El Comandante, después de las elecciones regionales del 23 de noviembre de 2008, propone al país una Enmienda que haga posible su postulación para ser reelecto a la Presidencia de la República.
¿Cómo entender la propuesta?
Lo importante de un proceso es captar su movimiento.
La Revolución Bolivariana fue un movimiento honesto que procuraba adecentar el país, luchar contra la corrupción, repartir con justicia la renta, no reprimir, ampliar la democracia burguesa hasta sus límites.
Al principio fue un aluvión con ideología imprecisa, más guiada por el entusiasmo que por el rigor. La amistad privaba más que la afinidad ideológica.
Esta Revolución sucede en situación difícil: los revolucionarios estaban diezmados, en esas condiciones no había cuadros políticos, no se tenía clara la teoría, no existía organización.
Allí en ese desierto surge la Revolución Bolivariana, en medio de aquellas dificultades la guiaba la honestidad, el altruismo, el amor. Y aquí hay una gran enseñanza de la Revolución: En una Revolución antes que la teoría están los sentimientos. Es verdad que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria, pero también es verdad que sin sentimiento revolucionario la teoría es infecunda.
El sentimiento, las ganas de hacer, el impulso de cumplir la movió en sus primeros tiempos, y comenzó en avance desordenado, y en ese avanzar comenzó el choque con los defensores del pasado.
Se empezaron a cumplir las promesas, el gobierno sólo entregaba cuentas a los humildes, se hablaba con el pueblo en asamblea, la avenida Bolívar devino en ágora.
Eso fue suficiente, la oligarquía enfiló sus garras contra la insubordinación, y vino el combate, y en la batalla la Revolución empezó a caminar y a aprender. Entendió que Bolívar tenía razón: el imperio está destinado por la providencia para llenarnos de oprobio, y fue honesta, se hizo antiimperialista y profundizó su bolivarianismo.
En su búsqueda se topó con el Socialismo y lo sintió Esperanza de los pueblos, y lo proclama, igual que gritan los niños los descubrimientos del asombro, y con la candidez de los honestos comenzamos el rumbo al Socialismo. Y topamos con los capitalistas, los oligarcas nos hicieron la guerra, pero ahora no fue frontal, los dardos y los cañones se dirigían al corazón, al alma del pueblo para confundirlo.
Las líneas del Socialismo se comenzaron a marcar con nitidez en el horizonte, cada día sabemos con más precisión lo que queremos, quiénes son nuestros aliados y quiénes nuestros enemigos.
Ahora sabemos que el sentimiento debe soportar la teoría necesaria, que sentimiento sin teoría es también inútil.
Ahora sabemos que el sentimiento debe soportar la teoría necesaria, que sentimiento sin teoría es también inútil.
De allí venimos, esta es nuestra historia, esto somos. Hemos llegado hasta aquí guiados por el Comandante Chávez, el pueblo desposeído estableció con él la conexión amorosa, el sentimiento que precede a cualquier movimiento revolucionario.
Chávez es el camino recorrido y presagia el camino por recorrer, nuestros aciertos están en él, nuestros errores lo habitan, la suerte del pueblo desposeído será su historia.
¡Chávez!
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