4.10.07

ITINERANTES

Existen, y nos visitan, teóricos que pretenden planificar a la revolución bolivariana como si de un juego en solitario se tratara. Esta actitud se deriva de la soberbia y la falta de compromiso con lo que planifican.

El comportamiento de todos estos teóricos itinerantes es muy parecido, y su función en las revoluciones es similar. Veamos.

Casi siempre llegan de allende los mares, con muchos títulos académicos y sin ningún galardón de batalla: no se comprometen con la revolución, la estudian desde arriba, como el que observa un insecto con una lupa, no se involucran, algunos ni siquiera se quedan en el país, nos visitan, declaran y desaparecen.

Su tarjeta de presentación es atacar a los revolucionarios y a los intentos revolucionarios de la humanidad, hablan mal de Lenin, corren a desligarse de la Revolución Cubana, dicen que la Revolución Cubana no es modelo, y solapadamente maldicen al Che y a Fidel.

De esa forma intentan aislar a la Revolución de su historia, dejarla huérfana de experiencias positivas, colocarla como en una isla donde todo pasado revolucionario fue un peligroso fracaso de donde no tenemos nada que aprender. A lo sumo citan a un Gramsci despojado de su fuego revolucionario, atenuado, falsificado, igual que lo citaron para reforzar el deslizamiento de los partidos revolucionarios europeos hacia el reformismo vergonzante.

Así se ganan las indulgencias de los oligarcas, que los reconocen como aliados, por eso le abren las puertas de sus periódicos y allí los vemos declarando.

La función de estos teóricos itinerantes es deformar la teoría revolucionaria, la sustituyen por una suerte de monserga prosopopéyica con la que evitan que la revolución construya su piso teórico. De esa manera, despojada la revolución de su ideología, es fácil presa de la contrarrevolución.

A estos teoréticos todo le sale mal, entonces dicen que no hicimos las cosas exactamente como ellos dijeron, y se desentienden replegándose a sus cátedras europeas, allá vivirán haciendo libros que relaten su experiencia en América.

Las planificaciones que nos proponen estos teóricos itinerantes, funcionarían si las revoluciones fuesen un como un juego de Nintendo, donde el jugador puede escoger las reglas, controlar el combate, congelar a voluntad las acciones de los enemigos, suspender la batalla para otro día, ir de viaje y continuar al regreso, repetirlo si se falla.

En un juego así quizá sus planificaciones funcionen, pero nunca funcionarán en la vida real, donde el enemigo contrarrevolucionario se mueve con fuerza, usa las armas de la costumbre, se apoya en la conciencia de la sumisión y de la dominación que ha sembrado por milenios, es experto en ataques arteros, no da cuartel, usa las más variadas armas, desde la triquiñuela electoral hasta el magnicidio.

Contra un enemigo así las elaboraciones teoréticas de los itinerantes se estrellarán, y al final ellos volverán a sus cátedras. Y nosotros, si nos dejamos embaucar, terminaremos en los hombrillos de la historia.

¡Chávez es Socialismo!
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
!A la Reforma SÍ!
!Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

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