12.7.08

CON EL HÍBRIDO HEMOS TOPADO

Los hechos son los hechos y las revoluciones se hacen en la realidad, no en los deseos ni en los libros.
Y es un hecho que esta Revolución presenta componentes híbridos: nuestra economía es un híbrido capital-Socialismo. La política, que es reflejo de esa economía, nos presenta bolivarianos que aúpan el capitalismo, y bolivarianos socialistas. Lo social no escapa a esta situación híbrida, y lo más importante, la conciencia, es escenario de lucha entre los polos del híbrido, entre el Socialismo y el capitalismo.
Esta es la realidad y con ella debemos lidiar.
La pregunta que surge es ¿Cuál es la conducta de los revolucionarios en esta situación de híbrido? Analicemos la situación.
Lo primero es estudiar las características del híbrido:
El primer componente, el capitalismo: por su naturaleza no puede dejar de expandirse, ocupar más territorio, ganar más, engullir a los más pequeños, crecer sin medida, difundir la ideología, la cultura, los valores, la ética que le es propia, lo justifica y lo perpetúa. El capitalismo es insaciable, esa es su naturaleza. Responde en última instancia a los intereses del capitalismo mundial.
Los capitalistas nacionales, son capitalistas, ni más ni memos, no son diferentes a los capitalistas de resto del planeta, siempre se comportarán como capitalistas, como enemigos de la Revolución , como sepultureros del Comandante Chávez y del Socialismo.
El otro componente del híbrido, el Socialismo: postula la Propiedad Social , la distribución social, la Conciencia Social. Tiene la debilidad de ser un camino poco conocido. Contra él se confabulan las costumbres de siglos, la ideología dominante, la economía dominante, las ambigüedades del campo Socialista.
Presenta aún una economía débil, dispersa, tímida, y una Conciencia del Deber Social horadada, difusa.
Se deduce que el híbrido que hoy vivimos no es un escenario de armonía, es un coso de confrontación.
¿En estas circunstancias cómo impulsar al Socialismo?
Primero entender que estamos en el centro de una extraña guerra donde convivimos con el poderoso enemigo.
Siendo así, es necesario fortalecer la Zona Socialista , en lo económico, en lo político, en lo social y sobre todo en lo ideológico.
Es necesario planificarla, integrarla, señalarle estrategia. Es importante saber las características fundamentales de la sociedad que queremos construir y de la cual esta zona es núcleo. En gran medida lo que sea esta zona será la sociedad futura, o dicho en otras palabras, la Zona Socialista determinará al rumbo Socialista, a la sociedad Socialista.
Esa Zona debe servir de soporte al enfrentamiento económico, político, moral, ético, contra el capitalismo, allí deben florecer los valores socialistas, debe ser ejemplo de la ideología Socialista actuando en la práctica.
Es necesario integrar la Zona Socialista , darle organicidad. Un buen comienzo sería un congreso donde participen las fábricas socialistas y demás empresas administradas por el Estado, las Misiones, los Fundos, PDVAL, los núcleos endógenos. De allí deberían salir propuestas organizativas e ideológicas para consolidar la Zona Socialista y ponerla en las mejores condiciones para enfrentar el monstruo capitalista.
Criticar es Amar
José Martí

11.7.08

SEÑALES Y SITUACIONES

Toda situación política envía señales que la advierten. Los políticos, y sobre todo los revolucionarios, deben saber leerlas, anticiparlas, conducir al pueblo de acuerdo a los augurios, prepararlo, alertarlo.
Esto es posible porque las nuevas situaciones se engendran en el seno de las viejas circunstancias. El futuro se gesta en el presente.
Una mala lectura de las señales nos hará tomar medidas equivocadas, y así afrontaremos las nuevas situaciones en debilidad. Si nos cegamos frente a las señales, si filtramos las señales negativas y nos enloquecemos con las positivas, estaremos saliendo del trance inmediato, pero cuando se incendie la pradera no estaremos preparados, la sorpresa nos derrotará.
Intentemos detectar las señales que nos envía el futuro, y con ellas construir éxitos. Hay indicaciones claras de que las vanguardias están discutiendo de política grande, hay grupos que intercambian opiniones, los blogs están repletos de angustias, cuestionamientos y opiniones, los periódicos alternativos participan en polémicas políticas. Este ambiente es buena señal.
Las recientes medidas político-económicas levantaron una fuerte discusión, los voceros de las diferentes clases sociales se manifestaron, los trabajadores tomaron diversas posiciones, hablaron los clasistas y los oportunistas.
Las otras clases tuvieron sus voceros, los empresarios se dividieron, como siempre, de acuerdo a sus intereses, los comerciantes manifestaron desagrado, los beneficiarios regocijo.
Los argumentos abundaron, desde las definiciones de Socialismo más ambiguas hasta precisiones más estrictas. La política salió de la estulticia electoral y entró en el terreno de la lucha de clases. Esto también es buena señal.
Por otra parte aparecen, cada vez con más frecuencia, pequeños conflictos: se cierran calles, se queman cauchos, por horas se trancan importantes vías, los reclamos aumentan. Esa es una señal preocupante y debe alertar a la Revolución, merece un estudio y tomar medidas.
Es un error despachar estas señales diciendo que son parte de un plan desestabilizador, que la oposición prepara un “julio perverso”, o algo por el estilo. Esa apreciación de las señales no nos ayuda a corregir, y por tanto nos conduce al fracaso. Ignorar no es resolver.
Esas señales que cada día aumentan, cada vez se hacen más fuertes, nos indican que hay problemas en la Revolución. Veamos.
Problemas organizativos políticos: los partidos de la Revolución no aparecen haciendo frente a esos pequeños conflictos, lo que nos indica que están sumergidos en sus propios y mezquinos problemitas electorales, desligados de los problemas del pueblo.
Problemas en la organización social: los consejos comunales no son canales efectivos para responder a los asuntos que dan origen a los conflictos.
Problemas en la conciencia de la población: se antepone lo local a cualquier otra consideración social.
Problemas en la formación política: ante cualquier dificultad, y cada vez con mayor frecuencia, el pueblo cae en los infames brazos de las televisoras enemigas, acude a ellas en una especie de castigo, esto es una malísima señal. Pero, peor es que a altos dirigentes de los partidos de la Revolución también los seducen las mieles de globovisión.
Las señales están allí.
Criticar es Amar
José Martí

