Hoy disfrutemos la alegría, este pueblo noble, leal, merece la alegría de un triunfo bien batallado y bien ganado.
Estamos alegres, vencimos bien, sin dejar resquicios para la aventura de los oligarcas, cumplimos la tarea revolucionaria, y cumplimos con nosotros y con el Comandante, con la Revolución Americana , y con la causa de la humanidad: El líder de la Revolución , Chávez, ya puede ser candidato en las elecciones del 2012.
Queda la satisfacción del deber cumplido:
Las Misiones cumplieron y cumplieron bien, surgieron en las elecciones como una nueva forma organizativa política, que merece ser estudiada y permanecer. Las exigencias de la realidad hicieron que la Revolución activara formas organizativas que estaban allí pero sin despertar como instrumentos políticos.
Las Misiones llegaron a su madurez revolucionaria, se graduaron de movimientos sociales y también políticos, se demostró en la práctica que estas dos facetas del proceso deben ir juntas para ser útiles.
Atender sólo lo social es filantropía transitoria, atender sólo lo político es ejercicio vacío que no transforma. Lo social y lo político unido convierten al pueblo en fuerza revolucionaria. Las Misiones lo demostraron.
El pueblo bolivariano resistió la brutal campaña de desinformación a la que fue sometido por los oligarcas, no pudieron abusar de nuestra credulidad, la historia no se cumplió. No pudieron repetir lo del 2 de diciembre, sus artimañas no funcionaron.
Hay razones para estar alegres, con los resultados quedamos en inmejorables condiciones para avanzar en la Revolución , para profundizar el Socialismo. Condición indispensable para seguir cosechando triunfos.
Estamos alegres pero debemos seguir trabajando, la Revolución es infinita, y el enemigo no duerme, no toma vacaciones.
Estamos de fiesta, y la fiesta de los revolucionarios es alegría, y es preparación.
Ahora, debemos afinar la organización y el análisis político, la teoría, la espiritualidad.
Los ojos del mundo están atentos al proceso bolivariano, la batalla que aquí se desarrolla es también una batalla de las oligarquías internacionales, ellas dirigen las acciones de enfrentamiento contra la Revolución, sus tanques pensantes alimentan a los escuálidos criollos.
Esta batalla es internacional, no es casual el incidente del diputado europeo, su soberbia imperial no es casual, la presencia de paramilitares, pero tampoco es casual la presencia de reformistas y conciliadores internacionales. Todas las corrientes políticas mundiales pelean hoy en nuestra tierra.
Por eso nosotros no estamos solos, lo mejor del pensamiento y del sentimiento revolucionario mundial nos acompaña. Es necesario agradecer la solidaridad de Cuba, El Faro Socialista de la Humanidad , siempre, en lo más duro de esta batalla nos acompañó el calor humano de Fidel, siempre por su entusiasmo y solidaridad supimos que íbamos bien, que estábamos en el camino correcto.
A Correa y a Evo, y también a Daniel los sentimos cerca, generosos en la solidaridad.
De Chile nos llegó el entusiasmo y la alerta de los que vivieron la frustración de la Revolución de Allende. Los recuerdos del MIR chileno, la experiencia de Manuel Cabieses, nos acompañó.
Sin duda fue un triunfo del amor.
¡Seguiremos luchando, siempre estaremos allí!
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