La Revolución Bolivariana entra en una etapa en la que se hace indispensable acrisolar la teoría revolucionaria. Es vital, no hacerlo es debilitarnos, no olvidemos que una Revolución no puede ir más allá de las ideas que la sustentan.
Uno de los conceptos que está en la base de nuestra teoría revolucionaria, y que debe ser discutido profundamente porque de él depende el éxito o fracaso de la Revolución , es el de los niveles desiguales del desarrollo de la conciencia revolucionaria en el Pueblo.
Algunos sostienen la tesis de que el Pueblo tiene siempre un nivel alto de conciencia revolucionaria, por lo tanto “siempre sabe que hacer”. De esta afirmación se desprenden dos juicios: uno, no es necesario la construcción de una vanguardia, y dos, no es necesario el Estado.
Los dirigentes son considerados como extraños al Pueblo, no formando parte de él y de él naciendo. Así la vanguardia se hace innecesaria y todo Estado es considerado enemigo del Pueblo.
Igualan el Estado burgués oligarca con el Estado Revolucionario, y a los dos se oponen por igual. Plantean la paradoja de que la forma de dar poder al Pueblo es quitándoselo al Estado revolucionario, que no es otra cosa que el representante de las grandes mayorías nacionales antesexcluidas, es Pueblo hecho administración y dirigencia. De esta manera debilitan a la Revolución dejándola inerme frente a los embates oligarcas.
Según este planteamiento, la lucha de la Sierra Maestra , que se inició con una decena de hombres, fue contra el pueblo, igual el asalto al Cuartel Moncada o el 4 de febrero. Cuando todos son eventos que aprueban la vanguardia, que surge de las entrañas del Pueblo. En definitiva, está tesis, al contrario de las apariencias, debilita a la Revolución desde posiciones tremendistas disfrazadas de revolucionarias.
Otros sostenemos que el Pueblo, sometido a siglos de opresión y sumisión, está impregnado de la conciencia que permite esa dominación. Que al principio es sólo un puñado de personas las que adquieren conciencia de la necesidad y posibilidad del cambio revolucionario, es decir, existen niveles diferentes de conciencia revolucionaria. Este puñado de hombres se organiza y toma para sí el apostolado de fundirse con el Pueblo, hacerse uno con él para elevar la conciencia revolucionaria en el resto de la población, y realizar las tareas que de esa nueva conciencia se desprenden, surge así la vanguardia, esa y no otra es su tarea.
Concebimos al Estado Revolucionario como instrumento del Pueblo para la administración, la defensa y, sobre todo, instrumento que hace posible la planificación central, uno de los pilares del Socialismo.
Sin ninguna duda, la confrontación entre estas dos posiciones se refleja en los problemas del diseño económico de la Revolución , en la conformación de la vanguardia de la Revolución , el PSUV, y en la organización del Poder Popular.
Es saludable la discusión de estos conceptos a cielo abierto.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
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