En esta difícil tarea de vencernos a nosotros mismos las principales armas son las espirituales, inteligencia y honestidad intelectual son pilares indispensables. En esta gran batalla de la humanidad, seguramente la final, debemos requerir la ayuda de los grandes pensadores, subirnos sobre los hombros de esa gran pirámide del pensamiento construida por los intelectuales revolucionarios, que comienza con Cristo y continúa hoy con Ernesto Che Guevara, el Santo de la Higuera.
El Che resume las ideas revolucionarias universales, representa lo más avanzado de ese ideario. Las revoluciones de estos tiempos sólo serán posibles si se impregnan del pensamiento guevariano y lo elevan más allá del horizonte, es decir, si se dotan de lo mejor del acervo revolucionario.
En esta época de alto peligro, cuando la Revolución puede deslizarse imperceptiblemente hacia la restauración, cuando la improvisación y la irresponsabilidad teórica nos amenazan, y el extravío reformista narcotiza con su filantropía, el Che debería ser estudio obligado para los revolucionarios, y su ejemplo marcar el rumbo.
Fidel, hablando del Che nos dice: "tenemos suficiente experiencia para saber cómo hacer las cosas, y en las ideas del Che, en el pensamiento del Che hay principios valiosísimos, de un valor humano inmenso, que rebasan simplemente ese marco que muchos puedan tener del Che como un hombre valiente, heroico, puro, del Che como un santo por sus virtudes, y un mártir por su desinterés y heroísmo, sino del Che como revolucionario, del Che como pensador, del Che como hombre de doctrinas, como hombre de grandes ideas que con gran consecuencia fue capaz de elaborar instrumentos, principios que, sin duda, son esenciales en el camino revolucionario."

¡Con el Che, Fidel y Chávez siempre!

11.10.12

LAS DOS DIMENSIONES (Jueves 11-10-2012)


La Revolución Pacífica, cuando va a las elecciones burguesas, enfrenta dos dimensiones:
Una, la dimensión burguesa. Lo importante en ella es mantener la capacidad de reproducción del capitalismo, prevalecen los números, la propaganda efectista, las encuestas. Es un territorio comercial, allí se imponen las reglas del mercado. Los partidos oligarcas se confinan en esta dimensión.
 La otra dimensión es la capacidad de ir al Socialismo. Se mide por la relación de la Conciencia del Deber Social con la Propiedad Social que la soporta. A este binomio algunos lo llaman el Pilar.
Cada dimensión tiene sus propias reglas, su lógica, exige un comportamiento. De ellas emerge el pueblo con una determinada ética, con una moral.
Estas dos dimensiones, aunque se influyen mutuamente, son también independientes. Se presentan varias posibilidades: es posible el triunfo en la dimensión burguesa y la derrota en la dimensión socialista, o peor, a costa de ella. En este caso el triunfo enmascara la derrota estratégica, la Revolución se desgasta y abre paso a fórmulas restauradoras.
También se puede dar el caso de triunfo en la dimensión socialista que no se concreta en la dimensión comercial, en este caso el Socialismo sale fortalecido.
Lo ideal sería que los triunfos en las dos dimensiones se potencien, que el triunfo en una signifique el éxito en la otra, en este caso la Revolución  consigue descifrar la ecuación de la Revolución Pacífica , va camino a consolidarse.
Un análisis de los recientes resultados electorales debe considerar la relación de estas dimensiones. Veamos.
Comencemos por la fase de propaganda de la campaña revolucionaria. Ésta se apoyó en los logros materiales de lo que se llamó el pago de la deuda social heredada de los gobiernos burgueses. Se predicaban las facilidades para adquirir viviendas equipadas, vehículos, cifras de alimentación, educación, en resumen, en las virtudes de un reparto abundante de la renta. Este reparto se contrastaba con el trato que la burguesía daba a la renta: transvasarla hacia los países desarrollados por vía del petróleo barato.  
No hubo exigencia de un cambio en la conducta de la masa, de contraprestación social, se otorgaban los bienes sin exigir cambios en la conducta que elevaran la Conciencia del Deber Social, el sentido colectivo. Se hizo concesiones a la lógica de la dimensión burguesa de las elecciones.
La acción económica de la Revolución no se usó para elevar la Conciencia del Deber Social, para potenciar el Pilar socialista, sino para obtener ventaja en la dimensión comercial. De esta manera se le hizo concesiones, se potenció a la restauración. Aunque en esta dimensión se triunfó, se debilitó la vía al Socialismo. Aunque a primera vista no se perciba, al gobierno se le expuso a un zarpazo.
Sólo en los últimos ocho días de la campaña, el Comandante rompió el cerco de una elección tradicional, llena de clichés, e impuso su fuerza espiritual, ese cambio, ese giro, fue determinante en el resultado final, sin duda movilizó el alma de los humildes.
¡Con Chávez Rectificar!

