27.6.06

MISCELÁNEAS 10

1. La posición frente a Cuba define a los revolucionarios, a ella nos une algo más que intereses materiales o afinidades ligeras, nos une la hermandad de remar juntos en el mismo barco, el de la redención del humano, el del Socialismo.
2. En la construcción del Socialismo es vital la creación de la zona de amor, sin ella no es posible una Revolución, nos atrevemos a decir que la Revolución, la construcción del Socialismo, se resume en la creación y expansión de esta zona de amor. La historia de la humanidad es la historia de la lucha por la creación y expansión de las zonas de amor.
3.
La Revolución Bolivariana necesita urgente volver al espíritu de abril, es necesario que desde allí comencemos el fortalecimiento del proceso y la redefinición de la Revolución. En momentos en que el imperio nos amenaza, que las debilidades internas nos arriesgan, las imprecisiones nos confunden, es necesario encender el ánimo y jugar cuadro cerrado para poder avanzar.
4. Hoy en Venezuela los revolucionarios necesitamos la unidad, pero esta no debe ser boba, que en lugar de fortalecer a la Revolución nos debilite peligrosamente, la unidad tienen que ser para fortalecer a la Revolución. No podemos caer en la trampa de sacrificar los objetivos estratégicos en el altar del oportunismo táctico. Debemos plantear la unidad en torno a dos objetivos transcendentes y definitorios: el apoyo al Comandante Chávez, y la construcción del Socialismo.
5. La Revolución es terreno de una profunda lucha de clases donde chocan la ideología revolucionaria, la de los trabajadores, la del Socialismo, la que plantea la propiedad social de los medios de producción, la conciencia del deber social, como única manera de liberar al hombre liberando al trabajo. En choque con la ideología anarquista y populista propia de la pequeña burguesía incapaz de avanzar al Socialismo, pero incapaz también de reconocerse capitalista.
6. Las revoluciones se sustentan en la relación entre lo material y lo espiritual, el futuro de una Revolución depende de manera fundamental de esta relación. Lo espiritual debe ser lo hegemónico. el móvil esencial de la revolución, tiene que ser el rescate de la condición social y espiritual del humano. Si caemos en la tentación de colocar a lo material como motivo principal de la actividad revolucionaria la condenamos irremediablemente al fracaso.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez es socialismo!

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