6.6.08

SOCIALIZAR LA SOCIEDAD

Una de las últimas columnas: ¿Qué son los batallones? Causó revuelo. Algunos interpretaron que teníamos una posición contra las elecciones por la base, otros nos atacaron sin mayores argumentos, y pocos coincidieron con nosotros.
La discusión es sana y nos alegra haberla propiciado, hoy queremos precisar algunas cosas.
Estamos de acuerdo con la elección por la base, lo que planteamos es que esa elección debe ser con mediación de organismos, sólo así ayuda a la causa del Socialismo.
Las elecciones de la base directa, sin organismos, son una ficción, un sistema que prestigia al individualismo, son reflejo de la cultura capitalista egoísta y disociadora. Además lesiona, niega las instancias organizativas, va en contra del liderazgo y la organización de la Revolución.
¿Entonces qué hacer?
La participación de las bases de la organización debe ser a través de organismos de base. Esto no es un capricho, sólo orgánicamente avanzaremos hacia la construcción del Socialismo, derrotaremos la ética del individualismo, de la masa amorfa, anarcoide e inoperante, simple suma de individuos aislados. Veamos.
En estas unidades organizativas se ejercitará la relación humana revolucionaria, la vigilancia revolucionaria. Ese núcleo de base, que estudia, que reflexiona en común, que participa en común de las tareas, se va constituyendo en una trinchera de lucha contra el individualismo oligarca, y un terreno para ejercitar la relación amorosa socialista.
Las unidades organizativas, en el caso del PSUV, serían los batallones. Estos superan en colectivos las fallas y los vicios individuales y potencian las ventajas. La resultante es que la relación humana en el batallón es mejor, más efectiva, humana, más socialista que los individuos considerados de manera aislada.
Ese tejido social, formado por esas unidades organizativas en la base y que se remonta hasta lo nacional, pasando por las instancias intermedias, es, debe ser una prefiguración de las relaciones socialistas que queremos construir.
Este esquema organizativo es la única manera de restituir el tejido social perdido en el capitalismo, de “socializar de nuevo a la sociedad”.
Sólo así, allí se soluciona la paradoja de construir el futuro socialista con el hombre formado en los vicios del pasado capitalista.
Entonces, en el caso del partido la organización debe partir y terminar en los batallones, es allí que está el alma del partido, de la nueva forma de hacer política, de la que nos lleva hacia el Socialismo. Lo mismo es válido para los consejos comunales, para otras organizaciones sociales.
En contraste, la elección directa, individualista, egoísta, sin organización, contribuye a la fragmentación de la organización, y de la sociedad, disuelve el sistema organizativo. Se elige sin reflexión, se postulan sin un ejercicio de evaluación colectiva.
De esta forma, al usar las armas electorales melladas heredadas del capitalismo estamos contribuyendo a la cultura capitalista y perdiendo una valiosa oportunidad de educar y construir sociedad socializada.
El único resultado exitoso es el que nos deja organización y conciencia.
¡Sólo el Pueblo Organizado puede construir el Socialismo!
¡Chávez es Esperanza Socialista!

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