10.10.12

EL MAYOR PELIGRO (Miércoles 10-10-2012)


El mayor peligro para el Socialismo, la última defensa del capitalismo, no es el imperio, ni los drones, ni los lacayos locales, el mayor enemigo del Socialismo es el reformismo que convive con la Revolución.
Sus métodos son sutiles, difíciles de detectar, se disfraza de revolución, mina, sabotea la acumulación de conciencia revolucionaria. Usa variadas técnicas, propone formas que estimulan el egoísmo, el clientelismo, la recompensa material sin creación de conciencia. Enemigo del trabajo colectivo voluntario, sustituye a la organización social por una suerte de muchedumbre amorfa sin dirección, sin rumbo e incapaz de tareas complejas, meras sumas de individualidades, más que reales existen en los trucos publicitarios y en la mente de sus creadores.
Los reformistas sabotean las respuestas revolucionarias a problemas concretos y, cuando sus construcciones fallan, cuando la masa que han descuadernado no puede dar respuestas, entonces ponen el grito en el cielo, proclaman crisis y sacan de un sombrero de mago como solución…capitalismo. Ya cumplieron su misión: sabotearon la posibilidad revolucionaria.
Inventan oportunidades de todo tipo para contrabandear su solución capitalista. Si se devela un golpe dicen que el diálogo es necesario para recomponer las fuerzas. Si se gana una elección entonces el llamado a la concertación es por "la necesidad de reforzar la democracia." Si entramos al mercosur serán los empresarios los llamados a producir. Si sube el dólar… pacto, si sube el petróleo… reformismo.
Es que los reformistas no pueden ir más allá del capitalismo, provienen de la pequeña burguesía, carecen de grandes capitales pero su alma es capitalista, se sienten y actúan como roquefeler, comen roquefort, beben 18 años, pero viven en la angustia de caer en las clases desposeídas que creen que abandonaron.
Cuando el reformista tiene oportunidad de proponer dirección, cuando los vientos de la tormenta lo llevan a las esferas dirigentes de una Revolución, entonces entra en pánico. ¿Cómo ser revolucionarios y no avanzar?  ¿Cómo proteger al capitalismo sin que se note? Ese es su dilema, su tarea. Hasta ahora la han cumplido con éxito. Son muchas las Revoluciones que han sucumbido a sus celadas ideológicas, muchas las tormentas de cambio que han transformado en brisitas inofensivas y muchas las esperanzas que han truncado.
El 7 ganamos la oportunidad, quizá la última, que el pueblo nos da para avanzar. Si no lo hacemos pasaremos a la historia como una posibilidad, una más, frustrada por la falta de coraje teórico. La Revolución no puede permanecer durante tanto tiempo estancada en el terreno oligarca sin transformarlo. La etapa que comienza es de transformación de la estructura, de la cultura oligarca que nos gobierna desde Páez, de lo contrario seremos derrotados, pasaremos al museo de la historia donde reposan los héroes, pero nunca donde se recuerda a los constructores de mundo.
Los reformistas afloraron. Ahora llueven las proposiciones de pacto, de ir "al centro", de abrazarse con el enemigo, las filosofías que las sustentan, debemos reconocerlo, son muy creativas, es que el miedo a avanzar estimula la imaginación.
¡Con Chávez avanzar!

9.10.12

RECTIFICAR: MÁS SOCIALISMO (Martes 09-10-2012)


