24.6.08

LA CRISIS

Variados sectores hablan de crisis económica. Nos dicen que “amenaza la crisis mundial”, “importamos inflación”, “los alimentos están caros y son escasos”, “el petróleo sube”, “los indicadores bajan”, “la producción se estanca”, “el problema son las refinerías”, “el norte entrará en recesión”.
Siendo así, importante es reflexionar sobre las crisis. Veamos.
Las crisis son inherentes al sistema capitalista que arropa al mundo, se presentarán periódicamente, y creemos que cada vez con más frecuencia, por lo tanto las revoluciones deben aprender a convivir y a avanzar en medio de las crisis cíclicas del sistema capitalista mundial.
Las crisis tienen dos componentes principales:
Uno, las adversidades, que pueden ser de variados tipos y diferentes fuentes: inflación, estancamiento, combinación de los dos, fenómenos naturales, escasez, errores cometidos, etc.
El otro, la capacidad de la sociedad para enfrentar las adversidades, la conciencia, su textura, las raíces históricas que soportan su voluntad, la confianza en su dirigencia, la información y comprensión de la situación, las razones sagradas que la mueven.
Los dos componentes deben ser atendidos, pero teniendo siempre como norma que de las crisis la Revolución, el Socialismo, la dirigencia, deben salir fortalecidos.
De nada vale, por ejemplo, resolver la adversidad de la inflación si la causa Socialista o la dirigencia salen descalabradas.
Los dos componentes deben ser atendidos, pero el componente principal es la capacidad de la sociedad para enfrentar las dificultades, esa es la medida definitiva del nivel revolucionario alcanzado por un pueblo, y es un objetivo principal de la Revolución.
Una Revolución se medirá por la capacidad de respuesta de la sociedad que construya. Una Revolución va por buen camino si construye una sociedad capaz de soportarlo todo por mantener su dignidad, su soberanía, capaz de luchar por el derecho a ser conductora de su propio destino, de identificar con claridad a sus enemigos y no claudicar frente a ellos, de construir por sobre sus errores un sistema que le de la mayor suma de felicidad y la mayor suma de justicia.
Una Revolución estará fallando si construye una sociedad que a la menor dificultad se tambalea en sus principios, si recula en sus metas, si sale despavorida a pedir ayuda a sus enemigos.
En realidad no se ha resuelto nada si la Revolución resuelve las adversidades a costa de aumentar los valores del capitalismo, reforzar la ética del egoísmo, minar la Conciencia del Deber Social. Eso sería una solución momentánea que a la larga está cavando la sepultura de la Revolución.
Entonces, en esta crisis, que todas las señales presagian, es vital que al lado de las medidas económicas de urgencia, que la dirigencia considere que resuelven, es necesario una Misión que incorpore al pueblo a la solución de los problemas, que le proporcione armas espirituales a la sociedad para comprender y afrontar la crisis. Siempre rumbo al Socialismo.
La crisis es un territorio donde la lucha de clases se eleva, donde sus proyectos se enfrentan con crudeza. En ellas el Socialismo debe entrar en batalla.
¡Criticar es Amar!
José Martí

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