Hay injusticias que definen una época, frente a ellas la humanidad parte su alma en dos: la que comulga con la afrenta, y la que se opone a la infamia. Los que tiemblan de indignación, y los que aceptan y participan del oprobio.
En la humanidad así escindida, se entabla una lucha feroz entre los partidarios de la sociedad como santuario de la vida, y los carroñeros portadores de las tinieblas del infierno. El escenario de la confrontación es la injusticia.
El imperio gringo es abundante en injusticias, estamos ante el imperio más cruel del que se tenga conocimiento, su monstruosidad no tiene parangón en la historia. Hiroshima y Nagasaky, son barbaries que se pensaban difíciles de igualar, pero las Torres Gemelas de New York, anuncian que la malignidad imperial no tiene límite, siempre se supera a sí misma.
El imperio gringo, igual a todos los imperios, se sustenta en injusticias. Pero, si preguntáramos cuál es la que define a esta época, sin duda la respuesta es: el secuestro, en los abismos del norte, de cinco jóvenes luchadores contra el terrorismo. Esta es una injusticia agravada y continuada, que se perpetra todos los días, desde hace ocho años. Se trata de guerreros de la vida, de combatientes contra el flagelo terrorista que aflige a la humanidad, son ejemplo de dignidad frente al agravio. Estos jóvenes secuestrados por luchar contra el terrorismo y la hipocresía, continúan, con su ejemplo de dignidad y heroísmo, combatiendo en las ergástulas imperiales. Son Héroes y esperanza de la Humanidad.
Sin duda que la actitud frente a la injusticia con los Cinco Héroes define. Es apropiado parafrasear al Che y decir: “somos hermanos todos los que temblamos de indignación frente a esta injusticia.” Pero, no es suficiente, es necesario actuar como país y como individuos.
Proponemos, con el temblor de la indignación, que se les otorgue a estos Cinco Guerreros de la dignidad humana, La Orden del Libertador.
Estamos seguros, pocas veces el otorgamiento de una condecoración estuvo más justificado que ahora. Estamos seguros, pocas veces el otorgamiento de una condecoración colocará a Venezuela en lugar más honroso, en la primera línea del combate por la redención de la humanidad entera. Estamos seguros, es una acción de justicia que enaltece a todo el que la apoye.
Pedimos a los bolivarianos, adhesión a este pedido, que no es sólo de esta columna, nosotros meramente servimos de voz a personas e instituciones que comparten este desasosiego. Que bueno sería si apoyaran esta petición, Ministros, partidos bolivarianos, diputados, organizaciones populares, gobernadores, organizaciones comunales, alcaldes, mujeres bolivarianas organizadas, el comando Miranda. En resumen, todo el que “tiemble de indignación frente a la injusticia.”
A esta petición se pueden adherir por el teléfono 04125594957 con mensajes de texto.
¡Chávez es Chávez!
En la humanidad así escindida, se entabla una lucha feroz entre los partidarios de la sociedad como santuario de la vida, y los carroñeros portadores de las tinieblas del infierno. El escenario de la confrontación es la injusticia.
El imperio gringo es abundante en injusticias, estamos ante el imperio más cruel del que se tenga conocimiento, su monstruosidad no tiene parangón en la historia. Hiroshima y Nagasaky, son barbaries que se pensaban difíciles de igualar, pero las Torres Gemelas de New York, anuncian que la malignidad imperial no tiene límite, siempre se supera a sí misma.
El imperio gringo, igual a todos los imperios, se sustenta en injusticias. Pero, si preguntáramos cuál es la que define a esta época, sin duda la respuesta es: el secuestro, en los abismos del norte, de cinco jóvenes luchadores contra el terrorismo. Esta es una injusticia agravada y continuada, que se perpetra todos los días, desde hace ocho años. Se trata de guerreros de la vida, de combatientes contra el flagelo terrorista que aflige a la humanidad, son ejemplo de dignidad frente al agravio. Estos jóvenes secuestrados por luchar contra el terrorismo y la hipocresía, continúan, con su ejemplo de dignidad y heroísmo, combatiendo en las ergástulas imperiales. Son Héroes y esperanza de la Humanidad.
Sin duda que la actitud frente a la injusticia con los Cinco Héroes define. Es apropiado parafrasear al Che y decir: “somos hermanos todos los que temblamos de indignación frente a esta injusticia.” Pero, no es suficiente, es necesario actuar como país y como individuos.
Proponemos, con el temblor de la indignación, que se les otorgue a estos Cinco Guerreros de la dignidad humana, La Orden del Libertador.
Estamos seguros, pocas veces el otorgamiento de una condecoración estuvo más justificado que ahora. Estamos seguros, pocas veces el otorgamiento de una condecoración colocará a Venezuela en lugar más honroso, en la primera línea del combate por la redención de la humanidad entera. Estamos seguros, es una acción de justicia que enaltece a todo el que la apoye.
Pedimos a los bolivarianos, adhesión a este pedido, que no es sólo de esta columna, nosotros meramente servimos de voz a personas e instituciones que comparten este desasosiego. Que bueno sería si apoyaran esta petición, Ministros, partidos bolivarianos, diputados, organizaciones populares, gobernadores, organizaciones comunales, alcaldes, mujeres bolivarianas organizadas, el comando Miranda. En resumen, todo el que “tiemble de indignación frente a la injusticia.”
A esta petición se pueden adherir por el teléfono 04125594957 con mensajes de texto.
¡Chávez es Chávez!
¡Movilización o Muerte!
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