Conocidos los resultados principales de las elecciones del 7 de octubre tenemos material para analizar el nuevo paisaje político y los retos para la Revolución Bolivariana.
Lo primero es felicitar y felicitarnos por el triunfo electoral, que significa la posibilidad de que siga viva la Revolución , de dirimir las fuertes contradicciones que la habitan, de avanzar hacia más Socialismo, o sucumbir en las ilusiones socialdemócratas de un mundo con explotación pero armónico.
Esa pugna es el signo principal del futuro, determinará el destino de esta sociedad, en otras palabras: la Revolución se ganó la oportunidad de ¡rectificar! de profundizar el Socialismo, de abandonar los coqueteos con clases, sistemas de explotación y con sus expresiones políticas. Lo hace o perece en las miasmas del pasado de donde quiso liberarse.
Los resultados, aunque incompletos, nos dicen que la distancia entre Revolución y Restauración se acortan en lugar de profundizarse: de un 26% de diferencia en las elecciones presidenciales del 2006 pasamos a un lánguido 10%. Perdimos casi 20% de nuestra votación, los análisis preliminares indican que los perdimos en los sectores pobres y sin aumentar la votación en los sectores de clase media.
¿Por qué la mengua? La respuesta reside en la esencia del Socialismo, sin comprenderla estamos destinados al fracaso: el Socialismo tiene como esencia al amor, a la relación fraterna, al sentido de pertenencia a la sociedad. El capitalismo tiene como esencia al egoísmo, a las soluciones individuales. Ese es el fundamento de la batalla, el egoísmo enfrentado en feroz lucha contra el amor, y hacia allí deben ir dirigidos nuestros esfuerzos.
De aquí se desprenden dos rectificaciones: corregir la calidad y el destino del mensaje. La base social natural de la Revolución son los excluidos, los obreros, los barrios, las fábricas. Por eso el mensaje debe descansar fundamentalmente en el espíritu, en el alma, en la pasión y en el sentimiento amoroso, no en las clases privilegiadas, no en la recompensa material que transforma al hombre en un mercenario fácil presa de promesas y ofrecimientos del capitalismo.
Nuestra política debe ir dirigida a elevar la visión de la masa pobre, desde lo mezquino de su entorno hasta la visión universal de la Patria Humana. Sólo así podrá dar justo valor a las circunstancias de su vida, no tomarán decisiones de importancia universal influidos por factores locales, un hueco, un apagón. Por mezquindades no lanzarán por los albañales de la historia a la oportunidad revolucionaria.
Es urgente integrar a la sociedad en un tejido social nacional que soporte la Conciencia del Deber Social para acabar con el aislamiento de formas organizativas  que hoy son fuente de egoísmo.
Otra rectificación urgente es adquirir una cultura de la discusión entre revolucionarios. Una Revolución que no discute muere. Es necesario dotar al pueblo humilde de las herramientas y conocimientos necesarios para que participe de manera creativa en la construcción de la teoría y la práctica revolucionaria. El estudio, la discusión, deben ser las tareas principales de la sociedad. La ignorancia es contrarrevolucionaria.
¡Viva Chávez!

8.10.12

EL TUQUEQUE (Lunes 08-10-2012)


Otro nombre del capitalismo bien podría ser "El Tuqueque". Su capacidad de regeneración es asombrosa: una Revolución le mutila la cola y en poco tiempo tiene una nueva, más vigorosa y agresiva que la anterior.
El capitalismo ha dado muestras de poseer más vida que siete veces setenta, y siete gatos. Resiste todos los ataques, ha conseguido sobrevivir a muchísimos intentos revolucionarios y retoñar orondo.
¿Cuál es su escudo? La pregunta tiene tantas respuestas como situaciones históricas son posibles. Los escudos que protegen al capitalismo son variados, podemos adelantar algunas características de ellos.
Los escudos importantes, los más peligrosos, no actúan en la superficie, se encuentran en lo profundo del alma, y de allí emergen cuando las otras protecciones son derribadas. Es así, se puede derrotar a los gobiernos capitalistas, se pueden modificar sus instituciones, trasformar su Estado… todos serán pasos en el camino correcto, sin embargo, el Tuqueque tendrá aún intacto su poder de regeneración, los escudos profundos están allí esperando para actuar.
Uno de estos escudos, de estos artilugios que protegen la capacidad de regeneración del Tuqueque, son los "pactos”, los “armisticios". La historia está llena de estas componendas, aparecen disfrazadas de doncellas, maquilladas con el rubor de la buena intención y de la búsqueda de la paz.
Hoy en Venezuela aparece este escudo capitalista. El Tuqueque intenta renacer o, mejor, recuperarse de los avances del Socialismo. Hoy pende sobre la Revolución el peligro de la restauración, asoma en el horizonte el pacto, que conocemos muy bien.
Los que proponen la claudicación del Socialismo fungen hoy como diestros operadores políticos, hombres de olfato, componedores de situaciones desesperadas, alabanzas aquí, cizaña allá.
Ya el Tuqueque, usando triquiñuelas de todo tipo, consiguió un pacto en lo económico. Reaparece el capitalismo en mil versiones, unas con caretas grotescas como esa de "empresarios socialistas" o "productores productivos" y otras formas de propiedad nosocial con más disimulo. Últimamente, de manera insolente, tiene la osadía de alabar la vigorización del sector capitalista como un logro de la Revolución. Al no tener resistencia, al no tener respuesta, avanza presto para dar al pacto económico su expresión política y completar la regeneración.
Los aires de concertación rondan la Revolución , la cercan. Lo primero que aparece es el miedo, los agüeros de crisis inventadas. Inmediatamente se busca como solución la cooperación de la oligarquía, de los capitalistas, se intenta así extender la convivencia en lo económico a otras áreas sociales. Así borran las diferencias, todos somos iguales, la Revolución es lo mismo, pero un poco diferente. No hay razones sagradas, no hay objetivos importantes, lo mismo da uno que otro.
De esa forma ya el mandado está hecho, los pactistas cumplieron su papel: ante la crisis simulada gritarán "¡es necesario un gobierno común!", "¡el capitalismo nos salvará, regresemos!", “¡que brote de nuevo la cola del Tuqueque!”... “¡al carajo la Revolución !”.
 ¡Con Chávez resteaos!