10.7.08

TRABAJO Y REVOLUCIÓN

Una Revolución tiene como uno de sus fundamentos principales establecer una nueva relación de la sociedad con el trabajo. Veamos.
En el capitalismo, la sociedad se relaciona con el trabajo a través de una fracción de ella: los propietarios de los medios de producción. El trabajo, que es social, es apropiado por esta fracción que lo distribuye y planifica, ya no socialmente sino de acuerdo con sus intereses mezquinos.
De esta manera, se establecen las bases materiales de una sociedad escindida, extrañada de la naturaleza, el aislamiento de los hombres y la enajenación del trabajo.
En el Socialismo, la sociedad vuelve a ser dueña de los medios de producción, se relaciona con el trabajo directamente. Se restablecen así las condiciones para la planificación y distribución social del trabajo, se puede planificar y distribuir de acuerdo a las necesidades sociales.
Así se establecen las bases materiales de una sociedad integrada, en armonía con la naturaleza. Se restablece la relación amorosa entre los hombres, el trabajo deja de ser una compulsión para la sobrevivencia, para convertirse en una actividad de elevación del humano.
En Venezuela, país rentista, donde la sociedad se relaciona con la renta de manera clientelar, la relación con el trabajo es capitalista, y el proletariado es escaso. La Revolución precisa con urgencia construir los fundamentos de la Conciencia del Deber Social, la espiritualidad amorosa propia e indispensable para el Socialismo. Establecer una nueva relación de la sociedad con el trabajo.
¿Cómo hacerlo?
Hay una dificultad estructural, cultural: la relación de la sociedad con el trabajo es laxa, nuestra principal fuente de riqueza absorbe poquísimos obreros y produce enormes ingresos, que permean a la sociedad por diferentes conductos y crean esa relación laxa con el trabajo.
En estas circunstancias: ¿cómo resolver el reto? ¿cómo construir una cultura Socialista del trabajo? Dos son las posibilidades:
Una, caer en la tentación etapista y dar la tarea al capitalismo, estimularlo, pensar que él construirá una cultura capitalista del trabajo, y que luego la Revolución transformará esa cultura capitalista, esa relación capitalista con el trabajo, en relación Socialista.
Esta posibilidad no es viable por múltiples razones: la principal, los oligarcas en un país rentista no les interesa producir, les interesa apropiarse de la renta.
La vía Socialista propone: crear fábricas socialistas, de Propiedad Social, condición indispensable para que sean escuelas donde se aprenda la nueva relación con el trabajo, y desde donde se irradie esta nueva conciencia al resto de la sociedad.
Estimular el Trabajo Colectivo Voluntario, este es un pilar que sirve de base a la nueva Cultura Socialista, que es una nueva relación Socialista con el trabajo, un poderoso antídoto contra la cultura capitalista del trabajo.
El Trabajo Colectivo Voluntario es un indispensable instrumento para hacer Revolución Socialista en países con escaso proletariado, allí se debe asentar la Conciencia del Deber Social.
La Revolución tiene que impactar a la sociedad con Trabajo Voluntario, todos deberían hacerlo, desde los ministros hasta los niños de escuela, los sindicatos.
Es necesaria una gran Misión de Trabajo Colectivo Voluntario.
Criticar es Amar
José Martí

9.7.08

IDEOLOGÍA, RAZONES Y ORGANIZACIÓN

En última instancia la lucha de clases se decide por la ideología que la guía, las razones que la impulsan y por la organización que la soporta. Veamos.

La relación de una clase con su ideología no es una relación mecánica, rígida, al contrario, la ideología propia de una clase se mueve por la sociedad.

La ideología dominante, propia de la clase dominante, se hace hegemónica porque anida en el alma de las demás clases. De esa manera es posible la permanencia y perpetuación del modelo capitalista. Es así que el capitalismo se constituye en la existencia que determina la conciencia de toda la sociedad.

Pero hegemonía no significa unanimidad, con la ideología dominante cohabitan en dura pelea otras ideologías.

La ideología revolucionaria, la que postula superar el modelo capitalista, sustituir la hegemonía capitalista por la hegemonía socialista, es propia del proletariado, de la clase que vende su trabajo en las fábricas. Expliquemos.

Al trabajar en cooperación, donde el producto del trabajo depende de la acción conjunta de cada uno, y el proceso tiene la velocidad del más lento, ese trabajo peculiar y diferente al trabajo de cualquier otra clase, desarrolla las condiciones materiales de existencia propicias para derrotar al egoísmo, para entender y encarnar el sentido de cooperación, de suerte compartida, en definitiva, de sociedad.

Es allí, de esa relación con el trabajo, que surge la ideología revolucionaria altruista, que se opone a la ideología egoísta capitalista, propia de las clases cuyos miembros no cooperan entre si, al contrario, son adversarios, compiten, el éxito de uno depende de la desgracia de otro.

La ideología revolucionaria, al igual que la ideología capitalista, también se mueve por la sociedad, encarna en otras clases sociales, las impregna, las conduce, es de esta manera que se hace posible la Revolución en países con poco desarrollo del proletariado.

Podríamos decir, corriendo el riesgo de que suene a herejía, que para la Revolución es decisivo, más que la clase social revolucionaria, la ideología revolucionaria.

Estas dos ideologías, la revolucionaria y la capitalista, o si se quiere la Socialista y la capitalista, se enfrentan en la política, que es la disputa del poder, la lucha por la conducción de la sociedad.

Ese enfrentamiento se hace sólo mediante organizaciones políticas que dirigen a las clases en pugna. La clase toma conciencia de si misma cuando construye una organización política que representa su ideología, que disputa el poder, que toma acciones que la representan, que la defienda y luche por sus objetivos.

De allí que la clase revolucionaria, sin esta organización política, no ha llegado al nivel de clase capaz de disputar el poder, es subordinada a otras clases, es hegemonizada.

Entonces, la Revolución precisa de la ideología revolucionaria encarnada en la clase revolucionaria, de la organización revolucionaria, y de razones sagradas por las cuales luchar.

El Socialismo es la más excelsa razón por la cuál luchar, significa la salvación de la humanidad. Por eso los que lo reducen a un simple asunto de producción, lo están asesinando.

Criticar es AmarJosé Martí

8.7.08

LA LUCHA DE CLASES

Con el caminar de la Revolución , sucedió lo inevitable: afloró la lucha de clases en su interior.
Cuando la etapa de la Revolución fue la de resolver las carencias heredadas del pacto de punto fijo, es decir, pagar la deuda social, atender las necesidades postergadas durante siglos, crear un clima de libertad y respeto al humano, empujar a la vieja oligarquía para que hiciera un lugar a la oligarquía emergente, cuando de eso se trataba, entonces Venezuela era de todos, el objetivo era compartido por todos los chavistas.
Cuando esa etapa se agota, cuando es necesario hacer una propuesta estratégica y el Comandante nos convoca primero al antiimperialismo, esta consigna en el fondo no desagrada a las oligarquías con pretensiones exportadoras, con voluntad de disputar mercados exteriores. Si la propuesta no pasaba a mayores, ellos la podían acompañar.
La gran batalla empieza a gestarse cuando el Comandante llama a avanzar hacia el Socialismo, allí irrumpe la lucha de clases.
La oligarquía desató una gran campaña para desvirtuar al Socialismo, quitarle precisión, así se evitaba ir al fundamento del Socialismo: la Propiedad Social de los medios de producción y la Conciencia del Deber Social que allí se entrelaza. Fue una fase en la que se despreciaba la teoría y la organización, el lema “inventamos o erramos”, se transformó en una llave para justificar la improvisación y el escamoteo.
Pero, la lucha de clases se desarrollaba en la práctica, continuó corriendo por debajo de esta supuesta confusión teórica, y la oligarquía desarrolló su proyecto, que tenía como fundamento, en esa etapa, el saboteo de las formas sociales de propiedad y el estímulo a las formas nosociales, base material del capitalismo. Es así que surge la propuesta de la cogestión, de las cooperativas, de las EPS, autogestión, núcleos endógenos…
Entretanto, la corriente de la ideología proletaria iba adquiriendo conciencia, combatía contra la oligarquía externa, dio las batallas de abril y de diciembre, aprendía a reconocerse, pero no desarrollaba con fuerza su proyecto.
Las empresas de Propiedad Social que se formaron, la Harina Yaracuy , Lácteos Los Andes, se baten en terreno adverso entre la necesidad de ser ejemplo de eficacia Socialista y el cerco de la economía y la conciencia capitalista.
¿Qué ha pasado?
Sucedió lo inevitable, en la práctica se dio un enfrentamiento alrededor de la propiedad de los medios de producción, la ideología de la clase obrera emerge encarnada en obreros y otros estamentos sociales, y mediante un comunicado histórico, aparecido en el DEBATE SOCIALISTA número 16 del día viernes 27 de junio, se enfrentó al estímulo a la propiedad no social de los medios de producción, reconoció a la propiedad como el objetivo principal de la lucha por el Socialismo.
Inmediatamente los tanques pensantes de las oligarquías afilan las deformaciones y las descalificaciones.
La Revolución avanza, la clase obrera da muestras de encontrarse con su ideología, con sus objetivos históricos: apoyar al Comandante en el camino hacia el Socialismo, y eso aterra a las oligarquías que pierden terreno de maniobra, ya no les será tan fácil desviar a la Revolución.
Criticar es Amar
José Martí

7.7.08

¡BATALLA!

