La lucha de clases no es
sólo una confrontación en un coliseo donde ocurren choques masivos de diferentes
bandos. Esa posibilidad, aunque es la más visible, no es la más importante,
cuando ésta ocurre ya la batalla viene escenificándose en otros ámbitos. Lo
fundamental de la lucha de clases es el brutal choque ideológico que ocurre
todos los días, cada minuto, sucede en todo el territorio social, tiene varios
teatros, generalmente pasa desapercibido y no se atribuye a la pugna entre
clases.
Las medidas económicas y
el contenido de los mensajes en los medios son escenarios de la batalla. Las
formas de organización social y la Política son también manifestaciones de la
confrontación, todas muy importantes y deben estudiarse. Hoy nos referiremos a
uno, quizá un poco olvidado, el nivel individual. ¿Cómo la lucha de clases se expresa en la acción individual?
Es en los individuos, en
los dirigentes, donde se encarna la ideología: no hay ideología sin individuo,
ésta no existe sin el humano. Aquí cabe una precisión, las clases sociales
tienen una ideología que emana de su posición en la producción, pero esto no es
lineal, mecánico. Las ideologías están
contaminadas con la dominación porque la clase dominante irradia ideología
sobre todas las demás clases. Con el individuo es diferente, la individualidad, por distintos factores
que la influyen, adquiere una ideología muy propia que puede pertenecer o no a
su clase.
Así podemos explicar la
conducta de Bolívar, rico mantuano que se alza contra la monarquía española. En
ese momento representaba los intereses, la ideología de los mantuanos criollos,
y luego, cuando decreta la libertad de los esclavos, se enfrenta a los
mantuanos, a su clase originaria, avanza a las fronteras ideológicas de su
época, se emparenta con la Revolución Francesa y supera las metas de la
burguesía naciente.
¿Cómo explicar la
conducta del individuo Bolívar? La respuesta no puede ser su origen de clase,
eso quizá puede descifrar al Marqués del Toro. El argumento debe buscarse en su
vida de huérfano, en su relación con las negras de su casa, Hipólita y Matea, en
su fraternidad con Simón Rodríguez, que lo educó para la Libertad. Podríamos concluir
que sus circunstancias lo hicieron revolucionario, militante del futuro.
¿Cuántos dirigentes contemporáneos
del Libertador, "a la hora de los hornos" como decía Martí, no
pudieron romper con su origen y tomaron decisiones que los asimilaron a la
corona? ¿Cuántos campesinos actuaron como oligarcas?
La pertenencia de clase
de un dirigente se demuestra a la hora de sus decisiones, de las grandes y de
las pequeñas, en esas circunstancias se decide a qué clase sirve, a qué tiempo se
debe, si al futuro o al pasado. Aun por encima de su voluntad, la suma de sus
acciones lo ubican en una clase, en el comportamiento esperado de esa clase. La
calidad de esos comportamientos configuran el rumbo social.
¡Con Chávez!
1 comentario:
bolívar siempre bolívar
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