“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado…; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos…; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio…; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y de las ideas…, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”…
Las anteriores palabras fueron pronunciadas por Fidel en un discurso a los obreros cubanos en el año 2000. Es una definición de Revolución que resume su pensamiento. De él debemos aprender, lo respalda medio siglo de lucha exitosa construyendo Socialismo y venciendo al monstruo que lo acecha a menos de noventa millas.
Insolentes los teoréticos pseudorevolucionarios que desechan las enseñanzas de la Revolución Cubana y de Fidel. Nosotros creemos que no se puede hacer una revolución socialista sin tomar en cuenta la riquísima experiencia cubana. O mejor, cualquier nueva experiencia socialista, sobre todo en este continente, tendrá, tiene que tener como atalaya a la Revolución Cubana, que sigue firme, digna, a pesar del derrumbe de tantos otros experimentos, sigue allí como ejemplo revolucionario.
En su definición dice Fidel: “No Mentir Jamás”, este precepto no es un requerimiento moralista que puede ser cumplido o no, y que si se viola se repara con alguna pequeña penitencia o unas cuantas palmaditas, se trata de un pilar de la marcha revolucionaria.
Revolución que mienta, se miente a si misma e indefectiblemente pierde el corazón de su pueblo, pierde la confianza irreductible de las masas, que es lo más valioso que pueden tener los revolucionarios. Ya ésta sería suficiente razón para no mentir jamás, cuando una Revolución dice algo, el pueblo debe estar seguro que está diciendo la verdad.
Cuando una Revolución miente, cuando un revolucionario miente, con esa mentira deforma la realidad, oculta una carencia, cubre un error, está cerrando la posibilidad de comprender, de ubicarse, de corregir deficiencias, de buscar rumbos exitosos.
De allí que una Revolución debe tener mecanismos contra la mentira, que son también mecanismos contra el burocratismo. Veamos algunos:
Perder el miedo a equivocarnos: más beneficia a la Revolución reconocer una pifia que cubrirla con una mentira. Al mentir, multiplicamos y extendemos el daño. Debemos entender el error como parte del camino hacia la certeza y el éxito.
Frente al fracaso, corrección, pero también comprensión, nunca retaliación.
Frente a la indisciplina sanción educadora, nunca represalia.
El miedo debe ser desterrado del mundo revolucionario y sustituido por la confianza.
Las tareas se deben hacer porque se está convencido de ellas, no deben ser impuestas sino discutidas. Mejor realiza la tarea un convencido que un atemorizado.
La Revolución Bolivariana debe crear mecanismos de combate a la mentira, debe cultivar el rigor en la información que produzca.
¡Chávez es Socialismo!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma, SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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