30.1.07

LA BATALLA VITAL

La historia es categórica cuando nos dice que la necesidad de expansión y de lucro, inherente al capitalismo, lo hacen un sistema altamente virulento y letal.

Al capitalismo no se le puede confinar a los límites de la voluntad del hombre. Es un ente que se mueve independiente de los deseos humanos. Al capitalismo sólo se le puede combatir con el Socialismo Auténtico. Las medias tintas no funcionan, los intentos por hacer sistemas híbridos, o capitalismos atenuados, han terminado siempre en fracasos estruendosos y más auge capitalista.

Lo anterior es comprensible si recordamos que la superación del capitalismo es una tarea cultural, se trata de superar la cultura del capitalismo, fuertemente arraigada en el alma de los hombres. Por tanto, la tarea por superarlo es una tarea revolucionaria, no reformista.

El Comandante Chávez nos alerta con claridad y angustia, que el capitalismo llegó a sus límites de crecimiento: o es superado, o acaba con la vida del planeta. En su irremediable camino catastrófico, el capitalismo llevará a la humanidad y a la vida planetaria a su extinción. Repetimos, el Socialismo es la única salida para la humanidad.

En Venezuela existen las posibilidades de ir rumbo al Socialismo, tenemos condiciones que, sin pecar de pedantes, son únicas en el mundo para emprender este camino.

Sin embargo, así como existen las condiciones para avanzar, tenemos también la más formidable barrera que una Revolución puede enfrentar: la ideología pequeño burguesa.

Ya un clásico afirmó categóricamente, que si no existiera la pequeña burguesía ya se habría realizado la Revolución Socialista en el mundo. Todos los clásicos, desde Rosa Luxemburgo hasta el Che, nos alertan sobre el obstáculo pequeño burgués.

Después de la victoria de diciembre, luego de haber aplastado a la oligarquía, el foco de las tensiones se movió al campo bolivariano. Aquí se escenifica hoy la batalla más importante de la Revolución Bolivariana:

La lucha es feroz. La ideología pequeña burguesa intenta atenuar a la Revolución: busca mil fórmulas para hacer “Revolución” sin salir del capitalismo, coquetea con el capitalismo, es bestial contra los revolucionarios y sus ideas, y acepta más a un empresario que a un bolchevique.

Se disfraza de Revolución para diluir la esencia de los cambios y dejarlos sólo en lo cosmético. Falsifica a los clásicos, calumnia a los procesos revolucionarios pasados, los desacredita, borra la historia revolucionaria, nos enceguece con un presente sin pasado, y nos hace vulnerables.

En los últimos días esta corriente pasó a la ofensiva, abundan sus declaraciones, entrevistas y libros divulgadores de estas ideas falsificadoras del Socialismo. Se trata de una campaña envolvente bien dirigida que por supuesto, ha tenido buena acogida en los medios de difusión oligarcas.

Es necesario que los revolucionarios redoblemos esfuerzos para impulsar las ideas del Socialismo Auténtico, esa es la batalla vital de la Revolución en esta etapa.

No podemos distraernos con asuntos subalternos.

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!

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