1.3.09

LOS PELIGROS DE AVANZAR

Estamos inmersos en una crisis, lo que se discute es la intensidad, la duración y cuándo será el pico de dificultades. Reconocida la crisis estamos en condiciones de avanzar, que es la única manera de enfrentarla. Veamos.
La crisis significa oportunidad de cambio, de allí que estemos entrando en un período inmejorable para construir Socialismo. Para eso lo primero que debemos hacer es precisar las grandes líneas que sustentarán nuestro Socialismo, y ese será nuestro objetivo, el que nos marcará el rumbo.
El Socialismo tiene que basarse en la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción y en la Conciencia del Deber Social.
¿Por qué? Porque el Socialismo es la integración de la sociedad perdida en el capitalismo, y esa desintegración tiene su origen directo en la economía fragmentada, que despedaza también la relación entre los hombres.
No es posible integrar a la sociedad, rescatar la conciencia de pertenencia a la sociedad, si no es basada en la economía social.
La propuesta de Socialismo con hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción administrados por el Estado Revolucionario, no es una propuesta caprichosa, es una condición “sine qua non”, sin la cual no es posible construir el Socialismo.
Esta Revolución ha llegado a un punto, y la crisis lo reafirma, en que tiene que enfrentar el problema fundamental de la realidad socialista: La Propiedad. No es posible avanzar sin resolverlo.
Tocar la propiedad, aunque sea con el pétalo de un rosa, es un asunto que origina muchos peligros. Revisemos.
Los oligarcas activan sus instrumentos de desinformación para sembrar miedos, manipular, confunden y aterran a la sociedad. El imperio tiene cientos de centros pensantes y miles de pensadores al servicio de la lucha ideológica, produciendo análisis, teorizando, pensando.
Se apoyan en nuestras debilidades ideológicas, en nuestras dudas, en nuestra ignorancia.
Debemos tener muy en cuenta que el principal escenario de la batalla, donde la crisis se resuelve, es en la ideología, allí se dilucida el combate. Debemos darle tanta atención como a cualquier importante asunto material, o más profundo, parafraseando a un clásico, “no hay asunto material más importante que la ideología”.
De allí surgen los principales peligros: uno ya lo vimos, es la manipulación del pueblo para que no entienda las medidas revolucionarias. El otro es la incomprensión ideológica y teórica, las debilidades de los cuadros revolucionarios, de los dirigentes.
Es necesaria una campaña intensa de formación ideológica, de preparación de los cuadros y de la población para la lucha por la construcción del Socialismo, debemos reactivar motores y misiones para este empeño.
Debemos apoyarnos en las enseñanzas de la realidad, una importantísima es la que surge de las últimas elecciones, que demostraron que sólo el pueblo organizado nacionalmente (las Misiones) es capaz de dar batallas revolucionarias y salir exitoso. El pueblo disperso es fácil presa de sus enemigos.
De la ofensiva ideológica debe salir un pueblo conciente, informado, y sobre todo organizado nacionalmente.
¡Socialismo es Sociedad!
¡Chávez es Socialismo!

No hay comentarios.: