El inicio de campaña del Comandante Chávez fue
extraordinario. Había gente por todos lados, entusiasmo a borbotones,
demostración clara de mayoría actuante, el chavismo no está aposentado, vibra.
La situación no podía ser mejor, hay masa y hay
líder. Allí están las ideas, tenemos historia, la mirada de los Próceres nos
acompaña, no hay excusa para no constituirnos en Sociedad Potencia, en sociedad
que con su ejemplo y su ideas muestre caminos a la humanidad, la emocione, le
devuelva el sentido de la vida más allá del consumismo o la miseria y dote al
hombre de razones sagradas por las cuales luchar.
Tenemos las condiciones para conquistar la mayor
suma de felicidad posible, para elevarnos sobre la mediocridad y para ser un
pueblo ejemplo de humanidad, recordado durante siglos por sus hazañas amorosas,
por su altruismo.
La Potencia que necesita la
humanidad es, tiene que ser, debe ser, Socialista y Soberana. Los dos conceptos se funden en el afán de poner en el centro de la
existencia al humano, aislados no son camino de vida.
La Soberanía es zafarse del
imperio y del capitalismo de esta época, y sólo el Socialismo nos hará potencia
en lo ético, en lo moral, en la relación armónica con la naturaleza y con
nuestros semejantes, única manera de salvar a la humanidad.
No hay razón para no avanzar rápido hacia el
Socialismo, la masa en la calle con el mismo espíritu de abril y diciembre es
garantía que entenderá el claro mensaje socialista. La campaña es ocasión
para difundir las bondades del Socialismo, que rescata el humanismo y construye
una relación social que prestigia al humano.
La sociedad socialista reduce a niveles médicos
la delincuencia, la seguridad total es una de sus características: al
rescatar la armonía entre los humanos y en la economía, eleva las fuerzas
sociales. La sociedad socialista es capaz de grandes hazañas, en ellas
se liberan las pujanzas creadoras, la humanidad toma definitivamente, y por
primera vez, el control de su destino.
El combate contra el monstruo capitalista es
diario, en todos los niveles, comenzando por el individuo, por nosotros, hijos
del pasado, y llegando hasta los más altos niveles de la organización del
Estado.
Ahora que faltan noventa días para un
enfrentamiento vital con el oligarca, debemos prepararnos para ese combate,
ganar con amplia ventaja, concretar lo que vaticinan las encuestas.
Simultáneamente prepararnos para otros eventos que las encuestas no registran,
y se fraguan en las alcantarillas de la política del imperio: para un golpe,
para acciones desestabilizadoras, para una invasión.
El domingo, cuando el Comandante volvió a la
calle, junto a él vino la esperanza, la fusión con el pueblo, la alegría, la
emoción de las hazañas patriotas. Estamos contentos, el pueblo movilizado
moraliza y se moraliza. La Revolución Bolivariana debe ser consciente de la
responsabilidad que tiene: despertó a un gigante, ahora debe guiarlo por rumbos
de construcción de mundos, llenarlo de amor, del espíritu de los grandes, de
bolivarianismo.
¡Venezolanos Chavistas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario