Si ubicamos a un líder capitalista en una tribu primitiva de la selva amazónica y volvemos dentro de unos años, encontraremos la tribu organizada en unidades económicas egoístas, la cultura estará al servicio de esa organización, la religión la apoyará como un legado divino y habrá una fuerza represiva que controle las insubordinaciones. En resumen, el líder capitalista reproducirá en esa tribu la esencia capitalista, no sabe hacer otra cosa, su ideología lo guía, o mejor: él es su ideología.
Si en la tribu ponemos a un líder socialista, tomará medidas de acuerdo a su ideología: todas tendientes a elevar el sentido de sociedad, de fraternidad.
Es así, la ideología talla las acciones de los individuos. La Revolución es un acto de superación del capitalismo que tiene dos frentes de combate: uno contra el capitalismo y el otro, con igual o mayor importancia, contra la ideología capitalista que nos habita e impregna nuestras acciones de manera inconsciente.
La Revolución es una profunda lucha ideológica contra el enemigo oligarca, y también contra nosotros mismos, hijos del capitalismo, marcados en el fondo de la psiquis por él. ¿Cómo hacer?
Lo primero, la Revolución necesita de una amplia discusión, ésta debe ser sagrada, protegida, de ella depende el destino de la Revolución, su capacidad de rectificar el rumbo, de entender la realidad y de entenderse, de trazar derroteros de triunfo. Se deben discutir los grandes temas de la Revolución con entera libertad, introducir en el debate alguna forma de represión sería matarlo, y con él al proceso.
Segundo, la práctica, la vida, el ejemplo de los Revolucionarios, debe ser el principal educador. Se deben implementar ejercicios de convivencia, de vida en común, sobre todo en los dirigentes y militantes, pero también en toda la población. Es en la práctica que se construye la base ética y psíquica del Socialismo.
La Revolución Cubana, sin dudas, ha permanecido en medio de tantas dificultades porque supo, desde los días de la Sierra Maestra , cultivar la vida socialista, donde el destino del individuo depende del destino de todo el colectivo, de la sociedad, y ésta se preocupa por el bienestar de cada uno de sus miembros. Ese espíritu de la Sierra Maestra fue socializado con el trabajo voluntario y las misiones internacionales. Así se pudo construir la Conciencia del Deber Social que, aún hoy, después de medio siglo, sostiene aquel Socialismo.
El Che afirmó que en la Sierra Maestra se proletarizó la guerrilla, este hecho es la clave para entender el éxito de la Revolución Cubana. La Revolución debe proletarizarse, sus dirigentes y, sobre todo, sus obreros. Podemos decir que el éxito de una Revolución estará dado por el éxito en proletarizar a sus dirigentes y a sus obreros.
Una Revolución proletarizada tomará medidas que afiancen la conciencia de sociedad, en contraste, una Revolución aún impregnada del espíritu burgués y pequeño burgués, conducirá todos los pasos hacia el individualismo y el egoísmo que sustenta al capitalismo.
¡Con Chávez!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario