La confrontación es inevitable, y se decide en la movilización de las masas. Los oligarcas intentan movilizar con su odio, nosotros debemos movilizar a los humildes, tal como en Abril, para defender el derecho a la vida, a decidir nuestro destino, a tomar el camino de nuestra redención.
En la movilización revolucionaria está la clave del éxito, debe ser consciente y constante, sólo así acumulará la fuerza espiritual necesaria para enfrentar las ofensivas oligarcas.
El pueblo movilizado, en la calle, aprende, entiende al Socialismo, lo siente en la piel, lo vive. La movilización es una escuela infinita de Revolución.
La movilización no sólo es una marcha, son también las jornadas de estudio, de Trabajo Colectivo Voluntario, las vigilias, las brigadas de solidaridad internacional, el respaldo militante a las socializaciones, las jornadas de unión de los barrios con la fábrica. Es también la movilización individual, la revisión interna de cada uno, la derrota de los vicios que el capitalismo instala en el alma, la visión mezquina de la vida, el egoísmo que nos despedaza y nos convierte en una simple suma de fragmentos manipulados, esclavizados.
La Conciencia del Deber Social es el cemento de las movilizaciones y las movilizaciones, a su vez, son escuelas formadoras de esa conciencia.
En Abril el pueblo movilizado demostró su alta reserva de humanismo, de grandeza, de entrega a un ideal. Demostró que tiene pasta de gigante, que aquí está la base espiritual para construir el Socialismo, que la empresa no es una quimera.
En diciembre el pueblo movilizado demostró que sabe reconocer a sus enemigos y a sus líderes. En esos días de penuria y batalla, los humildes fueron herederos del Ejército Libertador, el que cruzó Los Andes y venció en Ayacucho, esos días los Bravos de Apure se multiplicaron en las calles de Caracas y de toda Venezuela. Nadie pensó en otra cosa que en defender la dignidad y el decoro de la Patria que la canalla oligarca mancillaba.
Ese espíritu debe guiarnos en la lucha contra la perenne agresión de los oligarcas, contra el plan del golpe fascista que se desarrolla frente a nuestros ojos. Todos los días aparece en la prensa escuálida el llamado al golpe, el susurro a militares, la deformación mediática.
Ahora aparecen los atentados desestabilizadores, sin duda lo de la directiva de fedecamaras es hechura de la CIA, puede ser que usaran hampa común, pero el cerebro es gente como posada carriles, que nadie se engañe.
Sabemos que los gringos, amos de esta oposición, son expertos en cometer crímenes que endosan a los gobiernos que quieren desestabilizar. Allí está el Maine, el ataque del Golfo de Tonkín, el engaño de las Torres Gemelas de New York, y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, denunciado por Fidel como organismo gringo para asesinatos selectivos en todo el mundo.
Sólo un pueblo en Revolución, movilizado, imbuido del espíritu de Abril y de Diciembre, podrá hacer frente a sus enemigos tradicionales, a sus verdugos.
¡Chávez es garantía!
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!
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