Una importancia principal del tipo de propiedad de los medios de producción es que éstos determinan para quién se trabaja. Si se labora para la sociedad toda, o por el contrario, se trabaja para una fracción de ella, que puede ser desde un individuo hasta un conglomerado más o menos grande de individuos, el efecto es el mismo. Veamos.
Si se trabaja en un medio de producción de Propiedad Social, entonces se trabaja para la sociedad toda, así el producto pertenece a toda la sociedad que determina, a través del Estado, su administrador, el reparto de acuerdo a las necesidades sociales.
De esta manera la sociedad toma las riendas de su destino, de su rumbo. Se crea así el vínculo existencial que soporta la Conciencia del Deber Social. Si consideramos que el Socialismo es el rescate de esta Conciencia, entenderemos la importancia vital de la Propiedad Social de los Medios de Producción, administrados por el Estado Nacional. Sólo esta propiedad permite al hombre hacerse social, liberarse del yugo capitalista, dejar de ser mercancía.
Esta propiedad viabiliza la Planificación Central de la Economía , no ya de acuerdo a las ganancias para una fracción, sino en relación al beneficio, a las necesidades, de toda la sociedad.
Este cambio posibilita el desarrollo de todas las potencialidades humanas del trabajador que en el capitalismo estaban aplastadas por su condición de mercancía. Determina el reencuentro de la Humanidad con su biología social, la cura, la reconstruye humana.
El trabajador siente que el beneficio propio sólo puede ser el beneficio de toda la sociedad, que su esfuerzo lo favorece en tanto contribuye a la sociedad, se reconoce ligado a ella, corriendo su misma suerte.
Si trabaja para una fracción de la sociedad, funciona enfrentado a toda la sociedad, sus intereses inevitablemente se enfrentarán, se transmuta así en enemigo de ésta.
Pensar que la suma de estas unidades antisociales dará como resultado Conciencia del Deber Social, o Socialismo, ¡es un gran error! Ese pensamiento se acerca a la fórmula original del capitalismo, recordemos lo que dice Adam Smith, teórico fundacional del capitalismo:
“Cada individuo está siempre esforzándose para encontrar la inversión más beneficiosa para cualquier capital que tenga [...] Al orientar esa actividad de modo que produzca un valor máximo, él busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros, una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en su propósitos [...] Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo.'' (Adam Smith, La riqueza de las naciones)
Si sustituimos la palabra individuo por “unidad de propiedad nosocial”, nos percataremos de la similitud.
En resumen: la forma de propiedad que se adopte repercutirá directamente sobre la formación de Conciencia, y un error aquí es fatal. La Revolución es una carrera contra reloj por la formación de Conciencia del Deber Social, de no construirla con la celeridad necesaria, la conciencia egoísta capitalista engullirá inevitablemente a la Revolución.
¡Chávez es Socialismo!
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