La captura
violenta del poder ha sido el recurso de la oligarquía para resolver una
situación en la que su sistema de engaño electoral no le funcionó más, y se
produjo una Revolución.
Es el caso de las Revoluciones Pacíficas, éstas
arriban al poder luchando en el campo de las elecciones oligarcas, y con su
triunfo se produce una conmoción en el sistema de dominación que la oligarquía
no puede resolver por la vía del engaño electoral.
Las razones para el desplazamiento de la oligarquía y
la imposibilidad de su retorno al poder por vía pacífica, estriba
principalmente en la fuerza electoral del Gobierno Revolucionario, y la
debilidad electoral de la oligarquía producto de su división y desprestigio.
Las mismas causas que la desplazaron del poder,
impiden su retorno.
Pero la oligarquía necesita regresar al poder, tomar
la rienda de la economía, conducir al país hacia terrenos donde sacar máximo
provecho, no puede paralizar su voracidad, ni correr el riesgo de desgastarse
en una lucha larga.
En esa condición de derrota y de perspectiva de
retorno lejana, la oligarquía debe recurrir a la captura violenta del poder,
para eso usa cualquier vía en medio de su debilidad electoral.
El Magnicidio, lo usaron contra Torrijos. La Invasión
en contra de Jacobo Arbenz. El Golpe fue la vía para salir de Allende.
Aquí en Venezuela vivimos claro ejemplo de esta
situación: el Comandante ha ganado elecciones y referendos que consagran a la
Revolución, pero la oligarquía no se resigna.
La oligarquía, imposibilitada para desplazar al
Gobierno Revolucionario por la vía de las elecciones que ellos mismos
diseñaron, busca la vía violenta para recuperar el poder.
Los golpes, los intentos de captura violenta del poder
por parte de la oligarquía, son una ley en las revoluciones pacíficas, son su
constante. Las elecciones, los períodos en los que la oligarquía se mantiene en
la legalidad son sólo etapas de preparación y desgate para nuevas embestidas,
es un ciclo perverso.
En Venezuela desde 1998, con la llegada del Comandante
al poder y el comienzo de la Revolución Bolivariana, Revolución pacífica, hemos
vivido estos ciclos.
El ciclo se inició en el momento mismo de ganar las
elecciones, allí se ensayó un golpe, éste fue develado, y fuimos a las
elecciones constituyentes, entre tanto, la oligarquía preparó el golpe de
abril, develado éste la oligarquía se refugió de nuevo en la legalidad y desde
allí preparó impune el sabotaje petrolero, las guarimbas, los paramilitares de
la hacienda Daktari.
Hoy asistimos a una nueva etapa de evasión oligarca de
la legalidad. Las señales son abundantes y reconocidas.
El ciclo se repite: en la legalidad acumulan fuerza
para la ilegalidad, es allí donde pueden capturar al poder.
Los revolucionarios debemos dar muestra de la
disposición de defender la Revolución en cualquier terreno, y de romper el
ciclo infame.
¡Con Chávez!
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