21.2.09

¿A QUÉ PRECIO?

Los llamados a “diálogo”, a “puentes”, que en el fondo son llamados a pacto, brotan por todos lados, los de allá y los de acá. Debemos preguntarnos cuál es el precio, por qué hacerlo, cuál es su finalidad.
Lo primero que llama la atención es que convoquen a diálogo los que ayer no más calificaban a Chávez de tirano, de ogro. Es extraño que de la noche a la mañana quieran que todos caminemos de la mano como los tres muñequitos del logo.
¿Por qué lo hacen?
Perdieron las elecciones y llaman a diálogo. El llamado tiene eco, es correspondido por sectores en las filas bolivarianas, sin duda hay una afinidad de intereses. Se dice que, o mejor, ellos dicen, que “pueden trabajar juntos”, que pueden enfrentar los problemas más urgentes, la basura, la inseguridad, las casas, sin dudas hay afinidad de intereses.
¿Por qué los oligarcas se dieron cuenta ahora de esa afinidad, por qué ayer Chávez era un tirano y hoy amaneció siendo buena persona?
La respuesta es una sola:
La victoria en las elecciones coloca a la Revolución en condiciones inmejorables para avanzar. Eso lo saben los oligarcas y activaron el plan que aplican cuando están en situación de debilidad:
Llamar a diálogo, apoyarse en nuestras inconsistencias internas, desdibujar el perfil de la Revolución, distraernos del avance necesario hacia el Socialismo para así decepcionar a las bases bolivarianas, colocar la disputa en el simple plano de la eficacia, despojarla de la profundidad ideológica.
No es la primera vez que lo hacen: los anteriores llamados a conversaciones trajeron las tempestades de golpes, saboteos petroleros, guarimbas, conspiraciones. Todavía recordamos el llamado del Comandante con el Crucifijo en una mano y el corazón en la otra, así les dimos holgura para preparar el tenebroso saboteo petrolero.
Siempre buscan lo mismo, truncar al Socialismo: nos atacan de frente cuando tienen fuerza, y proponen diálogo debilitante cuando están débiles. El pacto es una ofensiva contra el Socialismo.
Entonces, la única respuesta revolucionaria a la taimada propuesta de diálogo es el avance hacia el Socialismo, solucionar los problemas sociales con Socialismo, seguir avanzando.
Avanzar irremediablemente nos traerá decantación: los que defienden los intereses de los capitalistas, los francos y los disimulados, se enfrentarán a la Revolución , eso es inevitable, unos se irán.
Pero avanzando en el Socialismo sin duda fortaleceremos el apoyo popular. Avanzando nos haremos más fuertes, o mejor, es la única manera de hacernos fuertes. Las ambigüedades nos debilitan, eso está demostrado en nuestra historia.
Ir al diálogo con los oligarcas es debilitarnos. Debemos dirimir nuestras diferencias en la práctica. Por nosotros que hable el Socialismo: eficacia Socialista, organización Socialista, conciencia Socialista, ese debe ser el diálogo revolucionario.
Ellos que trabajen, que hablen con su capitalismo, el generador de la miseria. Ahora bien, si cambian de plan, si se atreven a seguir conspirando, entonces se toparán contra el formidable muro del pueblo en Revolución.
¡Chávez es Socialismo!

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