No es necesario ser un gran investigador para darse cuenta que estamos frente a un nuevo plan golpista de fina factura gringa, basta leer con atención la prensa. Veamos.
El plan está en su fase de acumulación, usan como excusa la Reforma para movilizar a sus bases que estaban replegadas por las vacaciones. En esta fase el lobo se viste de caperucita: sacan a los jóvenes disfrazados de pacíficos para tentar la capacidad de respuesta del gobierno y de la Revolución , exploran con provocaciones las capacidades de defensa del Estado y del Pueblo revolucionario.
Colocan al Estado en un falso dilema: si reprime, entonces lo presentarán como un Estado represivo, que viola los derechos humanos, antidemocrático, totalitario. Pero si no reprime lo presentarán como un Estado débil, timorato, sobre el cual se puede avanzar con facilidad.
En esta fase intentan establecer zonas, núcleos de irradiación similares a la Plaza Altamira , disputarles zonas de poder al Estado. Allí se inscriben los intentos de quedarse en el Tribunal Supremo y el encadenamiento en el CNE.
La segunda fase del plan ya está dibujada en su componente político. Veamos.
Consecomercio, los dirigentes estudiantiles sifrinos y mentirosos, el nefando general lameda, el indecoroso pablo medina, y otros más, nos hablan del llamado a una constituyente que en estas circunstancias es un llamado a un golpe. Plantean revocar la Constitución del 99, esa misma que ayer combatieron y hoy pretenden hacernos creer que defienden. Prometen suprimir los avances revolucionarios en la economía. Son tres puntos alrededor de los cuales se construye la unión de los golpistas.
Falta ver cuál es la forma del desenlace que están impulsando, pero podemos deducir que esta va desde un magnicidio hasta un golpe de estado tradicional, pasando por el forzamiento a un pacto.
¿Frente a esta nueva agresión cómo defender a la Revolución y al Comandante Chávez?
El plan oligarca tiene dos fases, por eso nuestra respuesta debe tener también dos fases. Expliquemos.
En la fase de acumulación la respuesta debe tener alto contenido de masas: a cada marcha oligarca debemos oponer una marcha revolucionaria, debemos defender a la Revolución y al Comandante en la calle.
Cada agresión debe tener una respuesta política llena de creatividad y de firmeza, que delimite con precisión los dos campos.
Cada intento de construir zonas, núcleos de irradiación, deben ser disuadidos con creatividad y con Pueblo.
Esta es una fase donde la imaginación es fundamental para desmontar las estrategias mediáticas.
En esta fase debemos dar muestras de vigor revolucionario, pero también de disciplina, con firmeza, pero sin excesos.
La disuasión no debe ser sólo policial, debe ser también política y de masas.
En la fase de desenlace, la respuesta debe ser lo suficientemente fuerte para derrotarlos en el terreno en que nos presenten la lucha, pero también suficientemente fuerte como para profundizar la Revolución , construir una nueva legalidad, avanzar en la economía, y evitar que mañana vuelvan con un nuevo plan.
¡Defenderemos a Chávez y al Socialismo!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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