26.6.10

¡LOS QUE QUIERAN PATRIA!

Dos noticias resumen el momento político de la Revolución Venezolana. Veamos.
La Internacional Socialdemócrata reunida en Guatemala condena al Gobierno Bolivariano, y lo califica como “dictadura moderna”.
A escasas horas de anunciado por el Comandante Chávez la socialización de 11 taladros petroleros de una compañía gringa, un vocero del gobierno de obama vaticina “nada bueno para Venezuela”.
Nos enfrentamos, cada vez con más nitidez, a la oligarquía internacional: las bases gringas que nos rodean son el componente militar principal de este asedio, los pronunciamientos de la derecha europea, sus condenas, son ingredientes que abonan un desenlace final que preparan con precisión de tallador de gemas. Las declaraciones recurrentes de los voceros gringos son presagio de la intención de truncar a la Revolución.
La oligarquía internacional teje, falaz, una imagen de Chávez y de la Revolución Bolivariana que le permita la aceptación por su opinión pública de un zarpazo de alta crueldad, después no importa que se conozca la mentira, ellos saben que sus pueblos manipulados, intoxicados, tienen poca memoria. Ya olvidaron las mentiras que enmascararon el genocidio de Irak.
Los oligarquitas de aquí son simples cómplices de baja estatura y poco pensamiento, instrumentos que desarrollan sus planes con la ceguera y la sumisión del alquilado. Para Guatemala viajaron Ismael y algunos otros masistas, llevaron videos y testimonios para dar cobertura al pronunciamiento de la internacional, que ya sabemos quién lo ordenó y qué persigue.
Ya está muy claro, el enfrentamiento es contra la oligarquía internacional que no tolera la independencia y el ejemplo.
Es con este criterio que debemos juzgar a la política en Venezuela, lo que aquí se escenifica no es algo banal, se trata de un enfrentamiento crucial contra el imperio que pretende acabar con la Patria para yugular el ejemplo.
Este pueblo debe percibir que las decisiones que tome no sólo afectan a su entorno, sino que influirán en el resto del planeta. Una derrota de la Revolución Venezolana traerá catastróficas consecuencias a la causa de la redención de la humanidad. El escepticismo cundirá en el mundo, la desesperanza se apoderará de los jóvenes que hoy tienen ilusión en el camino que esta Revolución comienza a mostrar.
Nosotros no podemos caer en la pequeña lógica de las elecciones, comportarnos como si viviéramos en un paraíso sin amenazas, sin enemigos, donde podemos darnos el lujo de votar por opciones que debiliten el Gobierno Revolucionario, y pensar que no pasará nada. Caer en la fantasía de la inexistencia de intenciones golpistas antipatrióticas, tragar el cuento de que todo es parte de un “juego democrático”.
En septiembre vamos a unas elecciones que son cruciales, la bestia internacional decidirá a partir de ellas sus acciones en contra de la Patria: si la Revolución sale debilitada, se activará la infamia, si por el contrario, el Comandante sale fortalecido lo pensarán dos veces. Los oligarcas se detienen frente a pueblos que demuestran la intención de defender sus sueños.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