La batalla de la Revolución Bolivariana tiene los campos definidos, no es posible ignorarlos.
En una trinchera se encuentran los que propugnan el capitalismo: se presentan con mil matices, arropados con retóricas de todo tipo, pero, como dice el Comandante, “siempre se les ve el bojote”, que no es otro que la defensa de la propiedad antisocial de los medios de producción y la conciencia egoísta que de allí se desprende, es decir, la defensa del capitalismo.
Este bando tiene su expresión política que se manifiesta cada vez que la Revolución avanza: es el caso patético de Podemos y de Ramón, el otrora adulador que ayer nomás libaba Revolución y ahora aparece como paladín del capital.
En la otra trinchera se ubican los que impulsamos el Socialismo verdadero, estamos desunidos, sin reconocernos, hay muchas suspicacias y reconcomios, pero sobre todo hay mucha debilidad ideológica, nos cuesta ir a la raíz, nos avergüenza ser radicales. Sin embargo, cada día se aclara el horizonte, cada vez nos acercamos más a la definición del Socialismo Bolivariano y en torno a él nos agrupamos, cada vez más entendemos la vital importancia de la Conciencia del Deber Social y de la Propiedad Social de los medios de producción.
Estos dos bandos están en lucha permanente, cada vez más abierta: se presenta en el fondo de las discrepancias en la Asamblea , en las escaramuzas entre la dirigencia, en el desconcierto del Pueblo frente a los intentos de conciliación y a las debilidades, y también en las discusiones del PSUV. Ya todos los sectores toman partido en esta batalla, poco a poco los campos se condensan.
Los revolucionarios en esta hora de encrucijada tenemos una responsabilidad principal: mantener en alto la bandera del Socialismo verdadero, luchar contra el capitalismo donde quiera que esté.
Para esto debemos prepararnos, estudiar, discutir para cada día conocer mejor las ideas revolucionarias y difundirlas, sólo así podremos participar con éxito en la batalla de ideas, que es en definitiva la que decide el combate. Es menester reconocernos, agruparnos, organizarnos, detectar nuestras debilidades y nuestras fortalezas, remediar unas y potenciar las otras.
Es necesario cerrar filas, jugar cuadro cerrado con el Comandante, única esperanza de avance. Fortalecer la conexión Pueblo-Comandante , posibilidad cierta de triunfo revolucionario.
Es hora de grandeza, de subir la mira, de zafarnos de lo mezquino, entender el papel histórico que nos toca vivir. Estamos ante una oportunidad de avanzar como nunca antes se había presentado en toda nuestra historia, en nuestras manos está si nos elevamos con audacia o nos quedamos amarrados por las costumbres colonizadoras de la querella mezquina, el combate sin sentido, la batalla egoísta, la visión pequeña.
Son tiempos de vuelo alto, del paso de Los Andes, del Asalto al Cuartel Moncada, del 4 de febrero, de abril, de diciembre. Vamos al Socialismo, el mundo no espera menos de nosotros, nosotros no podemos darle menos al mundo.
¡A la Batalla !

6.7.08

LA APATÍA

La apatía es una de las principales dolencias de una Revolución, es una enfermedad silenciosa, percibida sólo por los más avisados dirigentes. Cuando una Revolución padece la peste de la apatía, entra en situación de sumo peligro.
La apatía no es activa, es pasiva, por eso es de difícil detección, lo visible son sus consecuencias, produce un vacío que reclama nuevos actores, he allí su principal riesgo.
Uno de los principales síntomas anunciadores de apatía es la dificultad de movilización de las masas.
En época de auge las masas prácticamente se movilizan solas: basta una mirada de los líderes, una sonrisa o un chasquido de dedos para que la masa llene las anchas alamedas.
Cuando hay apatía la movilización es pesada, las anchas alamedas son sustituidas por cosos cerrados, las calles se llenan con recursos visuales, cada vez más se evita convocar.
Otro síntoma es la pérdida de la condición gregaria de la masa, ésta comienza a disolverse, a resolver sus angustias de forma individual, a protestar o a aprobar aisladamente. Ya no hay “esquinas calientes”, las discusiones de grupos espontáneos son cada vez más escasas, y cuando aparecen no hablan de política, el deporte suele llenar el vacío.
Ese es otro de los síntomas, la política grande, pero también la pequeña, desaparecen de la conversación, en ese momento importa más quién gana la eurocopa que quién es el posible gobernador de un estado.
La apatía debería soltar todas las alarmas de los partidos revolucionarios, sus puestos de observación deberían decretar alerta máxima.
Todo lo anterior nos lleva a varías preguntas. Veamos.
¿Hay apatía? ¿Se está formando un vacío que se expande poco a poco? ¿Estamos contribuyendo los revolucionarios a la apatía?
Las respuestas serán variadas, y darán lugar a una discusión inútil que puede aumentar la apatía, si ésta existiere.
En el caso de la peste apática, los partidos revolucionarios deben actuar con medidas preventivas. Si no hay enfermedad mejor, pero nunca está de más el cuidado para que no nos afecte.
Una de esas medidas preventivas sería actuar siempre con un gran respeto a la inteligencia y la sensibilidad de las masas. La incoherencia siempre es detectada por la masa con suma rapidez y facilidad, y es causal de apatía.
Por ejemplo, toda explicación para justificar que los partidos revolucionarios no vayan a las elecciones unidos, es incoherente.
Otra de esas medidas preventivas sería dar a las masas razones sagradas por las cuales luchar. Si nosotros no nos diferenciamos radicalmente de los oligarcas, si el Socialismo nuestro no significa un cambio radical con respecto al capitalismo, si no proponemos una nueva manera de relacionarnos, un nuevo mundo, que es mejor que el mundo propuesto por los oligarcas, entonces no hay razón sagrada para apoyarnos, habrá apatía.
Si no convencemos que el Socialismo es la última oportunidad de la humanidad, que se trata de escoger ya no entre Socialismo y barbarie, sino entre Socialismo y extinción de la vida, estaremos abriendo cauce a la apatía.
Criticar es Amar
José Martí

