La Revolución avanza resolviendo retos y simultáneamente creando nuevos desafíos. Con cada problema solucionado surgen nuevos obstáculos, en ese tránsito crece y se perfecciona.
Lo importante en una Revolución es la tendencia, hacia dónde va, cuál es su esencia, las grandes líneas que condicionan su camino.
Esta Revolución Bolivariana, valiente, que transita caminos inéditos de paz, ha avanzado a pasos agigantados, es asombro del mundo.
Su política internacional inspirada en Bolívar, no sólo en sus frases sino en su pensamiento y su esencia, es vanguardia en dignidad y humanismo, cada día la América y el mundo se sorprenden ante la hidalguía de nuestra política internacional, siempre, más allá de cualquier riesgo, al lado de los humildes, de la libertad.
No podía ser de otra manera, el humanismo que esta Revolución muestra en lo internacional se corresponde con el humanismo interno, nunca este pueblo recibió tanto amor, tanta atención, nunca tuvo tanta esperanza. No es necesario mostrar números, el alma tiene una matemática que no necesita algoritmos, siente la bondad con el corazón y el corazón no se engaña.
En el camino la Revolución ha superado muchos obstáculos, acabamos de vencer las regionales, lo hicimos con creces, obtuvimos un claro éxito. De ellas surgió la necesidad de fortalecernos para enfrentar a los inmensos retos futuros, es necesario que la Revolución fortalezca aún más su liderazgo, es necesario blindar al Comandante Chávez, que es blindar la conexión amorosa Líder-Pueblo, soporte fundamental de la Revolución.
Los retos del futuro son cada vez de mayor monta, más difíciles, requieren de una formación y una organización formidable. Veamos.
Con la conexión Líder-Pueblo fortalecida estaremos en condiciones de dar un gran salto en la educación revolucionaria, el país necesita un sacudimiento educativo, debemos sustituir los valores capitalistas por los valores de la solidaridad y del amor, y eso sólo se consigue estremeciendo a la sociedad, con el ejemplo extremo de los líderes, que deben ser austeros, disciplinados, concientes, entregados a la causa revolucionaria hasta la exageración. Y con el esfuerzo de toda la sociedad.
Es necesario que la ética revolucionaria se transforme en moral revolucionaria, que se instale en el corazón de las masas, que la gente sienta orgullo de ser revolucionario, continuador de la obra de Bolívar, que tiene el privilegio de estar luchando la misma causa de Sucre, de José Leonardo, de Fabricio, Américo, y también del Comandante Chávez.
Es necesario deslindar al Socialismo de teorías colaboracionistas y extraviadoras. Darle su perfil propio, dotarlo de personalidad, que vaya más allá de la retórica, que sea verdaderamente la construcción de un nuevo mundo, en lo material y lo espiritual.
Muchos son los retos futuros, con la fuerte conexión Chávez-Pueblo todos los vamos a resolver, seguiremos avanzando, venceremos al imperio que no tiene respuesta para la humanidad más allá de la brutal represión, y venceremos a sus lacayos internos que no tienen otra cosa que ofrecer que mentiras y exclusión.
¡Una Revolución no entrega a sus líderes!
¡Con Chávez, es con lo que Chávez decida!
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