25.6.10

EL FRAGMENTALISMO

Un nombre más apropiado para el Sistema capitalista es: Fragmentalista, el término dice más, si consideramos que la fragmentación es la esencia del capitalismo. Veamos.
El capitalismo se sostiene en la desintegración de la sociedad, dividir es su consigna, aísla al humano de los otros humanos y de la naturaleza, convirtiéndolo en partícula, desintegra su actividad, lo extraña del producto de su trabajo, lo confina a su entorno, lo hace mezquino.
El espíritu del humano del capitalismo también sufre despedazamiento. El capitalismo enseña a pensar como especialista que pierde la dimensión del hombre integral, es incapaz de relacionar ideas y conceptos, de percibir la totalidad. Este hombre, que algún pensador llamó unidimensional, se convierte en sólo un añico de su potencialidad.
La economía basada en la propiedad nosocial de los medios de producción, en la competencia, es base material para este desgarramiento social. Priva a la Humanidad de su relación con la naturaleza, que ahora es mediada por el capitalista. Separa al hombre del producto de su trabajo. Impide el control de la sociedad sobre la economía, todo queda a merced de la compra y de la venta. Convierte al humano en una mercancía que debe ir al mercado inclemente a pujar por el derecho a vivir.
La fragmentación es la base del capitalismo, y tiende sus raíces hasta los más profundos abismos del alma humana. El hombre del capitalismo es un ser despedazado que percibe al cosmos, a su vida, atomizada, las soluciones que propone son parciales, aisladas, individuales o grupales, nunca sociales. Lo social está borrado de su imaginario.
Es así, el principal obstáculo que debe superar la lucha por el Socialismo es el espíritu fragmentador.
Sin pensamiento, sin espíritu integrador, social, no habrá socialismo, o mejor, el Socialismo es la recuperación del espíritu social, es la reconquista de las soluciones sociales a los problemas cruciales de la humanidad.
La clase social que por su existencia puede recuperar el sentido de sociedad, irradiarlo, es la Clase Obrera. Entonces, podemos postular que el avance de un proceso socialista estará dado por el avance del espíritu, de la ideología integradora dentro de la Clase Obrera. Y es lícito postular que la batalla definitoria de una revolución ocurre en el interior de la Clase Obrera, allí se debaten el espíritu integrador socialista, proletario, contra las desviaciones propias del pensamiento capitalista fragmentador heredado. Muchas revoluciones después de haber superado grandes obstáculos en el camino hacia el Socialismo, han sucumbido en esta batalla decisiva.
Las desviaciones fragmentadoras se presentan con una lírica revolucionaria, con ropaje proletario, pero siempre son fórmulas que aíslan, que confinan la visión al entorno, sea este un barrio, o una fábrica, en definitiva estimulan el espíritu capitalista.
No es fácil combatir la tentación de las desviaciones fragmentadoras, son más cómodas, con ellas podemos dar la sensación de cambio, tranquilizar nuestra conciencia, hacer como si revolucionamos, cuando en realidad estamos dejando la esencia espiritual capitalista intacta. El llamado control obrero, es una de estas desviaciones.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

24.6.10

CONTROL DE LA CLASE OBRERA

Los obreros se constituyen en Clase Obrera cuando superan su interés inmediato y consiguen unirlo concientemente con el interés estratégico: la liberación de la sociedad toda, la superación del capitalismo, la construcción del Socialismo. Es una respuesta de toda la clase, no de un fragmento de ella.
El Control de la Clase Obrera se diferencia y se enfrenta al Control Obrero en que surge y se ancla en una visión social de los problemas, se toma conciencia de que la solución no está en la fábrica sino en la transformación de la sociedad, en la revolución, y esa es su prioridad. En este instante la Clase Obrera hasta ahora comparsa del capitalismo se eleva para ser la rectora del cambio, de la Revolución. Se hace clase revolucionaria.
Aquí vale la pena recordar las palabras de Georg Lukács, cuando dice: …“que una clase está llamada a dominar significa que desde sus intereses de clase, desde su consciencia de clase, es posible organizar la totalidad de la sociedad de acuerdo a esos intereses. La cuestión que decide en última instancia acerca de toda lucha de clases es: ¿Qué clase dispone, en el momento dado de esa capacidad, de esa consciencia de clase?”
El Control de la Clase Obrera significa, entonces, la solución de los problemas de los obreros dentro de la visión más general y más profunda de la solución de los problemas de la sociedad. Es decir, la sustitución del capitalismo.
Así, la Clase Obrera constituida en clase rectora del cambio y de la construcción del Socialismo, toma control del proceso revolucionario a través del Estado que la representa. Y con su ejemplo, con su acción, conduce el proceso.
Su principal tarea es su transformación en Clase Obrera Conciente, entiende la primerísima importancia de la defensa de la Revolución, del Gobierno Revolucionario, del Comandante Chávez. Entiende que es la oportunidad, de en la práctica, unir sus intereses particulares con los intereses generales de toda la sociedad.
El ejemplo del Control de la Clase Obrera lo encontramos en la Costa Oriental del Lago, allí los obreros tomaron conciencia de su papel histórico. Partiendo de la visión general, de sociedad, se encontraron y asumieron su compromiso de clase, se hicieron internacionalistas, solidarios, defensores del proceso revolucionario.
Se entrelazan en un solo esfuerzo con los directivos de PDVSA, a través de los Comités de Gestión, los gerentes dejan de ser enemigos de la clase y se transforman, como decía Gramsci, en intelectuales orgánicos.
Y, lo que es más importante, consiguieron en el Trabajo Colectivo Voluntario el instrumento concientizador para ellos y para la sociedad, la manera para llevar a toda la sociedad la conciencia proletaria.
En Resumen, el camino hacia el Socialismo pasa por el Control de la Clase Obrera. Sólo con él podremos superar la mezquindad de las propuestas pequeño burguesas, y podrán elevarse los obreros a Clase Obrera, a Clase Revolucionaria.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

23.6.10

¡EL SOCIALISMO ES SUPERIOR!

