El enfrentamiento entre el capitalismo y la ruta Socialista por nosotros transitada, es constante, no cesa, es inevitable.
En lo político: presenciamos la embestida contra la Revolución Bolivariana que desde el plano internacional ejecuta el mismísimo Bush, apoyando las acciones de los grupos oligarcas nacionales.
En lo social: los capitalistas no pierden oportunidad para crear conflictos sociales, los estimulan con falsedades, manipulan los desagrados, aumentan nuestros errores y debilidades, siembran miedos buscando cosechar tempestades, intentan crear ficciones para justificar sus acciones, hablan de dictadura, de pérdida de la propiedad, de amenazas de todo tipo ¡payasadas!
En lo económico: es aquí donde se manifiesta con más claridad la imposibilidad de la convivencia pacífica y estratégica del capitalismo con el Socialismo. Veamos.
Los intereses, los móviles del capitalismo, son opuestos a los intereses, a los móviles del Socialismo. Por lo tanto sus maneras, métodos, medidas, son también opuestas. Expliquemos con un ejemplo.
La leche está “desaparecida”, y frente a este hecho objetivo los dos sistemas se comportan diferentes.
El capitalismo, cuando siente que en el mercado nacional la venta de leche o cualquier otra mercancía no deja las ganancias que ellos aspiran, corre a vender en el mercado internacional, se lleva la leche al extranjero o la transforman en productos no regulados, en resumen, busca zonas donde la rentabilidad sea mayor. Esa es su lógica, de esa forma piensa, así actúa, si lo hiciera de otra manera perecería.
Por eso no hay leche, no hay que buscar otra causa. La causa está en el enfrentamiento entre el gobierno revolucionario, que impone control de precio, es decir control a la ganancia desmedida del capital, y la voracidad del capitalista, que pasa por encima de cualquier consideración para obtener ganancias, esa es su naturaleza. El gobierno le pone límites a las ganancias capitalistas y hasta allí les llega el furor social.
Mal parados quedan los que pregonan la tesis de que nuestro Socialismo es un híbrido entre capitalismo y Socialismo, la realidad los desmiente en lo político, lo social y lo económico.
El enfrentamiento continuará: mientras exista capitalismo, este combatirá el avance socialista. Es necesario entender que la necesaria coexistencia con el capitalismo no es pacifica, es un enfrentamiento donde cada uno de los sistemas intenta imponerse al otro. Plantear, creer que la convivencia entre los dos sistemas es pacífica y estratégica, es una candidez que hunde al Socialismo.
La solución es la profundización del Socialismo. Y Socialismo es sociedad tomando cuenta de su destino, enfrentando los problemas y solucionándolos socialmente.
Frente al problema de la leche, la sociedad, a través del Estado revolucionario, debe tomar control de la producción y distribución del producto, modificar el patrón de consumo de la leche, garantizarla a niños y ancianos mientras se eleva su producción, que debe ser una meta social. En este combate deben participar los consejos comunales, las mesas técnicas, el partido, todos fiscalizando, concientizando, haciéndonos una sociedad fuerte frente a los embates capitalistas.
¡Defenderemos a Chávez y al Socialismo!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡A la Reforma, SÍ!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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