5.7.08

SEPARACIÓN

Hoy existe una profunda y peligrosísima separación entre la dirigencia política revolucionaria y la masa que la sustenta. Veamos.
El primer peligro es que la separación no es percibida por la dirigencia. Sumergida en sus tareas, sus preocupaciones, sus anhelos, en sus logros, se va poco a poco construyendo un mundo que no es el mundo de las masas.
Entonces, en el pueblo se van formando vacíos de dirección política que llaman al escepticismo: la masa se hace apática, los liderazgos locales se extravían, surgen peligros anarcoides.
¿Cómo detectar el peligro?
Una manera de percibir la situación es indagar de qué habla la dirigencia política revolucionaria, qué le ocupa su inteligencia, y de qué habla el pueblo, dónde está su corazón.
La dirigencia política está sumergida desde hace más de un año en la dinámica de las elecciones, esto es fácilmente comprobable, es suficiente revisar las declaraciones de los dirigentes para encontrar que casi el cien por ciento se refieren a las elecciones o a la construcción del instrumento organizativo para participar en ellas, la dirigencia es monotemática, “especialista” en elecciones regionales.
Mientras la dirigencia esta ocupada en estos menesteres, el mundo sigue su camino: los enemigos de la Revolución mueven sus piezas. La IV flota se activa contra nosotros. Hay murmullos en los cuarteles, llamadas telefónicas. Suceden movimientos económicos que pueden marcar el rumbo de esta sociedad. Hay crisis mundial de alimentos, que surge no de falta de producción sino de la rapacidad del capitalismo. Colombia es visitada por el sucesor de Bush. El petróleo sube. Europa se sacude a los inmigrantes…
Todo esto y más pasa, y la dirigencia sigue hablando de las elecciones, todas las convocatorias tienen este signo.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios?
No debemos caer en la trampa oligarca de pensar que las elecciones están separadas del resto de la vida, que son autosuficientes, un fin en sí mismas, que todo comienza y termina allí. No podemos convertirnos en eleccionarios.
Debemos relacionar todos los asuntos: relacionar la IV flota con la basura en una esquina de Caracas, la visita de leopoldo al norte con el premio a goicochea, el voto por Aristóbulo con la agresión de los paramilitares, los planes golpistas con el resultado de las elecciones, el rumbo económico con el futuro de la Revolución , los valores capitalistas con los programas de televisión, a los cinco héroes cubanos secuestrados por el imperio con las Misiones. A todo con el Socialismo.
Nada es más peligroso para la Revolución que dejar al pueblo al garete, nada es más importante para la dirigencia política de la Revolución que mantener la relación política con la masa. Y la relación política con la masa, se mantiene interpretando a la realidad política en su complejidad, y esa complejidad llevarla a la masa para elevar su capacidad de comprensión.
Si se comete el error de querer reducir la realidad solamente al factor voto, o a la mezquindad del entorno, irremediablemente habrá aislamiento.
Y cuando la dirigencia se aísla de la masa puede pasar cualquier cosa… mala.
Criticar es Amar
José Martí

4.7.08

LA ANTIFLOTA

Estados Unidos reactivó la IV flota, un dispositivo militar de alto poder que gira alrededor de un portaviones nuclear. Todo el mundo se pregunta ¿para qué? Las respuestas son variadas, van desde la intervención directa hasta operaciones rápidas tipo ataque al campamento de Reyes.
Nosotros pensamos que vienen a poner orden en su “patio trasero”, y su objetivo central es la Revolución Bolivariana y el Comandante Chávez. Saben que ese es el eje del resurgimiento de la Independencia de América. De aquí surge una pregunta ¿cómo lo harán?
La guerra del siglo veintiuno ha adquirido nuevas características, ya la Flota no es una fuerza de desembarco como en Normandía, se trata de una fuerza política, se mueve por el Caribe intimidando, mandando señales, y sobre todo apoyando a un ejército de ocupación que ya tienen en el país, es el mismo que actuó en el sabotaje petrolero.
Esa es una nueva estrategia de guerra en estos tiempos: el imperio opera a través de nacionales que son apoyados desde el exterior, con dinero, recordemos el medio millón de goicochea, con declaraciones descalificadoras como esas de que el gobierno protege la droga y a grupos terroristas árabes, o las que colocan a Chávez como un peligro continental.
Siendo así, esta IV flota vino a mandar señales de apoyo a su ejército de ocupación, a moralizarlo, a estimular sus acciones, también a cooperar con las labores de captación de personal militar, a estimular cualquier pronunciamiento, a intimidar a los débiles, lo que no descarta que, llegado el momento, opere directamente.
¿Cómo debemos enfrentar el peligro de la IV flota?
Lo primero es entender que es un peligro político, y debe ser contrarrestado principalmente con política.
Después, entender que el principal componente de la política revolucionaria es la ideología revolucionaria, la conciencia revolucionaria, y el pueblo que las encarne. Esos son los principales baluartes para enfrentar la flota, son los principales antiflotas.
Desde hace tiempo estamos en guerra con el ejército de ocupación, le hemos ganado muchas batallas. Ahora es necesario que entendamos las nuevas reglas de esta etapa de la confrontación, sólo así podremos volver a triunfar.
La batalla comienza todos los días en la televisión de la mañana. Los cañones de ellos, sus canales de televisión, empiezan temprano a disparar contra nosotros. Tratan de ganar la conciencia de la población con mentiras y manipulaciones, con miedo. Todo bien montado, se saben mover en su teatro de operaciones, estimulan los valores egoístas.
Los cañones nuestros, nuestros canales de televisión, paradójicamente, comienzan la batalla dándoles tribuna a los oficiales del ejército de ocupación, en programas que muestran una convivencia falsa. De esta manera transmiten una imagen distorsionada, alejada de la realidad de guerra que vivimos ¡Nos debilitan!
Y así transcurre la batalla, desubicados, sin darnos cuenta vamos cediendo terreno al enemigo.
La batalla no la estamos perdiendo en las aguas azules, ni en las aguas marrones, la estamos perdiendo en el alma del pueblo.
Criticar es Amar
José Martí

3.7.08

SALVEMOS LA UNIDAD

Por los vientos que soplan, la unidad en el campo de la Revolución no se concretará. Las razones que se darán para semejante desaguisado serán variadas, y las culpas volarán de un bando a otro. Sin embargo, nada justificará ese golpe noble a la Revolución.
La situación amerita algunas reflexiones. Veamos.
Lo primero que debemos decir es que, paradójicamente, los partidos revolucionarios no han entendido la importancia de la Revolución Bolivariana, ni la situación de alto peligro que hoy atravesamos.
Esta miopía política contrasta con la actitud del imperio, que activa la IV flota y sus dirigentes declaran abiertamente que se trata de detener la influencia de Chávez en la región. Y aquí debemos recordar las palabras del Che en carta a Armando Hart, cuando le decía que el imperio tenía un gran olfato para detectar a los verdaderos revolucionarios.
Así será la magnitud del peligro que representamos, que el imperio activó la IV flota, equivalente a la flota que vigila el Golfo Pérsico. Y así será el extravío político que padecemos, que somos incapaces de unirnos.
La unidad de los revolucionarios es un asunto que trasciende a los simples intereses de los partidos, se trata de la sobrevivencia de la Revolución , y no es el mero triunfo electoral, se trata de algo mucho más importante, de la imagen que la Revolución refleja sobre la masa.
Si nos comportamos como los políticos de la cuarta, pensando que el pueblo es bobo, que podemos engañarlo, que podemos sacar un candidato que rompe las posibilidades de unidad y luego publicitarlo como adalid de la unidad, o que actuando con soberbia podemos sumar a algún partido, en resumen, si tenemos una conducta antiunitaria, oportunista y cuarta republicana, que bombardea la unidad, eso necesariamente va a tener repercusión en el apoyo a la Revolución.
Si la Revolución no participa unida en las elecciones, si no da imagen de unidad, de seriedad política, entonces le daremos un duro golpe a la Esperanza.
La unidad, por los vientos que soplan, está en peligro, vale decir, la Revolución está en peligro. Es necesario tomar medidas.
Nosotros proponemos que se nombre de emergencia una mesa unitaria, formada por los emisarios más inclinados a la unidad, los menos conflictivos, que además asistan, de común acuerdo con los partidos, personas no comprometidas con ningún partido. Que en esa mesa se busquen proposiciones de acuerdo.
La historia no les perdonará a los partidos de la Revolución la desunión, no hay razón de peso para no unirse ¿Acaso una gobernación justifica herir a la Revolución , o una alcaldía es razón para debilitarnos?
Debemos dar ejemplo a la gran masa, muestras de que somos diferentes, de que la Revolución , el Socialismo, la causa de la humanidad está por encima de cualquier apetencia grupal o personal. Las zancadillas y los dobleces están de más.
Hoy sembramos lo que cosecharemos en Noviembre y en los tiempos futuros. No podemos nosotros mismos debilitar la Revolución y lanzarla en los abismos oligarcas.
Critcar es Amar
José Martí

2.7.08

JAMÁS DEJAREMOS DE LUCHAR

McCreary, Junio 9 del 2008
“Año 50 de la Revolución ”
Queridos Hermanos de todo el Mundo:
Acabamos de recibir la decisión de los tres Jueces de Atlanta, en la que, bajo presiones políticas insólitas, dos de ellos negaron casi todos nuestros puntos de apelación, concediendo solo a tres de nosotros un proceso de resentencia, como un intento de dividirnos, debilitarnos y aislarnos.
Se equivocaron nuevamente, jamás dejaremos de luchar y apelar hasta las últimas instancias esta cruel injusticia. Jamás nos dividirán ni abandonaremos a Gerardo y René, ni a ninguno de nuestros hermanos. Somos Cinco y Cinco seremos hasta la victoria final.
Es hora de levantar nuestras voces, de manifestarnos, de exigir libertad inmediata, es hora de hacer temblar esta absurda injusticia.
Contamos con todos ustedes en este empeño. ¡Unidos Venceremos!
¡Gracias por existir queridos hermanos y hermanas!
¡El Amor y la esperanza de los Cinco está con ustedes!
¡Hasta la Victoria siempre!
Ramón Labañino Salazar
Los Cinco Héroes de la Humanidad luchadores contra el terrorismo, secuestrados por el imperio, están siendo nuevamente agredidos.
Esta carta de Ramón es un llamado a la conciencia de la humanidad, a luchar contra la injusticia, nos exige revisar nuestra conducta, nos obliga a hacer algo más por estos muchachos.
¿Cómo es posible que ningún partido de la revolución de Venezuela, ni siquiera produzca un simple comunicado condenando el hecho? ¿Cómo es posible que ninguna organización social, ni siquiera un consejo comunal, se pronuncie? ¿Cómo es posible que el gobierno revolucionario no diga nada?
¿Cómo se explica esta actitud? ¿Cómo se justifica el silencio?
¿En qué nos estamos convirtiendo. Cuál insensibilidad estamos enseñando al pueblo. Cómo es posible, en nombre de qué, esta carta, este grito de solidaridad de unos hombres que están resistiendo en las ergástulas del imperio, se queda sin respuesta de un pueblo que lucha por construir el Socialismo?
Si el Socialismo es un escalón superior de organización humana, si tiene como centro al hombre, si es una organización social basada en el amor, entonces, cómo se explica que este pueblo, sus organizaciones, su gobierno revolucionario, no tiemblen de indignación frente a la injusticia que se comete con estos hombres que son hijos del Socialismo. Hombres desprendidos, amorosos, capaces de darlo todo por la humanidad, hasta su propia vida, ejemplo de resistencia y de lucha por la humanidad y el Socialismo.
Hay que hacer algo. Los dirigentes debían convocar a manifestaciones de respaldo. Deberían otorgarle la Orden del Libertador a los Cinco Héroes.
Que bueno sería que la Misión Ribas , la Sucre , o la Robinsón , tuvieran como emblema la Libertad de los Cinco. Esa sería importante clase de Socialismo.
¡Que ejemplo de Socialismo sería una Misión con el nombre de los Cinco!
Que bueno sería que los alfabetizados por la Robinsón usaran esa arma poderosa para hacer un comunicado condenando la injusticia con los Cinco Héroes de la Humanidad.

Criticar es amar
José Martí

1.7.08

DIAZ RANGEL y GLOBOVISIÓN

El domingo 29 de junio, Díaz Rangel en Últimas Noticias nos da una muestra de manipulación periodística que supera el estilo de globovisión.
Díaz R. comenta, o mejor, manipula un comunicado que los trabajadores publicaron en la prensa nacional con motivo del acto del 11 de junio. Veamos.
Dice el director de las Noticias, que el comunicado es firmado por 65 dirigentes sindicales, ocultando que fue firmado por más de 600 sindicatos.
Escribe a propósito de la caracterización “de estímulo a la propiedad nosocial”, que hacen los trabajadores de ese acto: “extraña esa caracterización de ese acto como si hubiese sido organizado a espaldas del presidente, cuando fue el orador”.
Intenta DR enfrentar a Chávez con los trabajadores, y soldarlo con el acto de aquella noche. Para eso oculta este párrafo del comunicado obrero:
… “los trabajadores nos ponemos a la orden del Comandante Chávez para tomar las acciones que enfrenten esta ola reformista y restauradora que nos azota. Para reforzar la opción Socialista”.
Queda claro que el comunicado de los trabajadores es un comunicado enmarcado dentro de la tradición revolucionaria de discutir, duro, pero con lealtad.
Pero DR insiste en fabricar un enfrentamiento, y muestra su verdadero talante cuando desliza este cinismo: “habrá que preguntarse a qué llaman movilización permanente en defensa del Socialismo auténtico… ¿cómo será esa movilización?”. De esta manera prepara el terreno para decirnos:
… “se hace inevitable recordar que en el proceso de crisis que terminó con su derrocamiento y muerte [de Allende] el 11 de septiembre de 1973, las posiciones de ultraizquierda que apoyaban la Unidad Popular fueron factores que incidieron en la derrota de ese proceso, como quedó claro (…) en los documentos de la CIA y del Departamento de Estado”.
Manipulación canallesca por dos razones:
Una, DR sabe muy bien que el comunicado de los trabajadores no tiene nada que ver con posiciones ni acciones “ultraizquierdistas”. Ese comunicado más bien los emparenta con el gran debate del Che y Carlos Rafael Rodríguez en Cuba, y con la actitud crítica, pero leal, del MIR chileno, reconocida en los postreros momentos de la Moneda por Allende.
La otra razón es que DR sabe que el gobierno gringo decretó la caída del gobierno Socialista, aún antes de la toma de posesión de Allende como Presidente.
Pero, queda una pregunta: ¿Por qué DR abandona su posición de “periodista veraz”?
La respuesta es que estamos en época de definición, la Revolución avanza hacia el Socialismo, y los cabecillas del reformismo pequeño burgués queman sus cartuchos en defensa de la restauración. Por eso arremeten contra las posiciones revolucionarias:
Marciano pretendió el falso dilema de: “estás con el acto o estás con el golpismo”. Después José Vicente intenta colocar toda crítica como enfrentamiento con Chávez. Ahora es DR quien descalifica a la necesaria crítica revolucionaria como “ultraizquierdismo indisciplinado”.
Saben que esta Revolución sólo encontrará su camino si da pasos a la discusión franca, fraterna, entre los socialistas y chavistas. Por eso bombardean, aun a costa de manipular peor que El Mercurio de Chile, cualquier intento de discusión.
Criticar es amar
José Martí

28.6.08

VOTAR POR LA ESPERANZA

Una de las grandes trampas del sistema electoral oligarca que aún padecemos, es el voto inmediatista, táctico, desprovisto de profundidad estratégica, de futuro.
De esta manera se vota sólo de acuerdo al beneficio inmediato, sin percibir el futuro, es un voto táctico, sin visos estratégicos.
Esta costumbre hace posible la paradoja de que los pueblos elijan a sus verdugos. Los verdugos se esconden tras la dádiva inmediata, esconden la guadaña tras la migaja.
La concientización estratégica del pueblo es una condición ineludible para conseguir avanzar en la Revolución. Y esto es más cierto si la Revolución es pacífica.
La Revolución tiene la tarea vital de cambiar las motivaciones por las cuales vota la masa, dejar atrás el facilismo de la recompensa inmediata, del clientelismo, y convocar al pueblo para lo grande, para lo trascendente.
En la Revolución pacífica, que tiene que convivir durante un largo trecho con la institucionalidad oligarca, esto es imprescindible. Sólo entendiendo a las elecciones como un territorio de batalla, donde el objetivo va mucho más allá del triunfo numérico, podremos romper el cerco de la institucionalidad oligarca.
Sólo dándole profundidad estratégica a las elecciones, las convertiremos en un instrumento para avanzar en la conciencia revolucionaria, y no en un evento que fortalezca los valores oligarcas. Sólo así, estaremos impidiendo que sobre esos valores prospere la restauración, y estaremos transitando la única manera de tener éxito en las elecciones.
La Revolución ha ganado las elecciones cuando ha planteado objetivos estratégicos, cuando ha convencido de que en ellas se decide el futuro, nunca ha ganado planteando recompensas inmediatas. Siempre en todas las campañas electorales de la Revolución subyace la idea de la Esperanza , no la búsqueda de la prebenda fácil.
El 98 fue así, se ganó por la Esperanza del cambio profundo. En el referéndum se defendía al Comandante, garantía de ese cambio. En abril la masa salió a defender esa Esperanza encarnada en Chávez.
Y en estas elecciones el triunfo está en que la masa entienda que, por encima de todas las deficiencias, de todos los errores, este camino revolucionario y el Comandante siguen siendo la única posibilidad de redención de los humildes, siguen siendo la única posibilidad de tener un país viable.
Sólo el Socialismo propuesto por la Revolución puede construir un país donde la riqueza y el producto del trabajo social beneficien a todos.
No basta decirle a la gente que la pérdida de las elecciones es un duro golpe para la Revolución , es necesario que se entienda que la Revolución es la única esperanza del Pueblo.
El triunfo está en que el Pueblo entienda que, por encima de las apariencias, de lo que puedan presentar los candidatos opositores, de los cantos y los afiches, lo que se esconde es el capitalismo globalizado que nos atará al tren del imperio. Y de eso sólo se puede esperar miseria y disgregación de la sociedad y de la nación.
Criticar es amar
José Martí

27.6.08

EL REMEDIO PEOR QUE LA ENFERMEDAD

Nosotros pensamos que la Revolución es ante todo un acto espiritual, ese es el terreno de confrontación de la realidad, de la materialidad. Una Revolución será lo que sea su espiritualidad. O, dicho en otras palabras, una Revolución será según el grado de Conciencia del Deber Social alcanzado.
Cuba Socialista se mantuvo por su fuerza espiritual, no por su fuerza material. A la Unión Soviética le falló la fuerza espiritual y sucumbió en medio de su fortaleza material.
En consecuencia, las revoluciones deben ser celosas protectoras de su fuerza espiritual, de la Conciencia del Deber Social, construirla y protegerla, esa es la clave de una Revolución.
Nuestra Revolución, por ser pacífica, ocurre en convivencia con fuertes formas capitalistas, además se da en un país rentista, donde su mayor riqueza proviene del petróleo y no del trabajo. Estas características nos obligan a un cuidado extremo en los pasos que demos en la construcción del Socialismo, a afinar la teoría, a ir más allá de la superficie, a apoyarnos en la esencia del Socialismo, en definitiva, a respetar, como un asunto de vida o muerte, la formación de la Conciencia del Deber Social, que es el pilar fundamental del Socialismo.
Es en este marco que se debe estudiar la producción, los índices, las dificultades económicas. Veamos.
Dadas las circunstancias de la Revolución Bolivariana, es previsible que la economía afronte dificultades provenientes de la convivencia de los dos sistemas en la etapa de transición hacia el Socialismo.
Recordemos que estos sistemas no tienen una convivencia pacífica, entre ellos se escenifica una lucha a muerte, solapada, con sordina, pero a muerte. En estas circunstancias cobra mayor vigencia la advertencia del Che: “al imperialismo no se le puede creer ni tantico así… nada”.
Los problemas económicos que se presenten en la etapa de transición, deben ser resueltos de manera global, evitando la tentación del éxito inmediato, y de poner la solución en manos de la mellada experiencia enemiga. Explicamos.
Si tenemos por ejemplo, un problema de producción, debemos solucionarlo con más Socialismo, y no con más capitalismo.
En el primer caso, creamos territorio para apuntalar la Conciencia de Deber Social: lo que perdamos en efectividad productiva lo ganamos en efectividad en conciencia. A la larga, la sociedad se beneficia, el remedio remedia la enfermedad.
En el segundo caso, solucionando el problema con más capitalismo, podemos, en el mejor de los casos, tener un aumento de la producción, pero a costa de anclar el capitalismo en el alma social, y esto en cualquier instancia perjudica al Socialismo, traerá consecuencias nefastas para la sociedad. A la larga, es peor el remedio que la enfermedad.
A esto se refería el Che cuando decía que “no se debe caer en la tentación de querer construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo”.
Siendo así, las concesiones que hagamos al capitalismo deben ser muy bien pensadas, altamente justificadas y, sobre todo, contrarrestadas con una gran campaña de información y formación socialista.
Criticar es amar
José Martí

26.6.08

UNA LECHUGA, UNA BICICLETA Y UNA MIRADA

Cuando conocimos la anécdota del Che y las lechugas, que más allá de la cuota le hacían llegar a su casa, pensamos que ese rechazo tan tajante al pequeño privilegio era una exageración.
Después leímos lo de la bicicleta que le regalaron a su hija en una fábrica, el regaño que el Che le dio al funcionario y la devolución forzosa del obsequio, y nos convencimos que el Che era un cascarrabias extremista.
Esa idea nos acompañó hasta que nos sumergimos en la Revolución Bolivariana. Nada enseña más de Revolución que la Revolución misma.
Con la Revolución Bolivariana hemos comprendido que el pilar central de un sistema son los valores, allí se sustenta todo el entramado social. La Revolución debe construir el milagro de superar los valores de lo viejo, y en ese empeño la conducta revolucionaria debe ir al extremo. Toda Revolución debe ser extremista, so pena de correr el riesgo de ser atrapada por la restauración.
Cuando el Che rechaza las lechugas, está, como dirigente, dando una lección al pueblo y a los otros dirigentes, está educando con el ejemplo, transformando “la exageración” en una lección, en una muestra de lo que debe ser cotidiano.
El ejemplo, la conducta, son los vehículos de la ética y la moral, son las armas en el combate contra los valores de lo viejo, lo que equivale a decir, son las armas más importantes en la lucha revolucionaria.
Cuando el Che, en su famoso discurso en la ONU , nos dice que “al imperialismo no hay que creerle ni tantico así… nada”, no está exagerando, está, en palabras de Fidel, sentando un principio estratégico que fácilmente podríamos extender al capitalismo, a los oligarcas, a los burgueses.
Y su mirada durante ese discurso nos da una lección de cómo los revolucionarios deben ver, deben relacionarse con la bestia imperial y con sus instrumentos de dominación.
Es la misma mirada y la misma actitud del Libertador cuando redacta el Manifiesto de Cartagena. Es la mirada del Negro Primero en la Batalla de Carabobo.
No hay otra mirada para enfrentarse a la bestia que quiere arrebatarnos el derecho a existir, es la mirada fuerte, decidida, corajuda del que defiende a lo más querido contra sus enemigos.
Por eso, cuando vemos permisividad en nuestros medios, cuando vemos a Leopoldo, el mismo que corrió a guarecerse en la falda de Obama, en los programas del canal 8, cuando lo vemos compartiendo jovialidades con el presentador, entendemos que estamos haciendo un gran daño a la causa revolucionaria.
La Revolución debe ser exagerada, extremistas en el trato con los oligarcas y en el rechazo a sus valores. Allí no debemos dejar lugar a dudas, ni una lechuga de más, ni una bicicleta fuera de orden, y siempre la mirada heladora del que defiende sus razones sagradas con la vida si es necesario.
Criticar es amar
José Martí

