Hace pocos días se celebró el natalicio del Camarada Gustavo Machado, fundador del Partido Comunista de Venezuela y destacadísimo luchador revolucionario, ejemplo para todo el que participe en las luchas sociales. Estudiando la vida de Gustavo, estudiamos la vida de un revolucionario cabal. Veamos.
Dejó las comodidades de una vida burguesa que le proponía muchos placeres y comodidades, para adoptar la hermosa aventura del revolucionario internacional. Temprano conoció las cárceles de Gómez y, huyendo de la represión, viajó por el continente llevando el espíritu solidario e internacionalista que los venezolanos heredamos del Libertador. Donde quiera que se encontrara, siempre participó en las luchas antiimperialistas: fue oficial del Estado Mayor de Sandino, allí estuvo junto a Carlos Aponte, viajó a Cuba y, hombro a hombro con Julio Antonio Mella, participa en la construcción del glorioso Partido Comunista de la isla. Sin embargo, su corazón no se apartó de la lucha por la Revolución venezolana, participó en la preparación de varias invasiones contra el General Gómez y, en ese ánimo, toma la isla de Curazao como paso previo para venir a luchar contra la dictadura que azotaba al país.
Siempre fue un luchador revolucionario, el pacto de punto fijo no le perdonó su consecuencia al lado del pueblo, no podía tolerar su ejemplo de rectitud, de consecuencia revolucionaria, y lo persigue, le allana la inmunidad parlamentaria (fue electo diputado con los votos y el amor de Caracas) y nuevamente va a la carcel, ahora el cuartel San Carlos es el que conoce de la dignidad de este luchador.
En esta Revolución hace falta Gustavo Machado, cuando su sueño de toda la vida tiene posibilidades de concretarse, cuando el pueblo que tanto amó ha tomado conciencia de que es el Socialismo la vía de redención. Gustavo estaría en la primera fila de combate contra el imperio, estaría, con su experiencia y su ejemplo colaborando para desentrañar las incógnitas de la agresión imperialista. Hace mucha falta Gustavo, un hombre generoso, altruista, para que contribuya a la construcción de un verdadero partido revolucionario. Hace falta su llamado a la unidad de los revolucionarios, y su grito de lucha contra las desviaciones reformistas. Hace falta, su ejemplo de fidelidad con sus principios y sus creencias, y al mismo tiempo su vocación rebelde frente a los dogmas.
Hoy nosotros queremos recordar con amor al Camarada Gustavo Machado, y decirle que aquí estamos, guiados por su ejemplo, sus enseñanzas, su valentía, y luchando siempre por ser fieles a su legado.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
Dejó las comodidades de una vida burguesa que le proponía muchos placeres y comodidades, para adoptar la hermosa aventura del revolucionario internacional. Temprano conoció las cárceles de Gómez y, huyendo de la represión, viajó por el continente llevando el espíritu solidario e internacionalista que los venezolanos heredamos del Libertador. Donde quiera que se encontrara, siempre participó en las luchas antiimperialistas: fue oficial del Estado Mayor de Sandino, allí estuvo junto a Carlos Aponte, viajó a Cuba y, hombro a hombro con Julio Antonio Mella, participa en la construcción del glorioso Partido Comunista de la isla. Sin embargo, su corazón no se apartó de la lucha por la Revolución venezolana, participó en la preparación de varias invasiones contra el General Gómez y, en ese ánimo, toma la isla de Curazao como paso previo para venir a luchar contra la dictadura que azotaba al país.
Siempre fue un luchador revolucionario, el pacto de punto fijo no le perdonó su consecuencia al lado del pueblo, no podía tolerar su ejemplo de rectitud, de consecuencia revolucionaria, y lo persigue, le allana la inmunidad parlamentaria (fue electo diputado con los votos y el amor de Caracas) y nuevamente va a la carcel, ahora el cuartel San Carlos es el que conoce de la dignidad de este luchador.
En esta Revolución hace falta Gustavo Machado, cuando su sueño de toda la vida tiene posibilidades de concretarse, cuando el pueblo que tanto amó ha tomado conciencia de que es el Socialismo la vía de redención. Gustavo estaría en la primera fila de combate contra el imperio, estaría, con su experiencia y su ejemplo colaborando para desentrañar las incógnitas de la agresión imperialista. Hace mucha falta Gustavo, un hombre generoso, altruista, para que contribuya a la construcción de un verdadero partido revolucionario. Hace falta su llamado a la unidad de los revolucionarios, y su grito de lucha contra las desviaciones reformistas. Hace falta, su ejemplo de fidelidad con sus principios y sus creencias, y al mismo tiempo su vocación rebelde frente a los dogmas.
Hoy nosotros queremos recordar con amor al Camarada Gustavo Machado, y decirle que aquí estamos, guiados por su ejemplo, sus enseñanzas, su valentía, y luchando siempre por ser fieles a su legado.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez y Gustavo son socialismo!
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