Vamos aprendiendo las reglas de la Revolución Bolivariana : su condición de pacífica impone la cohabitación estrecha con el capitalismo. Así, el enfrentamiento es una lucha cuerpo a cuerpo, bayoneta calada, en todos los campos sociales.
En lo económico el capitalismo no pierde oportunidad de sabotear al Socialismo, lo ataca de muchas maneras: esconde productos, encarece artificialmente, especula, ellos no hesitan en sacrificar beneficios tácticos en aras de lograr el gran fin: truncar la Revolución.
En lo político no terminan de reconocer al gobierno de Chávez: con una mano son demócratas, con la otra son tenebrosos conspiradores, y con desfachatez invocan magnicidio.
En lo social penetran los barrios pobres, buscan carne de cañón que les libren sus luchas, víctimas que defiendan a sus verdugos. Es así que los sifrinitos del Este, con su desinfectante en el bolsillo, se internan en el barrio a estrechar manos incautas.
Sus medios, la televisión, la radio, la prensa, se encargan de dar sentido espiritual a la arremetida, son capaces de transformar ficciones en realidades que generan conductas, así producen estampidas bancarias, falsos desabastecimientos, multiplican por millones nuestros errores, las reputaciones de nuestros dirigentes son vapuleadas en sus laboratorios nauseabundos.
Van construyendo creencias, convicciones, que debilitan la fe del pueblo humilde, y así lubrican sus planes fascistas. Una de estas falsas creencias es la ineficacia del Socialismo. Veamos.
En los últimos días arrecia la instalación en el alma popular de esta falsedad. Es así que el presidente de Fedecamaras, lo que es comprensible, pero también el nuevo jefe del ppt, lo que es triste (siempre es lamentable que un partido se entregue al oportunismo ramplón), declaran que el Socialismo es ineficaz. A la comparsa se suman importantes personajes de la política gringa, proclaman que el Socialismo fracasó. CNN se transforma en una vulgar agencia contra el Socialismo. No hay dudas, se trata de una campaña de la oligarquía internacional.
La verdad es que más allá de la desinformación oligarca, si comparamos con rigor los dos Sistemas, si vamos al fondo del asunto, nos daremos cuenta que el Socialismo es con mucho superior al capitalismo. Comparemos.
1. El Socialismo es armonía con la naturaleza, garantiza la vida planetaria. El capitalismo asesina a la naturaleza, a la vida.
2. El Socialismo se preocupa por el bien de la sociedad. El capitalismo se importa por el bien de una ínfima parte de la sociedad, condenando al resto a la miseria.
3. La producción socialista satisface las necesidades reales de la población. El capitalista produce para su beneficio, y estimula el consumo patológico.
4. La producción Socialista incluye, todos están protegidos por la sociedad. La producción capitalista genera desempleo, exclusión y miseria en grandes sectores de la población.
5. En resumen, el Socialismo es guiado por profundos sentimientos de amor, es humanismo. El capitalismo es guiado por oscuros sentimientos egoístas, transforma al hombre en mercancía.
Es definitivo, el Socialismo siempre será superior al capitalismo.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

22.6.10

¿QUIÉN PIERDE, QUIÉN GANA?