25.6.08

MADURO RETRÁCTESE

No nos gusta escribir las columnas cuando debemos tratar estos temas. Nos da una mezcla de pena ajena y desagrado por tener que ocuparnos de las incontinencias de los que debían dar ejemplo por el cargo que ocupan.
El Canciller Maduro, al ser inquirido en un programa de televisión sobre las guerrillas y la lucha armada, soltó una serie de dislates que además de innecesarios son ofensivos para la memoria revolucionaria de este pueblo.
Nos vemos obligados a decir algunas cosas sobre estas desgraciadas declaraciones.
No vamos a entrar en las consideraciones psicológicas que llevan a nicolás a aprovechar un auge momentáneo de las posiciones de derecha para desbocarse y atacar conductas dignas.
Nos queremos referir a la conducta política que acompaña a los que como nicolás hablan, y llamarlo a la reflexión.
Los primeros que en este país arremetieron contra la gesta guerrillera con el mismo desprecio y la misma saña que nicolás, fueron los del MAS, que venían deslizándose desde posiciones reformistas en tránsito franco hacia el capitalismo. En esas condiciones, les era exigido desligarse de las posiciones consecuentemente revolucionarias, y lo hicieron.
Teodoro se burló, igual que nicolás, de los guerrilleros, Manuel Caballero todavía vive de eso, y por esa misma vía se fueron Américo Martín, Fredy Muñoz y un rosario de renegados.
Se burlan de esa etapa histórica, la trivializan, porque así les pesa menos en la conciencia su deslizamiento hacia las posiciones oligarcas. Deformando, desdibujando a los que lucharon por el Socialismo, les es más fácil traicionarlo. Después ha quedado como una costumbre, como un salvoconducto: cuando un político quiere congraciarse con la derecha, debe burlarse de la gesta heroica del sesenta.
No sabemos si ese es el caso de nicolás, o si padece la enfermedad muy común de la incontinencia verbal que afecta a los políticos.
Si ese es el caso, le queda el recurso de retractarse, que lo enaltecería como revolucionario: errar es humano, y reconocer las metidas de patas es propio de hombres enteros.
La posición de nicolás, que es en el mejor de los casos incontinencia, enrarece la discusión e impide el análisis riguroso de la vía y los métodos revolucionarios. Precisemos.
Primero, la gesta guerrillera de los sesenta fue un intento heroico de retomar el rumbo revolucionario que los reformistas y etapistas, los mismos que todavía andan por allí cuentiando, entregaron el 23 de enero.
Se puede decir que hubo equivocaciones, lo que no se puede negar es que esa gesta es parte del acervo revolucionario de este pueblo, que está en la raíz de las posibilidades revolucionarias de hoy, del ímpetu revolucionario que nos acompaña.
Segundo, las vías, las formas de lucha de la Revolución, son todas legitimas, ninguna se puede desechar, su uso lo define las circunstancias. Esto debería ser objeto de una discusión mas seria que la que nos plantea maduro. Nada más recordemos que nos preparamos para una guerra de resistencia, cuya esencia es la lucha guerrillera.
¡Criticar es Amar!
José Martí

24.6.08

LA CRISIS

Variados sectores hablan de crisis económica. Nos dicen que “amenaza la crisis mundial”, “importamos inflación”, “los alimentos están caros y son escasos”, “el petróleo sube”, “los indicadores bajan”, “la producción se estanca”, “el problema son las refinerías”, “el norte entrará en recesión”.
Siendo así, importante es reflexionar sobre las crisis. Veamos.
Las crisis son inherentes al sistema capitalista que arropa al mundo, se presentarán periódicamente, y creemos que cada vez con más frecuencia, por lo tanto las revoluciones deben aprender a convivir y a avanzar en medio de las crisis cíclicas del sistema capitalista mundial.
Las crisis tienen dos componentes principales:
Uno, las adversidades, que pueden ser de variados tipos y diferentes fuentes: inflación, estancamiento, combinación de los dos, fenómenos naturales, escasez, errores cometidos, etc.
El otro, la capacidad de la sociedad para enfrentar las adversidades, la conciencia, su textura, las raíces históricas que soportan su voluntad, la confianza en su dirigencia, la información y comprensión de la situación, las razones sagradas que la mueven.
Los dos componentes deben ser atendidos, pero teniendo siempre como norma que de las crisis la Revolución, el Socialismo, la dirigencia, deben salir fortalecidos.
De nada vale, por ejemplo, resolver la adversidad de la inflación si la causa Socialista o la dirigencia salen descalabradas.
Los dos componentes deben ser atendidos, pero el componente principal es la capacidad de la sociedad para enfrentar las dificultades, esa es la medida definitiva del nivel revolucionario alcanzado por un pueblo, y es un objetivo principal de la Revolución.
Una Revolución se medirá por la capacidad de respuesta de la sociedad que construya. Una Revolución va por buen camino si construye una sociedad capaz de soportarlo todo por mantener su dignidad, su soberanía, capaz de luchar por el derecho a ser conductora de su propio destino, de identificar con claridad a sus enemigos y no claudicar frente a ellos, de construir por sobre sus errores un sistema que le de la mayor suma de felicidad y la mayor suma de justicia.
Una Revolución estará fallando si construye una sociedad que a la menor dificultad se tambalea en sus principios, si recula en sus metas, si sale despavorida a pedir ayuda a sus enemigos.
En realidad no se ha resuelto nada si la Revolución resuelve las adversidades a costa de aumentar los valores del capitalismo, reforzar la ética del egoísmo, minar la Conciencia del Deber Social. Eso sería una solución momentánea que a la larga está cavando la sepultura de la Revolución.
Entonces, en esta crisis, que todas las señales presagian, es vital que al lado de las medidas económicas de urgencia, que la dirigencia considere que resuelven, es necesario una Misión que incorpore al pueblo a la solución de los problemas, que le proporcione armas espirituales a la sociedad para comprender y afrontar la crisis. Siempre rumbo al Socialismo.
La crisis es un territorio donde la lucha de clases se eleva, donde sus proyectos se enfrentan con crudeza. En ellas el Socialismo debe entrar en batalla.
¡Criticar es Amar!
José Martí

21.6.08

LA GOTA

Cuando nos cae una gota de agua en la cabeza, nos ponemos alertas. Si a esa primera gota la siguen dos más, no esperamos otro aviso, deducimos que viene lluvia y hacemos los arreglos para afrontarla, buscamos paraguas o refugios. Asimismo es la política. Allí el éxito estriba en comprender las gotas que anuncian el futuro, y tomar las providencias.
Las gotas siempre están cayendo, sin embargo, no todos las interpretan, existen cantidad de obstáculos que impiden su comprensión. Veamos. Hay una tendencia a sólo ver lo que nos conviene. El caso más frecuente, y no por eso menos patético, es el de los candidatos presidenciales que ignoran todas las señales, todas las gotas. No creen en encuestas, y tampoco en que sus mítines son pobres, pero, si los saluda una señora y un niño, magnifican el hecho y lo toman como signo de triunfo seguro.
Si la gota presagia tormenta, la ignoramos, nos refugiamos en el mundo de la imaginación y esperamos un milagro. Si la gota contradice lo que piensan los superiores, la ocultamos, son pocos los superiores que valoran las gotas adversas. Es difícil, se necesita mucha valentía para analizar las gotas correctamente.
Para los revolucionarios es imprescindible entender los mensajes que traen las gotas, las señales que nos manda el futuro, de eso depende el éxito de la revolución. El Che predijo, veinte años antes, la caída de la Unión Soviética, cuando nadie creía, cuando hablar de eso era una locura o un extremismo. Y la valentía del análisis del Che, lo correcto de su apreciación, salvó a Cuba y a la posibilidad socialista para la humanidad.
En Venezuela debemos estar atentos a las gotas. Bush manda muchas gotas, esas presagian intervención, no hay dudas. Chávez envía muchas gotas, esas anuncian dignidad. El pueblo protesta desordenadamente, esas gotas anuncian desorganización. En las elecciones pasadas hubo mucha abstención, esas gotas anuncian confusión. Venezuela, Cuba y Bolivia están más unidas que nunca, esas informan redención. Llegaron los Kalashnikov, esas gotas avisan preparación. Hay socialismo y hay también capitalismo, esas gotas dicen conflicto. Hay conciliación a montón, esas gotas presagian plan restaurador. Crece el crédito al consumo superfluo, esas gotas indican extravío. Se trancan autopistas y calles por pequeñeces, esas gotas denuncian inconciencia de deber social. Chávez dijo "Socialismo o Muerte", esa gota marca la esperanza.
El deber de los revolucionarios es ver las señales, analizarlas con valentía, sin miedo a equivocarse. Un error nunca debe ocultarse, al contrario, debe discutirse abiertamente, esa es la única manera de corregirlo, y ya sabemos que revolución que no corrige errores se pierde. Nunca una revolución se ha perdido por discutir sus errores, en cambio muchas se han perdido en evasivas mediocres.
¡Solo el Pueblo Organizado puede construir el Socialismo!

