6.2.09

LA PRUEBA DE LA CRISIS

Dice el pueblo "en la cárcel y en el hospital se prueban las amistades" y tiene muchísima razón, en la adversidad aflora la verdadera esencia de las cosas. Esa verdad de la relación cotidiana, se puede aplicar también a la política. Veamos.
Cuando el viento hincha las velas, cuando todo marcha sobre rieles, entonces el apoyo a las causas es frondoso, en esas circunstancias es difícil separar la paja del trigo, diferenciar "los amigos de todo lo que triunfa", de los militantes de las ideas.
Pero cuando la situación presagia crisis las simpatías empiezan a crujir, las lealtades a disolverse, los miedos aceleran las acciones, los corazones laten más a prisa, los refugios se repletan de mojigatos y por decantación resplandecen los fieles a las causas, los procesos demuestran su valía.
Hoy el mundo atraviesa una crisis de gran magnitud, por supuesto que llegará a nuestro país, lo que se discute es, en qué forma y en qué intensidad. Ya los precios del petróleo se resintieron de la parsimonia económica. Por supuesto que esta crisis nos mostrará la esencia de nuestra política.
Lo primero es que la renta disminuirá drásticamente, este recorte de ingresos reclama que el gobierno tome decisiones. Ya ha declarado que dará prioridad a los gastos que beneficien al pueblo, seguirán las misiones, se garantizará la alimentación del pueblo.
Simultáneamente el gobierno arrecia la lucha contra la especulación y el acaparamiento, se hacen campañas de ahorro, los recortes son importantes. Habrá menos dólares para compras superfluas, los gastos serán racionalizados. Esto significa que la parte de la renta que iba a las clases poseedoras disminuye, reducen sus ingresos.
En esta situación la disputa por la renta, que es una característica principal de nuestra economía, toma como nunca el centro de la actividad política, las contradicciones internas se agudizan, el problema del poder se transforma en urgente.
Esta situación económica de crisis que se presagia durará y se profundizará todavía más, explica el desespero demostrado por la oligarquía.
Es urgente para ellos tomar el control de la renta, ya no pueden esperar, se cierra el grifo que los refrescaba y hacía posible que esperaran a las elecciones presidenciales, ahora se lanzan a tomar el poder superando cualquier plazo.
Además la crisis es mundial, el imperio para solucionarla necesita energía baratísima, mercados para sus productos inútiles, materia prima. Por eso el gobierno revolucionario, Chávez, es un obstáculo a sus planes y un objetivo a derrocar.
Las necesidades de la oligarquía de adentro y de la oligarquía internacional se identifican: las dos enfilan contra la Revolución Bolivariana.
En los últimos días han profundizado la fase violenta de sus planes, movilizaron a sus medios para ir creando la opinión favorable para el asalto a la legalidad.
Ya el Mossad sionista empezó a actuar, el asalto a la Sinagoga y a la Nunciatura tienen su sello. El Alcalde de Libertador denuncia autoatentados oligarcas.
En este ambiente, las elecciones del 15 toman carácter de guerra patria.
¡Con Chávez nos resteamos!

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