Si esta Revolución fracasa ¿Quién pierde, quién gana? En otra época la respuesta sería inmediata: pierden los revolucionarios, el pueblo humilde, ganan los capitalistas, los pequeños burgueses a ellos asociados, los contrarrevolucionarios. Hoy, en las nuevas condiciones del mundo, la respuesta no es tan simple. Veamos.
Antes del desarrollo pleno del capitalismo, las disputas políticas, las luchas por la hegemonía, eran luchas entre las clases o fracciones de ellas, en las que el resultado era el control del poder. Así, los beneficios de las batallas estaban perfectamente establecidos, se sabía con precisión quién ganaba y quién no ganaba.
Con la madurez del capitalismo la Humanidad ha llegado a un punto donde las contradicciones principales no son entre clases que pelean la dirección de la sociedad, sino entre la supervivencia de la vida y la extinción. El capitalismo en su desarrollo antinatural ha conducido al planeta a esta contradicción que engloba a todas las demás.
La comprensión de esta nueva situación es difícil, son siglos de costumbre en las viejas reglas del juego. El concepto de éxito debe ser revisado: es tradición los triunfos pequeños, por ejemplo, un diputado más es un éxito, desplazar unos milímetros a una corriente contraria es beneficio, tomar una colina es una ventaja, aumentar un índice de consumo suntuario un orgullo.
El objetivo debe ser precisado, grabado con fuego en el corazón de la sociedad: el único triunfo verdadero es el que cambie el rumbo suicida que lleva la Humanidad. Está claro que éxitos menores siempre en la lógica capitalista sólo son muestra de lo lejos que se encuentra la conciencia del verdadero fin de la lucha revolucionaria. Con ellos esquivamos la contradicción principal, no concientizamos la gravedad del momento, nos ilusionamos con triunfos tradicionales.
Es necesario, urgente, que la Humanidad revise, se libere de la lógica de las pugnas subalternas, se unan los que perciben el peligro, y se enfrenten a la corriente que abona el camino al infierno.
Entonces, si esta Revolución fracasa, no están fracasando Chávez y sus partisanos, y no están ganando los conmilitones de la Mesa Oligarca ¡No! El fracaso de la Revolución Bolivariana es, sin duda, el fracaso de la Humanidad en el empeño de construir un camino hacia la viabilidad de la especie.
Se trata de una meta que va más allá de la tradicional disputa por el poder, de las componendas oportunistas y mezquinas, es la batalla decisiva contra los demonios del capitalismo que nos habitan. Ahora las disputas deben tener altos objetivos, otros métodos, otros campos de batalla, maneras diferentes de ser evaluadas.
Ahora tiene más validez que nunca el grito del Comandante: ¡los que quieran Patria vengan conmigo! Sabemos que Patria es Humanidad, vale decir ¡los que quieran Humanidad, vida, vengan conmigo!
Con el Comandante debemos marchar, entendiendo que la batalla es por la vida, por la Humanidad, todo lo que perjudique el camino de la construcción de una alternativa al capitalismo es un crimen de lesa Humanidad.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

21.6.10

LA CLASE OBRERA REVOLUCIONARIA

Una Revolución necesita una Clase Obrera Revolucionaria que participe en la construcción práctica y teórica del Socialismo, que guíe al resto de la sociedad con su ejemplo.
El cambio de una Clase Obrera que participa en la lógica del capital, a una Clase Obrera liberadora de la sociedad, es el más importante de los que deben suceder en una Revolución. Sobre esta autotransformación se edifica la nueva relación social, sin ella todo esfuerzo se desvanece en las veleidades de la ideología pequeño burguesa.
En la Revolución Bolivariana la batalla por ese cambio sucede feroz. Es muy esperanzador que ya emerge con fuerza un poderoso sector de la Clase Obrera que supera los extravíos y emprende el camino de su madurez.
Primero dio muestras importantes de su vocación unitaria, desechando mezquindades logró la unidad para las elecciones de la Federación Petrolera, supo dar a sus organismos de dirección sindical la tarea del reto histórico que engloba lo reivindicativo. Entendió la necesidad de dar organización a esa Unidad y fundó un instrumento político: Vanguardia Obrera Socialista.
Ahora, elevándose en la comprensión teórica de su papel, ha dado pasos concretos en la construcción de la referencia socialista.
La Clase Obrera petrolera en los muelles nacionalizados de PDVSA, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, es protagonista de un salto ideológico, allí van asumiendo la visión de sociedad y se yerguen sobre el economicismo mezquino.
Utilizan el Trabajo Colectivo Voluntario como instrumento concientizador de la masa obrera. Las jornadas de Trabajo Voluntario dan sus frutos materiales: ya han recuperado equipos petroleros, locales, han construido bibliotecas, refaccionado clínicas. Así refuerzan su organización y elevan su conciencia.
Consiguieron hilvanar las luchas reivindicativas, propias de la clase, con las luchas por los objetivos superiores de la sociedad. De esta manera se colocan a la vanguardia del proceso revolucionario, se hacen políticos.
Entienden que es Chávez el líder que resume los anhelos liberadores de la sociedad, y lo apoyan por encima de cualquier otra consideración, corren su misma suerte, sienten que en Venezuela el Socialismo se hace con Chávez o no se hace.
Asumen las tareas internacionalistas del Socialismo, y transformaron ese internacionalismo en acciones concretas: piden la libertad de los Cinco Héroes Cubanos secuestrados por el imperio, que desprecia y persigue a los patriotas y a los humanistas.
Hay razones para tener esperanzas: la Clase Obrera ha encontrado el camino para el verdadero combate por el Socialismo, ha entrado en acción con su ejemplo, contra el economicismo y las desviaciones infantiles. Ahora existe una clase vanguardia de la Revolución Socialista, una Clase Obrera que encontrada con su ideología es capaz de dirigir a la sociedad en la construcción del Socialismo.
Ese es el verdadero control obrero, el poder obrero y del pueblo: construir una nueva sociedad.
Este importante nacimiento de un núcleo de vanguardia merece todo el apoyo de los revolucionarios, será un baluarte importante en la construcción de la teoría y la práctica Socialista.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

