Una Revolución es un drástico cambio cultural, debe, tiene que fundar una nueva manera de hacer política. La usanza tradicional burguesa no sirve para impulsar los cambios que reclama la nueva situación, al contrario reafirma lo viejo.
La política revolucionaria tendrá como principal objetivo "Socializar al Socialismo" esto es, que la idea, el concepto, el sentimiento, la práctica socialista se hagan propias de toda la sociedad, y que esa cultura sea la hegemónica, que se haga ética.
Si entendemos que el pilar espiritual del Socialismo es la fraternidad, el amor, deduciremos que las principales tareas de la Revolución son las batallas contra el egoísmo capitalista y por la socialización de la fraternidad, en definitiva, por la integración de la sociedad que el capitalismo fragmenta.
En esta tarea vital del Socialismo el papel de los medios es fundamental, el contenido de sus mensajes es una radiografía de la ideología que guía a la Revolución: si el centro de su actividad son los valores materiales e individuales, si sólo prestigian los actos de recompensa material, estaremos afirmando el egoísmo, construyendo conciencia antisocialista, criando cuervos, fragmentando a la sociedad. En resumen, llevamos agua al molino reformista.
Por el contrario, si difundimos los trabajos voluntarios colectivos, las muestras de fraternidad en la sociedad, estaremos sentando las bases para una nueva visión del mundo, sintiendo la satisfacción por el deber cumplido, fracturando la lógica capitalista. Si además promocionamos la conducta fraterna, si la premiamos moralmente, entonces estaremos caminando hacia la espiritualidad socialista.
Es indispensable que la Revolución planifique jornadas que movilicen y conmocionen a toda la sociedad. Por ejemplo: "un día para la Fraternidad ", en ese día todos los bolivarianos, sus organizaciones, el PSUV, el Polo Patriótico, los sindicatos, ¡todos a la calle! a poblar el país de puntos de encuentro donde se discutan las nuevas relaciones entre los humanos y la importancia de resolver los problemas en unión, así detectaremos los problemas y le daremos solución colectiva voluntaria. Todos participamos dando de acuerdo a nuestra capacidad: unos caletean, otros pegan bloques, pintan, otros cantan, cuentan cuentos, llevan café. Una jornada de vivencia socialista, como diría Martí: "de todos por el bien de todos", bella definición del Socialismo.
La Revolución precisa, he allí su mayor instrumento educativo, jornadas masivas voluntarias y que sean publicitadas, prestigiadas. El espíritu social se consolida en la práctica social.
No podemos permitir que el ambiente electoral burgués distraiga la formación socialista. No. La Revolución necesita los votos pero también formar la conciencia, el espíritu social que garantice la continuidad de la Revolución y la construcción del Socialismo.
Es así, en las elecciones se decide en dos frentes la permanencia de la Revolución. Uno , el táctico, el numérico, los votos. Es necesario aplastar a los oligarcas, que no queden dudas del triunfo ni rendijas por donde colar acusaciones de fraude. El otro, el estratégico, la conciencia de sociedad. Esta prepara a la masa para entender por qué lucha, le da razones sagradas para defender al Comandante y al Socialismo.
¡Con Chávez resteaos!
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