Si estudiamos con detenimiento los planteamientos electorales, fácilmente percibiremos dos posiciones encontradas, con contenidos y sentimientos fuertemente opuestos. Veamos.
La posición de los oligarcas. Se caracteriza por el chantaje a los humildes con la amenaza de perder, de privarse de los bienes y hasta de los hijos, sino votan por ellos. ¡Mentira chabacana!
Es comprensible esta postura oligarca, este miedo es su característica principal, es la misma angustia que el ladrón tiene a perder lo mal habido. Toda la vida oligarca gira alrededor de la defensa de sus posesiones. El miedo la hace cobarde.
Este miedo lo traslada a la pequeña burguesía, que tiene como característica el consumo patológico y el miedo de perder su oropel. No cae en cuenta que ya la oligarquía la ha despojado de lo más importante, de su vida, que se la ha cambiado por una apariencia donde todo es ficción: la salud, la educación, el futuro. Condenados a la vida tormentosa de los débiles, siempre con miedo, nunca con sosiego.
Buscan la votación de los humildes con el chantaje, con lo negativo, con la paradoja de que si no votamos por ellos seremos despojados de las cosas materiales y espirituales que ellos mismos nos negaron.
Es que los oligarcas escuálidos no tienen nada positivo que ofrecer a los humildes, estuvieron siglos en el gobierno y sólo nos dieron miseria espiritual y material.
Ellos nos negaron educación, la Revolución nos dio las Misiones. Ellos nos negaron salud, la Revolución fundó Barrio Adentro. Ellos nos negaron vivienda, la Revolución construye cada día más casas, ellos crearon las condiciones para la inseguridad, la Revolución trabaja para crear condiciones materiales y espirituales que acaben con la delincuencia. Ellos nos negaron amor, la Revolución nos restituyó la dignidad y el amor, y nos dio Esperanza.
Todo es una gran patraña montada con ayuda de los medios, aprovechándose de la credulidad popular, la misma que denunció el Libertador.
El 2 de diciembre es una batalla importantísima en el camino de la Revolución, se trata de una batalla igual, o quizá más importante que la del referéndum. Se trata de decidir si claudicaremos frente al chantaje oligarca, o si seguiremos el camino de redención señalado por el Comandante y la Revolución.
Aquí lo que estamos enfrentando es otra arremetida del imperio contra la nación: quieren apoderarse de nuestra energía, la necesitan para que su sistema capitalista derrochador sobreviva, y cuentan con el apoyo de lacayos nacionales.
Frente al chantaje burdo de la oligarquía, debemos reafirmar la Esperanza en la Revolución y el Comandante Chávez. Debemos ratificar el amor que sentimos por la Revolución y el Comandante Chávez.
Ya en esta recta final no hay nada más importante que ganar el 2. Debemos ganar, y ganar con una gran ventaja para derrotar los planes golpistas de los oligarcas lacayos del imperio.
Nos encontrarán de pie, dignos, concientes, como en abril, como en diciembre, ¡Aquí no aceptamos chantajes¡
¡Chávez es la reforma!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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