20.6.10

EL PUEBLO DEL CHE

El Che se alza inmenso en la historia de la humanidad, su dimensión es comparable con las más luminosas personalidades de la batalla del humano por hacerse humano. Algunos lo llaman santo… no exageran.
Muchos estudios se han hecho sobre el papel de los líderes en la historia, variadas opiniones se expresan, en este escrito queremos reflexionar sobre el papel de los pueblos en la historia, tomando como referencia la vida del Che. Veamos.
Sin duda, el Libertador fue grande porque tuvo un pueblo que lo acompañó y se elevó junto con él. Sin esa fuerza espiritual y material, Bolívar habría sido, como el mismo lo manifestaba, sólo un buen alcalde de San Mateo.
Fabricio, Américo y los demás héroes de la guerra del 60 no tuvieron pueblo a la altura de sus sueños, y sucumbieron en las garras del verdugo que martirizaba a los humildes que ellos pretendían redimir.
Se discute mucho si los pueblos paren a sus líderes, o los líderes paren a sus pueblos. Hay argumentos de lado y lado. Lo que sí no tiene discusión es que cuando el pueblo y sus líderes verdaderos se encuentran, entonces los opresores tiemblan y la humanidad recibe un rayo que la impulsa.
Una llama interna movía al Che, buscaba razones para montar en Rocinante, iba en procura de molinos de viento, de Dulcineas sociales. En su viaje en motocicleta sintió la miseria, los indios paupérrimos fraguaron su indignación, comprendió, concientizó la división de clases.
Su pueblo, su Revolución, no llegó en la Guatemala de Jacobo Arbens, pero le mostró las entrañas del monstruo que vomitaba injusticias en el mundo.
Fue el pueblo de Cuba, un pueblo capaz de parir un Fidel y de acompañarlo, o, si algunos quieren, un Fidel capaz de despertar un pueblo, acerarlo, hacer que lo acompañe, en definitiva, un pueblo encontrado con su líder, reconocido en él, y como decía el Che, vibrando los dos, pueblo y líder en la misma armonía. Fue, repetimos, el pueblo de Cuba fusionado con su líder el ambiente donde el Che se hizo gigante.
El pueblo de Cuba, devenido en Revolución, se expresa en el Che, todo lo que él es lo es impulsado por la experiencia maravillosa de la Revolución Cubana, con ella la humanidad dio un salto, recibió un impulso que aún permanece.
Este mes se cumple un año más del nacimiento del Che, es oportuno, a manera de homenaje, hacer algunas reflexiones sobre el futuro de la Revolución Bolivariana y la influencia que la vida del Che debe tener en ella.
Aquí tenemos un líder que se encontró con su pueblo, esa conexión amorosa es la garantía de encontrar el buen camino. El principal deber de los revolucionarios hoy es preservar esa fusión.
Podemos señalar que hoy la consigna más importante de la Revolución Bolivariana, es: ¡Con Chávez todo, sin Chávez nada! Que es lo mismo que decir: ¡Con el Che todo, sin el Che nada!
¡Vivan las Revoluciones Bolivariana y Cubana!