7.10.12

LOS PROYECTOS HISTÓRICOS (Domingo 07-10-2012)


Una correcta apreciación de la historia nos permitirá otear el futuro. Conociendo lo que ya está agotado, lo viejo, percibiremos los brotes de lo nuevo, detectando lo que está por desaparecer podremos percibir lo que está por surgir. Historiemos.
Después de la dictadura de Pérez Jiménez, que podemos catalogar de gobierno  desarrollista, vino un período socialdemócrata: elecciones burguesas, dictadura oligarca que tomó forma de  pseudodemocracia sustentada en el reparto de la poca renta que dejaba el imperio, entrega de las riquezas naturales, vivir de las regalías y sumergirse en la cultura del consumismo. Con bonanza, fiesta, y al bajar los altos precios, fin de la merienda. De esta forma se garantizaban los dos objetivos del imperio. Uno, envilecer a la masa, fragmentarla, neutralizarla, y el otro, disponer de las riquezas, de petróleo barato.
Esta forma de la dominación les funcionó durante 50 años, hasta que ya no soportó la contradicción entre la exigencia populista de fácil beneficio en ascenso infinito, y el ingreso petrolero menguado. Entonces, el hechizo ya no funcionó y el sistema entró en una turbulencia que aún vivimos. 
Desde el arribo de Chávez entramos en un período de disputa por la hegemonía. Pero ¿cuáles proyectos disputan la conducción de la sociedad?
En la escena hay tres proyectos principales:
Uno, la socialdemocracia populista, repartir la renta hasta que el petróleo aguante. Este proyecto ya dio muestras de inoperancia, crea una masa ávida de bienes materiales y el petróleo no alcanza para satisfacer a los amos del norte, a la oligarquía lacaya, ni a las ansias de los  despojados cuyas metas siempre serán frustraciones. De esta manera se crea una bomba de tiempo que conduce a estallidos sociales inútiles tipo 27F , a gobiernos que no pueden mantener la ilusión democrática.
Dos, el proyecto neoliberal imperial, con un paquetazo, terapia de choque, poner el país al servicio del gran capital internacional, de los gringos, de las trasnacionales. Este plan necesita elevada represión, una política de choque que desactive al pueblo y legitime el saqueo del país.
Tres, el proyecto Socialista que permita el reordenamiento de la sociedad, una nueva visión de las necesidades, de cómo satisfacerlas y una nueva concepción de la producción de acuerdo a estas necesidades, una verdadera Revolución cultural, relaciones humanas fraternas, relación armónica con la naturaleza, que construya un país, una sociedad viable, sustentable, basada en la Propiedad Social de los Medios de Producción, con altos niveles de Conciencia del Deber Social, reducir el egoísmo a niveles ínfimos y usar la renta para construir esta nueva sociedad.
El proyecto socialista convive en el seno de la Revolución con una fracción de la socialdemocracia que en lo político usa el atractivo del pragmatismo para colar pactos y conciliaciones que nos conduzcan a su forma natural de gobierno, es decir, neo pactos de punto fijo justificados con presuntas crisis políticas o económicas
Después del 7 todos los proyectos históricos se enfrentarán, se agruparán en alianzas naturales y el resultado de esa lucha será el futuro de este proceso. 
¡Con Chávez lealtad!