20.6.08

LAS ARMAS MELLADAS

El acto del miércoles 11 de junio en el Hotel ALBA Caracas, fueron tres horas que estremecieron al mundo, fue como una cachetada o una oscuridad súbita. Después de la noche del 11 la política nacional estará signada por la risa burlona de los burgueses en primera fila.

Pero qué pasó, por qué llegamos a la noche del 11. Para buscar la respuesta hagamos un poco de historia.
A partir del golpe del 11 de abril y después del triunfo sobre la meritocracia petrolera, la hegemonía en la Revolución la tomó el proyecto de la pequeña burguesía, ésta pretendió construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo, y en realidad sirvieron de lubricante para el arribo de la burguesía.
Su proyecto lo podemos resumir así:
En lo económico, un híbrido socialcapitalista representado por formas de propiedad falsosocialistas, tipo cogestión, cooperativas, eps.
En lo social, fragmentación de la sociedad con entidades organizativas aisladas, tipo consejos comunales.
En lo político, saboteo de la forma de organización revolucionaria, sustituyéndola por formas psudodemocraticas anarcoides.
Este proyecto pequeño burgués es formador de conciencia egoísta. Cuando el Che hablaba de no intentar construir el Socialismo con las “armas melladas del capitalismo”, se refería a que eran ineficaces económicamente, pero además señalaba que el peligro principal era la formación de conciencia egoísta.
Este proyecto fracasó, la primera señal la tuvimos el 2 de diciembre, ese día nos derrotó la conciencia egoísta que el proyecto hegemónico pequeño burgués había formado.
Pero, la Revolución , en lugar de rectificar, profundizó el proyecto fracasado, y la economía habló: nos dijo que el proyecto socialcapitalista naufragó y la marcha hacia el Socialismo está en peligro.
En esta situación, la pequeña burguesía, desesperada, muestra su verdadera cara y propone una alianza suicida con los capitalistas. Ahora ya no se trata de usar las armas melladas del capitalismo, que ya es malo, sino de aliarse con los propios capitalistas, lo que es un suicidio. Esta es la explicación de la noche del 11 que aún nos arropa.
¿Qué hacer?
La Revolución, ya lo dijo el Che, ocurre en medio de una profunda lucha de clases, y lo que hoy vivimos es una manifestación de esa lucha de clases que se agudiza, crea crisis, y la crisis es oportunidad magnífica para avanzar. En otras encrucijadas hemos estado y siempre bajo el liderazgo de Chávez hemos avanzado.
Hoy es necesario sanar el daño que a la Conciencia del Deber Social, pilar fundamental del Socialismo, ha hecho la ambigüedad de la pequeña burguesía, ambigüedad que nos guía al matadero burgués.
Es necesario devolver al pueblo la emoción de los que luchan por causas trascendentes, altruistas, darle razones sagradas que sustenten la Conciencia del Deber Social, que hagan que valga la pena luchar, defender al Socialismo.
Es necesario que los socialistas defiendan al Socialismo como el único proyecto capaz de solucionar los problemas del mundo de hoy.
¡Horror a las oligarquías!
¡Los empresarios son los sepultureros del Socialismo!
¡Chávez es Esperanza Socialista!

19.6.08

¡LOCURA!

A esta Revolución nuestra le hace falta locura, o mejor, volver a la locura que guió al 4 de febrero.
Es que una Revolución no es hija de la sensatez, la sensatez es contrarrevolucionaria, es conservadora, calculadora, la Revolución el único cálculo que acepta es la inmensa voluntad de hacerse, la locura de hacerla.
Los revolucionarios siempre han sido locos, Bolívar fue loco ¿Qué sino la locura planificó El Paso de Los Andes, o la Campaña Admirable ? ¿Qué sino la locura retó a la naturaleza en 1812?
El asalto al Cuartel Moncada fue una locura, a cuál sensatez se le ocurre atacar con rifles y muchachos a un cuartel fortificado. El Granma, la Sierra Maestra , retar en sus propias narices al imperio más poderoso de la tierra, construir el Socialismo a noventa millas del corazón del imperio capitalista, aferrarse al Socialismo después que todo se derrumbó, eso es locura. Fidel fue guiado por la locura revolucionaria.
A esta Revolución le hace falta locura.
Aquí hay exceso de cordura reformista, cuando oímos exponer a los reformistas su camino hacia el Socialismo, todo muy calculado, todo cuadradito: “bajamos las tasas, disminuimos el iva, aumentamos el subsidio, liberamos aquí, aumentamos dos puntos allá, abrimos cadivi, cerramos la brecha, bajamos la inflación, el primer trimestre es mejor que el segundo del año pasado etc., etc.”
Pero, uno siente que algo anda mal, que el alma revolucionaria está ausente, que no hay emoción, que falta pasión, que no se convoca, que falta riesgo, que falta locura.
Cuando la canalla nos llama sensatos, sospéchese. Cuando la oligarquía se sienta con nosotros y salen satisfechos, sospéchese. Cuando la gente que aparece en la lista Forbes (la que agrupa a los godos más ricos del planeta) nos aplaude, sospéchese. Sospéchese porque estaremos haciendo algo muy sensato, estaremos siendo racionales, pero nunca estaremos siendo revolucionarios.
Locura no es improvisación, más bien es audacia para intentar lo que a los conservadores, a los reformistas, a los pusilánimes, les parece imposible.
Aquí hoy, en Venezuela, estamos en el deber de ser Quijotes con locura, soñar con un nuevo mundo y tener la audacia de construirlo.
Tenemos todo para intentarlo, un líder con una extraordinaria conexión con un pueblo que es también extraordinario, tenemos riquezas, la teoría revolucionaria existe, el coraje sobra, la audacia abunda, las ganas se desbordan, lo único que falta es confianza en que es posible y la locura revolucionaria, desechar al reformismo calculador.
El mundo, la humanidad, espera de nosotros el ejemplo que lo guíe, que lo aparte del rumbo suicida que el imperio capitalista nos impone. No podemos conformarnos con menos, debemos demostrar que el Socialismo es posible, no podemos conformarnos con un buen gobierno, no podemos caer en la trampa de la democracia oligarca que durante cincuenta años nos mantuvo en la sensatez del rebaño.
¡No! Nuestra meta es crear otro mundo, sumerjámonos nuevamente en la locura del Paso de Los Andes, del Asalto al Cuartel Moncada, de intentarlo cuando todas las voces sensatas dictan que es imposible.
¡Horror a las oligarquías!
¡Chávez es Esperanza Socialista!