22.6.12

LA MEDIDA (Viernes 22-06-2012)


La forma, los instrumentos usados para medir la actividad social, no son inocentes, inocuos, fijan metas, marcan rumbos y visiones del mundo. Podríamos decir parafraseando al refrán, "dime qué mides y te diré quién eres".
La Revolución supone un rompimiento drástico con la lógica del pasado. Esto no es fácil, los ecos de lo antiguo retumban en la mente del revolucionario durante mucho tiempo, sus valores sedimentados en el fondo del alma de las sociedades liberadas, cuando menos se piensa irrumpen en la superficie como dioses que regresan y reclaman adoración. Ese día comienza la vuelta al reino que se creía sepultado. Es así, el rompimiento en lo espiritual es lo más difícil, allí se atrinchera el capitalismo.
El capitalismo mide fundamentalmente los indicadores económicos, en realidad mide la robustez del capital, este es el centro de su vida, si el capital va bien, todo estará bien. El humano existe en cuanto sirve al capital, no importa su destino, su existencia, incumbe su participación en el empeño de reproducir y acumular capital. El hombre es considerado una mercancía cuyo éxito, su derecho a la vida, como toda mercancía, estará dado por el mercado.
Siendo así, la Revolución , el Socialismo, o con más razón la transición al Socialismo, necesita pensar nuevas maneras de medir la actividad de la sociedad: ¿Cómo medir? ¿Qué índice usar para cuantificar el aumento de la fraternidad en las relaciones en una fábrica, en un barrio? ¿Cómo evaluar el impacto que una medida económica, por ejemplo empresas mixtas entre capitalistas y el Estado, tiene sobre la conciencia de sociedad, sobre las relaciones fraternas? ¿Cómo influyen en el egoísmo, qué tipo de conciencia estimulan? ¿Cómo se estima la elevación en la conciencia socialista de los trabajadores de las empresas de propiedad social administradas por el Estado?
¿Cómo se mide el impacto de la programación de los medios de difusión del Estado sobre la conciencia socialista, la conciencia de pertenencia a la sociedad, sobre las relaciones fraternas? ¿Con ese engendro que llaman rating?
¿Cuál índice evalúa nuestra actividad cultural, su influencia en los cambios de los valores, la visión del mundo, la conciencia?
¿Cuál es el índice que mide el conocimiento de la sociedad sobre los cambios necesarios en la manera de vivir, de relacionarse, en los valores, los principios, los objetivos que mueven a la sociedad? ¿Cómo se calcula el entendimiento de la necesidad del Socialismo, su comprensión, la voluntad de defenderlo?
¿Cuál valor conjetura la capacidad de sacrificio del pueblo, su voluntad de defender su futuro por encima de cualquier dificultad?
Si pretendemos ser potencia, la potencia que necesita el mundo, y que haga realmente posible un pueblo con la mayor suma de felicidad posible, estamos obligados a cambiar, a crear una nueva visión de lo que es nuestro éxito, desalojar al capital del centro de la vida humana y devolver al hombre su lugar de honor.
¡Con Chávez y el Socialismo seremos realmente potencia!

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