La especie humana es milagrosa: capaz de crear dioses, de ser Dios, de hacer milagros, ella es un milagro. Es la única especie capaz de hacer Revolución.
La Revolución es el fenómeno cumbre de la vida, el escalón más elevado en la evolución, es la capacidad de liberarse de las leyes naturales, y a partir de esta liberación crear cultura y perfeccionarse a sí misma, es una selección natural fuera del ámbito de la Biología.
Es un camino peligroso éste de liberarse de las leyes de la naturaleza. Conquistamos el libre albedrío, y podemos, tenemos la capacidad, de elevar la vida a niveles de armonía nunca conocidos, o de tomar el camino del suicidio, de la extinción.
La Revolución, es un milagro único: Dios se perfecciona a sí mismo, la humanidad se perfecciona a sí misma. Es un proceso que asombra.
¿Cómo de una sociedad vieja, caduca, brota lo nuevo, se rejuvenece? El fenómeno vale un poco de estudio y atención, entendiéndolo seremos humildes y seremos grandes.
¿Dónde está la clave que hace posible el milagro?
La clave está en la capacidad de imaginar, de soñar: El hombre es la única especie capaz de imaginar y concretar lo soñado. Podemos decir que el hombre comenzó la hermosa aventura humana cuando imaginó y construyó lo imaginado.
La imaginación es un arma de alta potencialidad, es capaz de crearlo todo, desde la simple rueda que mueve al mundo, hasta la contaminación que lo destruye, de crear conventos y batallones nazis.
Grandes han sido los avances de la imaginación en el mundo material: hemos creado pirámides y alfileres, construido puentes y desviado ríos, volado, navegado, superado la atmósfera. Descubrimos la penicilina y los transplantes de corazón, manipulamos los genes y operamos riñones.
Grande han sido también los avances culturales, atrapamos la música, pintamos y esculpimos, hicimos poesía y escribimos historias, creamos religiones. Danzamos, y en el teatro lloramos y reímos con ficciones que duran una hora.
Todo es asombroso, pero lo más excepcional es el invento de la explotación: unos pocos se adueñaron de muchos, y esos explotados justifican su condición. Este es un hecho único en la historia de la vida, marca el inicio de un camino de evolución que lleva milenios y que llega a nuestros días. Este camino, esta evolución, lleva en su seno la extinción, pero también la elevación de la humanidad a niveles excelsos.
Hoy vivimos los últimos días de esta época que algunos llaman prehistoria, vivimos tiempos de definición: la humanidad puede extinguirse, y con ella toda la vida planetaria, o puede elevarse a niveles excelsos. Del humano depende el rumbo.
Nosotros en Venezuela tenemos la oportunidad de imaginar y concretar un mundo que trunque la evolución suicida, que supere la explotación, inaugure un nuevo camino de redención. Así funciona la evolución humana: un grupo imagina, convence a las mayorías de la posibilidad de lo imaginado, emociona a la sociedad, y juntos emprenden la construcción de ese nuevo mundo.
¡Imaginemos!
¡Chávez es Socialismo!
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