La polvareda que levantó la manipulación de las palabras de Fidel es una buena oportunidad para pensar el Socialismo.
El Socialismo no es un capricho de políticos trasnochados ni una oferta electoral oportunista, se trata de una posibilidad de evolución de la Humanidad. De la concreción de esta posibilidad depende la existencia de la vida. Está de más decir que la construcción del Socialismo no es algo automático, es una tarea conciente. Es difícil, pero imprescindible para preservar la vida planetaria.
Muchos han sido los intentos de la humanidad para librarse de la esclavitud. Ese camino está lleno de derrotas y también de triunfos, en ese esfuerzo la Humanidad ha aprendido. Hoy tenemos claros varios pilares que condicionan el salto salvador.
Primero, ya lo dijimos, la conquista del Socialismo no es un acto mecánico, ni llega automáticamente con el aumento de las fuerzas productivas. Es un acto conciente que precisa de una vanguardia que desde el fondo del capitalismo irrumpa contra la cultura dominante y conquiste a las masas para la necesidad de su liberación, para la importancia vital del Socialismo, para el mayor salto que la humanidad dará jamás: superar los sistemas de explotación y fundar el sistema de relaciones fraternas del trabajo de todos para beneficio de todos.
Segundo, es necesario sustituir el foco creador, la génesis de la cultura de la explotación. Este foco permite que unos hombres se apropien del trabajo de otros hombres, los exploten, los esclavicen. Esta posibilidad tiene su centro en la propiedad nosocial de los medios de producción. Son éstos los núcleos de la explotación.
Tercero, entender que no es un trabajo fácil. Ningún sistema social se suicida, al contrario, lucha por su sobrevivencia con el desespero de animal acorralado. A eso se enfrentan los intentos socialistas y, más todavía, si recordamos que el capitalismo es el sistema refinado en milenios de explotación, es el más pulido y global sistema de esa aberración.
Cuarto, sentir que los socialistas forman parte de un esfuerzo de liberación que agrupa a lo mejor del humano, y a lo mejor de las batallas de liberación, desde la Revolución Francesa hasta el 4 de febrero y el 11 de abril. Es un orgullo ser Socialista, estar acompañados de lo más excelso de las ideas y sentimientos de Humanidad. De Espartaco, Cristo, Bolívar, Martí, Don Quijote, Einstein, Allende, el Che, Fidel, Chávez.
Siendo así, es de cretinos pretender colocar a Fidel en contra de lo que ha soñado toda la vida, sólo por una interpretación interesada de un diminuto gringo estíptico, tarifado en prensa imperial.
Fidel es un Socialista infinito, porque es un Humanista eterno, y ese piso ético y moral no se altera con el cambio del viento.
Nosotros estamos con Fidel, con la Revolución Cubana, con Chávez, porque ese torrente histórico es la única oportunidad que tiene la Humanidad de sobrevivir. El capitalismo, en cualquiera de sus variantes y disfraces, es la extinción de la vida.
¡Chávez y Fidel Humanismo infinito!
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