Las revoluciones, los revolucionarios, los pueblos en Revolución, deben estar inspirados por el Factor Fidel, de lo contrario es muy difícil que culminen con éxito su tarea. Expliquemos.
Toda Revolución implica grandes sacrificios, no es posible pensar en cambios profundos sin enfrentar la adversidad. Los caminos sin obstáculos son propios de cuentos de hadas y no de la realidad de la lucha social. No es descabellado decir que los pueblos preparados para el infortunio son los que tienen derecho a transitar caminos de felicidad. Podemos decir que el éxito revolucionario de un pueblo tiene relación directa con el tamaño de las dificultades que puede soportar sin abandonar sus sueños.
La vida de los grandes revolucionarios, la historia de las grandes revoluciones es una cátedra, un ejemplo de comportamiento frente a la desventura. A Bolívar alguien lo llamó el hombre de las adversidades, y qué mejor ejemplo que el paso de Los Andes para ilustrar los logros de un pueblo cuando se empina más allá de sus propias fuerzas y vence montañas en su lucha contra la fatalidad.
La historia reciente nos brinda un ejemplo extraordinario de este comportamiento revolucionario: Fidel, heredero de las mejores tradiciones de los grandes revolucionarios del continente y del mundo. En 1953 asalta el Cuartel Moncada, y la dictadura masacra a los muchachos que participan en ese acto heroico, es hecho prisionero y transforma la adversidad de la prisión en una escuela de pensamiento, es lo que se llamó la cárcel fecunda. No cesa en su afán revolucionario y sale a México, no a un exilio cómodo, sino a preparar revolución. Regresa en el Gramma, y pronto en el combate de Alegría del Pío pierde el grueso de su tropa de revolucionarios, queda sin armamento y en esas condiciones de suma dificultad, lanza su consigna central: Venceremos. Luego triunfa la revolución, y la historia se llena de la tenacidad de Fidel. Pero es cuando cae la Unión Soviética , y la Isla a noventa millas del imperio queda desamparada como una brizna de paja en la tormenta de un mundo adverso, cuando Fidel se crece de perseverancia y salva a Cuba, y con ella la esperanza socialista de la humanidad.
Revisar la vida de Fidel es encontrarnos con la conducta de un hombre que se crece en las dificultades, las vence, las supera y construye la posibilidad de redención de su pueblo.
Los revolucionarios del mundo debemos imbuirnos del factor Fidel:
Los revolucionarios del mundo debemos imbuirnos del factor Fidel:
Cuando parezca que todo está perdido, seguir adelante.
No desmayar frente a las dificultades,
a pesar de los abismos, más allá de cualquier obstáculo.
¡El deber de los revolucionarios es hacer la Revolución!
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