Ya se acepta que la crisis, que al principio se percibía sólo como financiera, es de magnitudes civilizatorias. La civilización capitalista, en toda su extensión y en todas sus manifestaciones, es afectada por la turbulencia que vaticina debacle global.
Nosotros en Venezuela vamos poco a poco tomando clara conciencia de la situación. Sin embargo, a pesar de las sensatas y oportunas medidas económicas tomadas por el gobierno, no podemos evitar que la crisis nos alcance. El Comandante ilustró muy bien la turbulencia: estamos en una piscina donde un elefante se hunde, todo lo que este dentro de la piscina sufrirá sus consecuencias. El planeta es esta piscina.
De aquí surge la pregunta:
¿Frente a las inevitables dificultades, qué debemos hacer los revolucionarios? Veamos
El capitalismo tiene una desventaja frente a la crisis que él mismo creó: la crisis surge del individualismo, del egoísmo, y ese egoísmo que es la característica principal del sistema no le permite solucionar las dificultades con celeridad, eficiencia y mínimo daño para la población.
Recordemos al huracán Katrina, donde el desamparo, la orfandad del hombre frente a la adversidad, fue dramática. Demostró con claridad que el sálvese quien pueda, que las correrías individuales, no son eficaces.
Ese egoísmo social, que permite que familias pasen frío y hambre refugiadas en los estacionamientos de grandes ciudades, en medio de la indiferencia del resto de los ciudadanos, ni un pan, ni un cariño , ni una sonrisa reportan los medios, sólo pueden mostrar fotos de náufragos tristes y solitarios, perplejos frente a un golpe que no comprenden.
Nosotros tenemos una gran ventaja frente a la crisis, estamos comenzando a construir la sociedad Conciente del Deber Social, donde el individuo siente la pertenencia a la sociedad, perciba que los problemas sólo tienen solución verdadera cuando la solución es social, que lo remedios individuales a los grandes problemas son ficción.
Hemos dado importantes pasos en la creación de la Conciencia del Deber Social, esa es nuestra mayor fortaleza, es el mayor acierto de la Revolución. Ya el Trabajo Colectivo Voluntario forma parte de nuestra vida, las manifestaciones de nuestra vocación de dar a la sociedad ya sobrepasan las fronteras: En Cuba trabajan voluntariamente cien estudiantes de la Misión Ribas, esos muchachos son precursores de la nueva sociedad, pilares de la nueva manera de enfrentar las dificultades. Ese ejemplo debe difundirse, esos voluntarios debe recibirse como pioneros de la nueva sociedad, muestra de que el Hombre Nuevo es posible, de que regresó el espíritu que motivó El Paso de Los Andes.
Sólo la Conciencia del Deber Social nos dará la fortaleza para salir airosos de la crisis. Un pueblo unido en la fraternidad socialista es invencible. Por el contrario, un pueblo disgregado, indisciplinado, buscando soluciones individuales, haciendo tumultos aislados, es fácilmente derrotado.
Llegó la hora de la lealtad con el Comandante y de la disciplina social conciente. Todo lo que perjudique a la sociedad es malo. Por sobre el bien social, nada.
¡Chávez es Esperanza Socialista!
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