El capitalismo convirtió la vida en una apuesta. Uno de sus símbolos más destacados es la “bolsa de valores” que es un gran juego de azar. Funciona como una ruleta rusa, se compran y se venden ilusiones, y en un chasquido de dedos se construyen fortunas y ruinas.
El capitalista lanza un nuevo producto y será el mercado el que decidirá el éxito o el fracaso, todo estará en manos de la caprichosa suerte, la producción es también un albur.
El obrero sale a la calle en busca de un lugar donde le cambien explotación por derecho a la vida, de un empleo para sobrevivir, si lo obtiene tuvo suerte, por uno que lo consiguió hay miles que regresan con el fracaso en el estómago.
Es así. Para el capitalismo la vida es un juego de azar. Podríamos decir parafraseando a Einstein que “el capitalismo juega a los dados con la vida”.
Esa visión lúdica impregna a la política burguesa, oligarca. Son muchos los escuálidos que compraron en estas elecciones el puesto de candidato, si pierden, lo que es muy probable, imputaran a la mala suerte su fracaso.
Es comprensible que partidos y militantes capitalistas se comporten como lo que son. Lo que llama a reflexión y da un poco de tristeza, por el humano extraviado, es la actitud de un partido otrora serio, con militantes con pudor y conductor de altura intelectual y ética.
Este partido centra su campaña electoral en una apuesta ridícula: un reto al director de Últimas Noticias. En momentos tan peligrosos para la Humanidad, cuando el riesgo atómico aparece con fuerza, ahora que una crisis mundial afecta todos los aspectos de la vida, y aquí en Venezuela nos debatimos entre el Socialismo salvador y el capitalismo miserable. En estas circunstancias ese partido no tiene más proposición que una apuesta!
Esa actitud de tahúres se explica por el oportunismo que padece esa agrupación mercantil, que la hace deslizarse por el desfiladero del artificio político.
Permite el desaguisado de ese grupo, que la revolución reflexione las elecciones burguesas. La trastada descubre la esencia de las elecciones oligarcas: son un festín, una ruleta, deben ser modificadas. Mientras así votemos la Revolución no estará completa.
Un sistema electoral que permite inducir al electorado con la irresponsabilidad de una apuesta, sustituyendo por el azar y el cretinismo la necesaria seriedad de un planteamiento, la dignidad de una conducta, no sirve para reflejar la voluntad de la sociedad, al contrario, necesita trivializarla. No educa.
El 26 vamos a una confrontación electoral que debe ser asumida con mucho rigor porque se trata de decidir la existencia de la Revolución, la permanencia de la esperanza. Es necesario votar por los candidatos de Chávez, los que garantizan la continuidad del proceso.
Después del triunfo una de las tareas principales de la Revolución debe ser emprender la modificación radical de la organización social y del sistema electoral.
¡Chávez es Socialismo!
¡Con Chávez es con sus Candidatos!
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