El discurso de Bush el pasado 24 de noviembre cambió muchas cosas. Ya dejaron de tener sentido los intentos de conciliación que se estaban tejiendo entre los agentes locales del imperio y algunas debilidades del lado Bolivariano. El discurso de Bush, que es una declaración de guerra, aplastó cualquier ilusión de conciliación de las mentes cándidas.
Ya las invitaciones a nuestras tribunas tienen el tufo de colaboración con el norte, debemos tener claro, así lo afirma Bush, que la estrategia imperialista se vale de sus agentes nacionales y de las debilidades que puedan comprar.
Ya los campos están bien definidos: entre ellos y nosotros existe el abismo profundo que separa, por un lado a los que luchan por la soberanía de la patria, a los que defienden el derecho a decidir su destino sin intervención, y por el otro lado a los que vendieron su iniciativa al dólar que viene del norte, los que desfilan con la bandera imperial, los que se alegran cuando el interventor amenaza a la patria, los que quieren encadenar nuevamente nuestra economía al saqueo de la bestia imperial.
Los campos están definidos, la realidad acabó con las ilusiones de convivencia con un enemigo cruel que nos desprecia, que como decía el Libertador parece destinado por la providencia para llenarnos de miseria y oprobio.
Ya no hay otra alternativa que luchar y enfrentarlo, y ya sabemos que el imperio sólo retrocede frente a los pueblos que le ofrecen férrea resistencia, frente a los pueblos blandengues el imperio y sus lacayos locales se envalentonan.
Entonces es necesario movilizar al Pueblo, ahora mismo, con urgencia, alrededor de consignas antiimperialistas, socialistas, por la defensa de la soberanía.
Sólo Pueblo movilizado, en la calle, alegre, pero decidido, le enviará a los oligarcas un mensaje de fortaleza, de firmeza revolucionaria, de intención clara de defender los logros hasta ahora alcanzados, y seguir por la senda del Socialismo, único camino hacia la felicidad de los humildes y de la salvación de la humanidad.
Sólo el Pueblo movilizado podrá enviar un mensaje a los gringos y a sus lacayos de la disposición de la Revolución para enfrentar sus planes de intervención, adquieran la forma que adquieran, se amparen en la legislación que se amparen. Ya sabemos, el discurso de Bush lo demuestra, cuando al imperio le interesa, viola cualquier derecho internacional o nacional.
Sólo el Pueblo movilizado le podrá enviar un mensaje a los escuálidos de que ya pasaron los días en que podían acumular fuerza nutriéndose con nuestras debilidades conciliatorias, de crecer arropados en nuestras debilidades.
Sólo el Pueblo movilizado podrá respaldar las medidas de profundización del Socialismo, indispensables para enfrentar la agresión imperial que ya está sucediendo, y de la que el discurso de Bush es una pequeña muestra.
Sólo el Pueblo movilizado, estrechamente ligado al liderazgo del Comandante, le dará a la Revolución la fortaleza para defender la Patria y profundizar el Socialismo.
¡Con Chávez y el Socialismo Venceremos al Imperio!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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