La Crítica tiene dos significados principales. Uno, quiere decir examen y juicio acerca de alguien o algo. Dos, puede significar también murmuración, censura, ataque a la honra.
Entre nosotros, que somos una sociedad tallada en el egoísmo, en los proyectos individuales, en una guerra de todos contra todos, donde el triunfo de uno significa, necesariamente, el fracaso de otros, y los valores prestigiados por el sistema de difusión y manipulación de la oligarquía apuntalan esta situación. Así, la Crítica se entiende sólo en el segundo significado, ha sido despojada de su mayor importancia: el examen y juicio. Se transformó la Crítica en mera agresión y desaprobación.
De esta manera se priva a la sociedad de un valiosísimo instrumento para entender y modificar la realidad, para buscar la verdad.
Si toda crítica es ofensiva, entonces, se pierde la capacidad de examen y juicio acerca de algo, y es sustituida por las alabanzas ciegas. Siendo así, el diagnóstico de cualquier evento debe ser favorable, lo contrario sería una agresión.
Despojados de la capacidad de análisis, de lo bueno y de lo malo, perdemos el contacto con la realidad. El análisis es sustituido por el intercambio de lisonjas que nos dibujan un paisaje sin ninguna mancha, y así, ilusionados, caminamos hasta que la realidad nos da una cachetada y nos despierta del sueño.
Esta Revolución Bolivariana debe rescatar la capacidad de examen y juicio, de crítica: Todo debe ser sometido, en todas las instancias, a la mayor y profunda crítica, se debe considerar lo bueno y sobre todo lo malo.
Debemos rescatar la capacidad de reconocer y criticar los errores y fracasos, analizarlos con valentía. Sólo de esa manera podemos convertir traspiés en triunfos. La política del avestruz nunca es favorable.
Lo primero es darle a la Crítica el significado de análisis riguroso, no por decir la verdad somos pesimistas, o por ocultarla somos optimistas.
Debemos resaltar los éxitos, pero también los fracasos, buscar las causas de unos y de otros, potenciar unos y corregir otros. La Crítica debe ser el primer paso después de cada evento.
Las elecciones de candidatos a gobernación y alcaldías del PSUV son una buena oportunidad para entrenarnos en la Crítica , para devolverle su sitial de honor y de instrumento indispensable para la marcha de la Revolución.
De este evento debemos hacer una crítica que nos permita una precisa evaluación. Algunos puntos a investigar serían:
¿Estuvo bien el número de votantes? ¿En cuáles zonas fue mejor la asistencia? ¿Dónde se presentaron problemas? Buscar las causas de la abstención, la reacción de los candidatos ganadores, la de los perdedores, quién y por qué se alejó, quién y por qué aceptó su derrota.
¿Cómo se comportó la estructura del Partido en el proceso? ¿Qué fallas y qué aciertos hubo en la movilización de la militancia?
¿Cómo estuvo la relación del PSUV con el pueblo, cómo vio al proceso electoral, qué lección le dimos?
Estas elecciones son una buena ocasión para educarnos en la Crítica.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
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