6.4.08

EL PECADO DE ADÁN

Adán Chávez, Ministro de Educación, ha sido objeto de feroces ataques por parte de la oligarquía. Toda la artillería mediática le lanza dardos. Desde las televisoras, hasta los renegados lo han agredido.
Lo felicitamos, esos ataques lo enaltecen como revolucionario, ya decía el Che que el imperio tiene un especial instinto para detectar a sus enemigos.
Pero ¿Cuál es el pecado de Adán, qué hizo, que la oligarquía se opone?
El "pecado" de Adán es querer cambiar algo. Veamos.
Esta Revolución es una Revolución pacífica, que tiene sus propias leyes y peculiaridades. Esta es una Revolución que necesariamente cohabita con la oligarquía, está en combate cuerpo a cuerpo con ella, la enfrenta todos los días.
La oligarquía intenta avanzar hacia el capitalismo, la Revolución intenta construir el Socialismo, ese es el enfrentamiento principal. Quien no entienda así la confrontación no podrá descifrar los detalles de la lucha en Venezuela.
En este enfrentamiento la oligarquía, inexplicablemente, tiene un poderosísimo arsenal mediático: los diarios nacionales, los diarios regionales, las televisoras internacionales, las agencias de noticias, las televisoras nacionales y locales, etc.
También cuenta con la educación privada, es decir, con el apoyo de los que han convertido a la educación en una mercancía que difunde los valores que sustentan la infamia capitalista.
Por su parte, la Revolución es débil en lo mediático, eso hay que reconocerlo con ánimo de enmienda.
Ahora bien, la debilidad en lo mediático surge de la debilidad en lo ideológico, en la teoría que sustenta a la Revolución , y es comprensible que así sea, la Revolución aprende a medida que avanza por el camino inédito de una Revolución pacífica.
Entonces la garantía de triunfo esta en la capacidad que tengamos de aprender en plena batalla.
El "pecado" de Adán, nos deja varias enseñanzas:
Primera, la oligarquía no perdona cambios, el principal "pecado" de esta Revolución es querer cambiar algo. La oligarquía tiene instrucciones de atacar con ferocidad cualquier cambio que venga del campo revolucionario.
Ellos atacan todo, desde Barrio Adentro, hasta el cambio de horario escolar, aquel que quiso hacer Aristóbulo, o el cambio de hora de Navarro, o la campaña contra el dengue, todo cambio revolucionario, por pequeño que sea, es enfrentado por la oligarquía.
Segunda, el revolucionario siempre debe intentar cambios, esa es su naturaleza, de allí que el revolucionario se equivoca haciendo cambios. Al contrario, los reaccionarios se equivocan defendiendo lo que existe, aferrados a las costumbres.
Tercera enseñanza, es tonto discutir con los voceros de la oligarquía, las grandes discusiones se deben dar dentro del campo revolucionario, entre los que quieren avanzar, no con los que quieren sabotear. Es un error darle cabida a los oligarcas en nuestras discusiones.
Qué provecho puede traer discutir con "tal cual", ese periódico patológicamente obsesivo en contra de Chávez, o con el nacional, o discutir con globovisión, o venevisión, a esos medios lo que hay que hacer es desenmascararlos.
¡Felicitamos al Ministro Adán, por atreverse a cambiar, el cambio es revolucionario!
¡Chávez es socialismo!

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